miércoles, agosto 29, 2007
Desprecio
La vida es tiempo, el único bien no renovable con el que contamos, decía Castillo Peraza. Quien desperdicia el tiempo desprecia la vida. Perder el tiempo es perder la vida. Hay quien se da el lujo de que nada ocurra. En quien no tiene necesidades, apremios, urgencias, la actitud es entendible, nunca justificable. Como dijera Víctor Frankl, están enfermos de sólo pensar en sí mismos. Pero en un mundo con tantas carencias, en un país con millones de pobres, como lo es el nuestro, perder el tiempo, despreciar la vida, es un crimen.
Nuestro PIB per cápita es de 8 mil 240 dólares. Si seguimos creciendo al mediocre ritmo que llevamos (ver el espléndido texto "México 2025: el Futuro se Construye Hoy", L. Rubio; O. Azuara; E. Jaime; C. Hernández; Prólogo de Carlos Fernández; CIDAC, 2006), para 2025 llegaríamos a un ingreso de 12 mil 800 dólares, 35 por ciento menos de lo que tiene Corea hoy. Los miserables en México seguirán abundando y todos los que gobiernan serán responsables. En cambio, si creciéramos al 5 por ciento, para la misma fecha, 2025, tendríamos un ingreso equivalente de nuevo al de Corea hoy, que ha dejado de ser pobre. Eso es lo que debiéramos estar discutiendo si de verdad estamos preocupados por los pobres.
La Inversión Extranjera Directa alcanzó en el primer semestre más de 13 mil millones de dólares. Espléndido, pero no se nos olvide que a pesar de esa cifra México ha sido desplazado como destino de la IED. La competencia es feroz y debemos revisar qué debemos hacer para recuperar posiciones. Eso debiéramos estar discutiendo para así arrinconar la miseria. En tan sólo un lustro, el número de bebés se redujo 9.2 por ciento. En contraste, el número de mayores crece al 4 por ciento al año. ¿Qué mecanismos de pensiones vamos a implementar para esos mexicanos que han trabajado toda su vida? ¿Cómo salvar al IMSS que atiende a 45 millones de mexicanos de su crisis financiera? Ésa es la discusión de verdadera justicia que tendríamos que estar abordando todos los días.
Cada año migran 220 mil mexicanos, en su gran mayoría jóvenes. La pérdida de capital humano es dramática. ¿Cómo vamos a crear los empleos que esos mexicanos no están encontrando, aquí en su país? Las familias se quiebran, el País se empobrece con cada migrante. Ésa es la discusión de fondo para lograr un país más justo. Sólo 15 por ciento de los jóvenes de México piensa que la democracia sirve para disminuir las injusticias. Es lógico: estamos hablando de asuntos que en nada tocan su realidad.
Sin recursos frescos, la producción petrolera del país está condenada al declive. Los ingresos petroleros nos dan alrededor de 40 centavos de cada peso recaudado. ¿Qué vamos a hacer para suplir esos ingresos que repercuten en escuelas, hospitales, carreteras, etc.? ¿Qué podemos hacer para mantener el ritmo de producción de energéticos que demanda nuestra economía? Sin energía abundante y a precios razonables no hoy prosperidad posible. Ésa es la verdadera discusión que tiene que ver con los más pobres.
Tres de cada cuatro estudiantes de primaria y secundaria están en riesgo de no terminar sus estudios y 70 por ciento está condenado a no acceder a la educación superior. ¿De dónde vamos a sacar los recursos para brindarles un mejor futuro? Eso sí traería más justicia a México. La pobreza desciende, pero muy lentamente. El drama se concentra en tres entidades del sur del país. ¿Qué puede hacer la Federación para disminuir con mayor rapidez las diferencias, para que los mecanismos de redistribución de la riqueza cumplan mejor su función? Ése debiera ser el debate de todos los días.
En México se incumplen un sinnúmero de pactos internacionales, pactos ratificados por nuestro país, pactos que atañen directamente a los derechos humanos, a los derechos de las minorías y a los derechos políticos fundamentales. ¿Qué estamos haciendo para corregir el brutal desfase? Eso sí podría cambiar el destino de muchos mexicanos.
México se rezaga en las metas de uso de anticonceptivos. Incluso los varones disminuyeron su consumo. Las comunidades indígenas tienen alrededor de 30 años de atraso frente al uso promedio de una mujer con secundaria. El Consejo Nacional de Población lo advierte con toda claridad: no estamos logrando cumplir las metas del Plan Nacional de Población. El número de adolescentes embarazadas anualmente no disminuye, es alrededor de 400 mil. En su gran mayoría se trata de embarazos no deseados que propician relaciones de inestabilidad familiar. ¿Qué debemos hacer para evitar este drama? Por supuesto, de allí surge más iniquidad e injusticia, pero pareciera que nada nos importa.
