viernes, noviembre 17, 2006
Tarea política
"Algunos diputados y senadores perredistas se obstinan en tratar de impedir que el nuevo Presidente de México rinda su protesta. Al hacer eso no sólo faltan al compromiso que asumieron al hacerse cargo de su representación, pues juraron cumplir y hacer cumplir la ley: también dañan a su partido, al que dan imagen de grupo violento y radical, y lesionan gravemente a México, pues por su causa nuestro país se ve en el mundo como nación que sufre atraso político, y donde la anarquía y el desorden son amenaza a la seguridad y la inversión. Hay que decir, sin embargo, que no todos los legisladores perredistas actúan con esa torpeza y esa ilegalidad. Algunos se han deslindado ya de la violencia que promueven aquellos malos perredistas y peores mexicanos, y anuncian que, si bien mantendrán su actitud de protesta, lo harán sin incurrir en actitudes de camorristas callejeros. La violencia del PRD emana principalmente de grupos radicales del Distrito Federal que pretenden imponerse sobre toda la República. Otro PRI, digamos, muy semejante al del viejo autoritarismo centralista, pero más atrabiliario. La prudencia y el buen sentido de los perredistas liberales y demócratas debe prevalecer sobre la cerrazón de esos perniciosos sectarios que renuncian al diálogo y los acuerdos -es decir a la política- para tratar de establecer por medio de la fuerza su dominación.
Escuchemos a este respecto las palabras de Juan Sabines, quien obtuvo el triunfo en la reciente elección de Gobernador de Chiapas: "... Soy un político moderno, de una nueva generación, que promueve acuerdos. Yo no creo en la confrontación; pienso que este país funciona a través de acuerdos...". Ese buen sentido y la actitud institucional mostrada por los gobernadores perredistas deberían ser norma general. El PRD no puede ya comprometer toda su acción en el apoyo a un solo hombre, López Obrador, cuyos errores personales -el propio partido hizo notar eso- condujeron en buena parte a la derrota electoral del 2 de julio. Mejores caminos tiene el perredismo que el de empeñarse en sostener una causa ya perdida. A pesar de su vencimiento, el PRD ganó un capital político importante, que algunos podrán atribuir a la campaña de AMLO, pero que se debe más bien a las condiciones sociales del País. Esas condiciones bien podrían hacer que en forma democrática la izquierda representada por el PRD se alzara con el triunfo en la próxima elección presidencial, si presenta un candidato más moderno, sin la demagogia populista y el autoritarismo de López Obrador; alguien que no motive los fundados temores que éste suscitó con su prepotencia y sus tácticas agresivas y de confrontación. Los perredistas deben empezar desde ahora ese trabajo político. Pondrán en riesgo su futuro, sin embargo, si se obstinan en una violencia y una ilegalidad que la inmensa mayoría de los mexicanos reprueba con energía ya... "
Armando Fuentes Aguirre, Catón, El Norte, 17 de noviembre 2006
afacaton@prodigy.net.mx
afacaton@prodigy.net.mx
