domingo, abril 09, 2023

 

La compra

En estos días leí un texto de Maribel Ramírez Coronel en El Economista donde describe cómo "ahorra" el Insabi en la compra de medicinas. Adquiere implantes anticonceptivos que, aunque son baratos, requieren de una intervención quirúrgica menor para poder ser insertados en el brazo de la paciente. Cuestan 450 pesos, frente a los de 1,100 pesos, que son fáciles de poner y no requieren un procedimiento complicado. Los baratos se acumulan en las bodegas, porque ni las mujeres ni los médicos los están solicitando. Por falta de los más caros habrá más embarazos no deseados, sobre todo en adolescentes que, para usar el barato, requieren de autorización de sus padres porque implica una pequeña cirugía. A esto le llaman ahorrar.

 

Leo también la explicación de AMLO sobre la compra de 13 plantas eléctricas a Iberdrola. Ahora el Estado, dice AMLO, producirá el 55 por ciento de la electricidad. Como Lázaro Cárdenas, que nacionalizó el petróleo, AMLO lo hizo con el litio. Ahora emula a López Mateos, quien nacionalizó la electricidad en 1960.

 

¿En qué ayuda esto al bienestar de los mexicanos? No lo sé. Con las pérdidas que tiene la CFE, ¿cuál es el sentido de que crezca su participación de mercado? ¿No sería mejor usar ese dinero en las medicinas que la gente necesita? En fin, supongo que el gobierno piensa que nacionalizar industrias es bueno para el país, eso deben haberlo aprendido en los libros de texto gratuitos con los que fuimos educados.

 

Pero en realidad no hubo tal nacionalización, según leo en un artículo de Jorge A. Castañeda, también en El Economista. En éste se explica que un fondo privado con garantía crediticia del gobierno le compró a Iberdrola sus plantas dedicadas a vender electricidad a la CFE, ahora con el objetivo de rentárselas. Iberdrola retiene el negocio, más pequeño, de venderle a terceros.

 

Pareciera que parte del capital provendrá del propio gobierno, aunque no es claro. Las plantas son relativamente viejas y no agregan oferta de electricidad, salvo porque algunas estaban fuera de operación por decisión del órgano regulador, que en este gobierno está bajo sus órdenes, y ahora se volverán a conectar.

 

Dada la retórica y el poder de este gobierno, muchos analistas le ven su lado bueno a la noticia. No porque tenga sentido económico, sino porque pudo haber sido peor (expropiándole a Iberdrola sus plantas, por ejemplo). Además, existe la esperanza de que AMLO, habiendo cumplido con su objetivo de incrementar la producción de la CFE (aunque sea una ilusión, pues las plantas las compró un fondo de inversión), ya no pondrá obstáculos a las nuevas inversiones privadas en energías limpias.

 

Para los accionistas de Iberdrola hay un beneficio evidente. Se deshacen de plantas que consumen gas, y por tanto dejan una importante huella de carbono, y reciben a cambio 6 mil millones de dólares para inversiones en energías limpias, hacia donde se encuentra el futuro. Lo harán sobre todo en Estados Unidos. También resuelven sus problemas regulatorios y fiscales con el gobierno.

 

En medio de serios problemas de seguridad pública, por mencionar sólo el más visible, ¿por qué el gobierno gasta tiempo y recursos en comprar viejas plantas? ¿Será electoralmente rentable?

 

Lo dudo. Su fiel votante le acepta todo, hasta una ineficaz militarización de la seguridad pública. A pocos les importa gran cosa la "nacionalización", y por ello AMLO la empaqueta como una forma de mantener estables los precios de los combustibles, aunque no tenga nada que ver una cosa con la otra.

 

Quizás mucho de lo que sucede ahora se explica por la necesidad que tiene AMLO de sentir que cumple con su lugar anhelado en la historia. El tiempo dirá cómo se evaluará a su gobierno.

 

Carlos Elizondo Mayer-Serra

 


viernes, abril 07, 2023

 

¿Vatios nacionales?

