martes, enero 08, 2008
Apertura en maíz: ruido y hechos
Ni panacea ni cataclismo. La apertura en maíz en realidad va a cambiar poco el panorama que ya existe en el campo. Pese al ruido político que se ha hecho y que va a continuar por algunas semanas o meses, no se va a producir ninguna gran tragedia en el campo mexicano por la libre importación de maíz procedente de Norteamérica.
Si a partir de este enero se hubiera permitido la importación de maíz libre de arancel por primera ocasión; si no hubiese existido un recorte gradual de los impuestos a la importación desde 1994; si la producción dominante en el País fuera la de maíz amarillo y no blanco; si Bush no hubiera impulsado el uso del maíz para producir etanol; si no existiera un incremento de la demanda mundial; si no hubieran pasado todas esas cosas, otra sería la historia.
Pero todo eso ocurrió y ha dejado a los productores de maíz en condiciones favorables para enfrentar la apertura final del 2008 o, por lo menos, sin el riesgo de ser arrasados por las importaciones. La apertura a la libre importación de maíz es una oportunidad política y emocional para tratar de levantar nuevamente una corriente en contra del libre comercio.Pero vamos por partes para entender lo anterior.
Cuando arrancó el Tratado de Libre Comercio, en 1994, la cuota de importación al maíz proveniente de Estados Unidos era de 206.4 por ciento. El año pasado, el arancel que se pagó fue de sólo 18.2 por ciento. El cambio más importante ya había ocurrido. Pero además, se establecieron cupos para poder importar maíz libre de arancel, que fue de 2.5 millones de toneladas en 1994 y el año pasado ya fue de 3.6 millones con importaciones totales de maíz que se estiman en casi 8 millones de toneladas del año pasado.Si tuviéramos un mercado en el que la producción nacional no lograra colocarse y en el que llegara por primera vez y de manera masiva la importación, entonces la amenaza para los productores sería realmente muy grande.
La importación, fundamentalmente de maíz amarillo, no se ha hecho para desbancar la producción nacional, sino fundamentalmente para cubrir lo que no se produce en México y se han destinado a las industrias almidoneras, cerealeras, harineras, de frituras y al sector pecuario. A lo largo de los últimos años, ha cambiado la dieta de la población y hay un mayor consumo de maíz amarillo, procesado en la industria o usado como alimento para animales. Si la producción dominante en México fuera de maíz amarillo, la competencia con las importaciones sería diferente, pero el cultivo dominante es el de maíz blanco.
El otro factor que está presente en la coyuntura es la situación del mercado internacional, que ha tenido un cambio estructural en los últimos años. La demanda del maíz para la producción de etanol en Estados Unidos, así como el crecimiento de la demanda mundial como insumo pecuario por los cambios en los hábitos alimenticios de China e India, han determinado incrementos de precios de hasta 100 por ciento en un par de años. En nuestro País, de acuerdo con el Banco de México, el incremento de los costos del maíz como insumo para la producción fue de 48 por ciento en los últimos dos años. Esta coyuntura es muy favorable para los productores en un mercado en el que ellos tienen el control.
Pero además, en el debate que se ha producido en las últimas semanas, los grandes ausentes -como casi siempre- son los consumidores. Se habla de los cientos de miles de productores de maíz, pero nadie alza la voz por las decenas de millones de consumidores de este grano en México. Desafortunadamente, las condiciones del mercado internacional van a impedir que la eliminación total del arancel signifique una reducción de precios.
Este cuadro no implica que a los productores de maíz en el campo mexicano les esté yendo bien de manera generalizada. Hay la polarización que es casi costumbre en México. Mientras productores como los de Sinaloa se benefician de los subsidios y son altamente competitivos, con empresas rentables, hay cientos de miles que siguen produciendo en condiciones de atraso y que utilizan una buena cantidad para el autoconsumo, directa o indirectamente, alimentando con él a los animales de traspatio que tienen. Esa condición de atraso del campo mexicano ni va a empeorar ni va a ser resuelta con la apertura. Para cambiarla se necesitaría una nueva vocación agrícola para cultivar productos más rentables así como el desarrollo de actividades industriales en el campo.
