jueves, julio 31, 2008

 

La 'Navaja de Ockham' y la política mexicana

Pareciera poco creíble que las ideas de un fraile franciscano del Siglo 14 pudieran ser de utilidad en el Siglo 21, pero así es.

Se trata de Guillermo de Ockham, que estableció un principio lógico que dice lo siguiente: en igualdad de condiciones, la solución más sencilla es probablemente la correcta.

Un principio que a veces parece totalmente ausente en México.

¿Por qué razón el PRD está promoviendo una consulta en la que los dados están cargados? La respuesta más sencilla a este problema es porque quieren parque político para oponerse a la reforma.

O bien, ¿por qué el PRI sí quiere sacar una reforma aunque sea diferente a la que planteó Calderón? Porque está interesado en ganar imagen y votos para las elecciones del 2009 y del 2012.

¿Por qué el PAN y el Gobierno van a darle luz verde a la reforma planteada por el PRI? Porque necesitan que la reforma petrolera salga, así sea rasurada y limitada, pues de lo contrario sería un gran fracaso para la administración actual.

En la política y en la economía mexicanas tenemos la tendencia a enredarnos o a aceptar explicaciones enredadas cuando las cosas tienen respuestas claras y sencillas.

Por ejemplo, si pregunta por qué el Gobierno le pedía al Banco de México que bajara las tasas de interés es porque al Gobierno le conviene que la actividad económica sea mayor probablemente sin importarle un costo de un punto o un par de puntos en la inflación.

Al Banco de México le importa menos perder un medio punto de crecimiento o poco más incluso si a cambio de ello se va a conseguir frenar la inflación, porque para eso está.

Si no cumpliera su propósito podría ser incluso demandado por falta de cumplimiento de su mandato.

Veamos ahora otra historia, también vinculada con un fenómeno que hoy se presenta por todas partes y que es el incremento de los precios de los alimentos.

Este fenómeno tiene dos explicaciones muy simples. Una parte del aumento tiene que ver con desequilibrios entre la oferta y la demanda a nivel mundial y otra con los procesos especulativos en los mercados financieros en los que se fijan los precios de muchos productos.

No es uno u otro, es la suma de ambos, punto.

Finalmente, déjeme ponerle un caso que tiene una relación más cercana con la política, que es donde a veces parecen enredarse más las cosas.

Los políticos -por lo menos casi todos los políticos mexicanos- piensan fundamentalmente en llegar y escalar en el poder.

Esto define una parte central de sus acciones. Si el Jefe de Gobierno del Distrito Federal quiere ser aplaudido por los cercanos de AMLO y también por los empresarios que van a desarrollar la infraestructura de la Ciudad de México es porque quiere escalar a una posición arriba, es decir, ser candidato a la Presidencia de la República, como él ya admitió.

Lo mismo puede decirse, lo admitan o no, de Enrique Peña o de Manlio Fabio Beltrones, en el PRI. No le demos vueltas.

O bien, tampoco hay que buscar una solución compleja frente a la actitud política de Andrés Manuel López Obrador. Le apuesto doble sobre sencillo a que en cuanto haya un dictamen de la reforma petrolera -o antes incluso- veremos nuevamente a sus huestes en la calle o tomando la tribuna.

El tema no es la reforma petrolera, sino la permanencia en la escena política como el político más conocido y el prospecto más fuerte para volver a ser candidato presidencial, aunque esta vez no sea "legítimo".

Enrique Quintana
enrique.quintana@reforma.com


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¿Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo? Todos los políticos son iguales, sólo buscan su beneficio personal o de grupo. Uno como ciudadano, ante la partidocracia que tenemos y que no podemos eliminar, debemos escoger entre ellos el que nos brinde más beneficios y menos perjuicios, para toda la sociedad, a pesar de que el político, en lo personal, busque su propio beneficio. La clave no esta en los discursos, en el que, si no en los cómos.

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Comentarios ocultos temporalmente

Explicación para Selhiador y todos mis lectores:

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Selhiador, te voy a explicar mis razones. Y la verdad ni te molestes en responder, lo más seguro es que no me creas o salgas con alguno de tus comentarios por la tangente.

Me di cuenta que ya la habías agarrado personal conmigo. Tienes dos blogs en los cuales tienes meses de no postear nada. En cambio en el mío ahí estas diario escribiendo comentarios larguisimos.

La verdad a mi me gusta mucho debatir, exponer ideas y escuchar a los demás (aunque pienses lo contrario, quienes me conocen en persona pueden confirmar esto). Incluso, de recién que empezaste a escribirme, hice un intento serio contigo, sobre el rescate bancario. La verdad me decepcionó enormemente tu respuesta. Después de eso te dedicaste cada vez mas a hacer comentarios llenos de adjetivos hacia mi persona, casi sin argumentos, la mayoría descalificaciones. Incluso hasta cambiándome el nombre. Repitiendo comentarios, escribiendo varias veces lo mismo (como los niños que repiten las cosas para ver si así les hacen caso).

No tengo el tiempo para ponerme a ese nivel. Vaya, no tengo el tiempo ni para un debate como los que me gustan. Además, el formato de comentarios de blogger no se presta para un debate como debe de ser.

Como lo dije varias veces, desde tu primer comentario, el blog no trata de ser imparcial. Desde el título eso es obvio, ¿no? Pero ahí esta duro y dale. Eso ya es necedad. Y para necedades, oídos sordos.

Dijiste que lo que tu hacías era mostrar la otra versión a mi visión parcial de las cosas. Muy respetable. Pero, ¿por qué dejar que uses mi blog para eso? Tanto tiempo que inviertes en leer lo que publico, y sobre todo en escribir, ¿por qué no creas un blog de política? Ponle si quieres "Némesis de panny" si te satisface, o cualquier otro. Estoy seguro que escogerás algo muy "ingenioso".

Pero que sea tu espacio y tu responsabilidad. Es muy fácil escoger un seudónimo y estar hostigando a los demás. Tu tienes el control de que respondes y cuando. Cuando uno deja abierto el canal de comentarios se expone a que cualquiera escriba y haga lo que quiera. Quiero ver que seas tan maduro como afrontar esa responsabilidad de tener tu propio blog sobre política y afrontar lo que sea.

Y la segunda condición es que me muestres comentarios que hayas enviado al blog de sendero del peje criticando a los autores. Y que lo hagas con cierta regularidad.

Cuando estas dos condiciones se cumplan, los comentarios en mi blog se abrirán de nuevo. No los borré. Ahí están, y cuando vuelva a activar la función aparecerán todos de nuevo.

Por lo pronto, ya me dio flojera estar recibiendo tu spam sin que te responsabilices de ello.

Saludos

Dany Osiel Portales Castro

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ACTUALIZACIÓN:

Me quedé pensando: ¿por qué afectar a los demás lectores por un necio que no se quiere arriesgar a escribir su propio blog?

Así que ya están permitidos los comentarios de nuevo. Pero ahora estarán moderados. Cualquiera puede escribir, excepto Selhiador.

Y claro que podría escoger otro seudónimo, pero tendría que cambiar el estilo de escribir o sería fácilmente identificado.

Saludos


miércoles, julio 30, 2008

 

Tomémosle la palabra a López Obrador

Por una vez tomémosle la palabra a López Obrador: pidió el domingo que el gobierno escuche los resultados de la consulta petrolera. El gobierno, el PAN, el PRI, el propio PRD, los demás partidos, los medios, debemos hacerlo. Los resultados son transparentes: pese al acarreo, la compra de votos, la obligación de los funcionarios públicos locales a participar en la misma, a que se cometieron los mismos actos del "cochinero" de la elección interna del PRD (¿qué mejor ejemplo que el propio Guadalupe Acosta Naranjo declarando el viernes que no podría votar porque no tenía credencial de elector y el domingo se fotografió haciéndolo?¿cómo hizo para conseguir en un sábado una credencial de elector?), al dispendio de recursos de los gobiernos locales perredistas, votaron apenas 800 mil personas en el DF y sin dar ningún tipo de resultados confiables, la dirección del PRD acepta que en todo el país podrían haber votado dos millones, lo que suena inverosímil ante lo desairiado que estuvo en los estados la consulta. El hecho es que si como también dice el PRD, entre el 80 y el 85 por ciento votaron por el no, eso implicaría que rechazan la reforma petrolera alrededor de un millón y medio de electores, sobre un universo muy superior a los 70 millones. Un millón y medio que representan poco menos del 4 por ciento de quienes votamos en la elección del 2006, o sea 42 millones de personas. Entonces respetemos la posición de ese 4 por ciento de electores duros del PRD (eso es lo que son y demuestran, una vez más, que su votación se está derrumbando en forma estruendosa: en el 2006 recibieron casi 15 millones de votos, o sea que de quienes votaron por López Obrador votaron ahora por rechazar la reforma energética sólo el 10 por ciento del total) pero también la del otro 96 por ciento de los electores, sin contar a los casi 30 millones de ciudadanos que no votaron en el 2006 y por supuesto tampoco ahora.

