domingo, septiembre 23, 2007
El bufón favorito
Tengo desde hace más de 20 años un affaire aristotélico. De ahí que ante el inminente retorno de Fox a la palestra mediática, mi primer pensamiento haya sido aristotélico. "El tirano -decía Aristóteles- es un provocador de disensos, pues necesita que sus súbditos estén siempre ocupados". Proclive a ponerse sacos que no le vienen, Fox seguro no entenderá que el tirano al que se refiere Ari (y yo, por añadidura) no es él, sino los senadores y diputados que han decidido revisar sus cuentas patrimoniales en estos momentos, no por una súbita preocupación por las finanzas de la Nación, sino por la necesidad de mantener a los ciudadanos en la lela.
Basta ver el espacio que en este medio le dimos a la nota del ranchito de Fox (20 septiembre) para darse cuenta que nos fuimos con la finta, y que las futuras declaraciones de Chente serán una inmejorable cortina de humo para disimular que la reforma electoral ha quedado trunca: que si bien podemos congratularnos de haberle quitado al duopolio televisivo su libertad de presión (que no de expresión), no hemos avanzado ni un ápice en disminuir el poder de corrupción del triopolio que nos gobierna.
Y es que ¡qué conveniente para Carlos Navarrete y para Manlio "El Inmaculado" Beltrones resucitar a Fox justo cuando se imponía analizar el argumento que sustenta el presupuesto de los partidos políticos! Porque al cual está asentada en la ley electoral de 1996, la razón de fondo para triplicar en 10 años el presupuesto electorero era "garantizar el acceso de los partidos políticos a los medios electrónicos". De ahí que si los spots van a desaparecer, se impone -por lógica aristotélica- la cancelación de las partidas destinadas al pago de propaganda en radio y televisión, así como la abolición del derecho de los partidos a recibir ese dinero. Dicho sin tanto rollo: si el año pasado los partidos gastaron en tiempo aire mil 971 millones de pesos (Focus México, abril, 2007), no hay motivo para seguir entregándoles esa suma ahora que podrán disponer gratuitamente de tiempo en medios electrónicos.
Pero no. Fieles a las intenciones de los tiranos -"hacer que los súbditos piensen poco", que "desconfíen unos de otros" y que "les sea imposible ponerse de acuerdo para la acción"-, Manlio Fabio y Navarrete traen a colación a Fox con la intención de sembrar disenso y armarnos un circo mediático mientras sus partidos roban a manos llenas. Como en las antiguas tragedias griegas donde, a falta de un buen colofón, un dios se "descolgaba" del techo para salvar la situación y arrancar el aplauso del público, los eminentes legisladores van a hacer comparecer no a un dios, sino a su bufón favorito: Chente.
Fox provocará la catarsis de la risa (o la del llanto) con sus dislates y logrará lo que Beltrones y Navarrete quieren: distraernos. Y es que la idea básica de este final improvisado a la reforma electoral es hacer que los ciudadanos nos demos por muy servidos con un cambio en el destino de nuestros dineros (que ya no irán a parar a Televisa ni a TVAzteca), en vez de exigir una drástica reducción de los gastos electoreros. Lo que nuestros diputados y senadores ocultan es que su reforma electoral, tan prematuramente aplaudida, no abate en un céntimo los costos de una de las democracias más caras del mundo.
Dejarles a los partidos mil 971 millones de pesos sin motivo ni justificación alguna, amén de obsceno, es dejar intacto el poder de corrupción de los partidos.
Claro que no faltará el cínico legislador que diga que autoasignarse contratos millonarios por impresos y chucherías electorales es imposible bajo las actuales normas de fiscalización. Mentira podrida: con sólo dos empresas publicitarias que monitorear (dos), al IFE se le "fueron" en la pasada elección 280 mil spots de los que nadie sabe, nadie supo, con qué o cómo se pagaron.
No hay duda: el 70 por ciento del presupuesto de los partidos carece de fundamento, pero es algo que no les conviene discutir a los tiranos del Legislativo. Y por eso, sólo por eso, han elegido este momento para traer a su bufón favorito a escena.
Claudia Ruiz Arriola
sherpa01@gmail.com
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Y no se confundan. No es defensa a Fox. Si le encuentran algo, que lo entamben. Pero hay cosas mucho más importantes que hacer en lugar de estar desviando la atención con esos asuntos. Y si fuera el caso, hay ratas mucho mas grandes que Fox, como Montiel. Al menos Fox ya era empresario rico antes de ser presidente. Todos los demás, todos los anteriores presidentes sin excepción, incluyendo al actual, Felipe Calderón, siempre han vivido de la política. Siempre han vivido del Erario. Ninguno de ellos ha sabido lo que es pagar el ISR, y las cuotas del IMSS. Quien no sepa lo que eso significa mejor que no hable.
Basta ver el espacio que en este medio le dimos a la nota del ranchito de Fox (20 septiembre) para darse cuenta que nos fuimos con la finta, y que las futuras declaraciones de Chente serán una inmejorable cortina de humo para disimular que la reforma electoral ha quedado trunca: que si bien podemos congratularnos de haberle quitado al duopolio televisivo su libertad de presión (que no de expresión), no hemos avanzado ni un ápice en disminuir el poder de corrupción del triopolio que nos gobierna.