En contra de lo que se cree, la reducción relativa de la población en el campo ha sido mínima, de apenas 3 puntos porcentuales desde que existe el TLCAN y los 25 millones de personas que lo habitan requieren de una nueva vocación productiva.
Perfiles del campo
En esta década, el crecimiento de la producción de maíz alcanza 6.3 millones de toneladas, y las importaciones aumentaron 2.3 millones, casi sin modificación en la estructura total de consumo.
Enrique Quintana
enrique.quintana@reforma.com
Si a partir de este enero se hubiera permitido la importación de maíz libre de arancel por primera ocasión; si no hubiese existido un recorte gradual de los impuestos a la importación desde 1994; si la producción dominante en el País fuera la de maíz amarillo y no blanco; si Bush no hubiera impulsado el uso del maíz para producir etanol; si no existiera un incremento de la demanda mundial; si no hubieran pasado todas esas cosas, otra sería la historia.
Pero todo eso ocurrió y ha dejado a los productores de maíz en condiciones favorables para enfrentar la apertura final del 2008 o, por lo menos, sin el riesgo de ser arrasados por las importaciones. La apertura a la libre importación de maíz es una oportunidad política y emocional para tratar de levantar nuevamente una corriente en contra del libre comercio.Pero vamos por partes para entender lo anterior.
Cuando arrancó el Tratado de Libre Comercio, en 1994, la cuota de importación al maíz proveniente de Estados Unidos era de 206.4 por ciento. El año pasado, el arancel que se pagó fue de sólo 18.2 por ciento. El cambio más importante ya había ocurrido. Pero además, se establecieron cupos para poder importar maíz libre de arancel, que fue de 2.5 millones de toneladas en 1994 y el año pasado ya fue de 3.6 millones con importaciones totales de maíz que se estiman en casi 8 millones de toneladas del año pasado.Si tuviéramos un mercado en el que la producción nacional no lograra colocarse y en el que llegara por primera vez y de manera masiva la importación, entonces la amenaza para los productores sería realmente muy grande.
La importación, fundamentalmente de maíz amarillo, no se ha hecho para desbancar la producción nacional, sino fundamentalmente para cubrir lo que no se produce en México y se han destinado a las industrias almidoneras, cerealeras, harineras, de frituras y al sector pecuario. A lo largo de los últimos años, ha cambiado la dieta de la población y hay un mayor consumo de maíz amarillo, procesado en la industria o usado como alimento para animales. Si la producción dominante en México fuera de maíz amarillo, la competencia con las importaciones sería diferente, pero el cultivo dominante es el de maíz blanco.
El otro factor que está presente en la coyuntura es la situación del mercado internacional, que ha tenido un cambio estructural en los últimos años. La demanda del maíz para la producción de etanol en Estados Unidos, así como el crecimiento de la demanda mundial como insumo pecuario por los cambios en los hábitos alimenticios de China e India, han determinado incrementos de precios de hasta 100 por ciento en un par de años. En nuestro País, de acuerdo con el Banco de México, el incremento de los costos del maíz como insumo para la producción fue de 48 por ciento en los últimos dos años. Esta coyuntura es muy favorable para los productores en un mercado en el que ellos tienen el control.
Pero además, en el debate que se ha producido en las últimas semanas, los grandes ausentes -como casi siempre- son los consumidores. Se habla de los cientos de miles de productores de maíz, pero nadie alza la voz por las decenas de millones de consumidores de este grano en México. Desafortunadamente, las condiciones del mercado internacional van a impedir que la eliminación total del arancel signifique una reducción de precios.
Este cuadro no implica que a los productores de maíz en el campo mexicano les esté yendo bien de manera generalizada. Hay la polarización que es casi costumbre en México. Mientras productores como los de Sinaloa se benefician de los subsidios y son altamente competitivos, con empresas rentables, hay cientos de miles que siguen produciendo en condiciones de atraso y que utilizan una buena cantidad para el autoconsumo, directa o indirectamente, alimentando con él a los animales de traspatio que tienen. Esa condición de atraso del campo mexicano ni va a empeorar ni va a ser resuelta con la apertura. Para cambiarla se necesitaría una nueva vocación agrícola para cultivar productos más rentables así como el desarrollo de actividades industriales en el campo.