Si se respeta el resultado de la consulta, el congreso tendría que comenzar a dictaminar inmediatamente una reforma a PEMEX, porque ésta tiene el apoyo de la mayoría de la población. Incluso en esta lógica, la reforma propuesta por el priismo (que está muy lejos de los compromisos públicos que habían asumido muchos de sus principales dirigentes) se queda definitivamente corta. No sólo por los números que arrojan la consulta: en la encuesta de BMG y asociados publicada en Excélsior ayer, resultó que el 48 por ciento de los encuestados en el DF apoyan una reforma como la planteada por el ejecutivo federal, el número aumenta al 52 por ciento en Guadalajara y sube al 57 por ciento en Monterrey. Pero es más interesante el resultado cuando se va a los distintos capítulos, sin decir si son parte o no de alguna de las iniciativas: el 67 por ciento en el DF y Guadalajara (un 58 por ciento en Monterrey) apoyan incluir en el consejo de administración de PEMEX a profesionista especializados; la propuesta de los "bonos ciudadanos" tiene un apoyo de entre el 68 y el 65 por ciento; que PEMEX contrate personas físicas o morales para que colaboren en la exploración y desarrollo del petróleo, tiene un apoyo de entre 59 (en Guadalajara) y 69 por ciento (en Monterrey, en el DF es de 63 por ciento); que personas físicas o morales puedan participar mediante permisos en el transporte, distribución y almacenamiento de derivados del petróleo, tiene un apoyo del 62 al 56 por ciento. Uno de los capítulos más controvertidos, que se permita a PEMEX contratar con terceros los servicios de refinación, tiene un respaldo de 49 por ciento en el DF; del 55 por ciento en Guadalajara y de 53 por ciento en Monterrey. Ahí están las cifras y ello, combinado con los resultados y sobre todo los índices de la participación ciudadana de la consulta, demuestran qué es lo que quiere la gente. Respetémoslo.

Para el perredismo, que una vez más ha apostado a las cartas lopezobradorista, el resultado es un desastre: la votación en el DF fue de la mitad de lo que esperaban pese a todas las irregularidades y a la enorme cantidad de dinero involucrada. Dice ahora Manuel Camacho que la participación podría haber sido mayor si el PAN y el gobierno hubieran apoyado la consulta. Es una verdad de Perogrullo, pero el hecho es que la consulta fue una iniciativa partidaria, del PRD, que tuvo en el GDF respaldo y patrocinador, incluso económico, y que terminó en un fracaso: el perredismo, o mejor dicho el lopezobradorismo (¿sigue considerando López Obrador a Ebrard como parte del mismo o ya ha decidido cortar amarras con el jefe de gobierno?) quiso hacer una demostración de fuerza y terminó exhibiendo su creciente debilidad.

Para el PRD queda ahora sólo un objetivo: tratar de salvar lo que se pueda después del daño ocasionado primero por las muertes del News Divine y ahora por este fracaso político. Ya Guadalupe Acosta Naranjo ha declarado que podrían ir a una propuesta conjunta con el PAN y el PRI sobre el tema; el PRI ya ha colocado su iniciativa como eje articulador sobre el cual podrán girar los acuerdos y muchos podrán decir que "frenaron" la iniciativa presidencial para "privatizar" PEMEX. Lo preocupante en todo caso no es que sea mentira sino que lo que finalmente se apruebe, como ocurrió en el terreno fiscal o electoral, sea un híbrido, con algunos aspectos positivos y otros negativos. Un poco con la idea, sobre todo del priismo, de que las reformas que se aprueben sean aquellas que permitan mantener las cosas funcionando, sin ir al fondo y haciendo una suerte de remodelación de la casa, esperando que los cambios estructurales reales les toque realizarlos a ellos en 2012. Es política y es legítimo. La pregunta es quién paga por el progresivo deterioro de la casa, que no pueden ocultarse con reformas cosméticas. A contestar esa pregunta están renunciando el PRI y el PAN.

Por: Jorge Fernández Menéndez
Publicado en: Periódico ExcelsiorFecha: Martes, 29 de Julio de 2008

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Sacralización

Sacralizaciones y perversiones: dos lados de una moneda de uso (y abuso) particularmente frecuente en nuestro medio político. Por razones de coyuntura (y conveniencia particular) se sacraliza lo que se desea inmovilizar y poner a salvo de cualquier posible cuestionamiento, con el consabido resultado de que se pervierte la vida pública en el País: se impide el desarrollo económico, se encumbran los intereses más perniciosos y se construyen mitos y leyendas que resultan negativos para la abrumadora mayoría de los mexicanos, sobre todo los más pobres.

Basta mirar nuestro entorno diario para observar la cantidad tan impresionante de vacas sagradas con que vivimos y que fueron debidamente sacralizadas en su oportunidad. No queremos cambiar, vaya, ni siquiera discutir, regímenes alternativos para la administración del agua: mejor la convertimos en un derecho constitucional, por consiguiente sagrado e intocable.

En el caso de la energía eléctrica, la expoliación que lleva a cabo el Sindicato de Electricistas es, faltaba más, un derecho adquirido, y, como tal, sagrado e intocable que, además, hace imposible evitar el robo de luz. Permitir que se desarrollen fuentes de energía privadas, así sean renovables, constituiría un sacrilegio: mejor sacralizamos la energía eléctrica.

El petróleo es, por supuesto, sagrado y por lo tanto intocable. El sindicato de Pemex es sagrado (y un dechado de virtudes). Sacralizamos (o se autosacralizan) líderes sindicales y políticos, intelectuales y empresarios. Todos quieren ser intocables para hacer lo suyo sin que nada cambie ni nadie los toque.

Todo lo que no queremos cambiar se vuelve sagrado y con eso se anula cualquier discusión o análisis. El tema se torna intocable, así que ya para qué hablamos del ejido o de las tierras comunales, de la supuesta gratuidad de la educación o de los pases automáticos.

Pero no por ser sagrados los temas se resuelven los problemas. El País enfrenta desafíos monumentales en todas las áreas mencionadas pero, por haber sido sacralizados, ni siquiera se pueden plantear como temas legítimos de discusión.

En algunos casos es el subconsciente colectivo el que crea las condiciones para que un determinado tema resulte ser intocable. Sin embargo, no tengo duda de que, en la mayoría de los casos, son los intereses particulares más mezquinos los que determinan la sacralización de un tema. En términos de valor y trascendencia, quizá no haya asunto más relevante que el del petróleo.

En el espacio público, el petróleo ha sido sagrado por muchas décadas: todos sabemos que hay infinidad de vivales escondidos detrás del statu quo (por supuesto, sagrado), pero cualquier cuestionamiento provoca la ira de los sumos sacerdotes, lo que acaba reforzando el muro protector que, por conveniencia personal o política, mantienen muchos de nuestros legisladores.

También hay un ejemplo maravilloso de cómo un grupo de interés, nada modesto, convirtió en sagrado su interés y, con ello, encumbró su posición en el mercado nacional. El lector recordará que uno de los acuerdos dentro del TLC era que se liberaría el tránsito de camiones de carga entre los tres países. La idea era que se eficientara el transporte de carga a fin de reducir costos a los productores y mejorar la competitividad de la economía mexicana.

Los primeros en oponerse fueron los poderosos sindicatos de transportistas gringos, los famosos "teamsters". Acostumbrado a proteger su monopolio, el sindicato de transportistas logró que su gobierno incumpliera su compromiso de liberalizar el acceso de camiones mexicanos a ese país. Dada la historia siniestra de los "teamsters", era perfectamente anticipable lo que harían, por lo que no fue sorprendente su capacidad de presión.

Lo que sí fue novedoso y, en cierta manera, asombroso, por inteligente, fue la forma en que los transportistas mexicanos reaccionaron ante la posibilidad de enfrentar la competencia de camioneros extranjeros en México. En lugar de quejarse y presentarse como unos debiluchos incapaces de competir, como casi todo el resto de nuestra economía, los transportistas mexicanos decidieron tomar la ofensiva: demandar la apertura del mercado estadounidense. En lugar de argumentar la necesidad imperiosa de proteger su mercado, los transportistas mexicanos aprovecharon las tendencias proteccionistas de sus contrapartes estadounidenses y se dedicaron a exigir la apertura del mercado del vecino país.

A sabiendas de que aquéllos no cejarían en su oposición, los mexicanos se envolvieron en la bandera y crearon un mito más, sacralizando el sector. Es decir, aprovecharon el incumplimiento estadounidense para crear una nueva vaca sagrada que les garantiza una posición monopólica para siempre. Admirable.

Lo sagrado, por definición, es intocable. Si todos los grupos interesados en que nada cambie siguen saliéndose con la suya, van a acabar por paralizar al País en todos los frentes. Por 70 años, el PRI logró sacralizar al ejido y a la supuesta democracia mexicana (rara, inusual, poco democrática, pero sagrada a final de cuentas). El petróleo es sagrado desde los 30. El agua en la última década. Uno por uno, nuestros intereses más mezquinos han logrado convertir en sagrado su interés particular. Paso a paso, se ha logrado pervertir la realidad nacional y crear hechos políticos que se tornan intocables.

Al mismo tiempo, cada vaca sagrada que se muere abre espacios de libertad y ciudadanía, como ocurrió con el régimen electoral en 1996. Es tiempo de matar vacas sagradas.

En este momento no hay mayor vaca sagrada que el petróleo. Por buenas o malas razones, una porción significativa de la población ha aceptado, o al menos condona, la mitología de que el petróleo es de todos los mexicanos, que el sindicato sigue las prácticas ascéticas y humanistas de la madre Teresa y que cualquier modificación al régimen vigente constituye un sacrilegio, una afrenta al mayor valor sagrado de nuestro régimen político. Esa parte de la población no se percata de que al aceptar esos valores, o participar en "consultas", no hace otra cosa que sacrificar sus propios derechos y su capacidad para acceder al verdadero desarrollo. Serán los traumas de nuestra historia de que hablaba Edmundo O'Gorman.

Aunque es de admirarse la capacidad de esos intereses particulares por protegerse, es en buena medida inexplicable la indisposición del mexicano común y corriente a desafiar esos valores e intereses, es decir, a velar por su propio interés. Gracias a esa pasividad, México se ha convertido en el reino de los intereses particulares, las vacas sagradas y los mitos. El problema es que de mitos no se come.

