jueves, septiembre 11, 2008
Gasolinazo
"Para que haya un desarrollo económico sustentable tiene que pagarse lo que realmente cuesta la energía".
Mario Molina
Si los subsidios fueran el camino para prosperar, México sería el país más rico del mundo. Nuestros políticos, sin embargo, están adoctrinados para pensar que regalar dinero es la mejor manera de lograr el desarrollo. Les gusta particularmente dar a quienes más tienen. Por eso es tan importante respaldar el intento del Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de disminuir el subsidio a la gasolina.
Durante años tuvimos en México un precio para la gasolina superior al de Estados Unidos, nuestro vecino y principal proveedor de este producto. En los últimos años del sexenio del presidente Vicente Fox, el virus del populismo infectó a Los Pinos y el gobierno permitió que el precio se rezagara. Un subsidio que en un momento era relativamente pequeño, sin embargo, se convirtió en el sexenio de Felipe Calderón en un lastre monstruoso para las finanzas públicas y para la economía. Éste ha sido el verdadero gasolinazo contra los mexicanos.
Apenas el pasado 26 de mayo, el presidente Calderón señaló, como si se tratara de un triunfo, que el subsidio a las gasolinas ascendería a 200 mil millones de pesos tan sólo en el 2008. La cifra es enorme. Rebasa el gasto programable anual de cualquiera de las dependencias del Gobierno federal. Es igual al gasto que el Gobierno está pidiendo para todo Pemex en el 2009. Con ese dinero, de hecho, podrían construirse dos refinerías de clase mundial.
La cifra citada por el presidente Calderón, sin embargo, resultó conservadora. Esta semana, el Secretario de Hacienda señaló que el monto total del subsidio en el 2008 sería de 240 mil millones de pesos y añadió que en el 2009 se buscaría reducirlo a 140 mil millones. Sigue siendo una cantidad inaceptable, pero cuando menos se está iniciando el necesario ajuste.
Cualquier partido político de izquierda en el mundo habría rechazado este subsidio por ser lesivo para el ambiente y socialmente regresivo. Subsidiar los combustibles fósiles, efectivamente, lleva a un aumento del consumo y, por lo tanto, a una mayor contaminación. Por eso un especialista de la talla de Mario Molina, ganador del Premio Nobel de química, apuntaba este 9 de septiembre en el encuentro Siglo XXI de la Fundación Telmex que "para que haya un crecimiento económico saludable tiene que pagarse lo que realmente cuesta la energía".
Pero, además, el subsidio a la gasolina es, como lo señaló el propio doctor Molina, "regresivo": esto es, beneficia más a quienes más tienen. El secretario Carstens ha mantenido también esta posición, ante el sorprendente rechazo del PRD. "Me sorprende el simplismo del Secretario de Hacienda", afirmó el Senador del PRD Carlos Navarrete. "Si en este país solamente los ricos tuvieran carro, pues tendríamos muchos ricos en el país... Hay millones de mexicanos que tienen vehículos, no los vehículos de lujo, estoy hablando de los vehículos de trabajo, de los vehículos de clase media, los profesionistas, los comerciantes, muchísimas mujeres que trabajan, es decir, no hay que ser tan simplistas pensando en que México está dividido entre los que tienen carro y entre los que no tienen".
Este pasado mes de junio había 16.9 millones de automóviles particulares en México. Éstos son, fundamentalmente, propiedad del 20 por ciento más rico de la población, que incluye a nuestra escasa clase media. Las familias ricas tienen más vehículos, mientras que las realmente pobres no tienen ninguno. Esos profesionistas y comerciantes a los que se refiere el Senador Navarrete son clase media.
No conozco ningún estudio concreto sobre el impacto social del subsidio a los combustibles, pero la información disponible ratifica el punto de vista del doctor Molina y del secretario Carstens frente al del Senador Navarrete. John Scott Andretta, investigador del CIDE, uno de los mayores expertos en pobreza de nuestro país, me indicaba hace algunos meses que, en términos generales, y usando los datos de la encuesta de ingreso-gasto de las familias mexicanas, un 80 por ciento del subsidio se va al 20 por ciento más rico de la población, mientras que sólo un 20 por ciento se distribuye en el otro 80 por ciento. De hecho, entre más pobre es la gente, menor el beneficio. El 20 por ciento más pobre, que vive en zonas rurales aisladas, no obtiene virtualmente ningún provecho.
Por razones ecológicas y de justicia social, pues, México debe terminar con este verdadero gasolinazo. Cualquier intento de acabar con un privilegio tiene resistencias políticas, especialmente cuando los afectados son ricos y poderosos. En otros países del mundo, sin embargo, la causa de eliminar el subsidio a la gasolina tendría el respaldo de la izquierda y de los grupos ecologistas. El que en México se opongan quienes navegan con estas banderas nos demuestra la perversidad de nuestros políticos.
