sábado, noviembre 18, 2006

 

Preguntas pejítimas

En cosa de 48 horas, Andrés Manuel López Obrador estará autoproclamándose presidente legítimo (según sus propios parámetros y definición de legitimidad), personaje que, hasta donde la razón nos permite entender, no tendrá otra responsabilidad más que seguir alimentando el delirio y la desrealidad entre sus seguidores.

Aun así, lo del lunes será un acontecimiento que la historia de México guardará entre sus anales (ya sea en la parte de tragedia o en la de comedia, pero de que figurará en las monografías, no lo dude usted). Sin embargo, la que estas líneas escribe (o sea, yo) tiene muchas preguntas y muy legítimas (perdón, pejítimas) sobre lo que representa una presidencia región 4 en tiempos de la pospolítica institucional. Se vale plantearlas:

¿El presidente pejítimo tiene fuero? Afortunadamente no. ¡Imagínese usted que alguien tratara de desaforarlo una vez más!

¿Puede poner y quitar gobernadores? Tampoco, pero lo intentará. De hecho, ya ha tratado en varias ocasiones de "colgarse" de la causa de la APPO, pidiendo la renuncia de Ulises Ruiz porque, a estas alturas, Flavio Sosa jala más banda y reflectores que su movimiento poselectoral.

¿Puede representar a México? Puede intentarlo, pero dudamos que se decida, ahora sí, a sacar pasaporte y visa para viajar fuera del país. Todo parece indicar que López Obrador sufrió, sufre y sufrirá de un inexplicable chovinismo (odio al extranjero) que radica en el hemisferio izquierdo de su masa cerebral.

¿Dará pensiones a viejitos? No. Más bien le pedirá a los viejitos su pensión.

¿Primero los pobres? Sí, primero los pobres son los que se mocharán con un billete para mantener a los ultradesempleados. Porque ya lo dijo López Obrador: además de la mochada a la quincena de los legisladores perredistas el presidente pejítimo y el gabinetillo en la sombra vivirán de las aportaciones que genere la esperanza (que será necesario alimentarla con buenos rollos) de las clases más desfavorecidas del país.

¿Cómo será su banda presidencial? Trascendió que hay varias previamente confeccionadas: una de macramé (la de diario), otra de chaquiras (para las galas) y una más de papel de china (por si le dicen que las otras dos son bandas de piratería).

¿Tendrá pareja presidencial? Todo parece indicar que sí: hace dos semanas se casó en lo oscurito con Beatriz Gutiérrez Muller (qué gacho que no invitó "al pueblo" ni un arroz con mole, ¿no?). Pero, al parecer, la pejítima primera dama no hará subastas de vestidos. A lo más, tal vez a medio sexenio, se autoproclame presidenta pejítima y derroque al pejítimo sin pedirle permiso. Total, ¿qué ley, escrita o no, estaría violentando la muchacha? Ninguna.

¿Armará un compló? Si la pregunta es: "¿en contra suya?", la respuesta es: "ya lo armó", y le salió de exitoso como no le hubiera resultado a ninguno de sus enemigos.

¿Por qué son ultras los ultras? Porque están ultradesempleados. Se quedaron sin su hueso ultrasabroso después del 2 de julio. Son los que ya se hacían secretarios de Estado (ultra, claro) en el gabinete de López Obrador. Personajes como Porfirio Muñoz Ledo, Claudia Sheinbaum o Martí Bartres se veían ya a sí mismos despachando a lo ultragrande desde algún ministerio ultrachido. Lo bueno es que al menos agarraron hueso en el gabinete ultraalternativo.

¿Quién asistirá a su toma de posesión? Trascendió que, además de Jesusa Rodríguez y Gerardo Fernández Noroña, se espera la destacada presencia de Elenita Poniatowska.

¿Quién será su vocero? Trascendió que Jesusa Rodríguez.

¿Quién será su chief of staff? Según fuentes de primera mano, será Jesusa Rodríguez.

¿Quién le cantará con esta guitarra? Pues Jesusa Rodríguez que, además de todo, es reconocida cantautora.

¿Habrá sana distancia? Hasta hoy, la respuesta es "no". Más bien lo que hay es una insana codependencia que el PRD no ha podido resolver. A este partido le hemos diagnosticado que sufre de una variante del síndrome de Estoc-olmo, que es el síndrome de Estoc-amlo. Mientras el primero consiste en que el rehén se enamora de su secuestrador, el segundo también. Sólo que en el primero, creemos, el secuestrador respondía al nombre de Olmo, y en el segundo de AMLO. Pero el PRD está en fase de terapia de shock para superar el trauma…

¿Habrá reformas? Más bien, seguirá habiendo Reforma, por si se vuelve a ofrecer para un plantón.

¿Habrá besamanos? ¡Ufffff, que si no! En el caso de López Obrador, esa ceremonia ha durado ya seis años. Y aunque ahora serán muchos menos los formados para besarla, los que se quedaron besarán la mano con mucho más fervor. Es más, algunos ya practican el beso de lengüita, francés y hasta beso negro para besar la mano pejítima que les dará de comer mientras la resistencia resista.

¿Él sí dará el grito? Más bien pegará el grito (a quien tenga más cerca) cuando vea que este 20 de noviembre no juntaron el millón de acarreados que le habían prometido (porque no alcanzó pa’los camiones).

¿Hará el tren bala? Sí, claro, obvio.

¿Con qué recursos? ¡Qué más da! Cuando se es pejítimo se puede prometer, no uno sino seis. Y por encima del muro fronterizo. Y al infinito y más allá. Y si nadie los ve, seguro es un compló.

¿Luis Mandoki filmará el evento? Obvio. Más que eso: no se pierda usted la nueva temporada de El Señor López, con los villanos de siempre y nuevas caras. "Presidencia pejítima: ¡más delirante que nunca!"

Yuriria Siera, Excelsior, 18 de noviembre 2006


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