La tecnología registrada por mexicanos se redujo en alrededor de un 50 por ciento en los últimos 20 años. La tecnología es la mayor fuente de valor agregado, de riqueza de las sociedades del futuro. ¿Qué debemos hacer para fomentarla? Eso debiéramos estar discutiendo. Pero no, parece que todo lo anterior nos tiene sin cuidado. Todo esto debiera ser materia del Informe presidencial, de un momento de reflexión sobre el rumbo que sigue México. No se trata de glorificar ni crucificar a nadie. El objetivo es la reflexión y la rendición de cuentas.
Ha pasado más de un año desde la elección federal. Mismo día, mismos procedimientos, mismas autoridades; 500 diputados electos, 128 senadores, todos en funciones, todos asumiéndose como representantes populares, todos cobrando sus dietas, pero eso sí, los perredistas se reservan el derecho de descalificar a Felipe Calderón simplemente porque así conviene a los intereses de su caudillo. Presidente legítimo, Presidente ilegítimo, Presidente constitucional, ahora ya tenemos tres categorías. La segunda fuerza sólo piensa en sí misma. Qué desperdicio de tiempo, qué desprecio hacia la vida.
Federico Reyes Heroles
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En Macao se acaba de aprobar un plan para que la ciudad se convierta en Las Vegas mundial. Se invertirán más de 15 mil millones de dólares en casinos, hoteles e infraestructura. En Honduras, los campesinos pasaron de tener ingresos de 300 USD por hectárea a 2000 USD sembrando maíz transgénico que su Congreso autorizó.
¿Qué esta pasando en México? Los legisladores llevan un mes discutiendo si habrá o no informe presidencial y si Calderón va o no al recinto legislativo y dónde y cómo entrega su informe. Mientras tanto, los pobres siguen sufriendo hambre, y las inversiones productivas, esas que generan empleos y riqueza, se van para otros lados. ¿Quién es el que empobrece a México? ¿A quiénes les conviene seguir administrando la pobreza?
Nuestro PIB per cápita es de 8 mil 240 dólares. Si seguimos creciendo al mediocre ritmo que llevamos (ver el espléndido texto "México 2025: el Futuro se Construye Hoy", L. Rubio; O. Azuara; E. Jaime; C. Hernández; Prólogo de Carlos Fernández; CIDAC, 2006), para 2025 llegaríamos a un ingreso de 12 mil 800 dólares, 35 por ciento menos de lo que tiene Corea hoy. Los miserables en México seguirán abundando y todos los que gobiernan serán responsables. En cambio, si creciéramos al 5 por ciento, para la misma fecha, 2025, tendríamos un ingreso equivalente de nuevo al de Corea hoy, que ha dejado de ser pobre. Eso es lo que debiéramos estar discutiendo si de verdad estamos preocupados por los pobres.
La Inversión Extranjera Directa alcanzó en el primer semestre más de 13 mil millones de dólares. Espléndido, pero no se nos olvide que a pesar de esa cifra México ha sido desplazado como destino de la IED. La competencia es feroz y debemos revisar qué debemos hacer para recuperar posiciones. Eso debiéramos estar discutiendo para así arrinconar la miseria. En tan sólo un lustro, el número de bebés se redujo 9.2 por ciento. En contraste, el número de mayores crece al 4 por ciento al año. ¿Qué mecanismos de pensiones vamos a implementar para esos mexicanos que han trabajado toda su vida? ¿Cómo salvar al IMSS que atiende a 45 millones de mexicanos de su crisis financiera? Ésa es la discusión de verdadera justicia que tendríamos que estar abordando todos los días.
Cada año migran 220 mil mexicanos, en su gran mayoría jóvenes. La pérdida de capital humano es dramática. ¿Cómo vamos a crear los empleos que esos mexicanos no están encontrando, aquí en su país? Las familias se quiebran, el País se empobrece con cada migrante. Ésa es la discusión de fondo para lograr un país más justo. Sólo 15 por ciento de los jóvenes de México piensa que la democracia sirve para disminuir las injusticias. Es lógico: estamos hablando de asuntos que en nada tocan su realidad.
Sin recursos frescos, la producción petrolera del país está condenada al declive. Los ingresos petroleros nos dan alrededor de 40 centavos de cada peso recaudado. ¿Qué vamos a hacer para suplir esos ingresos que repercuten en escuelas, hospitales, carreteras, etc.? ¿Qué podemos hacer para mantener el ritmo de producción de energéticos que demanda nuestra economía? Sin energía abundante y a precios razonables no hoy prosperidad posible. Ésa es la verdadera discusión que tiene que ver con los más pobres.
Tres de cada cuatro estudiantes de primaria y secundaria están en riesgo de no terminar sus estudios y 70 por ciento está condenado a no acceder a la educación superior. ¿De dónde vamos a sacar los recursos para brindarles un mejor futuro? Eso sí traería más justicia a México. La pobreza desciende, pero muy lentamente. El drama se concentra en tres entidades del sur del país. ¿Qué puede hacer la Federación para disminuir con mayor rapidez las diferencias, para que los mecanismos de redistribución de la riqueza cumplan mejor su función? Ése debiera ser el debate de todos los días.