"La nacionalización del pensamiento ha seguido siempre, a igual paso, a la nacionalización de la industria". Edward Hallett Carr

 

El Presidente López Obrador anunció este 4 de abril una operación importante en el mercado de electricidad.

 

Escribió en Twitter: "Hoy el gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la CFE".

 

Y añadió: "Es una nueva nacionalización". La "compra" asciende a 6 mil millones de dólares.

 

El Presidente explicó la operación en su página de internet: "Con esto resolvemos para el corto y mediano plazo el consumo de energía eléctrica que requiere el país en pleno crecimiento y lo más importante de todo: de esta forma garantizamos que no aumenten los precios de la energía eléctrica de los consumidores".

 

Pero ¿realmente se están resolviendo las necesidades de consumo del País? La afirmación carece de sustento. Estas plantas ya están operando; no se va a generar un solo vatio adicional de energía.

 

¿Se garantizará que no aumenten los precios? Para nada. Los precios de Iberdrola son más bajos que los de la Comisión Federal de Electricidad, porque sus plantas son más eficientes y porque cuentan con un menor número de trabajadores.

 

Si estas plantas se incorporan a la CFE con las reglas de ésta, se dispararán los costos. Los precios al público aumentarán, a menos de que se apliquen nuevos subsidios, pero el País terminará pagando una factura mayor.

 

La decisión de Iberdrola es lógica: la empresa ha sido acosada desde un principio por el Gobierno de López Obrador. En vez de seguir peleando, ha optado por vender 16 plantas (el Gobierno dice que está comprando 13).

 

La mayoría son de gas de ciclo combinado y venden electricidad a la CFE bajo el régimen de productores independientes de energía, más barata de lo que ésta la produce. (ver imagen al final)

 

La venta le permite a Iberdrola deshacerse de activos que, de todas maneras, no podría aprovechar de la manera más eficiente ante un Gobierno hostil.

 

Pese a lo que dice AMLO, la compra no es una "nacionalización". La adquisición la está realizando Mexico Infrastructure Partners, una administradora privada de fondos de inversión, que colocará los activos en un fideicomiso.

 

Si bien la información oficial es, como siempre, opaca, el Fonadin, el Fondo Nacional de Infraestructura, participará en la operación. El costo de alrededor de 6 mil millones de dólares no aparecerá en el balance público, pero será una deuda más para los mexicanos.

 

A Iberdrola le conviene vender. El pleito con el Gobierno mexicano le está costando caro. La Comisión Reguladora de Energía le impuso una multa, que está en litigio, por 9 mil 145 millones de pesos por el "delito" de vender electricidad a sus clientes.

 

La venta de las plantas le permite a Iberdrola liberar recursos, que puede usar para reducir costos financieros, ante las altas tasas de interés, o para invertir en el mercado de renovables, que es su estrategia internacional de largo plazo.

 

Es probable que apunte sus inversiones a Estados Unidos, donde el Gobierno está dando jugosos subsidios a las energías limpias.

 

Para México esta falsa nacionalización representa una desinversión en un campo crucial para el desarrollo. En lugar de que la CFE utilice sus pocos recursos para invertir en transmisión, campo en el que la ley le da un monopolio, los están empleando para comprar activos de generación que ya estaban produciendo.

 

Una vez más, el Presidente toma decisiones ideológicas sin entender cómo funciona la economía.

 

DESINVERSIÓN

La desinversión de Iberdrola es del 87 por ciento de sus activos en México, señala Ulises Juárez de Energía a Debate. La empresa está vendiendo 8 mil 436 MW de capacidad de generación de gas y 103 MW de eólica. Víctor Ramírez C. señala que con los 6 mil millones de dólares Iberdrola podría construir 7.7 GW de nuevas generadoras fotovoltaicas. Podrá hacerlo en EU y recibir subsidios.

 

Sergio Sarmiento

 

 

 

 

Ing. Dany Osiel Portales Castro

Simple y Directo, SA de CV

81-1100-2353

www.simpleydirecto.mx

 


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