Luis Rubio
www.cidac.org


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¿Quiénes son los conservadores que quieren que continúe el status quo? Analícenlo y obtengan sus propias conclusiones.

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martes, julio 29, 2008

 

Petróleo: el nacionalismo, coartada conservadora

Salir de México y estar unos días en España permite redescubrir el país desde otros ángulos, comprender lo lejos que estamos de un proyecto de nación común y, sobre todo, de una clase política que sepa, incluso ante la más profunda de las diferencias, tener claro cuáles son las variables entre las que se puede mover la nación. Es la oportunidad de ver a José Luis Rodríguez Zapatero aceptando que enfrenta una crisis económica y reuniéndose con su rival Mariano Rajoy para buscar acuerdos; es comprobar que en términos de seguridad se detiene a un comando de la ETA y la representante de las FARC en España y que todas las fuerzas políticas asuman que la política de la violencia no es legal ni aceptable; es escuchar al alcalde de Madrid (y uno de los políticos más populares de España), Alberto Ruiz Gallardón, un hombre del PP, reconociendo que la renovación de esa ciudad se dio gracias a la labor del socialista Tierno Galván, al inicio de la transición española.

Es la oportunidad para ver también, con un espectáculo avasallador, a Lila Downs, confirmada como la mejor y más original cantante mexicana del momento. Pero de la misma forma que Lila demuestra cada día que la música y la cultura mexicanas van mucho más allá de algunas estrellitas creadas en los medios, que el cambio constante es la única norma que permite consolidar la evolución, se puede comprobar también que, según dice otra extraordinaria cantante, ésta, alemana pero con lazos sutiles y artísticos que la enlazan con la Downs, Utte Lemper, "el nacionalismo es tan sólo un movimiento de las élites conservadoras". Y esos nuevos (viejos en realidad) bríos que por aquí nuestros políticos denominan "reivindicaciones nacionalistas" no son sino una reafirmación de la suma de convicciones conservadoras y restauradoras de una élite política que no alcanza a comprender siquiera lo que sucede allá afuera.

Ejemplos hay muchos: los términos de la propuesta priista sobre la reforma petrolera, digna de los tiempos de Ruiz Cortines, incapaz de asumir siquiera sus respectivas posiciones públicas sobre el tema; las pugnas internas y las ambiciones de poder del perredismo (el partido se está derrumbando electoralmente, pero ya están peleando la candidatura de 2012) en busca de algo parecido a una identidad partidaria; la ridiculez de un panismo que "lanza" a Fox a la campaña de 2009, sin comprender que la apuesta del calderonismo se basó precisamente en ser una oferta diferente de la del foxismo. En fin, en pocas ocasiones, como en este julio, hemos podido constatar que nuestra clase política no ha aprendido de la transición (porque en realidad no la ha vivido) y que, para casi toda ella, la bandera del supuesto nacionalismo del que tanto se ha abusado en torno a la reforma petrolera sirve sólo como una coartada para ocultar su conservadurismo.

No estamos ni siquiera a nivel de Hugo Chávez. Este fin de semana el presidente venezolano visitó Madrid: después del derrumbe del proyecto bolivariano en torno a las FARC se ha apresurado a deslindarse de ésta para reunirse con el mandatario colombiano Álvaro Uribe y ha volado a Europa a tratar de recomponer una relación rota en la cumbre de Santiago de Chile, cuando el rey Juan Carlos estalló con aquel: "¿Por qué no te callas?" Y la diplomacia de Chávez, que no quiere quedarse solo, para bien o para mal, es petrolera. Y para hacer productivo el petróleo se requieren inversiones. En este recorrido ha puesto de manifiesto la apertura de su país para recibir todo tipo de inversiones en la Franja del Orinoco, que le ayuden a aumentar su plataforma petrolera: inversiones privadas y sin limitaciones. En España, además de recibir de regalo, del rey (al que fue a visitar a Mallorca), una camiseta con la leyenda "¿Por qué no te callas?", dejó atrás el discurso nacionalista y llegó a acuerdos estratégicos con la empresa Repsol-YPF, para explotar, junto con la venezolana PDVSA, el campo Junín 7 con el fin de extraer, en principio, unos 200 mil barriles diarios de crudo que, como dijo Chávez, "podrían venir directamente a España, que tendría garantizado el petróleo para siempre... siempre que haya petróleo". Acordó, además, iniciar la exploración conjunta de otros yacimientos y garantizó la venta de diez mil barriles diarios a 100 dólares a España. No fue un gesto gratuito: fue en contraposición a la inversión de la empresa Repsol-YPF en el sector, porque, como dijo Chávez, para explotar esos yacimientos se necesitan inversiones de "miles de millones" que esa empresa está realizando y Venezuela no puede hacer.

Hace poco más de un mes estuve también en España, cubriendo otra visita presidencial, la de Felipe Calderón. Nunca un Presidente mexicano (salvo López Portillo, con motivo de la reanudación de las relaciones diplomáticas bilaterales) había sido recibido con tantos gestos y ofertas de acuerdos políticos y económicos de fondo. En los encuentros políticos y empresariales en los que me tocó estar, el tema de las inversiones en México era central y todo ello iba de la mano con el interés diplomático de convertir a las dos naciones en los extremos de un puente que permitiera profundizar relaciones en América y Europa, respectivamente. La única pregunta que se hacían los españoles era qué nos pasaba, por qué no aprovechábamos la oportunidad que tenía México, sobre todo en el ámbito energético. Este fin de semana deben haberse sorprendido aún más porque el presidente que menos quieren en España, Chávez, llegó a los acuerdos que aún no se pueden alcanzar con Calderón. Porque mientras con Chávez firmaban acuerdos de inversión, de "miles de millones", en México el discurso nacionalista, conservador, de una élite, lo impedía, porque la misma tiene un solo objetivo en mente: adueñarse de espacios de poder, aunque el país fracase. Ya se presentarán en el futuro como los salvadores de lo que ellos mismos propiciaron.

Jorge Fernández Menéndez

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lunes, julio 28, 2008

 

Apoyan en urbes la reforma

En las principales urbes del país se apoya mayoritariamente la reforma energética propuesta por el presidente Calderón, salvo en el Distrito Federal, donde las opiniones se dividen. El respaldo a la iniciativa presidencial supera 50% en las zonas metropolitanas de Guadalajara (acuerdo 52%, desacuerdo 43%) y Monterrey (acuerdo 57%, desacuerdo 34%), según la tabla 1. Así se desprende de la encuesta BGC–Excélsior representativa de la población mayor de 18 años, levantada por entrevista cara a cara en viviendas en esas ciudades entre el 22 y 23 de julio.

Para diseñar el cuestionario aplicado se realizó lo que normalmente se sigue en cualquier referéndum, que consiste en, primero, someter a consulta la iniciativa sujetada a la consideración del Congreso y, segundo, informar sobre el contenido de la misma antes de pedir una opinión. Así, se inquirió a los encuestados su parecer sobre cada uno de los aspectos centrales de la iniciativa.

La encuesta revela que la mayoría de la población apoya el proyecto en general, así como las propuestas específicas.

Obviamente, la emisión de bonos ciudadanos recibe el mayor respaldo popular, pues alrededor de dos tercios están de acuerdo en las tres ciudades. También la contratación de terceros para colaborar en la exploración y la inclusión de profesionistas independientes en el Consejo de Administración de Pemex logran apoyo relevante (alrededor de 60% o más). Más de 55% (tabla 2) aprueba que haya más autonomía para Pemex en la contratación de adquisiciones, obras públicas y servicios, así como que mediante permisos los particulares realicen, junto con Pemex, actividades de transporte, almacenamiento y distribución de derivados del petróleo.

Las propuestas sobre autonomía financiera para Pemex y sobre participación privada en refinación son las que alcanzan menor apoyo en promedio. El otorgamiento de mayor libertad a la paraestatal para sus finanzas y manejo presupuestal, aunque logra el acuerdo de 60% en Monterrey, es apoyada menormente en Guadalajara (55%) y, sobre todo, en el DF (49%). La contratación de servicios de refinación con terceros es aprobada por 55% en Guadalajara, 53% en Monterrey y 49% en la capital del país, según registra la tabla 2.

El grado de aprobación a la reforma depende de la identidad partidista de las personas. Los simpatizantes panistas son quienes más favorecen la propuesta, pues de manera sólida cierran filas en torno a ella (más de 70% está de acuerdo en las tres ciudades), indican las tablas 3,4 y 5. En consonancia con su partido, los perredistas rechazan la iniciativa (65% en el DF, 61% en Guadalajara y 52% entre los pocos simpatizantes del PRD en Monterrey), señalan las tablas 3, 4 y 5. No obstante, lo más llamativo es que en las tres ciudades existe una minoría nada despreciable de simpatizantes perredistas (alrededor de 31%) que acepta la reforma energética del presidente Calderón (tablas 3,4 y 5).

A diferencia de panistas y perredistas, no hay un claro consenso entre los simpatizantes priistas: en el DF y Guadalajara tienden más a aprobarla (54% y 55%), dice la tabla 3 y 4, pero con 41% que la rechaza en ambas ciudades. En Monterrey las opiniones de los priistas están aún más divididas (49% a favor, 46% en contra), refleja la tabla 5.

Los independientes, es decir, quienes no se identifican con ningún partido, cuentan con patrones distintos de opinión sobre la reforma, según la ciudad en donde vivan. Así, mientras en Guadalajara están principalmente en desacuerdo (55%), según la tabla 4, en el DF están divididos y la mayoría la apoya en Monterrey (57%), observan las tablas 3 y 5.

