lunes, febrero 05, 2007

 

Revela Carlos Téllez la 'mentira' de AMLO

Expone también, en su libro 2 de julio, el 'error' de Calderón. Cita que López Obrador sabía que la elección no le favorecía y, aún así, emprende un movimiento de resistencia

Gloria Leticia Díaz - Proceso

APRO

MÉXICO.- En la jornada del 2 de julio de 2006, el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, se convirtió en "el héroe trágico" de la elección presidencial más reñida en los últimos años, sentencia el escritor Carlos Tello Díaz.

Autor del libro "2 de julio" (editorial Planeta), de próxima aparición, Carlos Tello resalta: A pesar de que López Obrador fue el "artífice del triunfo más importante de la izquierda mexicana -más que duplicó los votos de la elección presidencial del 2000 y triplicó los de la Cámara de Diputados y el Senado (127 diputaciones y 29 senadurías)-, él es el único perdedor de la elección".

Y explica: "Esa es la tragedia personal de López Obrador, provocada en buena medida por el sistema político que tenemos, un sistema presidencialista en el que el que pierda, aunque sea por un puñado de votos, perdió todo".

También autor de "La rebelión de las Cañadas", Carlos Tello admite que, "como la abrumadora mayoría de los mexicanos, pensaba que iba a ganar López Obrador por dos o tres puntos, y me equivoqué".

Ahora, en las 220 páginas de su nuevo libro recoge testimonios de los protagonistas de la jornada electoral -dirigentes de los partidos, gente cercana a los candidatos, autoridades electorales, encuestadores, ejecutivos de medios, entre ellos Televisa y TV Azteca-, con excepción de los tres aspirantes más destacados: López Obrador, Felipe Calderón y Roberto Madrazo. "A los tres los busqué. Nunca me dijeron que no, pero tampoco me dieron respuesta", aclara.

La crónica de ese largo día empezó a elaborarla a fines de julio del 2006, y la terminó a principios de enero de este año. Arranca a las 6:20 horas del 2 de julio, "cuando López Obrador prendió la luz en su departamento de Odontología 57", y concluye a las 4:28 horas del 3 de julio, cuando los panistas advierten que las tendencias del PREP son irreversibles y que favorecen a Calderón.

Para el escritor, "los signos de triunfalismo" de la coalición "les hizo difícil aceptar la dura realidad cuando les cayó encima, al grado de que convirtieron en derrota una gran victoria de la izquierda".

Ese fenómeno se presenta, afirma, cuando López Obrador opta por "el camino equivocado, apoyado por todo el mundo, por los intelectuales y políticos que estuvieron con él", al rechazar los resultados y emprender un movimiento de resistencia que lo llevó a proclamarse "Presidente legítimo".

Según sus investigaciones, López Obrador supo que la elección no le favorecía en la madrugada del 3 de julio: "Así se lo dice a su gente íntima. Y ese fue el punto de quiebre, el parteaguas psicológico y político para López Obrador. A partir de entonces decide rechazar la posibilidad de haber perdido la elección".

En el capítulo 1 AM, bajo el subtítulo Perdí, Tello cita los resultados del último corte del conteo rápido realizado por la encuestadora personal de López Obrador, Covarrubias y Asociados: "Con un avance de más de 97 por ciento , en 869 secciones: FC 37.2, AMLO 35.9". Y consigna además la declaración que le hizo en entrevista la propia Ana Cristina Covarrubias, el 20 de diciembre de 2006: "'A la 1 de la mañana (del 3 de julio), yo directamente se lo dije al licenciado López Obrador'".

Por eso Tello Díaz considera que López Obrador cometió "un error garrafal al construir su movimiento a partir de una mentira: que la elección la ganó él y se la robaron; eso es falso. La elección la perdió él por 240 mil votos y punto... Andrés Manuel y sus colaboradores, como la gran mayoría de los mexicanos, no tenían razones suficientes para pensar que tenían asegurada la victoria, y actuaron como si la tuvieran".

Para Tello, el hecho de que López Obrador hubiera sustentado su movimiento de resistencia en una mentira se tradujo en una "enorme debilidad en los cimientos" del mismo, "y esa es una de las razones que explican la caída vertiginosa de López Obrador a partir del 1 de diciembre".

-Sin embargo, el 31 de enero López Obrador volvió a llenar el Zócalo, cuando miles se movilizaron para protestar por el alza de precios -se le cuestiona.

-Ese día -responde-, López Obrador apoyó una causa justa, compartida por muchísimos mexicanos y que espero que triunfe. Pero son dos cosas distintas. Una es el 2 de julio y la reacción de Andrés Manuel sobre lo que pasó ese día, y otra es la historia que tendrá a lo largo de este sexenio.

"Yo espero que encabece causas justas y nobles. La defensa de un precio justo de la tortilla lo es, yo la apoyo, pero la acusación de que le robaron la elección el 2 de julio no es justa, no es noble ni la apoyo." -¿Cuál es el camino que tendría que tomar la izquierda con respecto a López Obrador?

