lunes, noviembre 27, 2023

 

La gestación de un populista

La gestación de un populista

En mis clases en la Universidad suelo afirmar lo siguiente: ser buen candidato no significa ser buen gobernante. Por confiar en exceso en los buenos candidatos hemos arado el terreno que nos posiciona frente a la gestación de un populista llamado Samuel García.

 

El germen del populismo está siendo cultivado en cada proceso electoral y logra llegar al Gobierno. Y ahí radica el problema, pues cuando el retroceso democrático entra por la puerta electoral, la confianza en la democracia salta por la ventana de la indiferencia.

 

¿A qué se debe esta situación? Primero, considero que a pesar de los pésimos Gobiernos del pasado en que la corrupción, la inseguridad y las desigualdades lastimaron profundamente la base social en Nuevo León, seguimos con la esperanza de encontrar a un gobernante que sea capaz de cumplir con sus funciones.

 

Y segundo, debido a la falta de buenos políticos de profesión y de espacios de análisis político en los medios de comunicación tradicionales, así como del poco interés de las Universidades en la Ciencia Política y la ignorancia de una clase empresarial sobre las realidades de la ciudadanía, aparecen perfiles que aprovechan esos vacíos y capitalizan el descontento social y lo traducen en votos. Ése es el alimento que nutre a los populistas.

 

El populismo, de acuerdo con B. Moffitt, se entiende como una ideología, como una estrategia política y como un discurso.

 

Como ideología, o conjunto de ideas, Samuel García es populista porque construye la idea de que el pueblo es uno solo y es bueno: el nuevo Nuevo León; y éste se enfrenta a las élites políticas malas: la vieja política.

 

Esta división entre buenos y malos provoca que cualquier crítica hacia su Gobierno sea tachada de estar a favor de la vieja política, o de considerar como reventadores a quien ose criticarlo. Y va más allá, en su carrera a la Presidencia llama al pueblo bueno que le dio el triunfo en 2021, para que confíen en él y así combatir ya no solamente a la vieja política del PRIAN, sino también a la de Morena.

 

García es populista no sólo por lo que cree, sino por lo que hace. Como estrategia política, nuestro Gobernador tiene muy claro que su estilo y liderazgo personalista no sólo le trae votos y adeptos, sino que le sirve como una forma de gobernar.

 

Así, sin mediaciones, sin escuchar y sin instituciones de por medio más allá de sus filias, fobias e intereses. En una columna pasada advertí que las patologías de un líder se convierten en patologías del Gobierno; y eso, querido lector, es el inicio de tendencias autoritarias.

 

Para cerrar la descripción del populista, destaco el papel de su discurso enarbolado vía Instagram. Para que la idea de un nuevo Nuevo León tenga efectos en la práctica, necesita de un discurso y performance que le brinde un contacto casi místico con el electorado.

 

Nuestro Gobernador encontró en las redes sociales el mecanismo para construir una narrativa que le ayuda a seguir bien posicionado en las encuestas. Y eso es posible porque 1) no tiene competencia, porque 2) los liderazgos prianistas son verdaderamente malos, y porque 3) la ciudadanía y diversos actores de la sociedad lo hemos permitido.

 

Y advierto una cosa más, estamos frente a la gestación de un populista que tiene unas claras tendencias autoritarias. Siguiendo a Levisty y Ziblatt, Samuel García cumple con cuatro indicadores del comportamiento autoritario: 1) rechaza las reglas democráticas del juego, 2) niega la legitimidad de sus adversarios políticos. Y para esto utiliza artimañas legales que judicializan y entorpecen a la propia democracia.

 

Lo peor viene cuando 3) amenaza con el uso de la violencia al pretender utilizar a la Fuerza Civil en caso de que el Congreso no atienda sus caprichos, y 4) limita el derecho a criticar e implementa medidas punitivas. No es casualidad el incumplimiento del pago de la quincena de 7 mil trabajadores. Con el dinero de la gente trabajadora no se juega.

 

En Nuevo León, la gestación del populista corre el peligro de convertirse en la gestación del autoritario.

 

Hoy, más que nunca, las Universidades y la Academia deberán salir de su letargo y dejar su soberbia intelectual. Las OSC deberán dejar de venderse al mejor postor. Y la clase empresarial deberá bajar de sus mansiones para comprometerse con la sociedad nuevoleonesa.