En México se incumplen un sinnúmero de pactos internacionales, pactos ratificados por nuestro país, pactos que atañen directamente a los derechos humanos, a los derechos de las minorías y a los derechos políticos fundamentales. ¿Qué estamos haciendo para corregir el brutal desfase? Eso sí podría cambiar el destino de muchos mexicanos.
México se rezaga en las metas de uso de anticonceptivos. Incluso los varones disminuyeron su consumo. Las comunidades indígenas tienen alrededor de 30 años de atraso frente al uso promedio de una mujer con secundaria. El Consejo Nacional de Población lo advierte con toda claridad: no estamos logrando cumplir las metas del Plan Nacional de Población. El número de adolescentes embarazadas anualmente no disminuye, es alrededor de 400 mil. En su gran mayoría se trata de embarazos no deseados que propician relaciones de inestabilidad familiar. ¿Qué debemos hacer para evitar este drama? Por supuesto, de allí surge más iniquidad e injusticia, pero pareciera que nada nos importa.
La tecnología registrada por mexicanos se redujo en alrededor de un 50 por ciento en los últimos 20 años. La tecnología es la mayor fuente de valor agregado, de riqueza de las sociedades del futuro. ¿Qué debemos hacer para fomentarla? Eso debiéramos estar discutiendo. Pero no, parece que todo lo anterior nos tiene sin cuidado. Todo esto debiera ser materia del Informe presidencial, de un momento de reflexión sobre el rumbo que sigue México. No se trata de glorificar ni crucificar a nadie. El objetivo es la reflexión y la rendición de cuentas.
Ha pasado más de un año desde la elección federal. Mismo día, mismos procedimientos, mismas autoridades; 500 diputados electos, 128 senadores, todos en funciones, todos asumiéndose como representantes populares, todos cobrando sus dietas, pero eso sí, los perredistas se reservan el derecho de descalificar a Felipe Calderón simplemente porque así conviene a los intereses de su caudillo. Presidente legítimo, Presidente ilegítimo, Presidente constitucional, ahora ya tenemos tres categorías. La segunda fuerza sólo piensa en sí misma. Qué desperdicio de tiempo, qué desprecio hacia la vida.
Federico Reyes Heroles
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En Macao se acaba de aprobar un plan para que la ciudad se convierta en Las Vegas mundial. Se invertirán más de 15 mil millones de dólares en casinos, hoteles e infraestructura. En Honduras, los campesinos pasaron de tener ingresos de 300 USD por hectárea a 2000 USD sembrando maíz transgénico que su Congreso autorizó.
¿Qué esta pasando en México? Los legisladores llevan un mes discutiendo si habrá o no informe presidencial y si Calderón va o no al recinto legislativo y dónde y cómo entrega su informe. Mientras tanto, los pobres siguen sufriendo hambre, y las inversiones productivas, esas que generan empleos y riqueza, se van para otros lados. ¿Quién es el que empobrece a México? ¿A quiénes les conviene seguir administrando la pobreza?
Etiquetas: congreso, demagogia, democracia, economia, educación, inversión, pobreza, populismo, riqueza
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Por si algún día te animas a subir algún artículo acerca de la desgracia de la que no nos “salvamos”, o sea, del caos que está provocando Felipe Calderón y su “presidencia” en este pobre país, te sugiero que lo etiquetes con estos tags:
TELECRACIA POPULISMO INTOLERANCIA DEMAGOGIA Mafia Encubrimiento Ingobernabilidad Impopularidad Ilegitimidad Espuriedad Robo Atraco Imbecilidad Idiotez Estupidez Mochería Cobardía PAN Yunque Opus Dei
TELECRACIA POPULISMO INTOLERANCIA DEMAGOGIA Mafia Encubrimiento Ingobernabilidad Impopularidad Ilegitimidad Espuriedad Robo Atraco Imbecilidad Idiotez Estupidez Mochería Cobardía PAN Yunque Opus Dei
Respuesta para mawwi…
TÍTULO: “Haiga sido como haiga sido”
No quiero que caiga el gobierno del Calderón. Pero no quiero que mi país vuelva a elegir a un presidente de esta forma.
¿Cuál forma? Simple. Calderón no gana por que sus propuestas, ni por que la gente realmente haya optado por una continuidad al gobierno pansita.
