sábado, septiembre 29, 2007
¿Pluralismo sin resultados?
"Los acuerdos políticos viables son los que se logran en un momento determinado, aunque sean parciales", me decía un legislador ante mi pregunta sobre por qué no buscaron una reforma electoral más amplia, que graduara a México en este tema para seguir construyendo un mejor país en otros temas.
Con el suspiro de que esto fue lo que se pudo sacar, y vaya que fue complicada y difícil la negociación, nos deja a nosotros, los ciudadanos no legisladores, un sentimiento de que fue un paso en la dirección correcta, pero apenas uno de los muchos que tenemos por recorrer.
Lo mismo podemos decir de la minirreforma fiscal también aprobada recientemente. ¿Sólo un paso? "No se logró todo lo que se quería, pero es un paso importante", me dice también nuestro representante.
Pero no sé si me convence que me digan que vamos en la dirección correcta con estos pequeños pasos. Más bien me parece que nuestros legisladores y el Ejecutivo han avanzado en sus propias direcciones quizá correctamente, pero no en la dimensión que nuestro País requiere.
Encuentro al menos dos características en ambas minirreformas que las hacen ver más como un avance menor frente a lo que nos hace falta. Primero, ambas son sólo reformas que vieron los intereses de corto plazo; y, segundo, ninguna avanza en combatir las verdaderas causas de su necesidad.
Para muestra dos botones. El primero: durante los dos últimos años y sin reforma fiscal, México fue capaz de aumentar 2 puntos porcentuales del PIB su recaudación. La razón es económica, recaudamos más simplemente porque la economía creció y esto generó mayores tributos. Sin embargo, no se ve un crecimiento económico en los próximos dos años como los que vivimos, y en este sentido la reforma fiscal es un paliativo menor.
El segundo ejemplo lo muestra el pequeño paso de la reforma electoral. Qué bueno que ahora todos los calendarios electorales locales se juntarán a partir del 2009 al primer domingo de julio, pero sigue habiendo en promedio 10 elecciones cada año sin contar con las federales cada tres. Es decir, avanzamos algo, pero no lo suficiente. Si queríamos tener años de paz electoral que permite a la economía desahogarse y no vivir a expensas de las elecciones, no los obtuvimos.
Idealmente podríamos pensar en tener sólo elecciones el mismo día cada tres años para renovar legislaturas y gobiernos locales, pero como ahora habrá estados con periodos municipales de cuatro años como Coahuila, a partir de 2013, pues ya no se podrá.
Ni hablemos de la reelección de legisladores y alcaldes, un tema que no pudo ser convenido por ahora y que ni siquiera está siendo considerado en la famosa Reforma del Estado que en enero deberá nacer. Esta ausencia no nos ayuda a la profesionalización y la rendición de cuentas de las administraciones públicas y tareas legislativas.
Esta reforma electoral constitucional, aprobada ya por la mayoría de las legislaturas locales, revela más intereses de corto plazo que una verdadera voluntad de mejorar nuestra democracia.
La mini reforma electoral como todos sabemos no le quita un solo peso al presupuesto de los paridos políticos para su operación diaria. Lo que sí hizo es que les quitó algunos cheques que ya tenían nombre de beneficiario en los medios de comunicación masivos.
El costo de nuestra partidocracia es enorme. El tamaño de fondos con los que disponen anualmente los partidos políticos en México es aproximadamente de 3 mil millones de pesos, más o menos el equivalente a hacer dos Fórums por año (descontando obra urbana).
Algunos analistas de nuestro sistema político argumentan que es bueno que partidos políticos dispongan de estos recursos públicos porque los incentivos para obtenerlos de manera informal son muchos. Correcto, pero qué hay de representar legítimamente los intereses de la sociedad.