Además de la identidad partidista, el nivel de información política parece ser un factor que condiciona las opiniones sobre la reforma. Al menos en las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, a mayor nivel de información, mayor es el grado de aprobación de la reforma.

BGC, Ulises Beltrán y Asociados, Excélsior

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Esta encuesta esta obviamente cuchareada. :-D

Luego subo las tablas en forma de fotos.

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Hacen consulta al estilo PRD

Reforma, Cd. de México (28 julio 2008).- Ocho días después de que el PRD anuló su elección de dirigente nacional entre cuestionamientos internos por la manera en que se condujo el proceso, el Gobierno perredista del Distrito Federal organizó ayer una consulta ciudadana sobre la reforma petrolera... que mostró el sello del "Sol Azteca".

Instalación caprichosa de casillas, acarreo de votantes, tinta indeleble que sí se borraba y regalos a cambio de votos fueron parte de una jornada que se caracterizó por la escasa asistencia de electores a las urnas.

La ubicación de puntos de votación, por ejemplo, se hizo sin tomar en cuenta criterios científicos, concentrando la mayoría en sectores frecuentados por simpatizantes del PRD.

Además, en Iztapalapa se comprobó que cientos de personas fueron a votar a cambio de playeras, gorras y hasta sobres con dinero entregados por dirigentes perredistas, como ocurrió en la unidad habitacional Vicente Guerrero.

Ante la baja afluencia de votantes, Manuel Camacho Solís, coordinador nacional del ejercicio, responsabilizó al PAN y al Gobierno federal de inhibir la participación de al menos la mitad de personas que hubieran podido tener.

Por la noche, José Ángel Ávila, Secretario de Gobierno del Distrito Federal, dijo que se proyectaba una participación de alrededor de 870 mil personas, es decir, poco más del 10 por ciento del padrón electoral capitalino.

No se informó de la participación en los otros nueve Estados donde ayer también se realizó la consulta, que presuntamente busca medir la postura ciudadana ante la propuesta de reforma petrolera del Presidente.

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Puras mentiras del Reforma, el periódico de la derecha. La tinta se borró porque desde Bucareli se orquestó un compló y modificaron la fórmula. Y esos regalos son puras mentiras. La gente fue por su propia voluntad. Yo fui y no me dieron nada y no vi que dieran.

:-D

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domingo, julio 27, 2008

 

Devotos y Paganos

Cartón de Paco Calderón del día de hoy.

Quisiera saber cuál fue el resultado de la consulta. :-D

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SuperLiga y consulta

Jueves 24 de julio 2008

1. En el torneo llamado SuperLiga, en el que contienden cuatro equipos de futbol mexicanos y cuatro estadounidenses, acaba de suceder algo insólito que tiene que ver con los reglamentos que ordenan a una competencia y con su aplicación. También con el sentido común.

En el grupo A, tres equipos quedaron empatados con seis puntos, fruto de dos victorias y una derrota en cada caso. El Dynamo de Houston, Guadalajara y Atlante estaban en esa situación. El otro competidor, el D.C. United, perdió sus tres partidos. No obstante, sólo podían calificar a la siguiente ronda el primero y el segundo lugar. ¿Qué criterio de desempate debía ser aplicado? Ésa era la pregunta clave.

Al parecer, las normas establecían dos criterios para resolver la cuestión: a) quien hubiera resultado vencedor en la contienda entre los empatados y b) la mejor diferencia de goles. El primer criterio, en este caso, resultaba inoperante: el Atlante le ganó al Guadalajara, el Guadalajara hizo eso mismo contra el Dynamo, y el Dynamo venció sobre el Atlante. Y los tres le ganaron al D.C. United. De tal suerte que la diferencia de goles parecía el único criterio posible.

El Dynamo tenía 7 goles a favor y 2 en contra; el Guadalajara, 3 y 3, y el Atlante, 5 y 6. De tal suerte que establecer quiénes pasaban a la siguiente ronda resultaba sencillo, transparente y justo. Pero, no. Los organizadores decidieron aplicar dos criterios distintos ante una situación no similar sino idéntica: el primer lugar se definiría por la diferencia de goles (ganó el Dynamo) y el segundo por el resultado del encuentro entre los dos restantes equipos (el Atlante le ganó 2 a 0 al Guadalajara).

Total: un oso de aquéllos, de los que hacen época. Al aplicar dos criterios diferentes se llegó al absurdo (documentado en el suplemento Cancha, 21/07/08) de que lo mejor para las Chivas, en su último encuentro, hubiese sido perder por 8 a 0. De esa manera el Atlante sería el primer lugar gracias al criterio de mejor diferencia de goles, y el Guadalajara hubiese sido segundo, ya que le había ganado al Dynamo por 1 a 0.

Moralejas: a) No se deben aplicar criterios distintos a situaciones similares, y b) si ello se hace lo más probable es que se construyan desembocaduras absurdas, vergonzosas.

2. Veamos ahora la consulta que realizará el gobierno del Distrito Federal en relación a la eventual reforma energética a la luz del episodio anterior. La consulta se efectuará el próximo domingo, ¿cree usted que sería pertinente que el Gobernador de Guerrero -del PRD- hiciera una consulta pública sobre lo que está haciendo el Gobernador del Estado de México -del PRI-? ¿Sería adecuado que el Gobernador de Durango -del PRI- hiciera una consulta sobre los proyectos que lleva a cabo el Gobernador de Querétaro -del PAN-? ¿Convendría que el Gobernador de Guanajuato -del PAN- hiciera una consulta sobre la gestión del Jefe de Gobierno del Distrito Federal -del PRD-?

Es más, ¿qué diría usted si el Presidente de la República llama a una consulta nacional sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal mientras la Asamblea Legislativa estaba discutiendo el punto o sobre el Presupuesto mientras el proyecto está siendo debatido y negociado en la Cámara de Diputados? ¿Sería correcto que el Senado de la República llamara a una consulta popular sobre las designaciones que conforman el gabinete del Presidente? En estos casos, los temas son importantes, y tomar la opinión de los ciudadanos nunca está de más.

Pero algo estaría fallando. La lógica de cabeza. Resultaría absurdo. ¿Por qué? Porque las autoridades estarían sobreactuando o actuando más allá de sus competencias. Realizarían una consulta sobre algo que está en el marco de responsabilidades de otra autoridad y de esa manera se estarían extralimitando. Es (creo) de sentido común.

Además, quien revise la Ley de Participación Ciudadana del DF podrá constatar que dicha norma sí autoriza al jefe de Gobierno a realizar consultas... pero únicamente sobre los asuntos sobre los que tiene competencia. Y en el caso de la reforma energética, la "bolita" está en el Congreso. La autoridad está capacitada para consultar sobre aquello que es parte de su responsabilidad, pero consultar lo que es responsabilidad de otros resulta ilógico.

O para decirlo de otra manera: si le parece bien la consulta del domingo 27 le tendrán que parecer bien también las posibles consultas arbitrariamente enunciadas con anterioridad. Porque, como en el caso de la SuperLiga, hay que subrayar que ante situaciones similares deben aplicarse las mismas reglas.

Se dirá, sin embargo, que la importancia del tema energético, la búsqueda de la participación ciudadana, la buena causa, justifica en esta ocasión la consulta. La vieja fórmula de que el fin justifica los medios. Sólo que la coartada no cabe y menos tratándose de una autoridad que debe estar sujeta al principio de legalidad.

Se me acusará de formalista y en efecto. Si algún día llegamos a construir un Estado de derecho digno de ese nombre, las formas -donde cristalizan los compromisos para la vida en común- serán fundamentales, inviolables, porque son las únicas capaces de poner un dique a los abusos de autoridad, que de manera reiterada, por "buenas razones", creen que pueden actuar por encima de los límites que les imponen las leyes.

La consulta bien la podía haber organizado el PRD o una serie de ONG o cualquier grupo de ciudadanos, porque ellos no tienen taxativa alguna. Pero el Gobierno sí. Ese razonamiento elemental: que la autoridad no puede hacer lo que quiera, aunque sea amparada por "buenas causas", es lo que nos cuesta entender y asimilar.


José Woldenberg

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sábado, julio 26, 2008

 

Tata Lázaro

"Qué daríamos por tener a alguien así ahorita".
Marcelo Ebrard sobre Lázaro Cárdenas


Tata Lázaro que estás en los cielos, muy reverenciado sea tu nombre... Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad aquí en Michoacán como en el Distrito Federal... No nos dejes caer en privatización y líbranos del mal...

Qué daríamos, Tata Lázaro, por tener a alguien como tú aquí y ahorita. Y es que el espurio-pelele quiere privatizar nuestro petróleo. Te necesitamos hoy más que nunca por tu prestigio, por el respeto que te tiene la gente, para derrotar a ese representante de la ultraderecha corrupta que nos robó la elección del 2006.

Pero si regresas, Tata Lázaro, por favor... calladito y cooperando. No sea que a alguien se le ocurra preguntarte lo que hiciste en 1938 y 1939 para echar a andar la industria petrolera después de la expropiación. La realidad hace mucho daño a los santos. Y lo que hoy necesitamos es un buen santito y no una incómoda realidad.

No vayas a decirles a los demonios panistas, y mucho menos a los priistas del ambicioso ese Manlio Fabio, que tú sí aceptabas la inversión privada en la industria petrolera. Imagínate que ahora se den cuenta de que lo que tú hiciste es lo que ellos están pidiendo y no lo que nosotros queremos que se haga.

