viernes, diciembre 31, 2021

 

Vargas Llosa, ¿conservador o liberal?

"La doctrina liberal ha representado desde sus orígenes las formas más avanzadas de la cultura democrática". Mario Vargas Llosa

Al Presidente López Obrador le pueden preguntar lo que sea, que él responde lo que se le antoja. En su conferencia del 29 de diciembre, uno de esos reporteros aplaudidores le preguntó sobre la posición de Ricardo Monreal, el coordinador de los senadores de Morena, ante la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel del Río Virgen.

 

En su larga digresión de respuesta, en la que nunca tocó el tema que se le preguntó, se lanzó una vez más en contra del escritor peruano Mario Vargas Llosa.

 

"Hace unos 10 días me dio gusto escuchar, observar, constatar la decadencia de Vargas Llosa, porque lo invitan -porque también así está el mundo, siguen creyendo en lo mismo- lo invitan creo que a Estados Unidos a una conferencia todos los que tienen un pensamiento conservador de América Latina y él da un discurso explicando lo que estaba sucediendo en América Latina. Pero es un discurso que no aporta nada, de lugares comunes, y es un discurso de derrota, un discurso sin opciones, sin alternativas, incluso desde sus posturas".

 

La nota en los periódicos y noticiarios fue que a López Obrador le da gusto la decadencia de Vargas Llosa. Parecería una muestra más de la imprudencia del Presidente, si hubiera razones para pensar que el ganador del Premio Nobel de literatura, de 85 años, sufre alguna decadencia. Pero no hay ninguna indicación de ello. Al contrario, sus palabras en el encuentro de Miami marcaron una importante llamada de alerta ante los ataques a la democracia liberal en Latinoamérica.

 

Laura Chinchilla, ex Presidenta de Costa Rica, quien asistió de manera virtual, declaró algo muy similar: "Estamos experimentando un deterioro evidente de la democracia. Estamos en un momento en que el mundo se ha vuelto mucho más autoritario que en el pasado. América Latina es la región que está experimentando el mayor deterioro del mundo".

 

Vargas Llosa cuestionó las políticas del brasileño Jair Bolsonaro, a quien consideró "un payaso", y del nicaragüense Daniel Ortega, quien "para hacerse elegir ha eliminado a todos sus rivales y los ha mandado a la cárcel".

 

Criticó también la elección de Pedro Castillo en Perú, que "va en la dirección de Venezuela, Nicaragua, Cuba". Advirtió que "México vive un retroceso dramático, con un Presidente populista y demagogo... Bolivia es una dictadura".

 

El ex guerrillero Gustavo Petro podría ganar las elecciones en Colombia. "¿Qué es lo que queda en América Latina? Uruguay y... Ecuador. Y Ecuador está muy amenazado. Entonces sólo queda Uruguay, que es lo que representa el verdadero progreso".

 

Es paradójico que un Presidente tan conservador como López Obrador, cristiano, promotor de programas asistencialistas más que del desarrollo, partidario de la centralización del poder en su persona, acuse de conservadoras las posiciones liberales.

 

Sergio Sarmiento

 


 

Fantasías del político en turno

López Obrador está convencido de que la ha hecho muy bien y de que, consecuentemente, se merece ser premiado por la Historia, que lo seduce. No se explica de otra forma la "cartita" infantil platicada que, en su mañanera también infantil, les mandó ayer a los Reyes Magos.

 

Les pidió que le cumplan nomás tres deseos para 2022. 1) Que termine la pandemia; 2) Que continúe la grandeza cultural del País, y 3) Que haya menos pobreza.

 

"Este año nos fue mejor, ese es mi balance, que el año pasado, y el que viene va a ser un año todavía más bueno, tengo fe en el porvenir y no hay que perder la esperanza", fantaseó el Presidente.

 

Y escribo "fantasear" porque este año no fue ni tantito bueno, sino todo lo contrario.

 

Bueno, a no ser que AMLO considere como avances los saldos mortales de la criminalidad en aumento y los de la pandemia (ídem), enormes junto a cualquier indicador de años y siglos pasados.

 

Mucho menos se puede hablar de buen año porque, de medio pobre, México se transformó para abajo (por cuarta vez amliana) en un país en quiebra.

 

"Enriquecida" por la Ómicron, la pandemia en su cuarta transformación seguirá infectando y matando mexicanos explosivamente. La fortaleza cultural de México, pregonada por un Presidente que confiesa odiar a Vargas Llosa porque "es de derecha" (qué asco, un fuchi al fifí hispano-peruano), no hizo nada por nosotros en el 2021 y nada indica que lo haga en el año que empieza mañana con las peores expectativas, todas mortales, desculturizadoras y empobrecedoras.

 

Claro, al feliz dueño de "La Chingada" en Chiapas, y Presidente de México, le vale que sus deseos de cartita de niño pobre se cumplan o no se cumplan, mientras se le cumpla su anhelo de liquidar al INE, por la buena o por la mala, que pretende cancelarle su sueño imposible de ser ratificado y ungido como salvador de la Patria.

 

Eso es lo que Andrés Manuel busca a través del tortuoso expediente de promover, si fuera necesaria, la revocación del mandato presidencial, para lo que sí habría causa o causas en su pésima actuación que tiene a los mexicanos enfermos, desculturizados y miserables.

