viernes, septiembre 26, 2008
Autoridades o traileros, esa es la cuestión
La historia demuestra con transparencia como están las cosas con la lluvia de bloqueos que cualquier grupo puede montar sobre todo en la ciudad de México pero también en otras partes del país, siempre con absoluta impunidad y con el terror de las autoridades de ejercer su derecho a que la ciudadanía pueda circular libremente por todo el país. El miércoles, como lo vienen haciendo cotidianamente, uno grupo de no más de 300 maestros de Morelos decidieron bloquear todos los accesos a Cuernavaca y el tránsito por la carretera a México y a Acapulco. El bloqueo duró horas y pusieron especial énfasis en bloquear las entradas al principal hospital público de Cuernavaca. Allí no podía pasar nadie, ni ambulancias ni enfermos. Después de cinco horas de bloqueo, la señora Cristina Mechaca, se bajó de un autobús para demandar que dejaran pasar ese transporte que traía niños autistas que venían de recibir un tratamiento fuera de Cuernavaca y que por su propia condición ya no podían seguir esperando durante más tiempo, sin agua y sin baños en el lugar. La señora, existen testimonios gráficos claros al respecto, fue golpeada, insultada, jaloneada y rasguñada y por supuesto los valientes manifestantes decidieron que por ahí no pasaba nadie, ni niños enfermos ni madres agredidas. Pero a unos metros de allí, casi a la misma horas, sobre la carretera, en la zona llamada El Polvorín, un grupo de traileros, hartos por la espera, porque habían perdido el día laboral e incluso su carga, junto con un grupo de choferes de autobuses, se dirigieron hasta el retén que bloqueaba la carretera y fueron muy directos, luego de un poco amable intercambio de palabras: si en diez minutos los manifestantes no liberaban la carretera, "les partiremos la madre". Los valientes manifestantes que golpearon a una madre e hicieron escarnio de ella, que dejaron a niños y personas enfermas sin poder ingresar a un hospital, decidieron ante la contundente advertencia de los traileros, levantar en apenas cinco minutos el bloqueo y dejarlo para otra ocasión. El adjetivo más suave que se puede utilizar es cobardía, en el sentido más amplio de la palabra.
Pero la anécdota sirve también para reflexionar sobre otro tema. Durante las horas del bloqueo del miércoles, o los de días pasados en Cuernavaca o en el DF, o en otros puntos del país, sobre todo en Michoacán, no ha habido una sola autoridad que tomara cartas en el asunto más que aceptar formar mesas de negociación que todos, unos y otros, saben que no sirven para nada. Bloquear autopistas federales es un delito federal; bloquear vías principales en las ciudades es un delito del orden local; ocupar por la fuerza edificios públicos sea la sede de la SEP o el palacio de gobierno de Morelos, implica la violación de una larga serie de ordenamientos legales. ¿Cómo puede ser que no haya una sola autoridad que tome cartas en el asunto?. Días atrás, el secretario de seguridad pública capitalina, Manuel Mondragón y Kalb me decía que él no podían hacer nada si tres mil manifestantes y 80 camiones estaban bloqueando la entrada y el tránsito de la ciudad. Las autoridades federales tampoco hicieron nada para evitar el bloqueo en las vías federales. No hay una sola persona de estos grupos a la que se le haya iniciado una averiguación previa, ni un policía, federal o local, que haya intentado evitar los hechos. Los únicos exitosos, con una advertencia muy entendible para todos, fueron los traileros: ¿tendremos que contratarlos para garantizar la seguridad y que se respete la ley?¿no se comprende que más temprano que tarde ciudadanos hartos van a intentar romper los bloqueos y ocurrirá, de un lado o del otro una tragedia?. ¿Tan difícil es demostrar que con todo el respeto a las leyes hay cosas que se pueden hacer y cosas que no?¿qué nada impide el derecho de manifestación pero que bloquear calles, avenidas y autopistas está prohibido, tanto como ocupar por la fuerza edificios públicos?¿las leyes que se aplican a los ciudadanos individualmente no son las mismas cuando se juntan más de diez personas con una supuesta bandera política o social?. El miércoles fueron los maestros, ayer en el DF, un grupo de microbuseros que no quieren competencia en sus rutas. Nadie impidió que durante horas, tuvieran paralizado toda un área neurálgica de la ciudad.
El hecho es que unos centenares de maestros deciden oponerse a la reforma educativa y tienen libertad para hacer lo que quieran. Reclaman, sobre todo, tres temas: no quieren concursos de oposición para ocupar plazas; quieren que esas plazas se entreguen directamente a cualquiera que haya terminado la escuela normal, haya o no demanda de maestros en la zona e independientemente de su capacitación y, además quieren que esa plaza se convierta en un bien patrimonial, o sea que pueda ser vendida, transferida o heredada. Y por último tampoco quieren ser evaluados en su desempeño. Es verdad que muchas de esas cosas se realizaron durante décadas con impunidad y con el beneplácito de autoridades, sindicatos y partidos. Pero eso ya es insostenible y todo lo demás, positivo, que tiene la alianza educativa, sin romper con ese circulo vicioso, corrupto, no servirá para nada.
La mayoría de los maestros están dispuestos a apoyar esas reformas. Pero si observan que pueden tener beneficios ilegítimos con medidas de fuerza, que nadie las impide violar la ley, que no tienen ningún costo ni siquiera salarial (porque a esos manifestantes les siguen pagando rigurosamente su salario, trabajen o no), si ni siquiera existe una exhibición pública de lo injusto de la demanda ¿por qué seguirán apoyando las reformas?. Son las autoridades las que deben asumir sus responsabilidades, no los traileros. Pero qué podemos esperar si el otro bloqueo del miércoles lo realizaron miembros de la AFI que no quieren incorporarse al régimen laboral más estricto de la Policía Federal?
Por: Jorge Fernández Menéndez | |
Publicado en: Periódico Excelsior | Fecha: Viernes, 26 de Septiembre de 2008 |
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Y todo porque quieren seguir heredando o vendiendo sus plazas. ¿Y la calidad educativa? Eso si, el PRD y AMLO siguen detrás de la CNTE. ¿Hasta cuando? Y no se confundan, esto no significa apoyar a la Gordillo. Las plazas deben asignarse por examen de oposición, por capacidad del maestro. No por antigüedad, ni por ser hijo o pariente del que se jubila. ¿Quién refuta esto?
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