No se te vaya a ocurrir, te lo suplico, Tata Lázaro, decirles que tú inventaste los contratos de riesgo. Si dices eso en público se nos cae todo el teatrito. Hoy nuestro Peje -que Dios nos lo conserve mucho tiempo, pero que se lo lleve a su gloria contigo antes del 2012- dice que los contratos de riesgo sólo los apoyan los traidores a la patria. Y no podemos permitir que nos digan que tú -imagínate, tú- fuiste un traidor a la patria.

Por eso, Tata Lázaro, te queremos aquí, pero te queremos calladito. No nos vayas a contradecir cuando digamos que permitir la inversión privada en ductos para el transporte del petróleo y la gasolina, que sustituya el transporte privado en pipas y camiones que hoy Pemex tiene que contratar, es una privatización. Tampoco queremos que te opongas a nuestro plan para que aumente la importación de gasolina. Ya Manolito Bartlett, uno de esos demócratas de corazón que queremos reclutar para nuestra causa, tiene unos acuerdos muy interesantes con los productores de gasolina de Texas... y no le podemos fallar. Necesitamos el dinero de las refinerías texanas para nuestra campaña del 2012. Tú lo entenderás, Tata Lázaro. Tú también fuiste político. Las campañas hoy cuestan mucho dinero. Y no podemos ganarlas con cañonazos de sólo 5 mil pesos como antes.

No queremos que la gente se entere, especialmente ahora que estamos organizando nuestra consulta ciudadana para este próximo domingo, que tú fuiste también un privatizador. O bueno, quizá no privatizador, no te molestes conmigo, pero tú sabes que así le llamamos a aquellos que hacen cosas que no nos gustan, aunque no sean privatizaciones. Tú entenderás mejor que nadie las razones de la política. La mejor manera de atacar al espurio es llamándolo privatizador, aunque sea por impulsar las mismas políticas que tú apoyaste en tu momento. Por eso te queremos calladito: dando la cara, pero nada más.

Imagínate, Tata Lázaro, si tuviéramos que reconocer públicamente que tú propusiste los contratos de riesgo en una reunión con los representantes de las empresas petroleras internacionales en 1939. Imagínate también si la gente se entera que en la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución, que tú impulsaste y publicaste en noviembre de ese 1939, introdujiste un artículo séptimo que decía: "Podrán celebrarse contratos con los particulares... ya sea mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los productos que se obtengan". Si esto se llega a saber, nos veríamos obligados a retirar tus imágenes de lugares públicos y a colocarte en el limbo de los villanos de la historia.

Imagínate qué feo sería si, en lugar de rendir homenaje a tu imagen tan respetada, tuviéramos que hacerlo con la de Adolfo Ruiz Cortines. Yo sé que fue él quien, como Presidente, impuso la redacción del artículo 27 de la Constitución que tanto nos gusta hoy, ésa tan bonita que dice: "Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, no se otorgarán concesiones ni contratos". Pero nosotros somos de izquierda y ni modo que le recemos a un reaccionario de corbatita de moño.

De manera que, Tata Lázaro, queremos brindarte hoy un homenaje. Te necesitamos en esta batalla contra los privatizadores. Queremos tu apoyo. Ya sabemos que eras un privatizador, un creyente en los contratos con -cruz, cruz- empresas privadas, pero te prometemos que no lo vamos a decir. Nada más no nos metas tú en líos. No le digas a nadie lo que realmente hiciste. Te queremos a ti, pero no a tus ideas.

Tata Lázaro, qué daríamos por tenerte aquí y ahorita, para que nos ayudaras a combatir las ideas que defendiste en vida.


A favor de la reforma

No hay duda que la consulta del PRD dará una mayoría abrumadora en contra de la reforma petrolera del Presidente Calderón. Votarán fundamentalmente simpatizantes del PRD y las preguntas están hechas para dar ese resultado. Pero, ¿qué piensa la gente común y corriente? Una encuesta nacional de GEA-ISA señala que el 55 por ciento de los mexicanos está a favor de la reforma y el 36 por ciento en contra. En los detalles puntuales de la reforma, las mayorías a favor son todavía superiores.

Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com

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Esa encuesta de GEA-ISA esta cuchareada. Además, todo eso sobre nuestro héroe Lázaro Cárdenas deben ser mentiras. Son mentiras de la derecha, del yunque, que quieren manchar el nombre de nuestro prócer, del padre del fundador de nuestro partido. Cárdenas nunca diseñó los contratos de riesgo ni hubiese permitido la inversión privada. ¿Cómo puede ser eso posible si él fue quien nacionalizó la industria? No, deben ser mentiras de los seguidores del espurio. Si, eso debe ser. Mentiras de Sarmiento que trabaja para TV Azqueta. Ya debe estar recibiendo de nuevo su cheque desde Bucareli.

Además, la mayoría del pueblo... no, no la mayoría, todo el pueblo esta en contra de la privatización que impulsa el espurio. Y eso se comproborá con la consulta ciudadana. El pueblo, el verdadero pueblo, los verdaderos y únicos mexicanos, darán su opinión en la consulta. Y si la derecha yunquista y los corruptos del PRI intentan aprobar algo en contra de la voluntad del pueblo, nos opondremos con todos los medios a nuestro alcance (claro que pacíficos, ¿eh?) respaldando al verdadero presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador.

Si, eso haremos. No dejaremos que unos cuantos pirruris, burgueses, ignorantes (con el cerebro lavado por telerisa y tv azqueta), nos quiten el petróleo. El único medio, recurso, para sacar a nuestro pueblo del retrazo y la pobreza. Como bien lo ha dicho nuestro presidente legítimo.

:-))

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viernes, julio 25, 2008

 

La "consulta" ...

Cartón de Paco Calderón publicado el día de hoy en distintos medios.

Ya empezaron a amenazar, que habrá toma de la tribuna, manifestaciones, violencia. La minoria secuestrando a la mayoría. La democracia no es sinónimo de consensos. La democracia es el gobierno de la mayorías. Aunque en México no hay democracia, lo que hay es una partidocracia.

¿Cuándo tendremos un gobierno de izquierda, progresista, como el de Felipe Gzz. en España?

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jueves, julio 24, 2008

 

Petróleo: guajolotes o riqueza + Dos enfoques: PRI-PRD y PAN

Luego de semanas de debate y de decenas de oradores, el saldo final del foro energético debe medirse en función del fin del ciclo petrolero priísta con el colapso de Pemex y del inicio del papel estratégico del petróleo en el desarrollo mexicano.

Asimismo, la conclusión debe medirse en función de ocho dilemas:

1.- Regresar al 1938 de Cárdenas en que el Estado expropió las empresas petroleras en contexto laboral irrepetible o dar el paso hacia delante y convertir al petróleo en el detonador de un nuevo modelo de desarrollo sin ceder el dominio constitucional del Estado.

2.- Regresar el Estado a los tiempos de Echeverría para que toda la industria petrolera dependa del sector público y burocratizarla o salvaguardar el dominio exclusivo del Estado pero utilizar la inversión privada para impulsar un más rápido desarrollo del sector energético controlado por Pemex como empresa cien por ciento paraestatal.

3.- Profesionalizar a Pemex para convertirla en una empresa fuerte y poderosa o esconder a la empresa para ocultarla detrás de los miedos a otras empresas o a la competencia y dejar pasar la oportunidad de los precios altos que exigen inversiones urgentes para más reservas.

4.- Mantener el Estado rector del desarrollo y la industria petrolera mixta que ya existe o regresar al Estado gestor directo del manejo de Pemex con la experiencia de que toda empresa paraestatal depende de los intereses del gobierno en turno y siempre pierde posibilidades por el manejo inevitablemente burocrático de su administración. La expropiación de la banca fracasó por el despilfarro de sus directores designados por el gobierno.

5.- Asumir el petróleo como un recurso comerciable en función de producción-venta o darle la noción misma de nacionalismo o establecerlo como el punto de definición de tres políticas que los gobiernos mexicanos han eludido: la política de seguridad nacional, la política de relaciones con los Estados Unidos y la política de contribución a un nuevo orden energético internacional.

6.- Optar por el Estado populista o neoliberal o buscar la opción del Estado promotor del desarrollo manteniendo el control del petróleo y la rectoría del desarrollo pero aprovechando el capital privado para reimpulsar la empresa. López Portillo expropió la banca para el desarrollo pero los banqueros estatales no pudieron convertirla en el pivote del desarrollo. Eso sí, los banqueros estatales expoliaron a los bancos.

7.- Aceptar el desafío de la reorganización del capitalismo internacional con una participación activa y sin miedos para defender posiciones o sumarse pasivamente a las corrientes de crítica a la corporativización de los Estados y por tanto rechazar cualquier inversión privada y desaprovechar el potencial energético, mientras de todos modos el capitalismo se reorganizará para beneficio de sus participantes y no de sus críticos.

8.- Definir si el problema de Pemex es de organización administrativa, presupuestal y productiva de la empresa o si debe definirse primero el modelo de desarrollo nacional, la política presupuestal del Estado y la estrategia de seguridad nacional y después darle su espacio a Pemex.

Además de los dilemas que tienen que ver con la alternancia --ahora sí-- partidista en la presidencia de la república, el foro en el Senado sirvió para fijar las posiciones de los partidos políticos: el PAN se quedó en la reorganización administrativa de la empresa sin evaluar los perfiles políticos, de seguridad nacional y de desarrollo; el PRI se opuso a cualquier reforma de Pemex que cambie la situación actual de una empresa típicamente priísta en materia de corrupción, saqueo sindical y manipulación política; y el PRD dejó claro que desea un petróleo bajo el control absoluto del Estado y de la burocracia gobernante.

