sábado, septiembre 09, 2006

 

Criticas al fallo del TEPJF

En los últimos días he leído y escuchado con atención las críticas que se han generado al fallo del TEPJF respecto la declaratoria de validez de la elección y de Presidente Electo. Ha habido de todo, desde las pueriles que afirman que no hubo debate de los dictámenes y que los magistrados simplemente se limitaron a leer y votar el mismo en la sesión pública del pasado martes, como si no fuera más que obvio que el debate tuvo lugar a puerta cerrada en los días anteriores y que los magistrados sólo dejaron la votación final para dicha sesión, hasta las más objetivas y válidas como las que se refieren a la valoración subjetiva del peso que tuvieron o no las declaraciones del Presidente Fox durante la campaña así como los spots del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pasando por aquellas críticas que se enfocan a la falta de claridad en las casillas con votos de más o de menos respecto a la cantidad de ciudadanos que acudió a votar en dichas casillas.
 
Hoy quiero expresar mi opinión sobre las críticas con más fundamento y que creo que vale la pena tratar de explicar y debatir para que quienes creemos que los comicios fueron limpios entendamos un poco más del proceso.
 
En la gran mayoría de las democracias maduras y modernas del mundo, desde los sistemas presidencialistas fuertes como el de EUA, hasta las democracias parlamentarias como la de Italia y Alemania, pasando por las semi-parlamentarias como la de Francia o monarquías parlamentarias como las de España y el Reino Unido, los miembros del gobierno en turno participan activamente en las campañas apoyándose a sí mismos en la reelección, o a miembros de su partido. Incluso se llega a extremos como el estadounidense donde el presidente usa todos los recursos del gobierno para promoverse por el país. Todo lo anterior muestra que esos países, esas sociedades, tienen una mayor madurez democrática que la nuestra, que todavía esta en pañales. Allá si se entiende que el partido en el poder tratará de mantenerse en el mismo, y defenderá sus políticas públicas ante el electorado para ganarse de nuevo su voto. Sin embargo, en México, debido a la larga historia de elecciones de estado, fraudulentas, perpetradas por el PRI durante 70 años, la Reforma Electoral del '96 coptó ese derecho al gobierno en turno, prohibiendo terminante cualquier injerencia, aunque fuese velada, en los comicios.
 
Desde la perspectiva histórica previa a las elecciones del 2000, dicha medida se entiende y acepta pues, dado el tremendo poder que ejercía el PRI-gobierno en los medios y la opinión pública, cualquier intervención gubernamental habría sesgado la opinión pública como ocurrió en las elecciones de 1994, en la cual observadores independientes, nacionales y extranjeros, validaron la elección como limpia, legítima, pero inequitativa por los recursos que el PRI tenía a su disposición respecto a los otros partidos. Aún a pesar de dicha medida, y aunque ganó Fox, las elecciones del 2000 no fueron muy equitativas que digamos. El PRI usó muchos más recursos que el PAN y el PRD juntos. Simplemente del Sindicato de PEMEX se desviaron al partido más de 1000 millones de pesos, ya no hablemos de los que seguramente se desviaron de otros sindicatos y paraestatales poderosos como la CFE, así como las secretarías de estado. Mucho se ha dicho sobre el apoyo ilegal de los Amigos de Fox a la campaña, pero lo cierto es que la gran mayoría de los recursos fueron legales y además no sobre pasaron los topes de campaña. Sólo se pudo comprobar algunas transferencias, pequeñas por cierto, del extranjero así como empresas mexicanas que se pasaron del límite. En cambio, tan solo los recursos del PEMEX-gate por sí solos sobrepasaron casi en 2 veces el tope de campaña.
 