Debemos reconocer, sin embargo, que esta reforma al financiamiento de las campañas, a la estructura del IFE y a las capacidades del Trife tiene un beneficiario directo y no fueron los legisladores. Fueron los partidos políticos, no todos, sólo los grandes, pero en esta ecuación no está la sociedad ni su democracia incluida.
Tanto en lo fiscal como lo electoral estos acuerdos le salen debiendo a México. Los economistas llaman a este tipo de reformas "acuerdos de equilibrio menor". Es decir, los incentivos hoy de nuestro sistema político permiten este tipo de resultados. Acuerdos legislativos del mínimo esfuerzo. Un compromiso por el menor sacrificio.
Padecemos un pluralismo político sin resultados porque hemos tolerado un sistema electoral que ha mimado a los partidos grandes, menospreciado a los partidos pequeños y cerrado la puerta a las aspiraciones políticas de los mexicanos sin partido.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@terra.com.mx
Con el suspiro de que esto fue lo que se pudo sacar, y vaya que fue complicada y difícil la negociación, nos deja a nosotros, los ciudadanos no legisladores, un sentimiento de que fue un paso en la dirección correcta, pero apenas uno de los muchos que tenemos por recorrer.
Lo mismo podemos decir de la minirreforma fiscal también aprobada recientemente. ¿Sólo un paso? "No se logró todo lo que se quería, pero es un paso importante", me dice también nuestro representante.
Pero no sé si me convence que me digan que vamos en la dirección correcta con estos pequeños pasos. Más bien me parece que nuestros legisladores y el Ejecutivo han avanzado en sus propias direcciones quizá correctamente, pero no en la dimensión que nuestro País requiere.
Encuentro al menos dos características en ambas minirreformas que las hacen ver más como un avance menor frente a lo que nos hace falta. Primero, ambas son sólo reformas que vieron los intereses de corto plazo; y, segundo, ninguna avanza en combatir las verdaderas causas de su necesidad.
Para muestra dos botones. El primero: durante los dos últimos años y sin reforma fiscal, México fue capaz de aumentar 2 puntos porcentuales del PIB su recaudación. La razón es económica, recaudamos más simplemente porque la economía creció y esto generó mayores tributos. Sin embargo, no se ve un crecimiento económico en los próximos dos años como los que vivimos, y en este sentido la reforma fiscal es un paliativo menor.
El segundo ejemplo lo muestra el pequeño paso de la reforma electoral. Qué bueno que ahora todos los calendarios electorales locales se juntarán a partir del 2009 al primer domingo de julio, pero sigue habiendo en promedio 10 elecciones cada año sin contar con las federales cada tres. Es decir, avanzamos algo, pero no lo suficiente. Si queríamos tener años de paz electoral que permite a la economía desahogarse y no vivir a expensas de las elecciones, no los obtuvimos.
Idealmente podríamos pensar en tener sólo elecciones el mismo día cada tres años para renovar legislaturas y gobiernos locales, pero como ahora habrá estados con periodos municipales de cuatro años como Coahuila, a partir de 2013, pues ya no se podrá.
Ni hablemos de la reelección de legisladores y alcaldes, un tema que no pudo ser convenido por ahora y que ni siquiera está siendo considerado en la famosa Reforma del Estado que en enero deberá nacer. Esta ausencia no nos ayuda a la profesionalización y la rendición de cuentas de las administraciones públicas y tareas legislativas.
Esta reforma electoral constitucional, aprobada ya por la mayoría de las legislaturas locales, revela más intereses de corto plazo que una verdadera voluntad de mejorar nuestra democracia.
La mini reforma electoral como todos sabemos no le quita un solo peso al presupuesto de los paridos políticos para su operación diaria. Lo que sí hizo es que les quitó algunos cheques que ya tenían nombre de beneficiario en los medios de comunicación masivos.
El costo de nuestra partidocracia es enorme. El tamaño de fondos con los que disponen anualmente los partidos políticos en México es aproximadamente de 3 mil millones de pesos, más o menos el equivalente a hacer dos Fórums por año (descontando obra urbana).