Pero a pesar de las limitaciones en las posiciones y de debates mediocres, el saldo final coincidente fue bastante obvio: Pemex ya no debe ser la empresa del sistema político priísta y debe dar el paso a la modernización que permita un mejor aprovechamiento del potencial petrolero. Por tanto, el Pemex priísta fue condenado por todos los asistentes al foro, aún por priístas que criticaron a la empresa como si sus defectos hubieran sido producto de una gestión de extraterrestres de Marte. El Pemex que todos criticaron es el Pemex que heredó el sistema priísta después de 50 años de gestión, porque los directores bajo el foxismo habían sido priístas y el actual director Jesús Reyes Heroles fue --¿es?-- un importante político priísta, hijo de un priísta también director de Pemex.

Los documentos históricos hablan de una expropiación hecha contra la rebeldía laboral de las compañías extranjeras. La segunda expropiación petrolera debe fijar la política de convertir el petróleo en un detonador del desarrollo sin perder la soberanía absoluta del Estado sobre el recurso pero abriéndose a la inversión privada sin los complejos del pasado.

Si la expropiación de 1938 se pagó con guajolotes que donó el pueblo, ahora se trata de definir al petróleo como el instrumento del desarrollo y fuente de riqueza. El mejor nacionalismo es el que promueve el desarrollo.

Carlos Ramírez

(Blog e Indicador Político TV en www.grupotransicion.com.mx.)

cramirez@indicadorpolitico.com.mx

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martes, julio 22, 2008

 

Los cochineros

"No sólo estamos retrocediendo: también vamos para atrás".
Catón (Armando Fuentes Aguirre)


El partido que este mismo año nos trajo el "cochinero" ahora nos presenta la consulta ciudadana sobre la reforma petrolera. Para ello está obteniendo el apoyo -"en sus ratos libres"- de funcionarios del gobierno del Distrito Federal, quienes hacen proselitismo abierto a favor de la posición del PRD. Cuenta la administración capitalina para este ejercicio con un presupuesto que no se ha dado a conocer. Los caciques políticos de siempre están encargados de las movilizaciones y los acarreos. El PRD ha conseguido también el respaldo del Instituto Electoral del Distrito Federal, lo cual demuestra una vez más su sometimiento al partido hegemónico de la capital del País.

Las preguntas de la consulta han sido redactadas para generar un rechazo a la propuesta de reforma del Gobierno federal. Un grupo de "auditores ciudadanos", todos simpatizantes del PRD y enemigos de la "privatización del petróleo", certificarán la equidad y limpieza del proceso. Una vez más el partido que se quejó de haber sido víctima de una elección de Estado en el 2006 organiza en su terreno una votación viciada de origen.

Lo anterior es una lástima, porque bien habría valido la pena llevar a cabo una verdadera consulta ciudadana sobre la reforma petrolera, como habría sido importante tenerla sobre otros temas de importancia nacional, por ejemplo, la contrarreforma electoral. Una vez más tendremos que acudir a encuestas de opinión para conocer la verdadera posición de los mexicanos.

Lo que podemos esperar este próximo domingo -como en la llamada "consulta verde" que el gobierno capitalino llevó a cabo hace un año- es un ejercicio en el que participarán solamente los simpatizantes del PRD y del gobierno capitalino. En la consulta de julio de 2007 sólo votaron unas 472 mil personas, entre una población de 8.7 millones. Los que sufragaron eran en buena medida partidarios del PRD. No se aplicaron controles eficaces que garantizaran la limpieza o equidad del proceso. Lógicamente, el PRD consiguió un respaldo de más del 90 por ciento (lo cual no se ve en ninguna elección realmente democrática). Este resultado se utilizó después como justificación para aplicar una serie de medidas impopulares y de dudoso valor para luchar contra la contaminación.

No tendrá mucho caso prestar atención a los resultados oficiales de la consulta. Éstos no serán representativos de la opinión de la población en general sino sólo de los simpatizantes del PRD. Los dados están cargados. Un aspecto significativo que deberemos observar, sin embargo, será la participación. El gobierno del Distrito Federal está utilizando un monto importante de recursos públicos para promover la consulta. Si vota un porcentaje muy pequeño de la población, el ejercicio habrá sido un fracaso. No es lo mismo una consulta en que participe el 60 por ciento de los ciudadanos que una en la que sólo un 10 por ciento se presente. La legitimidad política de la posición del PRD cambiará de manera significativa dependiendo de la participación que logre en la consulta.

Para el PRD ha sido particularmente incómodo que esta consulta haya sido precedida por la anulación definitiva de las elecciones internas del partido, las cuales se llevaron a cabo el 16 de marzo de este año. Lo que más molesta a los dirigentes del partido que están impulsado la consulta, ya como parte de sus campañas políticas hacia el 2012, es que la anulación se dé faltando apenas una semana para su realización.

La Comisión Nacional de Garantías del PRD utilizó una mera formalidad para la anulación de la elección del 16 de marzo. Los comicios del PRD no fueron declarados nulos por alguna de las prácticas ilegales que han sido designadas en conjunto como el "cochinero", sino porque los funcionarios de alrededor de mil 100 casillas, de las 4 mil 900 que se instalaron en el País, no fueron los designados originalmente. Éstos no se presentaron, por lo que se pidió a quienes esperaban en la fila para votar que ayudaran. Sólo que éstos no demostraron ser miembros del partido. Y los estatutos dicen que los funcionarios deben ser miembros del PRD.

Poco importó que la mayoría de estas casillas no hubieran tenido otras irregularidades y que quienes asumieron el trabajo sin paga de manejar las casillas hubieran actuado de buena fe para apoyar al partido. Me pregunto que habrían hecho los perredistas si estas mil 100 casillas no se hubieran instalado ante la ausencia de los funcionarios originales. Los gritos de "cochinero" habrían sido todavía mayores.

La consulta de este próximo domingo no correrá la misma suerte debido a que no habrá un rival que proteste por las irregularidades. Ni panistas ni priistas ni independientes están participando. Al final, la votación no será más que una reedición de la llamada consulta verde, que a pesar de ser un fracaso en participación se utilizó como justificación para una cuestionable estrategia política.


Sergio Sarmiento

www.sergiosarmiento.com
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¿Quién garantizará los resultados de la "consulta ciudadana"? ¿los mismos que acaban de anular su cochinero?

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lunes, julio 21, 2008

 

La tramposa confusión

Todos hablan de la democracia y a nombre de los valores democráticos. No hay quien se atreva a cuestionar al régimen universalmente acreditado. Y sin embargo, la palabra tan salivada pierde precisión como concepto. Las medidas más opuestas, los instrumentos más contradictorios, las prácticas más disímiles reciben elogio idéntico. Resulta que todos veneramos la misma palabra y cada uno la define a su antojo. La confusión no es siempre inocente. Hay mucha trampa en el embrollo. Trucos para que cualquier política encuentre el baño bendito de la legitimación democrática.

El debate sobre el petróleo refleja esta tramposa confusión. La oposición a la reforma presidencial encontró una salida astuta: organizar una consulta para que sean los ciudadanos quienes decidan la suerte de la propuesta. En apariencia, la idea es impecable: escapar de la tenaza de las élites y permitir que la gente decida. Que empuje con su voto la iniciativa presidencial o que la detenga.

¿Quién teme a la decisión popular?, preguntan los promotores de la consulta. Sólo los oligarcas que recelan de la ciudadanía se oponen. Sin miedo a la participación colectiva, hay que democratizar la democracia y darle a la gente el voto decisivo.

El instrumento de la consulta, sin embargo, no podría estar más fuera de sitio que en este debate. Los dispositivos de democracia semidirecta tienen sentido cuando es necesaria una inyección extraordinaria de legitimidad a una decisión trascendente. Puede funcionar cuando existen dispositivos confiables de imparcialidad y cuando el tema puede reducirse a una opción simple. Quienes han participado en el debate sobre el petróleo coinciden en la complejidad del tema y en la necesidad de abordar las múltiples aristas del problema y las muchas implicaciones de cada una de las propuestas.

En todo caso, no pueden compactarse decisiones complejas que implican una cadena abundante de transformaciones, a un simple respaldo o rechazo. ¿Respaldo a qué, rechazo de qué? El intento de síntesis del Instituto Electoral del Distrito Federal es, como ya han advertido los especialistas, un fracaso. Se comprimen varias iniciativas en una sola, sin darle a la gente la oportunidad de discernir sobre ellas.

La intermediación política adquiere en asuntos como éste su verdadero sentido. Reformas como la petrolera son el jugo del trabajo parlamentario. Insertar aquí una consulta es desconocer el valioso aporte de los institutos representativos. Es que el gran servicio del trabajo parlamentario es precisamente la posibilidad de encontrar coincidencias que vayan más allá del sí y del no. El oficio de los congresos es escapar de esa lógica y fabricar acuerdos.

En el Congreso puede encontrarse acomodo a intereses diversos y convertirse la política binaria en política que agrega. Por eso éste es el tiempo del Congreso. A esta instancia corresponde calibrar el mérito de las propuestas y el basamento de las resistencias. El Congreso, así sea visto por la ciudadanía como un nido de ineptos y charlatanes, está llamado a convertirse en fuente de una política imaginativa que logre el acuerdo necesario. El contraste con la política del referendo es notable. Mientras la consulta congela la decisión política en disyuntiva entre dos monosílabos, la política congresional abre el espacio para la conjunción de visiones distintas. Si la consulta endurece la política, el Congreso puede oxigenarla.