Por lo tanto, a pesar de que el PRI-gobierno uso recursos económicos y materiales que rebasaron en varias veces el tope de campaña, a pesar de que durante la misma hubo spots por radio y televisión promoviendo los logros del gobierno federal (muchos críticos de Fox afirman que "metió la mano" en el proceso a diferencia de Zedillo que se mantuvo distante, es cierto desde la perspectiva de la persona y de los discursos, pero falsa o al menos inexacta respecto a las promociones de obras gubernamentales), a pesar de que Fox no tuvo el mismo acceso a medios de comunicación (entrevistas y reseñas en los noticiarios y periódicos) que tuvo Labastida, a pesar de todo eso y muchas otras cosas Fox ganó y con varios puntos de diferencia. Entonces, ¿hasta que punto la intervención del gobierno en turno afecta el resultado de una elección? ¿Por qué ganó Fox si tuvo una contienda desventajosa respecto a Labastida? ¿Por qué perdió AMLO si tuvo más acceso a medios (entrevistas y reseñas noticiosas con alrededor del 90% positivas), acaparó el 25% de los tiempos totales en radio y televisión, la mayoría de ellos en tiempo AAA, y gastó más dinero que Calderón?
 
Se critica al TEPJF porque no profundizó en la valoración de la intervención de Fox y del CCE en el proceso, incluso algunos afirman que dado el estrecho resultado, dichas intervenciones justificaban la anulación del proceso. Sin embargo el argumento es bidireccional, es decir, se aplica en ambos sentidos. Si se hubiese anulado por esas razones la elección, ¿cómo justificarían los magistrados el peso de dichas intervenciones? Ante la subjetividad del argumento, de la valoración del mismo, los magistrados optaron por la mejor solución posible: apegarse a la letra de la ley lo más posible y minimizar al máximo los juicios subjetivos. No tenían de otra. Simplemente hagamos el siguiente ejercicio mental: ¿qué peso más en el ánimo de los electores: los discursos de Fox que sólo siguen a detalle el llamado "círculo rojo" de la población (una minoría) y que no hacían mención específica de candidato o partido, o el hecho de que AMLO no quiso acudir al 1er debate en cadena nacional y que la gran mayoría de los mexicanos vimos? ¿Qué peso más: los spots del CCE que tampoco mencionaban a ningún candidato o partido, o el error mediático de AMLO al decirle al Presidente "cállate chachalaca"?
 
AMLO y la Coalición por el Bien de Todos (CBT) también usaron de argumento en las impugnaciones las campañas sucias en su contra, pero como bien señalaron los magistrados del TEPJF, era pueril y desvergonzado tratar de usar dicha idea pues el propio AMLO y la CBT también realizaron dicha práctica. Ahí está el ejemplo del asunto de Hildebrando que fue una llamarada de petate, nunca se comprobó nada y todo tuvo su explicación. Claro esta que la acusación siempre tuvo acceso a todos los medios, entrevistas y horarios especiales, mientras que los defensores tuvieron muy poco acceso.
 
De igual forma, los gobiernos estatales perredistas, principalmente el Gobierno del DF con Encinas al frente y sus "conferencias mañaneras", así como spots promocionando obras del GDF en canales nacionales, apoyaron inequitatívamente a AMLO y la CBT. Incluso las voces en los spots, la música de fondo, los colores, eran los mismos que usaban la CBT y el GDF. O qué me dicen de las ONG's y sindicatos que también apoyaron con spots a AMLO y su Proyecto Alternativo de Nación. En resumen, siendo objetivos e imparciales, tanto el PAN como la CBT tuvieron apoyos ilegales o que rayaban en la ilegalidad. ¿Acaso la elección para Jefe de Gobierno del DF no podría calificarse como una elección de Estado? En otros estados, como Tabasco, por cosas parecidas el TEPJF anuló la elección. Lamentablemente los políticos siempre ven la paja en ojo ajeno y no ven la viga en el propio.
 
Definitivamente estoy de acuerdo que al TEPJF le faltó profundizar más en sus razones para decidir que, si bien afectaron, las intervenciones de Fox y del CCE no fueron determinantes en el resultado de la elección. Aunque si mencionaron el hecho de que la inasistencia de AMLO al 1er debate afectó su campaña, debieron haber dicho que no sólo el gobierno federal y el CCE metieron las manos al proceso. Todos los legisladores federales y locales, gobernadores, presidentes municipales, ONG's, sindicatos, el gobierno del DF, entre muchos otros actores que no debían, participaron de una forma u otra, en distintos grados, en la elección. Aquí en Nuevo León los spots del gobierno priísta de González Parás bombardearon durante meses a la ciudadanía en los canales locales de televisión y radio. Lo mismo sucedió en otros estados, ya fuesen gobernados por el PAN o el PRD. Al TEPJF le faltó decir que todos los partidos tuvieron apoyos indebidos y que por tanto se anularon sus efectos entre sí. Por lo tanto me parece injusto, inexacto, parcial y hasta hipócrita que se alegue la invalidez de la elección por los discursos de Fox o los spots del CCE.
 
