sábado, julio 07, 2007
Descapitalización Social
Varios autores contemporáneos de la historia económica y la ciencia política han buscado escudriñar lo que distingue a las sociedades que avanzan y se desarrollan con el resto.
A principios de los 90 se acuñó el concepto de "capital social" atribuido al historiador de la Universidad de Harvard, Robert Putnam. Su búsqueda por encontrar la diferencia en los patrones de desarrollo del norte y el sur de Italia lo llevaron a medir el capital social de ambas regiones.
Mientras en el norte de ese país, el grado de cumplimiento con la ley, el pago de los tributos y el respeto a la autoridad eran significativamente mayores que en el sur de Italia, también el grado de dinamismo económico mostraba diferencias a favor de los italianos norteños.
También se encontró que los valores y principios por los que la sociedad se movía eran distintos. Siendo de la misma nacionalidad, la comunidad mostraba diferencias en su cultura, en sus formas de relacionarse e interactuar, en la forma de agruparse y construir redes internas, así como sus redes hacia afuera.
Por ejemplo, la cultura hacia el trabajo mostraba discrepancias importantes. Mientras en el norte, los italianos respetaban las fuentes de empleo, la relación laboral y las reglas del trabajo; en el sur de Italia el desempleo abundaba y también la falta de deseos de contribuir laboralmente. En sintonía había más abusos laborales y explotación en el sur que en el norte y la presión social generada por la delincuencia era mayor en Palermo que en Milán.
Junto a ello, un factor primordial concluía el estudio. El sur y el norte de Italia no se comunicaban bien en el terreno del capital social. Cada uno por su lado en un mismo país. Las regiones no eran solidarias y el Gobierno, buscando un desarrollo más homogéneo, no lo conseguía por más esfuerzos nacionales que hacía. De ahí, el título de la obra de Putnam, "Haciendo que la democracia funcione".
Esta diferencia en el capital social llama la atención si lo revisamos para el caso de México o incluso América Latina. Indudablemente, ahora que hablamos de regiones y desigualdades para el subcontinente, debemos preguntarnos si el capital social está ahí para ayudar a esta armonización.
Cuando uno ve la falta de comunicación andina y sus conflictos limítrofes, la dificultad de mejorar las relaciones comerciales entre países, la disparidad centroamericana o la soberbia carioca, el desarrollo chileno o las locuras venezolanas; el común denominador es la falta de armonía y respeto dentro y fuera de la sociedad.
Esto lo evidencia la ausencia de entendimiento, la falta de respeto a la formalidad, la desconfianza y la ausencia de un verdadero capital social, es decir, la ausencia de una comunidad de "nosotros con ustedes y ustedes con nosotros".
De ahí que la discusión sobre mejorar la seguridad, disminuir la desigualdad, hacer más efectivas las democracias latinoamericanas, no puede avanzar si no tomamos en cuenta el valor del trabajo intrasocial, resultado de la armonía, de la comunicación y del respeto a las instituciones. En pocas palabras, el valor del capital social en el que todos contribuyamos para todos acrecentarlo.
De nada sirve un Gobierno urgido por recursos fiscales como el caso actual de México, si la efectividad de su gasto es tan mala y peor aún si ese gasto público se hace sin una base de capital social que lo potencie y exija mayor eficiencia.
De nada sirve reformar las instituciones electorales en nuestro país si los partidos políticos tienen secuestrada la práctica política y desdeñan el capital social de los ciudadanos y, peor aún, no lo cultivan ni lo fomentan.
De nada sirve las planeaciones de los gobiernos y sus estrategias, si la sociedad hace caso omiso a sus indicaciones, no se compromete, no valora su participación, ni los resultados de la misma.
Esto nos lleva a la deliberación si en nuestro país tenemos presente el capital social. Si existe más o menos capital social depende de la métrica que usemos y en esto no hay una regla específica.
Pero quizá debemos preguntarnos, ¿cuándo fue la última vez que ayudamos a un vecino en problemas o nos reunimos para deliberar problemas de la colonia comprometiendo tiempo y recursos personales para su solución? ¿En cuántas asociaciones participamos para buscar el beneficio social dejando a un lado el personal?
De ahí la importancia de aumentar y potenciar el capital social en México. Uno que si lo medimos en términos de confianza estamos muy mal, y cualquier acción pública sin capital social se pierde como agua en el desierto, y con ella nuestras posibilidades de un mejor desarrollo. Quizá lo tenemos merecido.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@terra.com.mx
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Mientras leía sobre el ejemplo de Italia, me venía a la mente el caso de México.