Gana por que a Andrés Manuel López Obrador se le comparó con Hugo Chávez, y se le tachó de populista y violento. ¿No? Le vaticinaron a la gente que si llegaba Obrador iba a ser un dictador, que iba a enriquecerse a costa de nuestro endeudamiento, que era un “espantachambas” y bla, bla, bla…
Bueno, para empezar, bueno fuera que López Obrador realmente hubiera representado una opción contundente de cambio a las políticas que los Estados Unidos le impusieron al PRI desde 1982 y que gracias a Vicente Fox y a Felipe Calderón siguen vigentes, y que han convertido a nuestro país en un proveedor de mano de obra barata para la potencia mundial, a la que próximamente, también proveeremos carnes de cañón –revisa las últimas leyes aprobadas en ese sentido-. Pero no era así. Tristemente, el señor López Obrador no hubiera realizado cambios de fondo al modelo. Sus acciones en el DF, fueron ciertamente populistas, y tan populistas como las de Vicente Fox. De hecho, recordarás que hubo un punto en que se metieron en la competencia de ver quién regalaba más dinero. Así que entre el gobierno panista de ahora y un posible gobierno de López Obrador, no hubiera existido una enorme diferencia. Considerando las condiciones en que hubiera llegado, realmente estaríamos viendo algo muy parecido, pero con diferentes bandos. La verdad es que el cuento de la crisis, y el despilfarro, está para reírse. Concediendo, no ganó el populista López Obrador, pero ganó el populista Felipe Calderón, para reemplazar al populista Vicente Fox.
Y la verdad entiendo, ¿eh? No creo ni siquiera que haya sido “a la mala”. El PAN jugó sus cartas mediáticas, se alió con el PRI para operar el día de la elección y ganó. A López Obrador le faltó una rápida respuesta mediática, y el día de la elección no contó con el ejército de operadores que tuvo el PAN –panistas duros, SNTE y PRI-. Obrador también los tuvo y me consta, pero el opositor lo superaba abrumadoramente en número. Y López Obrador, estoy seguro, entiende que perdió, pero obviamente está jugando el juego que cree, más le conviene –por cierto, difiero de la decisión, pero aún así simpatizo con él y su causa-. Así fue la elección pasada, y Calderón la ganó con todos esos recursos, apenas unas micras dentro del margen que provee nuestra huanga legislación –acuñada, por cierto, por priistas, viejos lobos de mar en la operación política-.
Que Calderón sigue diciendo que ganó limpio, y gasta una fortuna en legitimar esa “forma” de triunfo, sale. Es lo que haría cualquiera en su lugar. Pero no insultes mi inteligencia, pensando que yo creo eso de que la elección fue limpia y López Obrador es el mismo Satanás, por que no estamos partiendo de un punto real para entendernos. ¿Ves?
Las elecciones se siguen ganado en México con bombardeos publicitarios televisivos de alto impacto para un público mayoritariamente ignorante, que no lee. La elecciones en México se siguen ganado por la operación política el día de una elección, la compra de votos, etc. Yo te juro que en la casilla de Paseo de la Reforma no pasó nada. Y ciudadanos contaron cuidadosamente los votos, para después ir a pararse frente a una cámara y avalar al IFE. Pero en cualquier pueblecillo recóndito, en San Juan de Las Pitayas, donde gobierna un cacique –perredista, priista o panista- sigue siendo la ley de la selva. Perdóname, pero no se opera políticamente en las grandes urbes. Quienes tenemos años observando la política sabemos que eso dejó de hacerse desde los años 90. Ahora la operación se concentra en zonas urbanas de altísima marginación y alta operación política –zonas grises, grupos de franeleros, ambulantes- y en zonas rurarales. Eso jamás van a poder probarlo, por que todavía el PRI, diseñó cuidadosamente las leyes para dar lugar a eso. Los plantones y el recuento de López Obrador fue pura faramalla, y también es válida. Es válido lo que hacen unos y otros, SÓLO en el actual escenario, pero es tiempo de cambiarlo.
Creo que lo que importa es ver hacia delante. El país no está atorado por esto que, con cierto grado de razón, dice Federico Reyes Heroles en el texto que hoy publica Dani Portales. Al menos, los perredistas no son nuestro único problema. Es una perspectiva muy “maniquea” –en términos que le gustan a Dani- de percibir lo que pasa. Yo creo que nuestro problema son 105 millones de indiferentes, que no han asumido la responsabilidad de sus actos.
Me explico. Los problemas de México no son por culpa de los políticos. Tienen una causa superior: nuestro desinterés. “Soy apolítico”, escucho decir. “No se habla de política”, se dice. Ah, mira que padre. Por eso la estamos pagando tan caro. México se aproxima a un caos peor del que ya vivimos, no por el PAN. Pero si porque el PAN ha seguido la formulita del PRI, para dar limosnitas a cambio de votos, anexando el uso magistral del “sano entretenimiento familiar”, o sea, la televisión. Y eso, la historia lo demuestra, nos va a llevar a un enfrentamiento cada vez mayor.