Y es que ¡qué conveniente para Carlos Navarrete y para Manlio "El Inmaculado" Beltrones resucitar a Fox justo cuando se imponía analizar el argumento que sustenta el presupuesto de los partidos políticos! Porque al cual está asentada en la ley electoral de 1996, la razón de fondo para triplicar en 10 años el presupuesto electorero era "garantizar el acceso de los partidos políticos a los medios electrónicos". De ahí que si los spots van a desaparecer, se impone -por lógica aristotélica- la cancelación de las partidas destinadas al pago de propaganda en radio y televisión, así como la abolición del derecho de los partidos a recibir ese dinero. Dicho sin tanto rollo: si el año pasado los partidos gastaron en tiempo aire mil 971 millones de pesos (Focus México, abril, 2007), no hay motivo para seguir entregándoles esa suma ahora que podrán disponer gratuitamente de tiempo en medios electrónicos.
Pero no. Fieles a las intenciones de los tiranos -"hacer que los súbditos piensen poco", que "desconfíen unos de otros" y que "les sea imposible ponerse de acuerdo para la acción"-, Manlio Fabio y Navarrete traen a colación a Fox con la intención de sembrar disenso y armarnos un circo mediático mientras sus partidos roban a manos llenas. Como en las antiguas tragedias griegas donde, a falta de un buen colofón, un dios se "descolgaba" del techo para salvar la situación y arrancar el aplauso del público, los eminentes legisladores van a hacer comparecer no a un dios, sino a su bufón favorito: Chente.
Fox provocará la catarsis de la risa (o la del llanto) con sus dislates y logrará lo que Beltrones y Navarrete quieren: distraernos. Y es que la idea básica de este final improvisado a la reforma electoral es hacer que los ciudadanos nos demos por muy servidos con un cambio en el destino de nuestros dineros (que ya no irán a parar a Televisa ni a TVAzteca), en vez de exigir una drástica reducción de los gastos electoreros. Lo que nuestros diputados y senadores ocultan es que su reforma electoral, tan prematuramente aplaudida, no abate en un céntimo los costos de una de las democracias más caras del mundo.
Dejarles a los partidos mil 971 millones de pesos sin motivo ni justificación alguna, amén de obsceno, es dejar intacto el poder de corrupción de los partidos.
Claro que no faltará el cínico legislador que diga que autoasignarse contratos millonarios por impresos y chucherías electorales es imposible bajo las actuales normas de fiscalización. Mentira podrida: con sólo dos empresas publicitarias que monitorear (dos), al IFE se le "fueron" en la pasada elección 280 mil spots de los que nadie sabe, nadie supo, con qué o cómo se pagaron.
No hay duda: el 70 por ciento del presupuesto de los partidos carece de fundamento, pero es algo que no les conviene discutir a los tiranos del Legislativo. Y por eso, sólo por eso, han elegido este momento para traer a su bufón favorito a escena.
Claudia Ruiz Arriola
sherpa01@gmail.com
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Y no se confundan. No es defensa a Fox. Si le encuentran algo, que lo entamben. Pero hay cosas mucho más importantes que hacer en lugar de estar desviando la atención con esos asuntos. Y si fuera el caso, hay ratas mucho mas grandes que Fox, como Montiel. Al menos Fox ya era empresario rico antes de ser presidente. Todos los demás, todos los anteriores presidentes sin excepción, incluyendo al actual, Felipe Calderón, siempre han vivido de la política. Siempre han vivido del Erario. Ninguno de ellos ha sabido lo que es pagar el ISR, y las cuotas del IMSS. Quien no sepa lo que eso significa mejor que no hable.
Etiquetas: congreso, demagogia, democracia, Fox, IFE, partidocracia, reformas, telecracia
Comments:
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de risa
ricardo monreal interponiendo
demanda contra fox
por enriquecimiento ilicito
o que los intereses que genero el dinero de la federacion para el estado de zacatecas que nunca reporto y manejo a su discresion no cuenta
solo en mexico
ricardo monreal interponiendo
demanda contra fox
por enriquecimiento ilicito
o que los intereses que genero el dinero de la federacion para el estado de zacatecas que nunca reporto y manejo a su discresion no cuenta
solo en mexico
Estoy de acuerdo en que se investigue a TODOS los políticos bajo sospecha de enriquecimiento ilícito; pero, surge la disyuntiva, por cuál empezaríamos??? Por otro lado, coincido en que no debemos dejarnos llevar por los chismes mediáticos, para no distraernos de los temas principales y prioritarios de interés nacional. Por todas las razones que podamos imaginar, siempre será prioritario lo ACTUAL, lo presente, que es en lo que mejor podemos trabajar para corregir, de lo contrario siempre estaremos desfasados y los políticos seguirán llevándonos la delantera. Aunque también aquí cabe la pregunta, Y cómo podremos hacer que los legisladores (nuestros "representantes", los que deben de trabajar para llevar a cabo "nuestra" voluntad como pueblo "soberano" se lleve a cabo) cumplan con este objetivo, que al fin y al cabo es SU TRABAJO?? Al final de cuentas, somos los ciudadanos comunes quienes menos podemos hacer oír nuestra voz. Yo estaba y sigo estando en contra de la famosa Reforma Electoral, al igual que un gran sector de la ciudadanía, y de qué sirve? De todas formas, haciendo arreglos (perdón, negociando) entre partidos políticos, ellos deciden y hacen LO QUE SE LES PEGA LA GANA. Yo diría más bien: AGUAS CON ESTO! Tanto poder concentrado en uno solo de los poderes de la Federación resultaría demasiado peligroso...
A Ricardo Monreal deberían de recordarle esto:
"el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra"
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"el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra"
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