Desde luego, una consulta como la que promueve la oposición de izquierda es un premio a la movilización. Se sabe bien que no es el mecanismo idóneo para sopesar la opinión pública. Para ello, los mecanismos demoscópicos son infinitamente mejores. En realidad, la consulta que se nos ofrece como democratizadora no es más que una manifestación con urnas. Un gran mitin que no se reúne en la plaza, sino que se agrega simbólicamente en las urnas. Imposible eliminar el sesgo del convocante que llamará preponderantemente a sus seguidores. Los opositores tendrán derecho a expresarse por esta vía; lo que no es aceptable es que presenten la voz de sus partidarios como la voz de la gente. Es falso, pues, que la política del referendo sea, en todo caso, más democrática que la política parlamentaria.

Otra tramposa confusión se cobija bajo el prestigio del consenso. Se sugiere que el consenso es una valiosa añadidura democrática. El argumento parte de la absurda condena de lo que se ha ido tildando como "mayoriteo". En el delirante vocabulario del presente, la decisión de la mayoría se vuelve odiosa. Se aspira, en cambio, a una decisión que vaya más allá de la aritmética para alcanzar el "consenso".

La idea ha sido expuesta por el Rector de la Universidad Nacional, quien pidió recientemente una reforma "que no divida" y que sea algo "que salga de consenso". Bajo la romántica cortina de la conciliación política se esconde una trampa que nada tiene de democrática: el consenso -que debemos entender como el consentimiento entre todos los miembros de un grupo- implica el poder absoluto de la minoría más diminuta.

En efecto, la búsqueda de consenso otorga a cualquier grupo, por pequeño que sea, un veto insuperable. La política del consenso es por ello contraria al gobierno democrático de las mayorías y contraria también a la exigencia democrática de la decisión. La aspiración consensual cancela el deber de decidir y bloquea la posibilidad del movimiento.

Bajo la bandera democrática se esconden dos trampas: la demagogia de una consulta de partido y la demagogia de un romántico consenso. El debate petrolero necesita encontrar el cauce de sus instituciones y entender que la democracia es procesamiento de desacuerdos.

Jesús Silva-Herzog Márquez

http://blogjesussilvaherzogm.typepad.com

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domingo, julio 20, 2008

 

Democracia hecha en México

Reglamentan otros países plebiscito y referéndum. El ejercicio del 27 de julio evidencia vacíos en participación ciudadana

Karla Garduño Morán


(20 julio 2008).- MÉXICO.- Mientras que en otros países la democracia directa se ejerce a través del plebiscito y del referéndum plenamente reglamentados, en México se opta por la consulta ciudadana, un mecanismo que da a los convocantes un amplio margen de maniobra.

En lugares como Canadá, Suiza, Venezuela, Chile y la mayoría de los estados de Estados Unidos, se recurre a instrumentos de participación ciudadana que se encuentran minuciosamente legislados, con reglas que incluyen por ejemplo cuánto presupuesto deberá gastarse, cómo se distribuirán los tiempos publicitarios y la obligación de formar comités que promuevan las distintas posturas.

Sus resultados además son vinculantes, de tal manera que a través de estos ejercicios los ciudadanos han tomado decisiones tan trascendentes como el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, la no autonomía de la provincia de Québec en Canadá o el ingreso de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

En México, la organización de la consulta para la reforma petrolera convocada por el gobierno del Distrito Federal para el próximo domingo, ha dejado clara la necesidad de contar con instrumentos más claros en materia de democracia directa.

Sólo 17 entidades contemplan estos mecanismos en leyes de participación que carecen de la reglamentación suficiente para garantizar la objetividad y la autenticidad del proceso, además de que los resultados pocas veces son vinculantes.

"En muchos sistemas políticos se prevé la posibilidad de realizar consultas, plebiscitos, referendums, presentar iniciativas, pero esas medidas que pueden servir para completar las instancias de deliberación de las democracias representativas, son muy reglamentadas, tan reglamentadas como todos los demás tipos de consultas, como las elecciones.

"En México hemos pasado años negociando para garantizar que vamos a tener elecciones libres, transparentes, confiables; tuvimos que legislar de manera muy precisa. Si pensamos en algún momento introducir esas disposiciones de democracia directa, pues tendríamos que poner el mismo cuidado en la reglamentación y legislación de esos procesos", explica Jean François Prud'homme, coordinador académico de El Colegio de México y experto en el tema de la democracia directa.

La Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal contempla 11 instrumentos: la iniciativa popular, la colaboración ciudadana, rendición de cuentas, difusión pública, red de contralorías ciudadanas, audiencia pública, recorridos del jefe delegacional, asamblea ciudadana, plebiscito, referéndum y consulta, y es en los últimos tres que se vota sobre una decisión de gobierno.

El PRD y GDFl optaron por el más flexible de los tres: la consulta, que permite poner a votación cualquier tema de "impacto trascendental" y no precisa cómo deben llevarse ni la convocatoria ni el proceso.

Desde 1995, año en que se publicó la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal, sólo se ha realizado un plebiscito -sobre la construcción del Segundo Piso del Periférico, con una participación de 6.6 por ciento- y, en cambio, se han hecho cuatro consultas: para el horario de verano (2001), las tarifas del transporte público (2002), la permanencia de López Obrador como jefe de Gobierno (2002) y la Consulta Verde del 2007.

Mientras que en el caso del plebiscito y el referéndum la ley obliga a que la convocatoria se publique 90 días antes (incluyendo las preguntas a realizar) en la Gaceta Oficial del Distrito Federal y al menos un diario de circulación nacional, la invitación a la consulta puede emitirse siete días antes y "colocarse en los lugares de mayor afluencia de habitantes", sin que se obligue su publicación en ningún medio y sin especificar si debe incluir o no los cuestionamientos.

El gobierno de la ciudad publicó la convocatoria en la Gaceta Oficial el 19 de junio, especificando el día y horario de la votación; el 15 de julio lanzó las dos preguntas y hasta el jueves todavía no se sabía el número exacto de casillas ni su ubicación.
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La crítica no es a la consulta en sí misma. No se critica la necesidad de preguntarle a todos los ciudadanos sobre un tema trascendental, al contrario, ojalá se legislara al respecto y se usara más seguido. Se critica el uso de dicha "consulta" con fines políticos. Su manipuleo. La demagogia. En más de 10 años que lleva el PRD en el GDF, ¿cuántos referéndum y plebiscitos han hecho? ¿Por qué el año pasado no sometieron a consulta las reformas en materia del aborto? Son sólo preguntas.

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jueves, julio 17, 2008

 

Será sólo un fraude la 'consulta petrolera'

La "consulta petrolera" está desacreditada de antemano y sólo será otro instrumento de los opositores a la reforma.

No habrá diferencia de fondo entre la consulta petrolera que se realizará el 27 de julio en la Ciudad de México y una "Asamblea", como las que organiza López Obrador en el Zócalo.

En el fondo, serán lo mismo, es decir, una movilización organizada por el grupo que se opone a la propuesta de reforma enviada por el Presidente Calderón.

Lo que no se vale es la pretensión de hacer creer que la consulta va a ser un ejercicio serio para captar el sentir de la ciudadanía.

Le recuerdo brevemente las dos preguntas que incluye.

La primera dice: "Actualmente la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos son actividades exclusivas del Gobierno, ¿está de acuerdo o no está de acuerdo que en esas actividades puedan participar empresas privadas".

La segunda cuestiona, "En general, ¿está usted de acuerdo o no con que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión?".

Hay muchas razones por las que la consulta va a ser un fraude. Le enlisto sólo algunas.

1.- Las consultas o plebiscitos o referéndum sirven para que la ciudadanía opte por disyuntivas que son claras. Por ejemplo, como las que realizaron algunas naciones europeas para decidir si aceptaban el euro o no como moneda; o la que se puede hacer en alguna comunidad para definir si se construye un puente o no. Pero no funcionan para optar sobre políticas públicas de alta complejidad en donde la decisión no está entre blanco o negro, sino entre muchos tonos de grises en muy diversos ámbitos. Simplemente, el instrumento no es aplicable al caso.

2.- Si, de cualquier manera, a pesar de que no sea aplicable el instrumento, ya se organizó la consulta, se tuvo que haber diseñado una batería de preguntas que aludan directamente a las propuestas enviadas en la iniciativa. Y lo que sucede es que se hace una pregunta en la que se mezclan mentiras completas con verdades a medias o afirmaciones ciertas. Un alumno de primer año que estudie la materia de "opinión pública" sabe que la primera pregunta es un completo fraude, cuya respuesta no va a significar nada en términos de la iniciativa presidencial.

3.- Las contradicciones de la formulación son obvias. Por ejemplo, el transporte de gasolina sobre ruedas desde hace muchos años lo hacen empresas privadas, pero que no se pueda hacer por un tubo. O que otro hidrocarburo, como el gas natural, sí se pueda transportar legalmente a través de ruedas o de un tubo. O bien, ¿cómo se puede afirmar que la distribución de hidrocarburos es una actividad exclusiva del Gobierno cuando hay una gasolinería privada -como todas- a la vuelta de la esquina? ¿Se está preguntando si hay que revertir una situación de facto o respecto al futuro? La formulación es más que confusa.

4.- Aun considerando que la segunda pregunta de la consulta no diga las mentiras de la primera ni sea tan confusa como lo es la anterior, también es obvio que luego de la primera pregunta la segunda va a tener un sesgo. De nueva cuenta, es elemental en los estudios de opinión pública que la conjunción de las preguntas influye en las respuestas. Los resultados van a ser complemente diferentes al incluir la primera pregunta que habla de las actividades reservadas al Gobierno -falsamente- que si sólo se hubiera preguntado respecto al acuerdo o no con la iniciativa del Presidente.