Institutos electorales
No son fenómenos aislados. La clase política está buscando restar independencia a los institutos electorales ciudadanos. Primero vimos la destitución de Luis Carlos Ugalde y otros consejeros del IFE. Hoy vemos la acotación de la autonomía del Instituto Electoral del Estado de México, que ha llevado a la renuncia de su presidente José Núñez, y el intento de destituir a Isidro Cisneros como presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal. La clase política quiere eliminar la autonomía de los institutos electorales.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
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El subsidio de la tasa cero del IVA en alimentos, medicinas, libros y revistas beneficia también más a los que más tienen. El ~50% del subsidio de la tasa cero del IVA lo recibe el 20% más rico de la población. Y el 20% más pobre sólo recibe el ~5%. Dicho de otra manera, el 20% más rico de la población consume el 50% de los alimentos y medicinas en el sector formal de la economía. ¿Dónde esta la justicia social manteniendo una tasa cero del IVA en alimentos, medicinas, libros y revistas? Que alguien me explique!!!!
Mario Molina
Si los subsidios fueran el camino para prosperar, México sería el país más rico del mundo. Nuestros políticos, sin embargo, están adoctrinados para pensar que regalar dinero es la mejor manera de lograr el desarrollo. Les gusta particularmente dar a quienes más tienen. Por eso es tan importante respaldar el intento del Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de disminuir el subsidio a la gasolina.
Durante años tuvimos en México un precio para la gasolina superior al de Estados Unidos, nuestro vecino y principal proveedor de este producto. En los últimos años del sexenio del presidente Vicente Fox, el virus del populismo infectó a Los Pinos y el gobierno permitió que el precio se rezagara. Un subsidio que en un momento era relativamente pequeño, sin embargo, se convirtió en el sexenio de Felipe Calderón en un lastre monstruoso para las finanzas públicas y para la economía. Éste ha sido el verdadero gasolinazo contra los mexicanos.
Apenas el pasado 26 de mayo, el presidente Calderón señaló, como si se tratara de un triunfo, que el subsidio a las gasolinas ascendería a 200 mil millones de pesos tan sólo en el 2008. La cifra es enorme. Rebasa el gasto programable anual de cualquiera de las dependencias del Gobierno federal. Es igual al gasto que el Gobierno está pidiendo para todo Pemex en el 2009. Con ese dinero, de hecho, podrían construirse dos refinerías de clase mundial.
La cifra citada por el presidente Calderón, sin embargo, resultó conservadora. Esta semana, el Secretario de Hacienda señaló que el monto total del subsidio en el 2008 sería de 240 mil millones de pesos y añadió que en el 2009 se buscaría reducirlo a 140 mil millones. Sigue siendo una cantidad inaceptable, pero cuando menos se está iniciando el necesario ajuste.
Cualquier partido político de izquierda en el mundo habría rechazado este subsidio por ser lesivo para el ambiente y socialmente regresivo. Subsidiar los combustibles fósiles, efectivamente, lleva a un aumento del consumo y, por lo tanto, a una mayor contaminación. Por eso un especialista de la talla de Mario Molina, ganador del Premio Nobel de química, apuntaba este 9 de septiembre en el encuentro Siglo XXI de la Fundación Telmex que "para que haya un crecimiento económico saludable tiene que pagarse lo que realmente cuesta la energía".
Pero, además, el subsidio a la gasolina es, como lo señaló el propio doctor Molina, "regresivo": esto es, beneficia más a quienes más tienen. El secretario Carstens ha mantenido también esta posición, ante el sorprendente rechazo del PRD. "Me sorprende el simplismo del Secretario de Hacienda", afirmó el Senador del PRD Carlos Navarrete. "Si en este país solamente los ricos tuvieran carro, pues tendríamos muchos ricos en el país... Hay millones de mexicanos que tienen vehículos, no los vehículos de lujo, estoy hablando de los vehículos de trabajo, de los vehículos de clase media, los profesionistas, los comerciantes, muchísimas mujeres que trabajan, es decir, no hay que ser tan simplistas pensando en que México está dividido entre los que tienen carro y entre los que no tienen".
Este pasado mes de junio había 16.9 millones de automóviles particulares en México. Éstos son, fundamentalmente, propiedad del 20 por ciento más rico de la población, que incluye a nuestra escasa clase media. Las familias ricas tienen más vehículos, mientras que las realmente pobres no tienen ninguno. Esos profesionistas y comerciantes a los que se refiere el Senador Navarrete son clase media.