 

Pero AMLO es ficcionista y, aparentemente, multipolar, pues en sus delirios ve buena la situación que, a tres años, de su ungimiento, priva en México que, de ninguna manera, puede calificarse como buena y menos esperar que lo que sigue sea mejor, pues la pobreza sigue en aumento, igual que la desculturización hackeadora y la mortífera pandemia.

 

Eso si sólo consideramos los tres deseos multipolares del Presidente, que manejó mal la pandemia, ha fomentado la división de los mexicanos enfrentándolos por clases sociales y ha enriquecido la pobreza sin reducirla.

 

Eso y sus tres obsesiones faraónicas: su tren maya, su refinería y su aeropuerto militar militarizado, las tres costosas inversiones que, a su inutilidad, agregarán costos monstruosos que han hipotecado el erario o sea el pueblo, al que AMLO mañosamente dedica estas obras que construirá en su propio homenaje.

 

Además, ha apachurrado la esencia democrática, regresado a México al nocivo culto presidencial; ha alejado la inversión extranjera, que no volverá, pues sobran oportunidades de inversión en otras partes; ha abierto las fronteras a migrantes ilegales, curiosamente para darle gusto a su colega Biden (católico de derecha, otro fuchi, hubiera dicho antes el tabasqueño), y ha militarizado perceptiblemente al Gobierno, lo que todos en México sabemos que es tan peligroso como la pandemia.

 

Y siga usted contando, que hay más.

 

Felipe Díaz Garza

El Norte, 31 diciembre 2021

 

 


sábado, diciembre 04, 2021

 

'¡Que se vayan al carajo!'

El discurso de AMLO en el Zócalo, por sus tres años de Gobierno, deja claro que como líder es el mejor, pues conecta a la perfección con el "pueblo sabio".

 

Sin embargo, como Presidente es un fiasco. La polarización que provoca entre las clases sociales es en extremo peligrosa.

 

Al hacer referencia a los programas de bienestar, no venía al caso decir que "los programas se aplican de abajo para arriba, no como antes, que primero eran los de arriba, porque decían que si llovía arriba goteaba abajo, como si la riqueza fuese permeable. ¡Que se vayan al carajo con ese cuento!".

 

López Obrador aprovecha cualquier cosa para polarizar, provocar odio entre empresarios y trabajadores. Y, bueno, ése es el lema de los líderes de izquierda irresponsables.

 

Además repite que la falta de justicia social se debe a los voraces empresarios, pero si es así, ¿por qué no ha encarcelado a los pillos que han robado sin miramientos?

 

Andrés Manuel arrastra un resentimiento incurable. Jamás entenderá que en las economías de países como el nuestro no es cuestión de que los ricos repartan a los pobres, sino de que el Gobierno ofrezca condiciones para que el pueblo trabaje y pueda vivir bien.

 

Y como si el entorno de polarización no fuera suficiente, ahora el Senado confirma como integrante de la Junta de Gobierno de Banxico a Victoria Rodríguez Ceja para de ahí ir directito a la Gubernatura del Banco Central, de la mano de AMLO, un movimiento que no abona confianza.

 

Nuestro Tlatoani podrá traer buen músculo con su "pueblo sabio", sin embargo, el Banco de México es un ente toral que desde hace 30 años es una institución autónoma. El día que se metan con las reservas, la estabilidad económica se arriesga.

 

Pero el Presidente propuso desde su despacho que fuera Rodríguez Ceja la Gobernadora de Banxico. Le valió gorro que no contara con la experiencia para ocupar la silla, donde se resguarda la política monetaria, cuyo objetivo es mantener la estabilidad de precios, es decir, controlar la inflación.

 

Ahora bien, ¿qué tanta lealtad existirá de Rodríguez Ceja hacia el Presidente? ¿Y acaso era el momento?, cuando la economía mundial encara un tsunami y México no es la excepción. La pandemia parece interminable, zangolotea mercados y dispara inflaciones.

 

La mano de AMLO parece estar por todos lados. La concentración de poder es el sello de este Gobierno. Ahí tenemos los proyectos faraónicos de AMLO (el tren, el aeropuerto, la refinería) financiados por los impuestos de los mexicanos. Asimismo, dan soporte a los programas de bienestar de adultos mayores y el programa de Jóvenes Construyendo Futuro.

 

En ningún momento Andrés Manuel cancelará estos programas, pues son la columna vertebral de su imagen, además de ser altamente electoreros: la ayuda se reparte a poco más de 10 millones de adultos mayores y millones de jóvenes.

 

La popularidad de AMLO se construye apoyándose en dádivas. No en instituciones que brinden, por ejemplo, servicios de salud.

 

Quedará para la historia que el 1 de diciembre de 2021 AMLO reunió a decenas de miles de mexicanos con las mismas tácticas del viejo PRI (y del PAN), sólo que "El Peje" bautizó a la plancha del Zócalo como "la explanada de la democracia", aun cuando estaba hasta el tope de acarreados.

 

Por cierto, éstos llegaron en cientos de autobuses desde diversos estados del País. ¿De dónde cree usted que hayan sacado dinero para pagar la renta de camiones?

 

En redes circula un video del delegado de Morena en Veracruz, Esteban Ramírez, quien públicamente en un mitin con Alcaldes veracruzanos, les pidió "agarrar tantito de los ahorros para que nos ayuden" a acarrear personas. ¿Cuántos delegados de Morena en el País habrán hecho lo mismo?

 

No cabe duda que en vez de polarizar, quisimos haber escuchado de voz de AMLO: "¡Que se vayan al carajo esas viejas y dañinas prácticas politiqueras!".

 

Irma Martínez

 


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