Una película extraordinaria: “Dead man walking”. Un hombre culpa al estado, a sus amigos, a sus padres por los crímenes que niega haber cometido, hasta que la monja que lo asesora espiritualmente le dice: “¿Y dónde estabas tú cuando estas cosas pasaban?”. ¿Dónde estaban ustedes cuando el error de diciembre? ¿Dónde estaban ustedes cuando los Bribiesca Sahagún se hacían archimultimillonarios? ¿Qué hicieron con los Bejarano y los Imaz? Ah, si, se me olvidaba… Lo dejaron en manos de las “INSTITUCIONES” y se fueron a sus camitas a dormir el sueño de los justos. ¿No? Y los exoneraron, y los reinventaron y los admitimos de nuevo. Como si nada. La tele los juzga, la tele los sentencia, pero salen libres y con la cuenta bancaria intacta. ¿No se les hace, ni siquiera un poquito, curioso?
Votamos basados en que al menos nos aseguren la “paz”. ¿Realmente vivimos en Paz? ¿Realmente puede Felipe Calderón garantizar eso, cuando el país está tan crispado por abusar del maniqueísmo en la televisión –en ambos bandos ¿eh? Por que el maniqueísmo fue parejo-? ¿Realmente se puede ofrecer paz donde varios millones se van a ir a dormir esta misma noche sin haber probado alimento en todo el día? Si a quienes de MUEREN DE HAMBRE les cierran la frontera, les niegan el empleo, y cuando se los dan, ocurre en condiciones de ESCLAVITUD –maquiladoras de Puebla, donde obreras trabajan 12 horas y reciben castigos físicos y encierros en crujías oscuras; o los campos de cosecha y tortura en Baja California… es el México que seguro poco conocen ¿no?- Tal vez sea paz, si consideramos que podríamos estar peor… ¿No? Pero no me quedo con eso. Este país ya pasó por muchas y no resuelve, por que siempre volvemos al mismo punto. Y quienes vemos, tenemos que quedarnos callados, por que “enturbiamos” la paz de la clase media alta. Clase media alta que no se da cuenta, que si esto no se detiene, será la primera en pagar las consecuencias. Por que el que no come, en una guerra civil igual va a seguir sin comer. Ese no tiene nada que perder, por eso ocurren estas cosas, y siempre concluyen en un desenlace peor, rara vez sirve para acabar con el problema que lo originó. ¿Dónde están ahora esas “décimas” que, según las cifras, ha descendido la pobreza en lo que va del sexenio? NO ME JODAN. “Tienes cáncer, pero de los 40 millones de tumores, ya erradicamos 10”. Si, claro. Un país de simulación. No sé si les haya tocado, pero es igualito al PRI de Portillo, de De la Madrid, de Salinas. Idéntico. Medios mentirosos. Sabelotodos demagogos, que aseguran que en 20 años vamos a salir –y muchos les creen- y zas, pasan 20 años y resulta que aún nos faltan otros 20 y así… repito… NO ME JODAN. Esa película ya la vi. Es la misma.
De entrada, creo que merezco más, y no me engañan, hay condiciones para lograrlo. Y la lista de Forbes me deja claro que hay un grupillo de HIJOS DE LA CHINGADA, que si son un PELIGRO PARA MÉXICO y que están sacando un jugoso partido de la indiferencia, ignorancia y resignación de la mayoría. Por otro lado, el vecino del norte quiere nuestro combustible, nuestra mano de obra, pero pagar una bicoca.
¿Inversión en PEMEX? Claro, pero dada las condiciones de agandalle de nuestros políticos y nuestros empresarios, y partiendo de la indiferencia, no se me haría extraño que ese negocio del petróleo SIGA beneficiando a unos poquititos –tal y como lo ha hecho desde que es “propiedad de la nación”-. Esos son pendientes, pero que si lo dejamos en manos de nuestros legisladores, mejor echo a correr. O en manos de nuestros políticos, demagogos de mitin o de cajita idiotizante, seguimos bien jodidos. HAY QUE METERLE CAPITAL PRIVADO A PEMEX, señores, eso lo sé y lo apoyo. Pero no confío en los enfermeros que le van a inyectar ese medicamento a esa auténtica mina de oro. Tampoco confío en quienes se ofrecen a ser los primeros en la lista de venderle el medicamento, por que no quieren hacer negocio razonable que nos beneficie a todos. Quieren agandallar. “Dale pa´atrás” dice el empresario, y el legislador se arrodilla por unos cuantos lujos.
Bueno, y pues lástima, porque no estoy formando un grupito de ultraizquierda para afiliarlos. Tampoco estoy armando una revolución con bombas molotov en el cuarto de servicio de mi casa. Tampoco le prendo veladoras y le rezo a la efigie del Peje. Esos son auténticas estupideces. Sólo que un día llegué a este portal por azares del destino, y se me hizo un insulto a la inteligencia que quieran seguir metiéndole a la gente la idea en la cabeza de que “Qué bueno, ganamos los buenos, perdieron los malos”.
No hay tal.
No ganamos nada.