A principios de los 90 se acuñó el concepto de "capital social" atribuido al historiador de la Universidad de Harvard, Robert Putnam. Su búsqueda por encontrar la diferencia en los patrones de desarrollo del norte y el sur de Italia lo llevaron a medir el capital social de ambas regiones.
Mientras en el norte de ese país, el grado de cumplimiento con la ley, el pago de los tributos y el respeto a la autoridad eran significativamente mayores que en el sur de Italia, también el grado de dinamismo económico mostraba diferencias a favor de los italianos norteños.
También se encontró que los valores y principios por los que la sociedad se movía eran distintos. Siendo de la misma nacionalidad, la comunidad mostraba diferencias en su cultura, en sus formas de relacionarse e interactuar, en la forma de agruparse y construir redes internas, así como sus redes hacia afuera.
Por ejemplo, la cultura hacia el trabajo mostraba discrepancias importantes. Mientras en el norte, los italianos respetaban las fuentes de empleo, la relación laboral y las reglas del trabajo; en el sur de Italia el desempleo abundaba y también la falta de deseos de contribuir laboralmente. En sintonía había más abusos laborales y explotación en el sur que en el norte y la presión social generada por la delincuencia era mayor en Palermo que en Milán.
Junto a ello, un factor primordial concluía el estudio. El sur y el norte de Italia no se comunicaban bien en el terreno del capital social. Cada uno por su lado en un mismo país. Las regiones no eran solidarias y el Gobierno, buscando un desarrollo más homogéneo, no lo conseguía por más esfuerzos nacionales que hacía. De ahí, el título de la obra de Putnam, "Haciendo que la democracia funcione".
Esta diferencia en el capital social llama la atención si lo revisamos para el caso de México o incluso América Latina. Indudablemente, ahora que hablamos de regiones y desigualdades para el subcontinente, debemos preguntarnos si el capital social está ahí para ayudar a esta armonización.
Cuando uno ve la falta de comunicación andina y sus conflictos limítrofes, la dificultad de mejorar las relaciones comerciales entre países, la disparidad centroamericana o la soberbia carioca, el desarrollo chileno o las locuras venezolanas; el común denominador es la falta de armonía y respeto dentro y fuera de la sociedad.
Esto lo evidencia la ausencia de entendimiento, la falta de respeto a la formalidad, la desconfianza y la ausencia de un verdadero capital social, es decir, la ausencia de una comunidad de "nosotros con ustedes y ustedes con nosotros".
De ahí que la discusión sobre mejorar la seguridad, disminuir la desigualdad, hacer más efectivas las democracias latinoamericanas, no puede avanzar si no tomamos en cuenta el valor del trabajo intrasocial, resultado de la armonía, de la comunicación y del respeto a las instituciones. En pocas palabras, el valor del capital social en el que todos contribuyamos para todos acrecentarlo.
De nada sirve un Gobierno urgido por recursos fiscales como el caso actual de México, si la efectividad de su gasto es tan mala y peor aún si ese gasto público se hace sin una base de capital social que lo potencie y exija mayor eficiencia.
De nada sirve reformar las instituciones electorales en nuestro país si los partidos políticos tienen secuestrada la práctica política y desdeñan el capital social de los ciudadanos y, peor aún, no lo cultivan ni lo fomentan.
De nada sirve las planeaciones de los gobiernos y sus estrategias, si la sociedad hace caso omiso a sus indicaciones, no se compromete, no valora su participación, ni los resultados de la misma.
Esto nos lleva a la deliberación si en nuestro país tenemos presente el capital social. Si existe más o menos capital social depende de la métrica que usemos y en esto no hay una regla específica.
Pero quizá debemos preguntarnos, ¿cuándo fue la última vez que ayudamos a un vecino en problemas o nos reunimos para deliberar problemas de la colonia comprometiendo tiempo y recursos personales para su solución? ¿En cuántas asociaciones participamos para buscar el beneficio social dejando a un lado el personal?
De ahí la importancia de aumentar y potenciar el capital social en México. Uno que si lo medimos en términos de confianza estamos muy mal, y cualquier acción pública sin capital social se pierde como agua en el desierto, y con ella nuestras posibilidades de un mejor desarrollo. Quizá lo tenemos merecido.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@terra.com.mx
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Mientras leía sobre el ejemplo de Italia, me venía a la mente el caso de México.
