martes, octubre 27, 2009
El gran engaño
Nos han mareado. Partimos de la premisa falsa de que hay que aumentar el gasto, y lo que hay que discutir es cómo conseguir los ingresos.
Imagine por un momento que los senadores hacen su trabajo en serio y con profundidad.
Y que, como conclusión de ello, rechazan el aumento de un punto del IVA; de 2 puntos al ISR; les quitan la retroactividad a los cambios en consolidación fiscal y tampoco aceptan el IEPS en telecomunicaciones.
Imagine que ratifiquen el precio de 59 dólares por barril fijado por los diputados y que quede en un punto porcentual del PIB el déficit público para el próximo año.
Pero con algo adicional. Que en la minuta que regresen a los diputados les digan que esos son todos los recursos con lo que se cuentan y que... si no alcanzan, pues ni modo, tendrán que recortar el gasto.
¿Sería eso una tragedia nacional? ¡Todo lo contrario!
Saque, por favor, su calculadora y veamos las siguientes cuentas.
El dictamen que los diputados enviaron al Senado establece un gasto público total de 3 billones 176 mil millones de pesos.
Hay que restar a este monto 29 mil 247 millones de pesos, que es el impacto derivado del aumento de un punto al IVA.
En el caso de los cambios en la consolidación fiscal, se estimó una recaudación adicional cercana a los 30 mil millones de pesos. Suponga que la eliminación de la retroactividad le hace perder a Hacienda 20 mil millones.
Reste otros 54 mil millones de pesos derivados del incremento de 2 puntos porcentuales a las tasas de este impuesto.
Y también reduzca en 10 mil 433 millones del impuesto especial a las telecomunicaciones.
Todo esto representa un monto de 113 mil 680 millones de pesos.
Pero ahora súmele 30 mil millones de pesos más de financiamientos por la ampliación del déficit en un cuarto de punto del PIB.
El ajuste total sería de 83 mil 680 millones.
Es decir, el ingreso público total sería de 3 billones 92 mil 652 millones de pesos, 2.5 por ciento por debajo de lo presupuestado por Hacienda en la Ley de Ingresos.
Pero vamos más allá en las comparaciones.
De acuerdo con las estimaciones de Hacienda (a precios del 2010 para hacerlos comparables), el gasto público total de este año será de 3 billones 48 mil 797 millones de pesos.
De manera que aun con todos los ajustes que le hemos listado, las erogaciones del 2010 ¡serían mayores casi en 45 mil millones de pesos a las de este año!
Los legisladores se han metido en una discusión que parte de premisas falsas: que es necesario un aumento del gasto público. Y ya sobre esa consideración, entonces sí, viene el jaleo de cómo habrá de obtenerse dicho incremento.
Perdón por la reiteración (pues le he comentado las cifras ya en varias ocasiones), pero el gasto público programable creció de 14 por ciento del PIB en el año 2000 a 19 por ciento en este año.
O, si lo quiere ver en términos de pesos constantes de los actuales, de un nivel de 1.5 a 2.2 billones de pesos, lo que implica un alza de casi 47 por ciento en términos reales. Y nada sustancial ha cambiado en México en este lapso de 9 años.
Hay que poner la discusión fiscal de pie y no de cabeza, como está ahora.
Si hay tratamientos fiscales inequitativos, hay que corregirlos por la necesidad de equidad fiscal y punto.
El Gobierno dice que hay que buscar ingresos permanentes para sustituir a la caída permanente que hemos tenido en los ingresos petroleros.
¿Por qué no pensar entonces en recortes permanentes al gasto público precisamente para lograr tener finanzas equilibradas?
Enrique Quintana
enrique.quintana@reforma.com
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Comprobado con datos, con números. El gobierno NO necesita aumentar los impuestos. Lo que tienen que hacer es reducir el gasto, hacerse más eficientes. ¿Acaso no pueden mejorar su productividad en un 2.5%? Si no pueden son incompetentes como administradores del Erario. Y si son incompetentes no deben estar ahí. Ni un peso más a los políticos y burócratas ineficientes. Tienen dinero suficiente para que funcionaran de manera aceptable. Es hora de que los contribuyentes cautivos que sostenemos a este país digamos ya basta. Es hora de hacer una huelga de impuestos.
Si el gobierno no hace nada para disminuir el comercio informal, pues entonces hay que volvernos todos informales, comprar lo más que podamos en la economía informal hasta que el gobierno se ponga a trabajar. Tampoco se vale que aumenten la deuda pública, el déficit, pues eso causará inflación, que es el peor impuesto de todos. Lo que tienen que hacer es ponerse a trabajar.
Saludos...
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