domingo, marzo 25, 2012
Motor de la prosperidad
A ver qué prietito en el arroz le ponen, amigos lectores, al siguiente concepto: "Instituciones económicas inclusivas crean los mercados inclusivos, que no sólo le proporcionan a la gente la libertad de procurar la vocación en la vida que más se ajusta a sus habilidades y talentos, sino también proveen un campo de juego parejo que les ofrece la oportunidad de hacerlo.
"Aquellos que tengan buenas ideas tendrán oportunidad de iniciar negocios, los trabajadores tenderán a acudir hacia actividades donde su productividad es mayor, y las firmas menos eficientes serán reemplazadas por unas más eficientes. Contrastemos esta inclusividad con cómo la gente escogía su ocupación bajo la 'mita' del colonial Perú o Bolivia, en las que muchos eran OBLIGADOS a laborar en las minas de plata o mercurio, independientemente de sus habilidades o, inclusive, de si querían hacerlo o no.
"Instituciones económicas inclusivas también pavimentan el camino para DOS otros MOTORES DE LA PROSPERIDAD: tecnología y educación.
"El crecimiento económico sostenido siempre está acompañado de mejorías tecnológicas que permiten a la gente, mano de obra, tierra y capital, ser MÁS PRODUCTIVOS.
"Los procesos de innovación se hacen posibles cuando se cuenta con instituciones económicas que promueven la propiedad privada, crean certeza jurídica y ofrecen un campo de juego parejo que promueve y permite la entrada de nuevos jugadores al sector económico y que pueden traer consigo nuevos desarrollos tecnológicos.
"No debe ser sorpresa entonces que fue la sociedad norteamericana -y no MÉXICO o PERÚ- la que produjo a Thomas Edison, y que es hoy Corea del Sur, y no Corea del Norte, la que cuenta con la innovación tecnológica de empresas como Samsung o Hyundai.
"La habilidad de las instituciones económicas para aprovechar el potencial de los mercados inclusivos, promover la innovación tecnológica, invertir en el ser humano y movilizar el talento y habilidades de grandes números de individuos es crítica para el crecimiento económico.
"Explicar el porqué tantas instituciones económicas FRACASAN en la creación de estos objetivos básicos es el tema central de esta obra".
Se imaginarán, amigos, ustedes que son picudos y observadores, que estos conceptos arriba citados provienen del libro que les comentamos en una anterior entrega: "Why Nations Fail", de Daron Acemoglu y James A. Robinson (Crown Publishers, Nueva York).
Los reproducimos aquí con el fin de que hagan un contraste mental entre estos conceptos y la realidad mexicana.
¿Campo de juego parejo, certeza jurídica, instituciones inclusivas, acceso libre a los mercados económicos para nuevos jugadores?
¡Nada de esto tenemos, amigos!
Es la nuestra una economía dominada por monopolios y oligopolios (gubernamentales y privados) que dominan los mercados e impiden el acceso a los procesos a otros protagonistas y junto con ellos a la innovación.
En nuestro país no hay certeza jurídica, no hay claridad (por el sistema ejidal, por ejemplo) en cosas tan básicas como la tenencia de la tierra, y es el nuestro en la práctica (si no en la teoría) un sistema "extractivo" y no inclusivo.
Agreguen ustedes la impunidad y la corrupción que reinan y que torna en inoperantes una gran parte de nuestras instituciones, las cuales convierten en sumamente disparejo el "campo de juego", y la conclusión es obvia:
Carecemos en México, pues, de los "motores de la prosperidad" que están identificados con el desarrollo y la erradicación de la miseria.
Ya que sabemos por qué estamos "fregados", lo que sigue es determinar ¿cómo le vamos a hacer para dejar de serlo?
El abogado del Pueblo
fricase@elnorte.com
"Aquellos que tengan buenas ideas tendrán oportunidad de iniciar negocios, los trabajadores tenderán a acudir hacia actividades donde su productividad es mayor, y las firmas menos eficientes serán reemplazadas por unas más eficientes. Contrastemos esta inclusividad con cómo la gente escogía su ocupación bajo la 'mita' del colonial Perú o Bolivia, en las que muchos eran OBLIGADOS a laborar en las minas de plata o mercurio, independientemente de sus habilidades o, inclusive, de si querían hacerlo o no.
"Instituciones económicas inclusivas también pavimentan el camino para DOS otros MOTORES DE LA PROSPERIDAD: tecnología y educación.
"El crecimiento económico sostenido siempre está acompañado de mejorías tecnológicas que permiten a la gente, mano de obra, tierra y capital, ser MÁS PRODUCTIVOS.
"Los procesos de innovación se hacen posibles cuando se cuenta con instituciones económicas que promueven la propiedad privada, crean certeza jurídica y ofrecen un campo de juego parejo que promueve y permite la entrada de nuevos jugadores al sector económico y que pueden traer consigo nuevos desarrollos tecnológicos.
"No debe ser sorpresa entonces que fue la sociedad norteamericana -y no MÉXICO o PERÚ- la que produjo a Thomas Edison, y que es hoy Corea del Sur, y no Corea del Norte, la que cuenta con la innovación tecnológica de empresas como Samsung o Hyundai.
"La habilidad de las instituciones económicas para aprovechar el potencial de los mercados inclusivos, promover la innovación tecnológica, invertir en el ser humano y movilizar el talento y habilidades de grandes números de individuos es crítica para el crecimiento económico.
"Explicar el porqué tantas instituciones económicas FRACASAN en la creación de estos objetivos básicos es el tema central de esta obra".
Se imaginarán, amigos, ustedes que son picudos y observadores, que estos conceptos arriba citados provienen del libro que les comentamos en una anterior entrega: "Why Nations Fail", de Daron Acemoglu y James A. Robinson (Crown Publishers, Nueva York).
Los reproducimos aquí con el fin de que hagan un contraste mental entre estos conceptos y la realidad mexicana.
¿Campo de juego parejo, certeza jurídica, instituciones inclusivas, acceso libre a los mercados económicos para nuevos jugadores?
¡Nada de esto tenemos, amigos!
Es la nuestra una economía dominada por monopolios y oligopolios (gubernamentales y privados) que dominan los mercados e impiden el acceso a los procesos a otros protagonistas y junto con ellos a la innovación.
En nuestro país no hay certeza jurídica, no hay claridad (por el sistema ejidal, por ejemplo) en cosas tan básicas como la tenencia de la tierra, y es el nuestro en la práctica (si no en la teoría) un sistema "extractivo" y no inclusivo.
Agreguen ustedes la impunidad y la corrupción que reinan y que torna en inoperantes una gran parte de nuestras instituciones, las cuales convierten en sumamente disparejo el "campo de juego", y la conclusión es obvia:
Carecemos en México, pues, de los "motores de la prosperidad" que están identificados con el desarrollo y la erradicación de la miseria.
Ya que sabemos por qué estamos "fregados", lo que sigue es determinar ¿cómo le vamos a hacer para dejar de serlo?
El abogado del Pueblo
fricase@elnorte.com
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Analicemos las propuestas de los candidatos evaluando cuáles de ellas son inclusivas hacia la prosperidad, cuáles plantean modificar el sistema de incentivos hacia la inversión y el desarrollo, alejándose de la subsidiaridad, conformismo, y del Estado tipo "papá gobierno".