 

Debemos anteponer el interés superior de Nuevo León y así contrarrestar los embates populistas y autoritarios que estamos viviendo.

 

José Fredman Mendoza Ibarra

 

 


viernes, noviembre 24, 2023

 

'coincidencia'

No somos dados a las tramas conspiracionistas, pero tampoco creemos en las coincidencias.

Sin duda que nuestros militares se apuntaron una buena al capturar en Culiacán a "El Nini", sicario en jefe de "Los Chapitos", quien seguramente será extraditado a Estados Unidos, donde existe un par de órdenes de aprehensión en su contra.

 

La captura en sí estuvo harto interesante: lo agarraron solo, en una azotea, y lo detuvieron sin disparar una sola bala.

Más que captura, casi pareció entrega por parte de un sicario que ni da ni pide tregua, sanguinario y despiadado.

 

Toda una hazaña considerando que éste es el mismo sicario que encabezó el operativo masivo y paralizante del Cártel de Sinaloa que doblegó al Gobierno federal en Culiacán y que culminó -por órdenes imperiales- en la liberación de Ovidio Guzmán, "El Ratón", quien también era buscado por Estados Unidos y a quien se pretendía detener y extraditar.

 

Éste sería el mismo Ovidio que por presiones de Estados Unidos a nuestro Gobierno cuatrotero, fue recapturado en enero pasado -y extraditado en septiembre-, lo que desató la reacción violenta del narco con saldo de 10 soldados muertos, incluyendo un coronel.

El "Nini" encabezaba un grupo de unos 2 mil "sicarios", el brazo armado de "Los Chapitos", que en total son cuatro, capitaneados por Iván Archivaldo, el JEFE de "El Nini", cuyo nombre es Néstor Isidro Pérez Salas.

 

Ahora que no se piense que al capturar a "El Nini" se quedarán "Los Chapitos" desprotegidos: en este tipo de organizaciones cortan una cabeza y surgen DOS. Son como la medusa de la mitología griega.

Seguramente tomarán la responsabilidad los dos lugartenientes de "El Nini": uno apodado "El 27" y el otro "El Panu", ambos tan sanguinarios y bien pertrechados como el recién capturado.

 

La coincidencia de la que hablamos al iniciar el opus de hoy viene de que la semana pasada el Emperador tabasqueño visitó Badiraguato, cuna de "Los Chapitos", de donde es su padre y donde vive su abuela, con quien tantas DEFERENCIAS tuvo el Tlatoani en una anterior visita.

Todo esto en Sinaloa, donde se dio el primer -y segundo- "culiacanazo".

 

¿Acaso será posible que "Los Chapos" hayan entregado a uno de los suyos para aplacar al Gobierno norteamericano tras una negociación de alto nivel con el Gobierno mexicano?

 

No falta quien afirme que en todos los Estados del Pacífico, bajo control político de Morena vía Gubernaturas y Alcaldías, los grandes cárteles "apoyaron", diremos, las campañas de los triunfadores.

 

Dando y dando pajarito volando: ese apoyo -si acaso se dio como lo afirman muchos- tuvo que haber sido a cambio de un entendimiento en el que se acuerda un "laissez faire", un "entente" entre Gobierno y delincuencia.

 

Una especie de "déjame ser y te dejo llegar", algo que es probable que exista de alguna forma, pues es la única manera de explicar la presión constante y las declaraciones fulminantes de las autoridades norteamericanas cuando recriminan a las mexicanas no hacer lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo desde México hacia EU.

 

Trasiego en el que son "amos" los "Chapitos" y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La óptica favorece la teoría del acuerdo: va el Tlatoani a su tierra, dizque a inaugurar una carretera, cuya obra visitó varias veces, y días después de su visita "cae" el brazo derecho del líder de "Los Chapitos".

 

Sin duda, una pieza importante de la organización criminal, pero es sabido que las autoridades norteamericanas quieren a "Los Chapitos" mismos, a Iván Archivaldo, Joaquín y Jesús Alfredo (ya tienen a Ovidio).

 

Algo nos dice que aunque aplaudible -es mejor que nada- la captura de "El Nini", tan famoso que hasta el artista de moda "Peso Pluma" le compone corridos "tumbados", no hará que el Gobierno norteamericano deje de presionar a sus homólogos mexicanos.

 

Segurísimos estamos que con sus sofisticados equipos de reunir inteligencia los norteamericanos SABEN MUCHO más de lo que nuestras autoridades se imaginan sobre quién ayuda a quién en nuestro México, que si no existiera ya lo hubiese inventado Kafka.

