domingo, octubre 25, 2009

 

Huelga de impuestos

Para quienes me conocen en persona y/o que han leído mis editoriales (las cuales inicié hace ya 10 años) probablemente les impacte lo que el día de hoy voy a proponer, sin embargo no veo otra posible solución. Lo he meditado bastante en los últimos días, semanas, y en verdad ya estoy harto (UTTM por sus siglas en inglés) de los políticos mexicanos, de todos los partidos, y de todos aquellos burócratas improductivos que hacen como que trabajan a costa de los impuestos de los mexicanos que somos contribuyentes cautivos. No dudo que haya muchos burócratas que si cumplen con sus responsabilidades y desquitan su sueldo, pero lamentablemente son los menos.

 

Una vez más los políticos nos están recentando un engendro fiscal, un aumento de impuestos para compensar la caída de ingresos del Estado causada por la crisis mundial, la caída en los precios del petróleo, y el declive de la producción de PEMEX. Durante más de 30 años los políticos mexicanos desaprovecharon los ingresos extraordinarios que tuvimos por el petróleo. Primero los gobiernos del PRI a partir de 1970 empezaron a engrosar la burocracia, aumentaron los subsidios, el gasto corriente, crearon impuestos (ISR e IVA) con muchas exenciones, beneficiando ciertos sectores de la economía para su beneficio personal o para administrar la pobreza, asegurando votos a su causa. Todo lo compensaron primero con deuda que causó las enormes inflaciones de hasta 3 dígitos de finales de los 70’s y de los 80’s. Luego fueron cubriendo todo ese gasto corriente con los ingresos finitos del petróleo. Después llegaron los panistas, y aunque Fox intentó hacer una reforma fiscal, con IVA generalizado y un ISR bajo, no hizo nada por reducir la gorda burocracia, al contrario, ésta siguió creciendo. El PRI se opuso a la reforma fiscal, y las cosas siguieron igual.

 

Llegó Calderón y aunque se han logrado reformas como la del ISSSTE, realmente han sido parciales, incompletas, y no van a la raíz del problema. Yo he votado por el PAN porque se suponía que son liberales en lo económico, sin embargo lo que propuso el gobierno calderonista, aumentando el ISR del 28 al 30%, un nuevo impuesto a las telecomunicaciones, más IEPS a las bebidas alcohólicas, y un impuesto al consumo del 2%, adicional al IVA, son todo menos propuestas liberales, al contrario, sólo se siguen ensañando con quienes somos contribuyentes cautivos, con los mismos de siempre. Salvo el IDE que si ataca directamente a los evasores, todo lo demás deja intactas las estructuras de la informalidad, de los evasores. Y no se vayan con la finta, el PRI no votó en contra de la propuesta de Calderón, no se dejen engañar por los priístas que andan diciendo que detuvieron la iniciativa del ejecutivo. No aprobaron el impuesto del 2% al consumo (que al ser general, sin exenciones en alimentos y medicinas, si incluía a muchos evasores) porque iba a ser un ingreso etiquetado, que se quedaría en manos del gobierno federal sin pasar por los gobernadores. En cambio aumentaron el IVA del 15 al 16% porque es un impuesto participable a los estados, es decir, los gobernadores aumentarán sus ingresos (y sin rendir cuentas) que habían bajado por la caída en los ingresos petroleros. El PRI también aumentó el precio estimado del petróleo para el 2010 (lo que también aumenta los ingresos a los gobiernos estatales, en su mayoría del PRI), así como la deuda que el gobierno podrá contraer. Pero no hay lonche gratis, un aumento en la deuda y una apuesta incierta al precio del petróleo sólo aumentará el riesgo país, con tasas mayores de interés y devaluación del peso: más inflación, el impuesto que más pobreza causa.

 

Los senadores del PRI andan diciendo que darán marcha atrás al incremento del IVA, pero sus propuestas se reducen a incrementar aún más el precio estimado del petróleo y más deuda pública. Nuevamente, devaluación y mayor inflación. Todo por mantener los ingresos del gobierno en el mismo nivel. Nos quieren dorar la píldora diciendo que es para los pobres, para mantener los programas antipobreza como Oportunidades y el Seguro Popular, pero esas limosnas no terminarán con la pobreza. Sólo la administran, la mantienen subyugada para que los políticos sigan ganando votos, y por ende pegados a la ubre del Erario. No quieren reducir el gasto corriente ni la gordísima burocracia. Hubo una propuesta seria para reducir el gasto en los partidos políticos y el PRI y el PRD la rechazaron. El único ahorro, recorte, que se ha hecho en forma es la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, que con sus más de 40 mil trabajadores, 5 veces más de los necesarios, era un pozo sin fondo para todos los que pagamos impuestos.