5.- Resulta casi cómico que la pregunta a propósito de la iniciativa enviada por el Gobierno al Congreso eluda mencionar que se trata de una iniciativa enviada por el Presidente Calderón, pues habría que mencionar la impronunciable palabra, por lo que se pregunta sólo por las iniciativas "que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión", lo que hace todavía más difusa la posible respuesta de la gente que va a emitir su opinión.

Ya ni para qué seguir con esta lista. Hay que poner las cosas en su lugar.

La participación en la consulta del PRD va a ser relevante más bien por el nivel de participación que se obtenga que por los resultados de la consulta, pues le puedo anticipar que al menos más de las tres cuartas partes de los participantes van a decir no a las dos preguntas... y esta cifra se puede conocer sin necesidad de gastar un solo centavo en organizar la consulta, pero ese porcentaje no tendrá ningún significado por lo amañado de la consulta.

El nivel efectivo de participación habrá que ponderarlo con la votación efectiva de los últimos comicios en el DF.

En el 2006 votaron 4.8 millones de personas -y son las que están representadas en el Congreso-, así que esa debe ser la referencia para medir la relevancia de la movilización.

Enrique Quintana

enrique.quintana@reforma.com
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Pura demagogia. Eso es lo que será esa "consulta".

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miércoles, julio 16, 2008

 

Mentirosas

"El mejor mentiroso es aquel que logra que la menor cantidad de mentiras se extienda más".
Samuel Butler


Más que sesgadas son mentirosas. Las preguntas que han preparado el Gobierno del Distrito Federal y el PRD para su consulta del 27 de julio sobre la iniciativa de reforma petrolera parten de una base falsa. Suponen que la actividad petrolera en México goza de una suerte de virginidad única en el mundo que hay que proteger ante los perversos violadores de la inversión privada. La industria petrolera nacional, sin embargo, dista de vivir en esa burbuja de monopolio gubernamental.

Las preguntas que ayer dio a conocer el Gobierno capitalino son:

"1. La explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos son actividades exclusivas del Gobierno. ¿Está usted de acuerdo o no está de acuerdo que en esas actividades pueden participar empresas privadas?

"2. ¿En general, usted está de acuerdo o no está de acuerdo en que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión?".

Estas preguntas son, cuando menos, desiguales. La primera pretende definir unas bases de reflexión -aunque parciales y falsas-para después interrogar sobre el tema. La otra ofrece una pregunta que busca ser general sin ninguna explicación previa.

La afirmación inicial de la primera pregunta, sin embargo, es una falsedad. No es verdad que la explotación, el transporte, la distribución, el almacenamiento y la refinación de los hidrocarburos sean actividades exclusivas del Gobierno.

La explotación de petróleo en México se realiza hoy con un amplio apoyo de inversiones privadas. Éstas no se limitan a proporcionar uniformes o alimentos. Actividades esenciales como la perforación o la operación de plataformas las llevan a cabo compañías especializadas sólo que sin "contratos de riesgo"; en otras palabras, los contratos con los que operan le dejan todos los riesgos a Pemex y ninguno a los contratistas.

El transporte del petróleo y de sus derivados es también manejado en buena medida por empresas privadas. La mayoría de los buques que mueven el petróleo mexicano y sus derivados por mar son privados. También lo son los transportes de carretera: las "pipas". Hay en México, asimismo, varios gasoductos privados. De hecho, en este momento sólo los oleoductos permanecen como un monopolio gubernamental dentro del transporte de hidrocarburos. Pero nada de eso dicen o sugieren las preguntas. Quienes las redactaron no querían que la verdad se convirtiera en un obstáculo para obtener el resultado predeterminado.

La refinación tampoco es una actividad exclusiva del Gobierno. El 43 por ciento de la gasolina que consumimos en México se está importando de refinerías privadas, sólo que éstas se ubican en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, aunque también en lugares tan lejanos como la India. La consulta no debería preguntar si queremos que las empresas privadas refinen nuestro petróleo, sino si queremos que lo hagan en México o en el extranjero. El almacenamiento final y la venta al público de la gasolina y el diesel, por otra parte, los hacen también concesionarios privados.

La segunda pregunta parecería innecesaria una vez hecha la primera. Pero para los perredistas, empeñados en derrotar la iniciativa, es importante que haya una pregunta general. ¿Por qué? Porque en las encuestas son más los que apoyan las medidas concretas del Presidente Calderón que los que aprueban una "reforma energética" en abstracto.

Las dos preguntas del Gobierno capitalino no sólo son mentirosas sino insuficientes. Permitir la inversión privada en "explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos" es, si acaso, sólo una parte de la iniciativa. El Presidente Calderón ha propuesto también una serie de medidas para dar mayor autonomía a Pemex, para designar a miembros independientes en el consejo de administración, para establecer nuevos mecanismos de transparencia y rendición de cuentas y para crear unos "bonos ciudadanos" que den un rendimiento especial a los tenedores mexicanos cuando le vaya bien a Pemex. Ninguno de estos temas ha sido incluido en la consulta porque complicaría la visión simplista de los perredistas de que ésta es una lucha contra la "privatización" de la empresa.

El Gobierno del Distrito Federal y el PRD saben que la consulta no tiene fuerza de ley, pero para ellos es muy importante obtener un triunfo porque ello les permitiría afirmar que el Gobierno está actuando en contra de la voluntad de los mexicanos. Por eso han querido hacer una consulta a la que piensan acudirán fundamentalmente sus simpatizantes y en la que las preguntas les ofrezcan de manera automática el resultado que necesitan.


Auditores 'imparciales'

El Gobierno del Distrito Federal está promoviendo con todo su consulta ciudadana, pero no sabe cuánto está costando el esfuerzo. Los funcionarios capitalinos abiertamente promueven el rechazo a la reforma, pero lo hacen en sus "tiempos libres". Y para garantizar la limpieza del proceso, Manuel Camacho Solís ha dado a conocer a un grupo de "auditores ciudadanos", entre los que se encuentran Carlos Monsiváis, Rolando Cordera, Enrique González Pedrero, Guadalupe Loaeza, Laura Esquivel, Elena Poniatowska, Lorenzo Meyer, David Ibarra, Carlos Payán y Héctor Vasconcelos. Ninguno de ellos, sin embargo, es imparcial.

Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com

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sábado, julio 12, 2008

 

Cuba ¿comunista?

Anuncian a cubanos tiempos difíciles

(12 julio 2008, El Norte).- LA HABANA.- El Presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció ayer a los cubanos que la situación económica del país obliga a un mayor control de recursos, a producir más, a aplicar impuestos e impide un rápido aumento salarial.

Al clausurar la primera sesión parlamentaria desde que asumió la presidencia de Cuba hace cinco meses, el General de 77 años emitió un discurso de casi una hora en el cual arremetió contra el derroche, la ineficiencia, la negligencia y el robo entronizado en el país.

"¡Hay que virarse (volver) para la tierra! ¡Hay que hacerla producir! (...) No puede quedar una hectárea apta sin sembrar", alertó el Mandatario, en la primera sesión anual del Parlamento.

Vestido de guayabera blanca, Castro advirtió que la crisis internacional puede empeorar y llevar a Cuba a hacer ajustes en la economía.

"Es inevitable que sufriremos cierto impacto en determinados productos y servicios", advirtió.

En ese sentido, Castro advirtió de la urgencia de elevar la producción agrícola en el país y revertir definitivamente la tendencia al decrecimiento del área de tierra cultivada, que entre 1998 y 2007 disminuyó en un 33 por ciento.

El Presidente añadió que la demanda social de aumentar y darle valor al salario dependerá de la situación económica del país.

"Es mi deber expresarlo con franqueza, pues no sería ético crear falsas expectativas. Decir lo contrario sería engañarlos", subrayó, y reiteró la disposición de su Gobierno de pagar a cada quien según su rendimiento.

"Igualdad no es igualitarismo. Éste, en última instancia, es también una forma de explotación: la del buen trabajador por el que no lo es, o peor aún por el vago", destacó.

Raúl Castro agregó que para elevar los salarios debe haber orden, control y rigurosa exigencia que aseguren eficiencia, ahorro y eviten robos o desvíos de recursos.

Anunció que, ante la falta de fuerza laboral y el envejecimiento de la población, se someterá a consulta un plan para aumentar en cinco años la edad de jubilación -60 a 65 los hombres y 55 a 60 las mujeres-.

Afirmó que se estudia también la posibilidad de autorizar el "pluriempleo", para que los trabajadores puedan percibir más ingresos.

También destacó que aplicará lo que llamó un "adecuado sistema de impuestos" y señaló la necesidad de eliminar gratuidades indebidas.


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Aumento de impuestos e imposibilidad de incrementar rápidamente los salarios. Incremento de salarios dependiente de la situación económica del país. Incrementar la edad de retiro. Y la joya: "Igualdad no es igualitarismo". Cada quien debe ganar según su rendimiento individual. ¿Qué tal? ¿Quién lo hubiera dicho? En Cuba ya están haciendo sus reformas. Y aquí en México estos conceptos no son políticamente correctos. Aquí en México pedir esas cosas es atentar contra los logros sindicales, es atentar contra los trabajadores. Aquí en México no se puede pensar en inversión privada o en una reforma laboral que premie a quien más lo merezca. ¿Por qué? Que alguien me explique.

¿Será que en Cuba no hay corrupción y allá si funcionará eso? :-)))

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