Sin lugar a dudas hay que mejorar el proceso, todo es perfectible. Si los partidos políticos deciden (recuerden que vivimos una partidocracia, no una democracia plena) que los poderes ejecutivos, así como los legislativos no los olvidemos, de todos los niveles sigan sin poder participar en los procesos electorales, habría que darle más "armas" jurídicas a los magistrados y al IFE para poder valorar y sancionar de manera objetiva, cuantitativa, las intervenciones indebidas. Por ejemplo, cada spot o discurso indebido, si así lo dictaminase el IFE y en última instancia el TEPJF, se podría sancionar reduciendo en X cantidad los votos que haya obtenido dicho partido o candidato. Entonces si, todo mundo sabría a que atenerse, y no como ahora que la incertidumbre impregna los juicios de impugnación pues muchas cosas pueden ser subjetivamente valoradas por los jueces y por ende sus fallos son fácilmente criticados.
 
Sobre el otro hecho que ha sido criticado en el fallo del TEPJF, las inconsistencias en muchas casillas con más o menos votos que la cantidad de ciudadanos que acudieron a las mismas, hay que aclarar que en todas las elecciones ha pasado eso, principalmente en la del 2000 y 2003, que son las únicas que podemos usar como objetivamente comparables. Por muchas razones, la mayoría al momento de llenar el acta, o al contar en el padrón a quienes si votaron (recordemos que se les pone un sello que dice que si voto), puede haber diferencias. También hay gente que no deposita las boletas, se las llevan, o las depositan en otra urna o en las casillas contiguas. Pero para eso existe un procedimiento contemplado en el COFIPE para impugnar cualquier casilla. Y uno de los motivos válidos contemplados en la ley para impugnar una casilla y pedir el conteo voto por voto es precisamente ese, inconsistencia entre las boletas contadas y la gente que acudió a votar. Y así sucedió. La gran mayoría de las casillas que el TEPJF aceptó volver a contar, que fueron casi el 10% del total, fue por esta razón. Incluso, cuando la diferencia, entre las boletas contadas y la cantidad de ciudadanos que de acuerdo al padrón acudieron a votar, resultó mayor a la diferencia entre el primer lugar y el segundo en esa casilla, ésta se anulaba.
 
Cabe señalar que las casillas que se han denunciado en los medios, por parte de la CBT, que supuestamente presentan éste tipo de irregularidad (que ellos llaman fraude) son obviamente casillas donde ganó Calderón. Lo que no dicen es que irregularidades semejantes, con la misma distribución aleatoria, sucedieron en casillas donde ganó AMLO, como en el DF, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, entre otros estados. Lo cual demuestra que es un problema inherente a la complejidad y magnitud del proceso. Un problema que resulta de la participación de más de 40 millones de personas en pocas horas y con poca instrucción previa. Es el mismo caso cuando acusan que en las casillas donde no hubo representantes de la CBT el PAN ganó con muchos votos. Lo mismo, pero al revés, sucedió en las casillas donde no hubo representantes del PAN y sólo había de la CBT, AMLO ganó con muchos votos más, muy por arriba del promedio general de las casillas donde ganó.
 
En conclusión, no ha habido una sola prueba contundente de que haya existido un fraude. Las encuestas, desde casi 2 meses antes del 2 de julio, hasta la semana previa que fue hasta cuando se pudieron publicar, todas pronosticaron que iba a ser un final muy cerrado, de menos de 2 puntos porcentuales. Estadísticamente hablando estaban empatados. Y así resultó. Lo que pasa es que AMLO y sus seguidores durante meses construyeron su fantasía de invencibilidad. Se sintieron ganadores, creyeron que ya habían ganado antes de competir. Se durmieron en sus laureles. La soberbia los cegó y ahora no quieren aceptar la realidad. Perdieron y en las urnas. El pueblo somos todos los mexicanos no nada más los poco más de 14 millones de ciudadanos que votaron por AMLO. El pueblo, la sociedad mexicana, somos todos los que no tenemos partido, son los panistas, los priístas, los perredistas, petistas, ricos, pobres, clase medieros, indígenas, mestizos, güeros, morenos, negros. Todos.
 