La democracia, tal y como la hemos conocido hasta hoy en este país, es un simple VASELINE. Y seguirá siéndolo si no despertamos a quienes nos rodean, de ese largísimo sueño, del costosísimo espejismo de la tele. O de discursos muy “sustentados” tomados de “Reforma”, “La Jornada” o “Proceso”. No se preocupen; hay mentiras bien sustentadas y maniqueísmo para todos los niveles académicos y clases sociales.
Pero hay algo que no se oculta: la realidad. Lo que ves en la calle. Desde las madejas de cables de electricidad ensuciando lo que ves, hasta los incorregibles ministerios públicos hechos para dictarle justicia al billete de mayor denominación, pasando por las tachas que venden impunemente afuera del colegio de hijo. Eso es lo que sigo viendo. Yo no digo que tenga la verdad absoluta, ni nada de eso. Pero sigo viendo condiciones que, francamente, creo que no merezco.
Es con lo que regresas al final del día a tu casa. Eso no lo borra ni el mejor choro de Federico Reyes Heroles. Ningún político nos está acercando a ello. Según un artículo de Reforma, vivo en una ciudad que está entre las primeras diez en calidad de vida… ¿les cae? Le dan una calificación excelente al transporte público… ¿la neta se subieron a una combi? Yo no veo eso por ningún lado. Por más que me esfuerzo, sigo viendo un país muy jodido y aun presidente demagogo y mentiroso, gobernando en Los Pinos.
Tal vez sea yo, no lo descarto. Tal vez el país está bien chingón, y las instituciones funcionan. Y ya no hay hambre, ni corrupción, y el modelo, como dice Reyes Heroles, si le permitimos, va a sacarnos de la pobreza. ¿Y si se llega el 2025 y no?
Mejor despierten al de al lado, que ya se volvió a quedar dormido, ahora soñando de color azul…. ¡Y si lo dejan, se va a dormir otros 70 años!
TÍTULO: “Haiga sido como haiga sido”
No quiero que caiga el gobierno del Calderón. Pero no quiero que mi país vuelva a elegir a un presidente de esta forma.
¿Cuál forma? Simple. Calderón no gana por que sus propuestas, ni por que la gente realmente haya optado por una continuidad al gobierno pansita.
Gana por que a Andrés Manuel López Obrador se le comparó con Hugo Chávez, y se le tachó de populista y violento. ¿No? Le vaticinaron a la gente que si llegaba Obrador iba a ser un dictador, que iba a enriquecerse a costa de nuestro endeudamiento, que era un “espantachambas” y bla, bla, bla…
Bueno, para empezar, bueno fuera que López Obrador realmente hubiera representado una opción contundente de cambio a las políticas que los Estados Unidos le impusieron al PRI desde 1982 y que gracias a Vicente Fox y a Felipe Calderón siguen vigentes, y que han convertido a nuestro país en un proveedor de mano de obra barata para la potencia mundial, a la que próximamente, también proveeremos carnes de cañón –revisa las últimas leyes aprobadas en ese sentido-. Pero no era así. Tristemente, el señor López Obrador no hubiera realizado cambios de fondo al modelo. Sus acciones en el DF, fueron ciertamente populistas, y tan populistas como las de Vicente Fox. De hecho, recordarás que hubo un punto en que se metieron en la competencia de ver quién regalaba más dinero. Así que entre el gobierno panista de ahora y un posible gobierno de López Obrador, no hubiera existido una enorme diferencia. Considerando las condiciones en que hubiera llegado, realmente estaríamos viendo algo muy parecido, pero con diferentes bandos. La verdad es que el cuento de la crisis, y el despilfarro, está para reírse. Concediendo, no ganó el populista López Obrador, pero ganó el populista Felipe Calderón, para reemplazar al populista Vicente Fox.
Y la verdad entiendo, ¿eh? No creo ni siquiera que haya sido “a la mala”. El PAN jugó sus cartas mediáticas, se alió con el PRI para operar el día de la elección y ganó. A López Obrador le faltó una rápida respuesta mediática, y el día de la elección no contó con el ejército de operadores que tuvo el PAN –panistas duros, SNTE y PRI-. Obrador también los tuvo y me consta, pero el opositor lo superaba abrumadoramente en número. Y López Obrador, estoy seguro, entiende que perdió, pero obviamente está jugando el juego que cree, más le conviene –por cierto, difiero de la decisión, pero aún así simpatizo con él y su causa-. Así fue la elección pasada, y Calderón la ganó con todos esos recursos, apenas unas micras dentro del margen que provee nuestra huanga legislación –acuñada, por cierto, por priistas, viejos lobos de mar en la operación política-.
Que Calderón sigue diciendo que ganó limpio, y gasta una fortuna en legitimar esa “forma” de triunfo, sale. Es lo que haría cualquiera en su lugar. Pero no insultes mi inteligencia, pensando que yo creo eso de que la elección fue limpia y López Obrador es el mismo Satanás, por que no estamos partiendo de un punto real para entendernos. ¿Ves?
