martes, marzo 06, 2007
Combatir la inflación a la Chávez
El mes de enero fue complicado para el equipo económico del Presidente Felipe Calderón, principalmente por el alza que presentó el precio de la tortilla. Aunque la explicación de esta alza es por un desequilibrio en el mercado del maíz debido a que a nivel mundial se ha incrementado la demanda del mismo, en nuestro país se presentó una oportunidad de oro para demostrar, por parte de algunos grupos políticos, que el Gobierno del Presidente Calderón, además de incapaz para enfrentar esta "crisis económica", era insensible ante el hambre del pueblo.
Y comenzaron a surgir propuestas de un grupo de políticos sobre cómo enfrentar la coyuntura económica. Entre estas propuestas, podemos mencionar al control de precios. En su "lógica" económica, este tipo de precios debe estar controlado. Muchos de estos políticos, en sus tiempos, fueron los que implementaron controles de precios que lo único que provocaban era escasez y que se tuviera que adquirir más caro los bienes en el mercado negro. También se sugirió que el Gobierno incrementara el monto de subsidios para mantener estos precios "bajos" para los consumidores. Tampoco estos políticos recuerdan que cuando se aplicaban subsidios de manera generalizada, regularmente se beneficiaba a quienes menos necesitaban del subsidio que era, además, una fuente de corrupción y se prestaba al clientelismo electoral.
Otra propuesta de "política pública" es exhibir a todos aquellos acaparadores que están medrando con el hambre de la gente para que reciban castigos ejemplares. Esta medida era la favorita de los políticos en la época de Luis Echeverría en donde los villanos eran los comerciantes, a los cuales a la menor desviación de los precios determinados en el escritorio de un burócrata, les clausuraban el negocio. En esas épocas de política económica de "sensibilidad hacia el pueblo" y control de la economía, las inflaciones en más de una ocasión sobrepasaron niveles del 100 por ciento en medio de una gran escasez y especulación.
Cuando a una autoridad le daba por aplicar este tipo de medidas es que existía una gran desesperación oficial por tratar de arreglar el desorden provocado, principalmente, por los desarreglos fiscales y monetarios que acompañaban a esas políticas de precios controlados y subsidios indiscriminados. Lo más fácil era encontrar en el sector privado a los culpables de la carestía y castigarlos cuando, en el fondo, el problema de la inflación siempre se presentaba cuando existía un desorden monetario. La inflación es un fenómeno monetario.
¿Qué hizo el Gobierno del Presidente Calderón para solucionar esta crisis de enero? Las primeras medidas que tuvieron que ver con incrementar la oferta de maíz en el corto plazo a través de elevar los cupos de importación y enviar señales para que los productores de maíz se den cuenta de los precios vigentes en el mercado y aumentaran la oferta de este producto, han sido en realidad las más efectivas.
¿Realmente enfrentamos una escalada inflacionaria el mes de enero tal como lo vociferaban algunos grupos? De acuerdo al Banco de México, la inflación del mes de enero fue de 0.52 por ciento mensual. Comparada con los últimos 10 años, ha sido la tercera inflación más baja para un mes de enero. La inflación anual alcanzó un nivel de 3.98 por ciento. Lo que nos dicen estos datos es que no hay ninguna escalada de precios en el País ni una expansión de la demanda agregada que amerite, por el momento, la intervención del Banco Central para eliminar las presiones inflacionarias.
La hipótesis más válida sigue siendo que, efectivamente, fue más el ruido político y mediático que se hizo de este tema que lo que realmente sucedió. Las presiones de los sindicatos para buscar incrementos salariales de emergencia; la marcha organizada por grupos políticos y sindicales que se hizo en el Distrito Federal y otras medidas de presión política fueron únicamente una oportunidad para posicionarse políticamente y que no nos olvidáramos de que existe una Presidencia "legítima" que, según algunos, pudo haber manejado mejor la situación.
¿Realmente la situación se puede manejar de manera diferente e implementar todas las medidas para "controlar" los precios que sugieren estos políticos? Sinceramente, creo que no y para ejemplo hay que echar un vistazo a lo que sucede en Venezuela. A pesar de que el Presidente Chávez aplica políticas socialistas para ayudar al pueblo, este país registró durante el mes de enero una inflación anual del 18.4 por ciento, la más elevada de la lista de 42 países que publica The Economist.
Para enfrentarla, Chávez ha impuesto controles de precios, subsidios a productos básicos que se venden en tiendas oficiales, donde por cierto no existen dichos productos. Ha amenazado con expropiar a aquellos comercios que violen sus controles de precios. Ha reducido la tasa del IVA al 9 por ciento. Los resultados son muy pobres debido a que no van a la verdadera causa de la inflación. El programa de gasto público y subsidios ha "calentado" la economía venezolana registrando un crecimiento de 10.3 por ciento en el tercer trimestre del 2006, también la más elevada de la muestra de países del The Economist.
Para rematar, Chávez está buscando quitarle la autonomía al Banco Central de Venezuela. Los resultados son bastante predecibles: más inflación y carestía. No hay que olvidar que el camino a las crisis económicas está pavimentado de buenas intenciones populistas.