El pueblo no son nada más los que aborregadamente levantan la mano en las "asambleas informativas" en el Zócalo. Si AMLO reúne a un millón de personas en su Convención Nacional Democrática (3 mentiras en una frase de 3 palabras) sólo será la reunión de militantes y simpatizantes del PRD y de AMLO, no representarán al pueblo de México. Aún si pudiera reunir a los más de 14 millones de personas que votaron por él, aún así esa gente no representa a todo el pueblo. El verdadero pueblo ya opinó, ya votó el 2 de julio. Nuevamente el Congreso está dividido, nadie tiene mayoría, esa es la voluntad del pueblo. Ahí, aunque imperfectamente, está representado el pueblo de México. Definitivamente se requieren cambios profundos en las instituciones, nadie niega eso. Pero esos cambios tienen que seguir su cause legal como lo marca la Constitución, tienen que ser aprobados en el Congreso. Así es la democracia, la verdadera, la del voto secreto en una urna, no la de mano alzada en una asamblea. Ojala que un día todos los mexicanos podamos entender y aceptar a la democracia.
 

Dany Osiel Portales Castro
Monterrey


Comments:
Busca AMLO destruir democracia.-Krauze

El escritor mexicano escribió en un artículo para el Washington Post que el tabasqueño un hombre con aspiraciones mesiánicas

Grupo Reforma


Distrito Federal (5 septiembre 2006).- Andrés Manuel López Obrador es un revolucionario con mentalidad totalitaria y aspiraciones mesiánicas que intenta destruir la democracia mexicana, de acuerdo con el historiador Enrique Krauze.

"Es claro que López Obrador no es un demócrata. Es un revolucionario con una mentalidad totalitaria y aspiraciones mesiánicas que usa la retórica de la democracia para tratar de destruir esta tercera tentativa histórica en la democracia de México.

"Hace 86 años, México puso fin a una revolución que costó un millón de vidas. Desde entonces hemos vivido en paz. México es un País aún plagado por la injusticia y la pobreza, pero ha tenido un progreso significativo en su transformación económica, en los programas sociales y en su vida política. Sería muy triste que todo eso acabará por una dictadura o una revolución: el 97 por ciento de nuestra historia", escribió Krauze en un artículo publicado este martes por el rotativo The Washington Post titulado "México: democracia bajo amenaza".

En el artículo de 16 párrafos, publicado en la página A19 del diario, Krauze también hace un repaso de la historia de la democracia y los gobiernos que México ha tenido.

Escribe que México, además de vecino y compañero de Canadá y Estados Unidos, es fiel de la balanza de Latinoamérica que carga a los países de la región hacia los ejemplos de Chile y Brasil, no Cuba y Venezuela

"López Obrador se ha quejado de la campaña de miedo de sus opositores, pero él es el que agita el verdadero miedo, declarando que 'México necesita una revolución' y comparando la situación actual con las circunstancias que condujeron a la Revolución de 1910.

"La comparación histórica es completamente incorrecta: López Obrador no es el heredero de demócratas liberales como Benito Juárez y Francisco I. Madero, sino de cabecillas como Porfirio Díaz y Victoriano Huerta, líderes de los golpes que sofocaron las dos tentativas iniciales de democracia en México", sentencia.

Krauze afirma que López Obrador ha dañado la democracia mexicana tratando de sostener que el México de hoy es el mismo en el que PRI mandaba.

"En artículos y entrevistas publicados en la prensa internacional (escritos en un cortés tono de civilidad, lejos de sus discursos incendiarios), López Obrador seriamente ha dañado la joven democracia de México tratando de sostener lo insostenible: que México hoy es el mismo México que en los días en los que el PRI mandaba".
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?