 

Recordemos que hará unos seis meses el Fiscal General norteamericano, Merrick Garland, afirmó que el FBI, Homeland Security y la DEA irían por los Guzmán y "por quienes les ayudan y protegen".

 

Convencidos estamos, amigos, que cometen un grave error los funcionarios mexicanos que creen que se pueden "madrear" a los gringos sacándole dulces a la piñata sin romperla, pensando que se conformarán con el reparto de migajas.

 

Podrá los ingenuos interpretar la captura/entrega de "El Nini" como un "gran golpe" al Cártel de Sinaloa, hasta que se sepa con el tiempo que fue un engaño, una simulación, para encubrir la insana relación de los malitos con los "transformadores".

 

por FRICASÉ / El Abogado del Pueblo

 

 

Ing. Dany Osiel Portales Castro

Simple y Directo, SA de CV

81-1100-2353

www.simpleydirecto.mx

 


 

El fracaso populista

"Los populistas siempre terminan dañando más a los pobres que votan por ellos". Niall Ferguson

 

No sorprende que el Presidente López Obrador se muestre tan molesto con el triunfo de Javier Milei. No es que sea "conservador, reaccionario", como dice, porque esto no le molesta en su amigo Donald Trump. El problema es que la victoria de Milei es consecuencia del enorme fracaso de las políticas populistas del peronismo, y no de ahora, sino de muchas décadas.

 

Johan Norberg, el liberal sueco, señalaba el 20 de noviembre en su cuenta de X: "Sí, quizá Javier Milei es un excéntrico sin experiencia, pero lo que tenía Argentina antes era un comprobado desastre".

 

No es sólo la inflación de más de 140 por ciento anual, a pesar de que los precios han sido reprimidos con controles y subsidios, o la caída de 3.3 por ciento del producto en el segundo trimestre de 2023, sino que la economía está llena de distorsiones.

 

"La Argentina arrancó el siglo 20 siendo el país más rico del mundo", ha dicho Milei, "pero hoy está en el puesto 140 al tipo de cambio paralelo".

 

En realidad, el país alcanzó el primer lugar del mundo en 1895, según el Proyecto Angus Maddison, y se mantuvo en las primeras posiciones en la primera mitad del siglo 20. Ya para 2018 había caído al lugar 62, pero con un PIB calculado con el sobrevaluado tipo de cambio oficial. Si se estima con valor de mercado, Argentina cae efectivamente a la posición 140.

 

El desplome empezó en el Gobierno de Juan Domingo Perón, en la década de 1940, quien lanzó subsidios y dádivas que le generaron popularidad y le compraron votos, pero que han destruido gradualmente la economía. Muchas de las políticas de López Obrador son iguales o similares.

 

Los programas sociales y subsidios se consideran hoy derechos adquiridos por los grupos de interés de Argentina, quienes han señalado que se van a oponer a cualquier reforma que les quite privilegios. Sin esas reformas, sin embargo, el país seguirá desplomándose.

 

Veamos el caso de Aerolíneas Argentinas, propiedad del Gobierno. En 2022 registró su mejor resultado en 14 años, una pérdida de 247 millones de dólares. En 2021 la cifra fue de 439 millones de dólares; en 2019, antes de la pandemia, de 667 millones.

 

Milei prometió privatizar la aerolínea, cosa que han rechazado los trabajadores, pero se las ofreció ahora para operarla como cooperativa, pero tampoco la quieren. La empresa ni siquiera se administra para beneficio del Estado. Le fue entregada a La Cámpora, una organización política kirchnerista, aunque los contribuyentes pagan los costos. Por ese camino irán la nueva Mexicana de Aviación militar y el Tren Maya.

 

Empresas como Aerolíneas han llevado a la quiebra al Estado argentino. La inflación es sólo un síntoma. La deuda pública asciende al 90 por ciento del PIB. El déficit fiscal, incluyendo la creación de dinero por el banco central, es de 10 por ciento del PIB.

 

El Gobierno debe 44 mil millones de dólares tan sólo al FMI. Las reservas de divisas son de 10 mil millones, pero negativas, tras deducir las obligaciones de corto plazo. El Gobierno no sólo gasta más de lo que recauda; en 2008, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se robó las pensiones de los trabajadores depositadas en fondos privados, pero ya también este dinero se acabó.