Etiquetas: demagogia, democracia, economia, estado de derecho, pobreza, populismo
Comments:
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1.Lei algo acerca de la confianza como factor de desarrollo. Supongo que debe ser un elemento mas del capital social.
Sin confianza, las minimas operaciones no pueden funcionar. Desde no poder delegar tareas hasta operaciones comerciales con muchos obstaculos.
2.Desde hace tiempo hemos traido el tema de compromiso ciudadano pero efectivo; esto es involucrarse en la toma de decisiones en donde son claros los niveles de influencia: desde acotar y "traer cortito" al delegado de la colonia por ejemplo o estar involucrado y atento en las administraciones municipales.
Ahi es donde se pueden comenzar a gestar cambios que ademas impactan de manera mas directa en el nivel de vida.
Pretender tumbar gobiernos federales madreando bolsas de sabritas o construyendo caserios en areas publicas es poco menos que absurdo.
Saludos
Sin confianza, las minimas operaciones no pueden funcionar. Desde no poder delegar tareas hasta operaciones comerciales con muchos obstaculos.
2.Desde hace tiempo hemos traido el tema de compromiso ciudadano pero efectivo; esto es involucrarse en la toma de decisiones en donde son claros los niveles de influencia: desde acotar y "traer cortito" al delegado de la colonia por ejemplo o estar involucrado y atento en las administraciones municipales.
Ahi es donde se pueden comenzar a gestar cambios que ademas impactan de manera mas directa en el nivel de vida.
Pretender tumbar gobiernos federales madreando bolsas de sabritas o construyendo caserios en areas publicas es poco menos que absurdo.
Saludos
Perdon el cambio de tema, pero...
Hoy anuncio la "Alianza para que vivas mejor" a Fernando del Monte como su nuevo candidato a la alcaldia de Tijuana, en sustitucion de Jorge Astiazaran Orci.
Fernando del Monte es el titular del noticiero estelar de Televisa Tijuana que se transmite en vivo a toda Baja California.
El senor del Monte me parece un periodista respetable y objetivo con su labor, me cae muy bien, pero no me parece la decision que tomo de ser candidato del PRI.
No se bien para que le sirva el respeto y la fama que tiene en BC, es un arma de dos filos. Si gana seguramente no sera tan partidista como Hank y colaborara como buen alcalde con quien sea electo gobernado. Pero si pierde, su prestigio como comunicador se vera afectado y no podra volver a su papel de periodista objetivo.
Respecto a Hank y Astiazaran Orci creo que la decision del TEPJF fue errada puesto que si los criterios que utilizaron para devolverle la candidatura a Jorge Hank fueron los acuerdos internacionales entorno a la democracia y los derechos politicos de los ciudadanos, bajo exactamente esos mismos criterios debieron regresarle la candidatura a Astiazaran pues los dos por ser ciudadanos mexicanos tienen los mismos derechos politicos.
Supuestamente a Hank le devolvieron la candidatura porque el articulo 42 de la constitucion local va en contra del Articulo 35 federal y porque supuestamente no se pueden poner restricciones a los derechos ciudadanos de votar y poder ser votados en las elecciones populares. Pero si a esas vamos tambien es una restriccion a los derechos ciudadanos el hecho de que para ser candidato a alcalde se pida que si eres extrangero ya debas de ser ciudadano mexicano y vivir en el municipio desde antes de que te naturalizaste. Si ya eres ciudadano para que te restringen con el tiempo que debes de comprobar la vecindad.
La decision del TEPJF se vio claramente enfocada hacia una vision politico-partidista manipulada por el PRI. Para devolverle a Hank su candidatura los criterios fueron los tratados internacionales respecto a la democracia y los derechos politicos de los ciudadanos de cualquier Nacion, y para quitarle definitivamente la candidatura a Jorge Astiazaran Orci los criterios fueron la lectura del articulo 80 de la Constitucion de Baja California.
Si los criterios bajo los cuales le devolvieron la candidatura a Hank fueran muy validos entonces a Jorge Castañeda y a Victor Gonzalez Torres se les violaron sus derechos politicos y ciudadanos porque ahi si prefirieron hacer una correcta interpretacion del Articulo 35 federal.
Para Hank los criterios fueron los acuerdos internacionales, y para Astiazaran fueron las leyes estateles. Vaya congruencia, no?
Notas:
El articulo 35 de nuestra carta magna dice que todos los ciudadanos mexicanos pueden votar y ser votados en las elecciones populares pero solo cuando tengan las calidades que señale la Ley.