Las elecciones se siguen ganado en México con bombardeos publicitarios televisivos de alto impacto para un público mayoritariamente ignorante, que no lee. La elecciones en México se siguen ganado por la operación política el día de una elección, la compra de votos, etc. Yo te juro que en la casilla de Paseo de la Reforma no pasó nada. Y ciudadanos contaron cuidadosamente los votos, para después ir a pararse frente a una cámara y avalar al IFE. Pero en cualquier pueblecillo recóndito, en San Juan de Las Pitayas, donde gobierna un cacique –perredista, priista o panista- sigue siendo la ley de la selva. Perdóname, pero no se opera políticamente en las grandes urbes. Quienes tenemos años observando la política sabemos que eso dejó de hacerse desde los años 90. Ahora la operación se concentra en zonas urbanas de altísima marginación y alta operación política –zonas grises, grupos de franeleros, ambulantes- y en zonas rurarales. Eso jamás van a poder probarlo, por que todavía el PRI, diseñó cuidadosamente las leyes para dar lugar a eso. Los plantones y el recuento de López Obrador fue pura faramalla, y también es válida. Es válido lo que hacen unos y otros, SÓLO en el actual escenario, pero es tiempo de cambiarlo.
Creo que lo que importa es ver hacia delante. El país no está atorado por esto que, con cierto grado de razón, dice Federico Reyes Heroles en el texto que hoy publica Dani Portales. Al menos, los perredistas no son nuestro único problema. Es una perspectiva muy “maniquea” –en términos que le gustan a Dani- de percibir lo que pasa. Yo creo que nuestro problema son 105 millones de indiferentes, que no han asumido la responsabilidad de sus actos.
Me explico. Los problemas de México no son por culpa de los políticos. Tienen una causa superior: nuestro desinterés. “Soy apolítico”, escucho decir. “No se habla de política”, se dice. Ah, mira que padre. Por eso la estamos pagando tan caro. México se aproxima a un caos peor del que ya vivimos, no por el PAN. Pero si porque el PAN ha seguido la formulita del PRI, para dar limosnitas a cambio de votos, anexando el uso magistral del “sano entretenimiento familiar”, o sea, la televisión. Y eso, la historia lo demuestra, nos va a llevar a un enfrentamiento cada vez mayor.
Una película extraordinaria: “Dead man walking”. Un hombre culpa al estado, a sus amigos, a sus padres por los crímenes que niega haber cometido, hasta que la monja que lo asesora espiritualmente le dice: “¿Y dónde estabas tú cuando estas cosas pasaban?”. ¿Dónde estaban ustedes cuando el error de diciembre? ¿Dónde estaban ustedes cuando los Bribiesca Sahagún se hacían archimultimillonarios? ¿Qué hicieron con los Bejarano y los Imaz? Ah, si, se me olvidaba… Lo dejaron en manos de las “INSTITUCIONES” y se fueron a sus camitas a dormir el sueño de los justos. ¿No? Y los exoneraron, y los reinventaron y los admitimos de nuevo. Como si nada. La tele los juzga, la tele los sentencia, pero salen libres y con la cuenta bancaria intacta. ¿No se les hace, ni siquiera un poquito, curioso?
Votamos basados en que al menos nos aseguren la “paz”. ¿Realmente vivimos en Paz? ¿Realmente puede Felipe Calderón garantizar eso, cuando el país está tan crispado por abusar del maniqueísmo en la televisión –en ambos bandos ¿eh? Por que el maniqueísmo fue parejo-? ¿Realmente se puede ofrecer paz donde varios millones se van a ir a dormir esta misma noche sin haber probado alimento en todo el día? Si a quienes de MUEREN DE HAMBRE les cierran la frontera, les niegan el empleo, y cuando se los dan, ocurre en condiciones de ESCLAVITUD –maquiladoras de Puebla, donde obreras trabajan 12 horas y reciben castigos físicos y encierros en crujías oscuras; o los campos de cosecha y tortura en Baja California… es el México que seguro poco conocen ¿no?- Tal vez sea paz, si consideramos que podríamos estar peor… ¿No? Pero no me quedo con eso. Este país ya pasó por muchas y no resuelve, por que siempre volvemos al mismo punto. Y quienes vemos, tenemos que quedarnos callados, por que “enturbiamos” la paz de la clase media alta. Clase media alta que no se da cuenta, que si esto no se detiene, será la primera en pagar las consecuencias. Por que el que no come, en una guerra civil igual va a seguir sin comer. Ese no tiene nada que perder, por eso ocurren estas cosas, y siempre concluyen en un desenlace peor, rara vez sirve para acabar con el problema que lo originó. ¿Dónde están ahora esas “décimas” que, según las cifras, ha descendido la pobreza en lo que va del sexenio? NO ME JODAN. “Tienes cáncer, pero de los 40 millones de tumores, ya erradicamos 10”. Si, claro. Un país de simulación. No sé si les haya tocado, pero es igualito al PRI de Portillo, de De la Madrid, de Salinas. Idéntico. Medios mentirosos. Sabelotodos demagogos, que aseguran que en 20 años vamos a salir –y muchos les creen- y zas, pasan 20 años y resulta que aún nos faltan otros 20 y así… repito… NO ME JODAN. Esa película ya la vi. Es la misma.
