jueves, agosto 27, 2009
Conoce a Francisco Rojas
La designación de Francisco Rojas como coordinador de los diputados del PRI parece condenar al País a una nueva parálisis. El ex director de Pemex ha sido uno de los principales enemigos de una reforma de fondo de la industria petrolera. Si añadimos la resistencia del PRI, expresada por la presidenta nacional del partido Beatriz Paredes, a una reforma fiscal que aplique el IVA a todos los productos y servicios, el resultado es que seguiremos viendo más de lo mismo a lo largo de los próximos tres años.
Rojas mantiene una de las posiciones más conservadoras dentro del PRI en materia petrolera. Incluso la moderada propuesta de reforma del Presidente Calderón fue cuestionada como privatizadora por el actual dirigente de los diputados priistas.
A Rojas le debemos, por otra parte, que se haya echado para atrás la iniciativa de permitir la inversión privada en refinación, lo cual habría permitido concentrar los escasos recursos que le quedan a Pemex tras el saqueo de Hacienda para invertir en crudo, una actividad mucho más rentable que la refinación. Sin este obstáculo quizá estaríamos viendo ya hoy inversiones en varias refinerías en territorio nacional. En lugar de eso tenemos que esperar un triste intento de Pemex por construir una sola refinería. Estamos condenados a seguir importando gasolina.
Rojas me comentaba ayer que los priistas en la nueva legislatura "fundamentalmente vamos a combatir la pobreza". La declaración es impecable en lo abstracto. No hay problema mayor en el País que la pobreza, la cual se mantiene persistente después de ocho décadas de gobiernos priistas y panistas. Otros países del mundo, mientras tanto, han venido de atrás para superar ampliamente a México.
Para combatir la pobreza, Rojas sostiene que los priistas impulsarán dos estrategias, una de corto y otra de largo plazo. La primera incluye la creación de empleo; la segunda, una serie de acciones destinadas a "fortalecer el mercado interno" y un impulso a una "política industrial".
El término "política industrial" se ha usado tradicionalmente para designar las estrategias de planificación central de la economía. Con estas medidas una burocracia central pretende ir en contra de las leyes del mercado para promover industrias, aunque no sean competitivas. Los monopolios estatales son la punta de lanza en estos esfuerzos. El nuevo dirigente de los diputados priistas busca regresarnos así a los tiempos dorados de Luis Echeverría y José López Portillo.
Lo paradójico es que políticos como Andrés Manuel López Obrador afirman que, con la llegada de Rojas a la coordinación de la bancada priista, Carlos Salinas de Gortari asume de facto la Presidencia de la República. Si lo que quiere decir es que Rojas asume su nueva responsabilidad con un ánimo liberalizador o privatizador, sólo puede concluirse que no ha escuchado ni leído las opiniones de Rojas, quien es tan conservador como él.
Si no podemos esperar una verdadera reforma energética que aumente la inversión, y una reforma fiscal que promueva la competitividad, las posibilidades de combatir con éxito la pobreza se vuelven mínimas. Dar mayores poderes de planificación económica a un grupo de burócratas no resuelve el problema de la falta de inversión.
No me preocupa que Rojas sea amigo de Salinas de Gortari o aliado de Beatriz Paredes. Mi inquietud es si realmente comprende las medidas que se requieren para construir un México más competitivo y combatir la pobreza. Hasta este momento no veo ese entendimiento.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
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¿Se imaginan si en lugar de la seudo reforma a PEMEX que se aprobó hace un año se hubiese permitido la inversión privada al 100% en petroquímica básica y secundaria? ¿Nos habría pegado igual la crisis? En lugar de exportar el petróleo, materia prima, e importar derivados como gasolinas y resinas de plástico, deberíamos procesar el petróleo aquí en el país. Eso generaría más empleos, más riqueza, en México.
El petróleo, lo que está en el subsuelo, es sin duda de todos los mexicanos (o debería serlo, porque desde siempre sólo ha sido de unos cuantos, del sindicato y de los políticos que lo han gastado sin medida), pero de eso a impedir la inversión privada en la transformación del mismo es una soberana estúpidez. México sería más soberano, más autosuficiente, más rico, permitiendo la inversión privada, nacional o extranjera, en materia de petroquímica básica y secundaria, transformado el petróleo en territorio nacional. Debemos ser exportadores, pero no de petróleo crudo que luego regresa como gasolina, plásticos y otros derivados, con mayor valor agregado, si no de esos derivados. No sólo obtendría el Estado un ingreso por la venta del crudo a esas empresas que lo procesarían, sino que habría empleos generados, además de impuestos adicionales por ISR, nómina, etc. ¿Es ésto tan difícil de ver, de entender, por los políticos populistas?
Hoy estamos importando gasolina, diesel y turbosina. Debería ser al revés. Si se hubiese liberado el sector permitiendo a empresas privadas construir y operar refinerías, hoy seríamos exportadores netos de combustibles, con mayor valor agregado que el petróleo. Pero la estúpida mentalidad dizque nacionalista, demagógica, de gobiernos anteriores, pero sobre todo de políticos como AMLO, Rojas, Paredes, Bartlett, han impedido que México avance, se transforme. Hoy muchos dicen que se debe cambiar el modelo económico, que el que tenemos no funcionó. Pero, ¿cuál modelo económico tenemos?
Ese es el problema, no tenemos ninguno. Es una mezcla de cambios incompletos, mal hechos, recortados para dejar intactas las canonjías, los cotos de poder, de los sindicatos y de los políticos. No se dejen engañar con la falsa bandera dizque nacionalista de esos que sólo quieren que las cosas sigan igual, que no haya cambios. De esos populistas y demagogos que de 1970 a 1982 desgraciaron al país, que nos dejaron deudas y políticas públicas, corrupción, que no se han podido corregir en casi 30 años. Y no se corrigen porque quienes deberían cambiar las leyes, sentar las bases de un nuevo modelo económico y administrativo, son los mismos legisladores que han estado en el gobierno o en el Congreso desde hace 30 años, como Rojas y Paredes, impidiendo que sus canonjías sean eliminadas.
Medítenlo.
Dany Portales