Abel Hibert, El Norte, 5 de marzo 2007
ahibert@prodigy.net.mx
Y comenzaron a surgir propuestas de un grupo de políticos sobre cómo enfrentar la coyuntura económica. Entre estas propuestas, podemos mencionar al control de precios. En su "lógica" económica, este tipo de precios debe estar controlado. Muchos de estos políticos, en sus tiempos, fueron los que implementaron controles de precios que lo único que provocaban era escasez y que se tuviera que adquirir más caro los bienes en el mercado negro. También se sugirió que el Gobierno incrementara el monto de subsidios para mantener estos precios "bajos" para los consumidores. Tampoco estos políticos recuerdan que cuando se aplicaban subsidios de manera generalizada, regularmente se beneficiaba a quienes menos necesitaban del subsidio que era, además, una fuente de corrupción y se prestaba al clientelismo electoral.
Otra propuesta de "política pública" es exhibir a todos aquellos acaparadores que están medrando con el hambre de la gente para que reciban castigos ejemplares. Esta medida era la favorita de los políticos en la época de Luis Echeverría en donde los villanos eran los comerciantes, a los cuales a la menor desviación de los precios determinados en el escritorio de un burócrata, les clausuraban el negocio. En esas épocas de política económica de "sensibilidad hacia el pueblo" y control de la economía, las inflaciones en más de una ocasión sobrepasaron niveles del 100 por ciento en medio de una gran escasez y especulación.
Cuando a una autoridad le daba por aplicar este tipo de medidas es que existía una gran desesperación oficial por tratar de arreglar el desorden provocado, principalmente, por los desarreglos fiscales y monetarios que acompañaban a esas políticas de precios controlados y subsidios indiscriminados. Lo más fácil era encontrar en el sector privado a los culpables de la carestía y castigarlos cuando, en el fondo, el problema de la inflación siempre se presentaba cuando existía un desorden monetario. La inflación es un fenómeno monetario.
¿Qué hizo el Gobierno del Presidente Calderón para solucionar esta crisis de enero? Las primeras medidas que tuvieron que ver con incrementar la oferta de maíz en el corto plazo a través de elevar los cupos de importación y enviar señales para que los productores de maíz se den cuenta de los precios vigentes en el mercado y aumentaran la oferta de este producto, han sido en realidad las más efectivas.
¿Realmente enfrentamos una escalada inflacionaria el mes de enero tal como lo vociferaban algunos grupos? De acuerdo al Banco de México, la inflación del mes de enero fue de 0.52 por ciento mensual. Comparada con los últimos 10 años, ha sido la tercera inflación más baja para un mes de enero. La inflación anual alcanzó un nivel de 3.98 por ciento. Lo que nos dicen estos datos es que no hay ninguna escalada de precios en el País ni una expansión de la demanda agregada que amerite, por el momento, la intervención del Banco Central para eliminar las presiones inflacionarias.
La hipótesis más válida sigue siendo que, efectivamente, fue más el ruido político y mediático que se hizo de este tema que lo que realmente sucedió. Las presiones de los sindicatos para buscar incrementos salariales de emergencia; la marcha organizada por grupos políticos y sindicales que se hizo en el Distrito Federal y otras medidas de presión política fueron únicamente una oportunidad para posicionarse políticamente y que no nos olvidáramos de que existe una Presidencia "legítima" que, según algunos, pudo haber manejado mejor la situación.
¿Realmente la situación se puede manejar de manera diferente e implementar todas las medidas para "controlar" los precios que sugieren estos políticos? Sinceramente, creo que no y para ejemplo hay que echar un vistazo a lo que sucede en Venezuela. A pesar de que el Presidente Chávez aplica políticas socialistas para ayudar al pueblo, este país registró durante el mes de enero una inflación anual del 18.4 por ciento, la más elevada de la lista de 42 países que publica The Economist.
Para enfrentarla, Chávez ha impuesto controles de precios, subsidios a productos básicos que se venden en tiendas oficiales, donde por cierto no existen dichos productos. Ha amenazado con expropiar a aquellos comercios que violen sus controles de precios. Ha reducido la tasa del IVA al 9 por ciento. Los resultados son muy pobres debido a que no van a la verdadera causa de la inflación. El programa de gasto público y subsidios ha "calentado" la economía venezolana registrando un crecimiento de 10.3 por ciento en el tercer trimestre del 2006, también la más elevada de la muestra de países del The Economist.
Para rematar, Chávez está buscando quitarle la autonomía al Banco Central de Venezuela. Los resultados son bastante predecibles: más inflación y carestía. No hay que olvidar que el camino a las crisis económicas está pavimentado de buenas intenciones populistas.
Abel Hibert, El Norte, 5 de marzo 2007
ahibert@prodigy.net.mx
Etiquetas: Chavez, economia, impuestos, inflacion, pobreza, populismo, subsidios
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Hola me llamo Francisco y estoy completamente deacuerdo en basicamene todas tus ideas, me gustaria saber si tienes alguna direccion a la cual te puedo mandar articulos y columnas de periodistas? mi mail es mexicopolitik arroba gmail punto com gracias!
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