Algunos analistas de nuestro sistema político argumentan que es bueno que partidos políticos dispongan de estos recursos públicos porque los incentivos para obtenerlos de manera informal son muchos. Correcto, pero qué hay de representar legítimamente los intereses de la sociedad.
Debemos reconocer, sin embargo, que esta reforma al financiamiento de las campañas, a la estructura del IFE y a las capacidades del Trife tiene un beneficiario directo y no fueron los legisladores. Fueron los partidos políticos, no todos, sólo los grandes, pero en esta ecuación no está la sociedad ni su democracia incluida.
Tanto en lo fiscal como lo electoral estos acuerdos le salen debiendo a México. Los economistas llaman a este tipo de reformas "acuerdos de equilibrio menor". Es decir, los incentivos hoy de nuestro sistema político permiten este tipo de resultados. Acuerdos legislativos del mínimo esfuerzo. Un compromiso por el menor sacrificio.
Padecemos un pluralismo político sin resultados porque hemos tolerado un sistema electoral que ha mimado a los partidos grandes, menospreciado a los partidos pequeños y cerrado la puerta a las aspiraciones políticas de los mexicanos sin partido.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@terra.com.mx
Etiquetas: congreso, demagogia, democracia, PAN, partidocracia, PRD, PRI, reformas
Comments:
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¿Compruebo tus “teorías”?
¿En serio?
Lo único que uso son palabras. Vierto mi opinión y ya, que a nadie perjudica y a nadie afecta, pero si contrasta el rosario de mentiras manipuladoras que dices en este espacio.
¿Eso me convierte en un “peligro”?
Pues entonces estamos peor de lo que imaginaba.
Quieres que me trague sin chistar las sopas de Krauze, Rubio, Susarrey, Catón y Demás. Y no es que ellos no sepan o no puedan tener razón. Simplemente creo que siempre es bueno contrastar.
Gente como tu NO AYUDA, por que vende la idea barata de que las soluciones son como en las telenovelas: acaba con el “malo” y entonces triunfará el bien y vendrá la felicidad.
Pero es una mentira. TODOS LOS POLÍTICOS TIENEN INTERESES. Pero tú tienes obsesión por uno en particular, y esa es una patología que sólo un psicoanalista puede sacarte de la mente. Tal vez requieras psiquiatra.
Pero de eso, a decir que “compruebo tus teorías”. No me jodas, por favor. Y no insultes a tus lectores. Porque pretender que creamos eso, es decirnos estúpidos.
¿En serio?
Lo único que uso son palabras. Vierto mi opinión y ya, que a nadie perjudica y a nadie afecta, pero si contrasta el rosario de mentiras manipuladoras que dices en este espacio.
¿Eso me convierte en un “peligro”?
Pues entonces estamos peor de lo que imaginaba.
Quieres que me trague sin chistar las sopas de Krauze, Rubio, Susarrey, Catón y Demás. Y no es que ellos no sepan o no puedan tener razón. Simplemente creo que siempre es bueno contrastar.
Gente como tu NO AYUDA, por que vende la idea barata de que las soluciones son como en las telenovelas: acaba con el “malo” y entonces triunfará el bien y vendrá la felicidad.
Pero es una mentira. TODOS LOS POLÍTICOS TIENEN INTERESES. Pero tú tienes obsesión por uno en particular, y esa es una patología que sólo un psicoanalista puede sacarte de la mente. Tal vez requieras psiquiatra.
Pero de eso, a decir que “compruebo tus teorías”. No me jodas, por favor. Y no insultes a tus lectores. Porque pretender que creamos eso, es decirnos estúpidos.
Ah, y una que me debes.
En una respuesta a tu servidor dijiste: “Tengo pruebas de que AMLO compró votos”.
¡Ah, chingao! ¿Pues no dice la introducción a tu blog que “defendimos nuestros votos e instituciones” y demás bla, bla, bla?