No conozco ningún estudio concreto sobre el impacto social del subsidio a los combustibles, pero la información disponible ratifica el punto de vista del doctor Molina y del secretario Carstens frente al del Senador Navarrete. John Scott Andretta, investigador del CIDE, uno de los mayores expertos en pobreza de nuestro país, me indicaba hace algunos meses que, en términos generales, y usando los datos de la encuesta de ingreso-gasto de las familias mexicanas, un 80 por ciento del subsidio se va al 20 por ciento más rico de la población, mientras que sólo un 20 por ciento se distribuye en el otro 80 por ciento. De hecho, entre más pobre es la gente, menor el beneficio. El 20 por ciento más pobre, que vive en zonas rurales aisladas, no obtiene virtualmente ningún provecho.
Por razones ecológicas y de justicia social, pues, México debe terminar con este verdadero gasolinazo. Cualquier intento de acabar con un privilegio tiene resistencias políticas, especialmente cuando los afectados son ricos y poderosos. En otros países del mundo, sin embargo, la causa de eliminar el subsidio a la gasolina tendría el respaldo de la izquierda y de los grupos ecologistas. El que en México se opongan quienes navegan con estas banderas nos demuestra la perversidad de nuestros políticos.
Institutos electorales
No son fenómenos aislados. La clase política está buscando restar independencia a los institutos electorales ciudadanos. Primero vimos la destitución de Luis Carlos Ugalde y otros consejeros del IFE. Hoy vemos la acotación de la autonomía del Instituto Electoral del Estado de México, que ha llevado a la renuncia de su presidente José Núñez, y el intento de destituir a Isidro Cisneros como presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal. La clase política quiere eliminar la autonomía de los institutos electorales.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
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El subsidio de la tasa cero del IVA en alimentos, medicinas, libros y revistas beneficia también más a los que más tienen. El ~50% del subsidio de la tasa cero del IVA lo recibe el 20% más rico de la población. Y el 20% más pobre sólo recibe el ~5%. Dicho de otra manera, el 20% más rico de la población consume el 50% de los alimentos y medicinas en el sector formal de la economía. ¿Dónde esta la justicia social manteniendo una tasa cero del IVA en alimentos, medicinas, libros y revistas? Que alguien me explique!!!!
Etiquetas: economia, PEMEX, petroleo, reformas, subsidios
Comments:
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Por ser el petróleo un recurso no renovable, debería ser bastante más caro.
Creo que el siguiente dato le parecerá interesante a Sergio Sarmiento:
Supongamos que un inglés quema 15 litros de diesel a la semana en su coche.
A 133.9 peniques por litro, esos 15 litros de diesel cuestan 20.085 libras esterlinas, que equivalen a
$ 374.58 pesos MX
La energía mecánica que puede obtenerse de 15 litros de diesel equivale a 945 horas-hombre de trabajo físico que puede hacer una persona.
Esto es, equivale al trabajo físico que pueden hacer 27 personas en una semana (trabajando 35 horas cada persona en la semana)
El inglés, al quemar 15 litros de diesel en una semana, es como si tuviera a su disposición a 27 personas haciéndo trabajo físico sólo para él.
Esto debería hacernos reflexionar para CUIDAR la energía.
Cuando la producción mundial de petróleo vaya en declive, la vida será muy difícil en muchos países!!
(Cuando estemos en la era post-Peak Oil)
Un niño que ahora tiene un año de edad, tiene muy pocas posibilidades de subirse a un Jet cuando tenga una edad de 40 años!!
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Creo que el siguiente dato le parecerá interesante a Sergio Sarmiento:
Supongamos que un inglés quema 15 litros de diesel a la semana en su coche.
A 133.9 peniques por litro, esos 15 litros de diesel cuestan 20.085 libras esterlinas, que equivalen a
$ 374.58 pesos MX
La energía mecánica que puede obtenerse de 15 litros de diesel equivale a 945 horas-hombre de trabajo físico que puede hacer una persona.
Esto es, equivale al trabajo físico que pueden hacer 27 personas en una semana (trabajando 35 horas cada persona en la semana)
El inglés, al quemar 15 litros de diesel en una semana, es como si tuviera a su disposición a 27 personas haciéndo trabajo físico sólo para él.
Esto debería hacernos reflexionar para CUIDAR la energía.
Cuando la producción mundial de petróleo vaya en declive, la vida será muy difícil en muchos países!!
(Cuando estemos en la era post-Peak Oil)
Un niño que ahora tiene un año de edad, tiene muy pocas posibilidades de subirse a un Jet cuando tenga una edad de 40 años!!
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