 

Pero si el gobierno federal se atrevió a tocar la vaca sagrada del SME, fue sólo porque la crisis económica les había hecho llegar el agua hasta el cuello. Si el precio del petróleo siguiera alto les aseguro que LyFC estuviera intacta. Zedillo, Fox y Calderón por 3 años, no hicieron nada por detener la corrupción e ineficiencias de esa empresa. Sin embargo, todo parece indicar que lo de LyFC es llamarada de petate. La propuesta fiscal de Calderón, y lo que el PRI aprobó, así lo demuestran. No se tocarán las prerrogativas del SNTE, del STPRM, del SUTERM, del SNTSS, del SNTISSSTE, ni de los partidos políticos. No se está atacando al comercio informal (esos que bien organizados militan en más de un partido político), ni a los sectores privilegiados como el agrícola y el del transporte, que no pagan impuestos pero bien que reciben subsidios. ¿O acaso creen que es coincidencia que los políticos comúnmente tengan ranchos grandísimos, o grandes compañías transportistas? A los del PRI se les llena la boca con los ideales de Zapata, pero los más grandes latifundistas de éste país militan en ese partido.

 

Yo ya estoy harto de ser parte de la minoría que sostiene a todo ese aparato burocrático, improductivo, lleno de vacas sagradas. Durante mucho tiempo afirmé que había que cooperar con el Estado, que no debíamos ser parte de la informalidad, que si queríamos tener derechos, había que empezar con las obligaciones. Y pagar impuestos es una obligación que tenemos como ciudadanos. Sin embargo ya me convencí que los políticos no harán nada por cambiar las cosas; mientras la mayoría de la población piense que no se debe pagar IVA por alimentos y medicinas, que la gasolina, luz y agua deben ser baratos o hasta regalados, y que el Estado debe dar limosnas a los pobres (sobre todo en época de elecciones), los políticos no tendrán ningún incentivo por cambiar el status quo que los mantiene pegados al Erario. A menos que les llegue el agua hasta el cuello.

 

Hay muchos que hablan del 2010 como el año en que vendrá un estallido social. Hacen la analogía con 1810 y 1910, la independencia y la revolución. Pero quienes así piensan sólo consideran la historia oficial, mostrando una tremenda ignorancia de la historia real y sus consecuencias. Hubo otras guerras civiles que marcaron al país, principalmente la Guerra de Reforma, y que no coinciden con los ciclos de 100 años. Además, tanto la independencia como la revolución no generaron ningún cambio real, positivo, para la mayoría de la población, sólo cambiaron al grupo minoritario en el poder, por otro, pero a un costo de vidas altísimo, al contrario, sólo dejaron un país más pobre. No, un estallido social no resolverá los problemas, al contrario, nos hundiría aún más, y al final llegaría otro grupo a imponer su visión particular.

 

Lo que se requiere es un cambio en la manera de pensar de la mayoría de los mexicanos: la idiosincrasia adoctrinada por más de 70 años que los hace esperar lonches gratis, subsidios, y un Estado benefactor. Sin embargo, esa mentalidad no cambiará mientras el círculo vicioso del populismo democrático este vigente. Son esas políticas populistas, sostenidas por los impuestos de unos cuantos contribuyentes cautivos, lo que asegura los votos que mantienen a los políticos actuales en el poder, quienes mientras no haya algo que los obligue, mantendrán ese populismo lo más posible, retroalimentando el círculo. Un cambio cultural toma mucho tiempo, generaciones, además con el pésimo sistema educativo mexicano, que forma parte del círculo vicioso, dudo que pase. Por eso es más factible que sean los políticos los que ante la falta de presupuesto, se vean obligados a hacer los cambios necesarios. Suena paradójico, pero es la ley de la oferta y la demanda, natural del mercado, aplicada al sistema de incentivos de los políticos.

 

Por eso, si ellos piensan que subiendo impuestos a los contribuyentes cautivos mantendrán su status quo, entonces hay que demostrarles que ya no funcionará, hay que obligarlos a rectificar. Y nuevamente se requiere otra paradoja: para acabar con la informalidad, con quienes evaden impuestos, tenemos que engrosar sus filas. ¿Paradójico, no? Pero piénsenlo un poco, hoy parece que hay dos tipos de mexicanos, los que pagamos impuestos y los que no. Los que no pagan, no tienen ninguna preocupación. Los políticos no hacen nada para castigarlos, al contrario, muchas políticas públicas parece que fueron diseñadas para hacer crecer la informalidad. ¿O acaso ha visto a un inspector del SAT haciendo requerimientos a los puesteros de los mercados rodantes? ¿Acaso el SAT tiene registrados a todos los agricultores y ganaderos del país? Pues entonces hay que consumir lo más posible productos y servicios en establecimientos que no pagan impuestos. Si los gobernadores preciosos del PRI creen que aumentando el IVA al 16% compensarán la caída de los ingresos petroleros, pues hay que comprar lo más posible en los mercaditos, que no pagan IVA, para que en el 2010 el gobierno no logre aumentar la recaudación y se vean forzados a recortar sus gastos durante el año.