En contra de lo que se cree, la reducción relativa de la población en el campo ha sido mínima, de apenas 3 puntos porcentuales desde que existe el TLCAN y los 25 millones de personas que lo habitan requieren de una nueva vocación productiva.
Perfiles del campo
En esta década, el crecimiento de la producción de maíz alcanza 6.3 millones de toneladas, y las importaciones aumentaron 2.3 millones, casi sin modificación en la estructura total de consumo.
Enrique Quintana
enrique.quintana@reforma.com
Etiquetas: campo, demagogia, economia, inflacion, maiz, pobreza, populismo, precios, TLCAN
Comments:
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censura.
(Del lat. censūra).
1. f. Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito.
2. f. Nota, corrección o reprobación de algo.
3. f. Intervención que ejerce el censor gubernativo, siempre y cuando se trate de la bestia Hugo Chávez o del anciano decrépito Fidel Castro. Si dicha acción la realiza el presidente espurio de derecha en un país bananero o un bloggero mentiroso y mediocre, tales acciones serán denominadas “actos de sensatez”.
(Del lat. censūra).
1. f. Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito.
2. f. Nota, corrección o reprobación de algo.
3. f. Intervención que ejerce el censor gubernativo, siempre y cuando se trate de la bestia Hugo Chávez o del anciano decrépito Fidel Castro. Si dicha acción la realiza el presidente espurio de derecha en un país bananero o un bloggero mentiroso y mediocre, tales acciones serán denominadas “actos de sensatez”.
jajajaja, que pasó Orlando?
No que no ibas a venir a leer lo que yo pusiera???
Y el hecho de que ahora publiques como "anónimo" no impide que no sepa que eres tu. Veo tu IP desde Puebla.
Nunca había borrado ningún comentario, y vaya que me han escrito cosas más "ofensivas". Pero esta "censura" fue un experimento para comprobar que si regresas a leer a ver que te contesto.
En fin. Si en verdad eres profesor y periodista en Puebla, como has dicho, que pena por tus alumnos y lectores si así te manejas con quien opina distinto a ti.
Saludos
No que no ibas a venir a leer lo que yo pusiera???
Y el hecho de que ahora publiques como "anónimo" no impide que no sepa que eres tu. Veo tu IP desde Puebla.
Nunca había borrado ningún comentario, y vaya que me han escrito cosas más "ofensivas". Pero esta "censura" fue un experimento para comprobar que si regresas a leer a ver que te contesto.
En fin. Si en verdad eres profesor y periodista en Puebla, como has dicho, que pena por tus alumnos y lectores si así te manejas con quien opina distinto a ti.
Saludos
jeje
ya vi que escribiste más pendejadas de esas que sólo tu sabes escribir.
Pero no las leo, lero lero.
Mejor regresa mi comkentario de ayer y que los demás opinen.
No tengas miedito. ni cuides los castos ojos de tus lectores. Si escribo algo, es por que te lo has ganado a pulso.
ya vi que escribiste más pendejadas de esas que sólo tu sabes escribir.
Pero no las leo, lero lero.
Mejor regresa mi comkentario de ayer y que los demás opinen.
No tengas miedito. ni cuides los castos ojos de tus lectores. Si escribo algo, es por que te lo has ganado a pulso.
Nadie cuida a mis lectores. Ellos ya estan grandecitos para cuidarse solos.
Vuelve a escribir tu comentario de ayer. Ya no lo borraré. La prueba ya se concluyó y se que si regresas a leer, Orlando.
Y no, no tengo miedo. En cambio, te atreverás a publicar todo eso con tu verdadero nombre?? O tienes miedo?
Escribe lo que quieras, este blog es libre. Quiero ver si lo haces con tu nombre.
Saludos
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Vuelve a escribir tu comentario de ayer. Ya no lo borraré. La prueba ya se concluyó y se que si regresas a leer, Orlando.
Y no, no tengo miedo. En cambio, te atreverás a publicar todo eso con tu verdadero nombre?? O tienes miedo?
Escribe lo que quieras, este blog es libre. Quiero ver si lo haces con tu nombre.
Saludos
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