En este caso la Constitucion de Baja California establece, como Ley secundaria, una de esas calidades para los habitantes del Estado.
El Articulo 42 local dice que los alcaldes, diputados federales y locales, los senadores, y cualquier otro que ocupe un cargo de eleccion popular debera renunciar a su cargo 90 dias antes de la eleccion para poder ser candidato a la gubernatura de Baja California. Este articulo es la Ley Antichapulin y fue propuesto en el primer cuatrimestre de 2002 por la bancada priista en el congreso local.
El articulo 80 local pide a quienes nacieron en el extrangero que para ser candidato a alcalde deben de ser ciudadanos mexicanos desde hace 10 años o mas, y tener vecindad en el municipio desde antes de esos 10 años. Astiazaran no pudo comprobar la vecindad desde mas de 10 años.
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Hoy anuncio la "Alianza para que vivas mejor" a Fernando del Monte como su nuevo candidato a la alcaldia de Tijuana, en sustitucion de Jorge Astiazaran Orci.
Fernando del Monte es el titular del noticiero estelar de Televisa Tijuana que se transmite en vivo a toda Baja California.
El senor del Monte me parece un periodista respetable y objetivo con su labor, me cae muy bien, pero no me parece la decision que tomo de ser candidato del PRI.
No se bien para que le sirva el respeto y la fama que tiene en BC, es un arma de dos filos. Si gana seguramente no sera tan partidista como Hank y colaborara como buen alcalde con quien sea electo gobernado. Pero si pierde, su prestigio como comunicador se vera afectado y no podra volver a su papel de periodista objetivo.
Respecto a Hank y Astiazaran Orci creo que la decision del TEPJF fue errada puesto que si los criterios que utilizaron para devolverle la candidatura a Jorge Hank fueron los acuerdos internacionales entorno a la democracia y los derechos politicos de los ciudadanos, bajo exactamente esos mismos criterios debieron regresarle la candidatura a Astiazaran pues los dos por ser ciudadanos mexicanos tienen los mismos derechos politicos.
Supuestamente a Hank le devolvieron la candidatura porque el articulo 42 de la constitucion local va en contra del Articulo 35 federal y porque supuestamente no se pueden poner restricciones a los derechos ciudadanos de votar y poder ser votados en las elecciones populares. Pero si a esas vamos tambien es una restriccion a los derechos ciudadanos el hecho de que para ser candidato a alcalde se pida que si eres extrangero ya debas de ser ciudadano mexicano y vivir en el municipio desde antes de que te naturalizaste. Si ya eres ciudadano para que te restringen con el tiempo que debes de comprobar la vecindad.
La decision del TEPJF se vio claramente enfocada hacia una vision politico-partidista manipulada por el PRI. Para devolverle a Hank su candidatura los criterios fueron los tratados internacionales respecto a la democracia y los derechos politicos de los ciudadanos de cualquier Nacion, y para quitarle definitivamente la candidatura a Jorge Astiazaran Orci los criterios fueron la lectura del articulo 80 de la Constitucion de Baja California.
Si los criterios bajo los cuales le devolvieron la candidatura a Hank fueran muy validos entonces a Jorge Castañeda y a Victor Gonzalez Torres se les violaron sus derechos politicos y ciudadanos porque ahi si prefirieron hacer una correcta interpretacion del Articulo 35 federal.
Para Hank los criterios fueron los acuerdos internacionales, y para Astiazaran fueron las leyes estateles. Vaya congruencia, no?
Notas:
El articulo 35 de nuestra carta magna dice que todos los ciudadanos mexicanos pueden votar y ser votados en las elecciones populares pero solo cuando tengan las calidades que señale la Ley.
En este caso la Constitucion de Baja California establece, como Ley secundaria, una de esas calidades para los habitantes del Estado.
El Articulo 42 local dice que los alcaldes, diputados federales y locales, los senadores, y cualquier otro que ocupe un cargo de eleccion popular debera renunciar a su cargo 90 dias antes de la eleccion para poder ser candidato a la gubernatura de Baja California. Este articulo es la Ley Antichapulin y fue propuesto en el primer cuatrimestre de 2002 por la bancada priista en el congreso local.
El articulo 80 local pide a quienes nacieron en el extrangero que para ser candidato a alcalde deben de ser ciudadanos mexicanos desde hace 10 años o mas, y tener vecindad en el municipio desde antes de esos 10 años. Astiazaran no pudo comprobar la vecindad desde mas de 10 años.
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