-Yo creo que tiene que haber un deslinde de la izquierda respecto de López Obrador y decidir qué camino quiere tomar. Deslinde que debe implicar una postura clara en torno a lo que pasó el 2 de julio en la elección presidencial. Pero es un trago que no han querido pasar, y creo que no se va a dar.



Angustia y zozobra

A diferencia de López Obrador, a quien Tello Díaz califica como el "héroe trágico" del 2 de julio, el escritor se refiere a Felipe Calderón sin ningún epíteto. Es, "simplemente, el candidato del PAN que junto con unos votos de gente que no votó por su partido en la contienda legislativa, ganó la elección presidencial por un margen estrecho. Yo no lo etiquetaría".

En su libro, Tello cuenta igualmente, paso a paso, como vivió la jornada Felipe Calderón, cómo "recibió con sorpresa" los cortes de las "exit poll" del medio día que le daban un empate con López Obrador; su "euforia" de la tarde-noche, cuando "pensaba que iba ganado" por dos o tres puntos; la "angustia" que atravesaron él y su equipo al cerrarse los resultados a cero antes de las 11 de la noche, de manera que "la moneda estaba en el aire".

Luego, la zozobra al recibir la "terrible noticia" de que el consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, no declaraba ganador; el "momento dramático" que Calderón pasó entre las 11 de la noche y las 2 de la mañana del 3 de julio, cuando "empieza a subir López Obrador y él empieza a bajar en el PREP", hasta las 4:28 horas, momento en que Rafael Giménez, director de ARCOP -la encuestadora de Calderón-, toma una foto en su celular de la celebración panista cuando, haciendo proyecciones a partir del PREP, "se dan cuenta de que técnicamente habían ganado".

Por los testimonios que recabó de los colaboradores cercanos a Calderón, Tello está convencido de que el panista y su equipo "pensaban que era una elección que podían ganar o perder. Así lo comentaron y así actuaron".

Y compara: Mientras el equipo de López Obrador hizo gastos suntuosos, como contratar suites en el hotel Marquis, organizar una fiesta en el Zócalo y hacer reservaciones en el hotel Majestic, los panistas se refugiaron en la sede nacional del PAN.

"Calderón tenía una idea más realista de lo que estaba pasando en México. Él sabía, o al menos así lo comentaron personas cercanas, que estaba dispuesto a perder, reconocer esa derrota y construir una oposición encabezada por él dentro de las instituciones.

"En el fondo de su corazón, sentía que podían tener razón la mayoría de los encuestadores en el sentido de que el voto oculto podría favorecer a López Obrador, y que en una de esas el tabasqueño ganaba por un amplio margen", agrega Tello.



El 'error' de Calderón

-Esta impresión, no obstante, se contrapone a la reacción que tuvo después el panista, cuando López Obrador lo emplazó a pronunciarse por el recuento de los votos -le recuerda esta reportera a Tello, quien, tras asegurar que él personalmente era partidario de ese ejercicio, manifiesta: -Creo que fue un error de parte de Calderón y de su equipo haber dado la impresión de que ellos estaban en contra del recuento y haberse manifestado en términos ambiguos sobre esa posibilidad.

"Mi opinión es que no le tuvieron tanto miedo al recuento, sino que tenían desconfianza de López Obrador y de la coalición. Creo que ellos pensaban que López Obrador de todos modos no iba a aceptar los resultados, y entonces para qué apoyar una iniciativa que era complicada de llevar a cabo. Sin embargo, creo que fue un error. Si los votos se volvían a contar o no, era algo que iba a determinar el tribunal, y yo creo que Calderón, su equipo y el PAN debieron apoyar esa idea."
La experiencia del 2006, propone el escritor, debiera servir para hacer reformas a la legislación electoral: "por ejemplo, que si el resultado de los comicios es demasiado estrecho, menor de un punto o de medio punto, haya automáticamente un recuento".

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Aunque muchos ya lo sabemos, de que AMLO realmente perdió, aún hay muchos que creen que le hicieron fraude. Están cegados antes las palabras de su "líder". No escuchan razones. Fanatismo le dicen los psicólogos. Ahí estan las palabras de la encuestadora Covarrubias, AMLO supo que había perdido. Supo desde semanas antes de la elección que ya no tenía los 10 puntos de ventaja. Pero siguió mintiendo. Eso no es raro en un político, lo que parece increíble es que haya gente preparada que le sigue creyendo. Son menos, siguen reduciendose, pero aún los hay.

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Comments:
He estado buscando alguna versión electrónica de este libro de Carlos Tello, pero no la encuentro...
Sabes si existe alguna ?
Gracias,
Saludos.
 
Hola Alberto!

No, la verdad no lo sé. Quizá no, es un libro muy reciente.

saludos
 
que se puede esperar de un payasoide como amlo si es la misma tonteria que el payasoide de chavez en venezuela? como evo en bolivia y como ese otro zonzo que ya esta esclavizando ecuador?



saludos desde tabasco, mexico
www.chocoslovakia.com.mx
 
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