 

No, los electores argentinos no se metieron un autogol: tomaron una decisión sensata al echar a los peronistas del poder. No sé si Milei tendrá la capacidad política para reconstruir Argentina, pero es absurdo permitir que siga el saqueo.

 

A López Obrador le molesta tanto el resultado de la elección argentina que se ha negado a felicitar a Milei, pero porque sabe que las políticas que él está aplicando son muy similares a las que quebraron a Argentina.

 

Sergio Sarmiento

 


miércoles, noviembre 08, 2023

 

Miénteme mas

Por décadas, vivimos casi sin información. Era una época en la que eso mismo ocurría en muchos países, de forma que no parecía nada excepcional. Sin embargo, conforme la tecnología permitía un mejor manejo de datos, nosotros no avanzábamos al mismo ritmo. Hace 50 años, por ejemplo, la información económica era escasa: un par de fechas para conocer las reservas internacionales del Banco de México, una sola para el crecimiento de la economía, apenas empezaba a medirse el movimiento de precios a nivel nacional. En otros temas, las cosas no eran mucho mejores: los medios simplemente repetían boletines de gobierno u opiniones de políticos.

 

Desde los años ochenta, las cosas empezaron a cambiar. Se creó una oficina especializada en estadística, que después se convertiría en INEGI; aparecieron medios dispuestos a investigar por su propia cuenta; la disputa al interior de las élites políticas abrió fuentes alternas de información. La apertura (GATT en 1986, OCDE y TLCAN en 1994) se acompañó de cada vez más y mejor información disponible, en todos los aspectos de la vida nacional.

 

De golpe, llega un mentiroso a la Presidencia. Una persona que, de acuerdo con la empresa SPIN, de Luis Estrada, es capaz de emitir alrededor de cien mentiras o inexactitudes al día. Dice que cancela la construcción del aeropuerto por corrupción, y por esa misma razón cierra fondos y fideicomisos, pero nunca demuestra sus dichos; dice que la pandemia no requiere mayores cuidados de la población, y mueren cientos de miles de mexicanos; dice que sus magnas obras promoverán el desarrollo, pero la única en operación pierde dinero, y las dos que faltan también lo harán. Más aún, las inaugura aunque no están terminadas.

 

Ayer alcanzó un nuevo hito: dijo que había ido a Acapulco, y que por ello conocía de primera mano la situación en el puerto después de Otis. No es así, pero él no tiene límite. Nunca lo ha detenido ni la ley, ni la ética. Su única referencia es el poder, y él mismo. Nada más importa. Afirma que la recuperación ya inicia, y medios abyectos (Televisa, Imagen) respaldan sus dichos con una (¡una!) imagen.

 

Creo que no se aquilata el daño que está causando este mentiroso. Su ejemplo ha ido permeando, y es cada vez más difícil conocer la información real. Nos pasó con los muertos en la pandemia, que sólo conocimos con algo de certeza con las muertes en exceso, reportadas por INEGI muchos meses después. Está ocurriendo con homicidios y desapariciones, y ahora “muertes con intención no determinada”. El mismo INEGI está sufriendo con los datos ficticios que le entregan dependencias de gobierno y que no tiene más remedio que incluir en sus cuentas. Defensa Nacional, Pemex y CFE inventan cifras, que dan como resultado un crecimiento económico inexistente. Afortunadamente, INEGI sigue siendo una institución confiable, y en otras de sus series puede uno encontrar cómo no caer en las mentiras mencionadas. Lo mismo el Banco de México, fuente de confianza.

 

Pero empiezo a preguntarme si podemos creer en las cifras de Hacienda. Tengo la duda de si la actuación de las dependencias mencionadas es espontánea, o resulta de la coordinación de quien tiene a su cargo las finanzas públicas, que, como usted sabe, ya están en zona roja, y es cuestión de meses para que sea obligado un ajuste. Lo que le importa a quien tiene el poder, y no quiere perderlo, es que esos meses sean más de diez, para que lo pague otra.

 

Desde Hanna Arendt y George Orwell sabemos que el totalitarismo tiene su origen en el momento en que todo está en duda, cuando nada es claro. Sin una referencia a la realidad, cualquier cuento es creíble, y más si los medios abyectos lo respaldan. Al final, no se trata de que crean en él, con que no crean en nada es suficiente.

 

Macario Schettino

 


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