Si a eso le sumas las pruebas de cómo el PAN repartió dinero y alcohol el día de la elección, creo que lo único que tenemos es un presidente espurio ¿no crees?
Repito, te brazas de la mortaja y te abrazas del muerto.
¿No que no nos iba a gobernar un “Hugo Chávez”? Pues yo veo a un intento de militar en el poder.
La neta, cada vez sé menos si eres o te haces.
En una respuesta a tu servidor dijiste: “Tengo pruebas de que AMLO compró votos”.
¡Ah, chingao! ¿Pues no dice la introducción a tu blog que “defendimos nuestros votos e instituciones” y demás bla, bla, bla?
Si a eso le sumas las pruebas de cómo el PAN repartió dinero y alcohol el día de la elección, creo que lo único que tenemos es un presidente espurio ¿no crees?
Repito, te brazas de la mortaja y te abrazas del muerto.
¿No que no nos iba a gobernar un “Hugo Chávez”? Pues yo veo a un intento de militar en el poder.
La neta, cada vez sé menos si eres o te haces.
Ah, y por cierto
LA VERDAD ES QUE SIEMPRE HE SABIDO QUE SOY MUY PREDECIBLE Y LA VERDAD NO ME MOLESTA.
SEGURAMENTE ESPERABAS LOS COMENTARIOS QUE HICE HOY Y QUÉ BUENO.
ASÍ SOY.
NO SALGO CON COSAS INESPERADAS. COMO TU PRESIDENTE, CUYO OBESO SECRETARIO DE HACIENDA NOS SALE AHORA CON QUE UNA COSA ES LA CAMPAÑA Y OTRA ES EL GOBIERNO. QUE NOS OLVIDEMOS DE LAS PROMESAS QUE HIZO CALDERÓN.
POR FAVOR.
LA VERDAD ES QUE SIEMPRE HE SABIDO QUE SOY MUY PREDECIBLE Y LA VERDAD NO ME MOLESTA.
SEGURAMENTE ESPERABAS LOS COMENTARIOS QUE HICE HOY Y QUÉ BUENO.
ASÍ SOY.
NO SALGO CON COSAS INESPERADAS. COMO TU PRESIDENTE, CUYO OBESO SECRETARIO DE HACIENDA NOS SALE AHORA CON QUE UNA COSA ES LA CAMPAÑA Y OTRA ES EL GOBIERNO. QUE NOS OLVIDEMOS DE LAS PROMESAS QUE HIZO CALDERÓN.
POR FAVOR.
El que requiere ayuda psiquiátrica es el peje. Varios doctores opinan que padece de paranoia, sociopatía y otros desordenes.
Los priístas disfrazados de amarillo (Ricardo Monreal, Leonel Cota, Camacho Solís, el peje...) difundieron la idea barata:
"por lo mucho que el pueblo ha luchado, LA ALEGRIA ESTA POR LLEGAR"
"por lo mucho que el pueblo ha luchado, LA ALEGRIA ESTA POR LLEGAR"
la mierda esta por llegar y salir a las calles
apartir de enero huelga de maestros a nivel nacional
se nos acaba mexico
orlando se feliz
amlo dictador vitalicio 2012 .....
apartir de enero huelga de maestros a nivel nacional
se nos acaba mexico
orlando se feliz
amlo dictador vitalicio 2012 .....
George, acuérdate que muchos de nosotros lo supimos detectar mucho antes de que los médicos dieran su opinión respecto de la salud mental de amlo. Pero de eso mejor ni hablar más, porque se enojan sus fans...
Recuerda que nuestro mayor pecado fue no haber votado por un loquito, con carisma y poder de convencimiento no lo niego; pero loquito al fin.
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Recuerda que nuestro mayor pecado fue no haber votado por un loquito, con carisma y poder de convencimiento no lo niego; pero loquito al fin.
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