miércoles, abril 14, 2010
No es izquierda
"Pelear por los pobres para enriquecer a los ricos". Anónimo
El gobierno del Distrito Federal encabezado por Marcelo Ebrard está lanzando una serie de proyectos para construir nuevos segundos pisos y una vía que servirá como un libramiento sur-poniente de la Ciudad de México al unir la avenida Luis Cabrera con Santa Fe.
Que Ebrard proponga nuevas obras viales no es novedad. Si algo ha caracterizado a su gobierno ha sido el poner de cabeza a la ciudad más poblada del país para realizar obras viales de todo tipo. La diferencia en esta ocasión es su propuesta de que las obras, en vez de realizarse con fondos públicos, se concesionen a empresas privadas que cobrarían cuotas por su uso.
Esta propuesta ha generado cuestionamientos de grupos cercanos al propio Ebrard. Manuel Oropeza, presidente del PRD en el Distrito Federal, ha rechazado dogmáticamente la propuesta: "Yo no estoy de acuerdo en un esquema de generar autopistas de cuota en la ciudad -señaló el 11 de abril-. Me parece que no va con un proyecto de izquierda".
El dirigente capitalino del PRD piensa, junto con otros políticos, que las obras de vialidad deben pagarse con dinero público o, de lo contrario, no realizarse.
Pero quizá el señor Oropeza tiene perdida su brújula política. La verdad es que para alguien realmente de izquierda, para alguien que defiende los intereses de los pobres, un proyecto como el libramiento poniente debe ser pagado necesariamente por el sector privado.
Es muy injusto financiar proyectos como éste con recursos fiscales generales. ¿Por qué un habitante de Iztapalapa, que vive en el oriente pobre de la ciudad, que seguramente carece de automóvil y que tiene necesidades tan urgentes como contar con agua corriente, tendría que pagar por una autopista que puede ser necesaria, pero que será aprovechada fundamentalmente por una minoría dueña de automóviles que vive en la parte más rica de la ciudad?
Son muchos los presuntos progresistas de nuestro país que piensan que exigir subsidios y tratos fiscales preferenciales para los grupos más prósperos es una posición de izquierda. Programas e instituciones tan diversos como el Procampo, las emisoras culturales de radio y televisión y el subsidio a la gasolina favorecen de manera abrumadora a los sectores privilegiados del País.
Sin embargo, la regresividad de usar recursos fiscales para financiar una vía de comunicación que beneficiaría fundamentalmente a los dueños de automóviles en la parte más próspera de una ciudad rebasa incluso las posiciones más conservadoras.
Uno puede cuestionar algunos de los proyectos viales del gobierno de Ebrard. La experiencia me dice, por ejemplo, que los segundos pisos no son una solución razonable a los problemas de vialidad de una ciudad. Usualmente sólo sirven para mover los congestionamientos de un punto a otro. Pero cuando menos el hecho de que se financien de manera privada es un paso en la dirección correcta, sobre todo después del regresivo uso de recursos fiscales por Andrés Manuel López Obrador para construir los segundos pisos que en este momento tiene el Distrito Federal.
La solución de fondo para el problema de tránsito de una ciudad como México es el transporte colectivo. Emplear fondos fiscales para subsidiar un servicio como el Metro tiene un sentido social evidente. Pero utilizarlos para promover el empleo de automóviles particulares entre los ricos y las clases medias es una posición ya no sólo de derecha, sino abiertamente reaccionaria.
Sergio Sarmiento
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Los politicos populistas solo usan a los pobres para llegar y/o mantenerse en el poder. La verdad es que las políticas/acciones populistas sólo administran la pobreza y concentran la riqueza en unos cuantos. Esto es algo que la izquierda mexicana no ha querido ver, aunque ya lo hayan hecho políticos socialistas en otros países como España o Chile.