sábado, abril 28, 2012
El sofisma del IVA
En su columna de hoy en El Norte, Ana Margarita Ríos-Farjat dice que "es un sofisma que quienes más tienen más pagarían de IVA" si se generaliza la tasa impositiva a todos los productos y servicios. Además afirma que "matemáticamente está demostrado que las exenciones al IVA neutralizan los efectos perversos de la regresividad del impuesto".
Me gustaría que se publicaran las referencias de esos estudios matemáticos que prueban que las exenciones benefician a los que menos tienen.
Los estudios que yo he visto, el más completo está detallado en el libro de Santiago Levy pero también hay diversos estudios del CIDAC, indican todo lo contrario. Aunque proporcionalmente con sus ingresos el IVA en alimentos y medicinas afectaría poco al 20% más rico de la población, y más al 20% más pobre, ese subsidio generalizado en términos absolutos beneficia más a quienes más tienen y no tanto a los más pobres, precisamente por la enorme desigualdad que existe. Aunque los más ricos destinan un porcentaje muy bajo de sus ingresos a alimentos y medicinas, de manera absoluta el consumo que tienen es mucho mayor.
Dicho de otra forma, el 20% más rico de la población consume (con mucho desperdicio, sin duda) más alimentos y medicinas, casi exclusivamente en el sector formal de la economía, que lo que gasta el 20% más pobre, además de que éstos últimos consumen mayoritariamente en el sector informal (que no paga IVA) y los más pobres de los pobres, los indígenas en zonas rurales, consumen lo que ellos mismos producen.
Por lo tanto, los subsidios generalizados, como el de la gasolina y el IVA en alimentos y medicinas, son los más injustos y regresivos de todos. El apoyo a los más pobres, la redistribución de la riqueza, no debe hacerse con subsidios generalizados al sistema impositivo, sino con subsidios focalizados vía egresos del Estado. Además, dejar huecos en el IVA, como el de los alimentos medicinas, provoca que toda la industria en ese sector no paguen IVA y se les tenga que regresar enormes cantidades. Los subsidios generalizados no son más que populismo que en nada ayuda a los que menos tienen.