jueves, noviembre 27, 2008
López y Bejarano, juntos y revueltos
El PRD es un partido que se ha fracturado desde hace ya bastante tiempo, pero los vagos gestos de unidad que perduran tienen un solo fin: quedarse con una parte de las importantes prerrogativas que ese partido tiene (sólo en recursos materiales un millón de pesos al día por prerrogativas federales, sin contar la de los estados, además de anuncios en los medios e infraestructura de todo tipo, sin rendir cuentas). Esto es más notable aún en el grupo de López Obrador que sistemáticamente ha tratado de deshacerse de ese partido: como jefe de gobierno no los tomó en cuenta; impuso como presidente, desplazando a Jesús Ortega a Leonel Cota Montaño sin un día de militancia partidaria; luego impuso, también sin militancia en el PRD a Marcelo Ebrard en el DF e integró su equipo de campaña, salvo el propio Jesús Ortega que sin embargo no quedó en el círculo cercano de colaboradores, por gente externa, casi todos viejos amigos o ex militantes del PRI. La historia continuó en el 2006 con el impresentable plantón y el menos presentable aún gobierno legítimo, integrado sólo por los suyos y realizado aún a contracorriente de lo que su propio partido opinaba.
Pero antes, ahora y todo indica que en el futuro, López Obrador tiene un operador en el PRD que, fuera de formalidades, es su hombre en el partido: René Bejarano. Su ex coordinador de campaña en el DF, ex secretario particular, líder perredista en la ALDF y más conocido por todos por chantajear y llevarse millones de pesos de las oficinas de Carlos Ahumada, el famoso señor de las ligas, siempre fue defendido por López Obrador, y exonerado de todos los cargos y ahora se apresta a realizar su reingreso público en una política que nunca dejó. Siempre, su esposa Dolores Padierna, apareció junto a López Obrador y fue la principal operadora de la fracasada campaña de Alejandro Encinas (por cierto, fue casualmente durante su gobierno interino en el DF cuando se exoneró completamente a Bejarano de cualquier delito). Esta semana cuando Encinas anunció que renunciaría a la posibilidad de aceptar la secretaría general del partido, además de acusar a la dirección partidaria de espuria, de ser producto de un golpe de Estado y de estar manejada por el gobierno, Dolores Padierna declaró que estaba de acuerdo con los dichos pero no con la decisión, porque había que conservar desde dentro las posiciones de poder y utilizarlas. Pragmatismo puro.
Bueno, Bejarano y su esposa, junto con sus aliados de siempre, que nunca han abjurado de él, se lanzarán el 30 de noviembre con su nuevo movimiento denominado de la Esperanza, con el que piensan "renovar" a la izquierda mexicana, "rescatarla" y recuperar (no es una broma) sus "valores". Quizás el dato más importante es que el ex candidato presidencial apoya abiertamente a Bejarano, el hombre que todos vimos embolsando dinero en forma ilegal, dinero, por cierto, que jamás Bejarano dijo en qué utilizó o a quién se lo entregó.
Y tan evidente es el apoyo de López Obrador al movimiento de Bejarano que sus tres hermanos, los tres militantes del PRD, serán parte de la dirección del movimiento bejaranista pese a que Guadalupe Acosta Naranajo, todavía presidente provisional del PRD, recordó que Bejarano está expulsado de ese partido y que no puede regresar. Poco le importa eso a la corriente lópezobradorista que buscará quedarse con una parte de las candidaturas del PRD en 2009 (las que no pueda ocupar allí las utilizará en la súbita alianza PT-Convergencia) y que construirá tras Bejarano su propia fuerza política. Para ello están con Bejarano los tres hermanos de López Obrador: José Ramiro (acusado de malos manejos en su paso por la alcaldía de Macuspana) será el responsable del bejaranismo en Tabasco; su otro hermano Pío en Chiapas; y el tercero, menos conocido, Arturo, en Tlaxcala.
¿Por qué apuesta tanto López Obrador en un personaje tan descalificado como Bejarano?. Porque tienen una coincidencia fundamental: el objetivo es llegar al poder, los medios para ello no importan, tampoco las instituciones si no están puestas a ese servicio. No importa si se miente, si se roba, si se violan leyes, si se atropellan derechos: el objetivo es el poder, y el poder no se negocia. Bejarano, en este sentido, es el perfecto operador amoral, cuyos principios sólo funcionan en servicio de las exigencias de su jefe político. Y éste lo ha recompensado una y otra vez.
Ahora regresa porque López Obrador, cada día más débil y con un movimiento sin sustento, necesita un organizador con mano de hierro, que sepa trabajar debajo de la superficie y quizás porque también quiere más dinero. Apenas ayer se dio a conocer que los diputados lopezobradoristas harían una "donación mensual extraordinaria" para su jefe de 20 mil pesos, para de esa forma regalarle un "aguinaldo legítimo" de 800 mil pesos. Eso es por fuera de los 5 mil pesos que le descuentan regularmente cada mes a todos y cada uno de los legisladores del llamado Frente Amplio para López Obrador y los descuentos "voluntarios" que les aplican, por nómina, a todos los trabajadores del DF y de algunos otros estados gobernados por el PRD.
¿No es demasiada desfachatez?¿no es cínico que se rechace la decisión del tribunal electoral y se hable de golpe de estado cuando se acudió a él?¿no es cinismo decir que se quedan en un partido que detestan porque quieren compartir las prerrogativas?¿cómo calificar que Bejarano, que personifica a mucho de lo más rechazado de la política nacional se convierta nuevamente en el gran operador de quien se dice "el salvador de la patria" y que sus hermanos sean los operadores de un político corrupto?¿no es vergonzoso que quien dice vivir con 60 mil pesos mensuales reciba "aguinaldos" de 800 mil y recursos de cientos de miles de pesos de muchos ámbitos oficiales de los que no ha dado cuenta jamás?¿éstos son los hombres y mujeres que quieren dictar la moral pública de la nación?
Por: Jorge Fernández Menéndez | |
Publicado en: Periódico Excelsior | Fecha: Jueves, 20 de Noviembre de 2008 |