De entrada, creo que merezco más, y no me engañan, hay condiciones para lograrlo. Y la lista de Forbes me deja claro que hay un grupillo de HIJOS DE LA CHINGADA, que si son un PELIGRO PARA MÉXICO y que están sacando un jugoso partido de la indiferencia, ignorancia y resignación de la mayoría. Por otro lado, el vecino del norte quiere nuestro combustible, nuestra mano de obra, pero pagar una bicoca.
¿Inversión en PEMEX? Claro, pero dada las condiciones de agandalle de nuestros políticos y nuestros empresarios, y partiendo de la indiferencia, no se me haría extraño que ese negocio del petróleo SIGA beneficiando a unos poquititos –tal y como lo ha hecho desde que es “propiedad de la nación”-. Esos son pendientes, pero que si lo dejamos en manos de nuestros legisladores, mejor echo a correr. O en manos de nuestros políticos, demagogos de mitin o de cajita idiotizante, seguimos bien jodidos. HAY QUE METERLE CAPITAL PRIVADO A PEMEX, señores, eso lo sé y lo apoyo. Pero no confío en los enfermeros que le van a inyectar ese medicamento a esa auténtica mina de oro. Tampoco confío en quienes se ofrecen a ser los primeros en la lista de venderle el medicamento, por que no quieren hacer negocio razonable que nos beneficie a todos. Quieren agandallar. “Dale pa´atrás” dice el empresario, y el legislador se arrodilla por unos cuantos lujos.
Bueno, y pues lástima, porque no estoy formando un grupito de ultraizquierda para afiliarlos. Tampoco estoy armando una revolución con bombas molotov en el cuarto de servicio de mi casa. Tampoco le prendo veladoras y le rezo a la efigie del Peje. Esos son auténticas estupideces. Sólo que un día llegué a este portal por azares del destino, y se me hizo un insulto a la inteligencia que quieran seguir metiéndole a la gente la idea en la cabeza de que “Qué bueno, ganamos los buenos, perdieron los malos”.
No hay tal.
No ganamos nada.
La democracia, tal y como la hemos conocido hasta hoy en este país, es un simple VASELINE. Y seguirá siéndolo si no despertamos a quienes nos rodean, de ese largísimo sueño, del costosísimo espejismo de la tele. O de discursos muy “sustentados” tomados de “Reforma”, “La Jornada” o “Proceso”. No se preocupen; hay mentiras bien sustentadas y maniqueísmo para todos los niveles académicos y clases sociales.
Pero hay algo que no se oculta: la realidad. Lo que ves en la calle. Desde las madejas de cables de electricidad ensuciando lo que ves, hasta los incorregibles ministerios públicos hechos para dictarle justicia al billete de mayor denominación, pasando por las tachas que venden impunemente afuera del colegio de hijo. Eso es lo que sigo viendo. Yo no digo que tenga la verdad absoluta, ni nada de eso. Pero sigo viendo condiciones que, francamente, creo que no merezco.
Es con lo que regresas al final del día a tu casa. Eso no lo borra ni el mejor choro de Federico Reyes Heroles. Ningún político nos está acercando a ello. Según un artículo de Reforma, vivo en una ciudad que está entre las primeras diez en calidad de vida… ¿les cae? Le dan una calificación excelente al transporte público… ¿la neta se subieron a una combi? Yo no veo eso por ningún lado. Por más que me esfuerzo, sigo viendo un país muy jodido y aun presidente demagogo y mentiroso, gobernando en Los Pinos.
Tal vez sea yo, no lo descarto. Tal vez el país está bien chingón, y las instituciones funcionan. Y ya no hay hambre, ni corrupción, y el modelo, como dice Reyes Heroles, si le permitimos, va a sacarnos de la pobreza. ¿Y si se llega el 2025 y no?
Mejor despierten al de al lado, que ya se volvió a quedar dormido, ahora soñando de color azul…. ¡Y si lo dejan, se va a dormir otros 70 años!
Yo digo que estoy harta de gente tan inculta , estuida y manipulada como tu. Estoy harta de vivir en un país de injusticia. ESTOY HARTA DE GENTE RETROGRADA COMO TU.
ESTOY HARTO DE VIVIR EN UN PAÍS CON GENTE TAN INDIVIDUALISTA Y MANIPULADA. ESTOY HARTA DE GENTE TAN RETROGRADA COMO TU.
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