 

Invito a todos los mexicanos que somos contribuyentes cautivos a que hagamos, en la medida de lo posible, una huelga de impuestos en el 2010 de tal manera que el gobierno no aumente su recaudación. Y ojalá el mercado internacional sea favorable a esta causa (y por el bien del país en el largo plazo, aunque en el corto plazo duela) y los precios del petróleo en el año que entra sean menores a lo que estimen “nuestros” políticos en el Congreso. Para quienes somos contribuyentes cautivos es muy difícil hacer una huelga de impuestos, pues nuestros patrones, las empresas para las que trabajamos, están obligadas a retenernos el ISPT, además de las cuotas del IMSS e INFONAVIT. Sin embargo, si todos los que somos cautivos cambiamos ligeramente nuestros patrones de consumo, puede ser posible que aumentemos la presión en el gobierno de tal manera que lo que se ha hecho con LyFC no quede en anécdota aislada. Simplemente con que del total de nuestros gastos, de lo que compramos, aumentemos en un 5% la composición de lo que compramos en la economía informal, sería suficiente para revertir el incremento a los impuestos que están proponiendo. Es decir, supongamos que hoy gastamos un 70% en la economía formal (lo que paga IVA) y el resto en la informalidad, con que ese monto baje al 65%, estaríamos anulando el efecto del incremento del IVA y del ISR.

 

No es tan difícil de hacer como parece. Sólo hay que cuantificar cuánto estamos consumiendo en el sector informal de la economía hoy en día, e incrementarlo un poco. En todo el país hay mercados rodantes, informales. En ellos se vende de todo, desde alimentos, hasta ropa, calzado, y lo que se les ocurra. Si hoy no compran ahí, vayan de vez en cuando. Si ya van una vez al mes, ahora vayan dos veces. Si ya lo hacen frecuentemente, traten de gastar un poco más ahí y menos en el comercio establecido. Es imposible que se pueda comprar todo en la informalidad, además de que tampoco es recomendable pues muchos empleos existen en el comercio formal, y la idea no es agravar la crisis de la economía. La idea es que la crisis se agrave pero sólo para el gobierno, para los políticos, para los legisladores.

 

Si por tu nivel de ingresos y/o por la cercanía a la frontera con los EUA acostumbras ir de “shopping”, pues ahora hazlo no sólo con la intención de adquirir lo que aquí no encuentras o que es caro, sino pensando en gastar un poco más aunque sea algo que si encuentres en México, pero que tu pago de IVA en el año sea menor. También podrías negociar tu incremento salarial del próximo año para que no fuera en dinero, sino en prestaciones que no paguen impuestos. Por ejemplo, si no recibes vales de despensa o todavía no llegas al tope, que tu incremento sólo sea en vales. O quizá podrías negociar que te paguen una maestría en lugar del incremento. La mayoría de los contribuyentes cautivos laboramos en las micro, pequeñas o medianas empresas, que normalmente tienen menos prestaciones, y estoy seguro que, si hace una buena negociación, pueden aprovechar las exenciones de ley para que su ingreso sea mayor sin pagar más impuestos.

 

Yo ya hice cálculos y lo que pago de impuestos no se me retribuye en servicios que proporciona el Estado. Me queda a deber en sus principales responsabilidades: seguridad, educación y salud. Pagué un sobreprecio por comprar una casa en una colonia cerrada, además de que pago mensualmente una cuota para la vigilancia privada de la colonia, así como monitoreo de la alarma en mi casa. Pago colegio privado para mis hijas porque la educación pública no sirve. Y si mi familia o yo nos enfermamos vamos a un hospital privado porque los públicos tampoco sirven, por lo que pago seguro de gastos médicos mayores. ¿Y todavía quieren aumentarme los impuestos? ¿Para que los partidos políticos sigan gastando igual o más? ¿Para mantener burócratas improductivos como los del SME, SUTERM, STPRM, SNTE, etc.? ¿Para que Rodrigo Medina, flamante gobernador priísta de NL, rente una mansión como su casa durante 6 años a un costo de 35 millones de pesos para el Erario?

 

No señores políticos, yo ya estoy UTTM de todos ustedes, y voy a poner mi granito de arena para que sus planes para mantener el mismo tamaño del sistema burocrático les fallen. Ojalá este mensaje genere una cadena de correos de tal forma que llegue a la mayor cantidad de contribuyentes cautivos en el país para que ésta huelga de impuestos sea efectiva. Los invito a poner su granito de arena. Es hora de decir “ya basta”. Si para que los políticos por fin se decidan a tomar las decisiones que requiere el país se necesita magnificar el problema de la informalidad, pues es una medicina amarga que hay que tomar.

 

Yo, por lo pronto, me declaro en huelga de impuestos hasta que el sistema fiscal del país cambie, hasta que sólo existan dos impuestos sin exenciones: un IVA generalizado que minimice la evasión, y un ISR bajo que incentive la inversión que genera empleos. La pobreza no se acabará con limosnas del gobierno, se reducirá cuando el país mantenga por al menos 15 o 20 años tasas de crecimiento del PIB de más del 5% anual. ¿Te acuerdas lo que prometiste en campaña, Calderón? Aunque el PRI y el PRD no lo hubieran aceptado, era tu responsabilidad proponerlo y tratar de convencer a la población de que era lo mejor. ¿Qué pasó?

 

Dany Portales


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