lunes, marzo 22, 2010

 

"Que renuncie Calderón"

"¿Qué hora es?" - "La que usted diga, Señor Presidente". Con ese chiste los mexicanos resumíamos toda una cultura política. Un modelo en el que la palabra del Primer Mandatario era la palabra revelada. Instrucción divina a la que se sometía el resto del mundo. Y no sólo era una percepción. El Congreso era tan sólo una oficialía de partes. Su partido era una extensión de sus deseos y los gobernadores eran figuras quita-pon más allá de la voluntad de sus gobernados. Y la lista podría seguir hacia los sistemas electorales, muchos medios de comunicación, los "sectores" obrero y campesino, entre otros. Todos dispuestos a responder :"la hora que usted diga, Señor Presidente".  

Pero el país cambió. Desde finales del sexenio de Ernesto Zedillo, durante el de Vicente Fox y lo que va del actual es claro que esta historia ya no es la misma. Los escépticos sólo tienen que mirar la cantidad de iniciativas propuestas por el Presidente Calderón que siguen acumulando polvo.

Lo extraño es que cambiaron muchas cosas pero no nuestra expectativa sobre el poder presidencial. Seguimos siendo caudillistas y la prueba más clara es la creciente expresión de sectores de la población que cree que si cambiáramos al actual Presidente – con su renuncia o al término del sexenio – se acabarían todos nuestros problemas. Es lo mismo de quienes anhelan el regreso del Virrey sólo que disfrazado de un discurso democrático.

 

El problema es que al personalizar todos los males del país dejamos de ver las causas reales. ¿O la economía del país no crece por culpa de Calderón? Todos los análisis, dentro y fuera del país apuntan como la causa central a una baja competitividad producto de leyes inadecuadas, rígidas, burocráticas. ¿Y qué están haciendo los 628 legisladores para cambiarlas?, ¿harán algo distinto los partidos sólo porque lleguemos al 2012?, ¿el PRI que hoy frena los cambios, será su promotor por arte de magia?

 

También se dice, cada vez con más presencia, que la violencia en el país es responsabilidad de la "guerra al narco de Calderón", lo cual resulta inexacto. Es cierto que el panista hizo del tema su principal objeto de gobierno, que el tema le sirvió al menos al inicio para ganar mayor apoyo a su administración, y que el enfoque ha sido equivocado e insuficiente como señalan los que hablan de los pocos golpes dados a la estructura financiera de los cárteles. No se trata de defender lo que a todas lucen no ha dado el resultado deseado.

 

Pero el problema no empezó el 1 de diciembre de 2006 como algunos parecen creer. Antes de esa fecha ya había municipios tomados por el narco, ya estaban las extorsiones a los comerciantes a cambio de "protección", los asesinatos estaban presentes y era evidentemente un desafío al Estado mexicano. Si se ignora esta realidad es por motivos políticos o porque se quiere pensar que una vez que se vaya Calderón, y cese el combate a estos grupos, la paz llegará a nuestro país.

 

Es un buen deseo pero no es real. No tiene por qué serlo. La guerra entre grupos no cesará con el cambio de administración. Las mafias no dejarán de asesinar por decreto y como cualquier otro actor de poder buscarán ser cada vez más influyentes.

 

El caudillismo mexicano nos ha hecho mucho daño a lo largo de la historia al depositar todas nuestras esperanzas en un solo hombre. Hoy vuelve hacerlo al creer que todos nuestros males residen en la persona que ocupa la Silla Presidencial. Mirémonos al espejo con auticrítica y renunciemos a esa ilusión que sólo nos lleva a la parálisis y a esperar, una vez más, la llegada de nuestro próximo salvador.
 
Mario Campos
http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle10345.html
 
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
 
Los gobernadores, alcaldes, y los legisladores, así como los magistrados del Poder Judicial, tienen tanta responsabilidad en los problemas que tenemos como Calderón. Así es, por ejemplo, con el problema de la inseguridad, de la guerra contra el narco. Se dice que la guerra se está perdiendo, o que se ha perdido. De ser así, sería por culpa de los gobernadores y alcaldes, que no han movido ni un dedo para ayudar, al contrario, las policías siguen infiltradas, coludidas, corrompidas, por el crimen organizado. Y los gobernadores y alcaldes, se lavan las manos y dicen que todo es bronca federal. Ah, pero eso si, buenos para pedir más dinero a la federación y gastárselo sin comprobar nada, en obras o programos sin transparencia.
 
Y también los ciudadanos somos responsables, por no fijarnos bien en las personas por las que votamos. Por no saber de economía, ni de historia. Por no leer. Por no informarnos. Porque nos da hueva leer. Por no interesarnos en la política.
 
Dany Portales


¿Perdido entre tantos correos? Enciende tu hotness con Hotmail

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?