martes, octubre 02, 2007

 

El negocio del ayer

El eco es ensordecedor. Por momentos causa aturdimiento: nada cambia, es lo mismo, siempre es lo mismo, nada cambia, es lo mismo, siempre lo mismo. Fraude, fraude, fraude, medio siglo de fraudes; allí está el 2006 como prueba; políticos que se enriquecen, una y mil veces, la lista no acaba, es lo mismo priistas, panistas, perredistas, verdes, lo que sea, llevamos décadas viendo la misma historia. Primero muy circunspectos y después aparecen las grandes casonas o las cuentas bancarias. Es lo mismo. Bombas por aquí y por allá, nunca acaban, ¿qué quieren? Lo que pasa es que la política no está abierta, eso los justifica, al igual que hace 40 años, nada ha cambiado es lo mismo; violaciones a los derechos humanos, ya lo sabemos, nunca cesan, para qué tanto cuento con la CNDH si las policías y el Ejército hacen lo que quieren. Y ahora de nuevo nos amenazan con "hiperinflación".

El escepticismo crece cuando se habla de la violencia callejera, o de la guerra contra el narco o de la administración de justicia, o de los políticos, diputados, senadores, líderes sindicales millonarios, etc. ¿Qué ha cambiado?, se pregunta mucha gente. Vamos para atrás. Este país está podrido, no tiene solución. Los argumentos los escucha uno un día sí y el otro también. México vive días de desilusión, peor aun, de hartazgo. Todos somos, en alguna medida, responsables de ello. El problema es que siendo presas de esa actitud todos los matices se pierden, el enfado conduce y la ilusión de un mejor mañana no encuentra lugar. Atrapados en el torbellino de la autoflagelación no hay futuro promisorio, ni siquiera vale la pena intentarlo. Con la desesperanza instalada entre nosotros es difícil siquiera imaginar un mejor mañana. Por allí se comienza. ¿Cómo llegamos ahí?

Lo primero es quizá el veneno que introdujo la elección del 2006. La intención es clara: convertir a esa fecha en un nuevo acto fundacional: 1988 y 2006. En la lectura burda nada ocurrió entre las dos fechas. Con todas las deficiencias del 2006, es innegable que los dos expedientes son muy distintos. Entre las dos fechas hubo un quiebre definitivo en la concepción de las instituciones que rigen la vida electoral. La comparación es falsa. Pareciera que por momentos somos incapaces de asimilar los cambios que el país ha vivido.

"Miles y miles" de muertos decía un popular conductor de televisión para referirse al 68 y de allí brincar a las tropelías de las fuerzas armadas en los operativos del 2007. El problema es que esos "miles y miles" de muertos nadie los ha podido comprobar y que varios conocedores nos remiten a menos de 100 muertos y desaparecidos. Un horror, que quede claro. Pero en nada ayuda a la verdad jurídica e histórica seguir alimentando ese mito que se ha convertido en un muy buen negocio político.

Decir que estamos igual que durante la "guerra sucia" es un despropósito mayor. Hace 20 años, el término "derechos humanos" era manejado sólo por académicos. Hoy existe una creciente cultura al respecto además de la institución nacional y las locales. Por supuesto que sigue habiendo atropellos y no se debe bajar la guardia, pero decir que estamos igual que hace medio siglo es faltar a la verdad, mentir, y las mentiras tienen consecuencias.

La pobreza crece, sueltan con gran aplomo algunos "pobresionistas" que han encontrado en el tema un manantial inagotable. Hay, sin embargo, un pequeño problema, tanto los indicadores nacionales como los internacionales muestran lo contrario. Pero lo que debiera ser una buena noticia viene a incomodar. Porque el pasado mexicano se convirtió en un gran negocio. Apuntalados en esas versiones que mucho tuvieron de verdad, es que se construyó el avance democrático del país. Pero tenemos que aprender a enterrar discusiones para así poder encarar la realidad.

"Aumento general de salarios" fue la consigna de un legislador para poder así contender con la "hiperinflación" que se ha desatado. De nuevo, ¿"hiperinflación"? Al país le ha llevado décadas encauzar la economía. Hoy el Banco de México goza de un estatuto institucional muy diferente y cuenta con instrumentos. ¿Por qué envenenar a la opinión pública? Que hay presiones inflacionarias, por supuesto, pero es momento de enterrar el discurso incendiario.

Ni en democracia, ni en derechos humanos, ni en pobreza, este país es igual al de hace un cuarto de siglo. Por supuesto que hay rubros vergonzosos como lo es la realidad de los pueblos indígenas o la migración de connacionales, o los niveles de corrupción, o los educativos o el bajo ritmo de crecimiento. Pero usufructuar el pasado sin atender los logros, que también los ha habido y muchos, es convertir la política en una farsa muy irresponsable. Es claro que la evolución vende menos, pero fomentar la ilusión revolucionaria, el cambio súbito, que tanto prestigio da, es irresponsable. Mientras no denunciemos las mentiras y admitamos los cambios, el hartazgo continuará.

Un ejemplo, justificar así sea de manera edulcorada los actos terroristas argumentando que es otra forma de hacer política válida ante la cerrazón, es una bofetada a la democracia, imperfecta, en la que muchos se empeñaron. No aceptar el avance en la lucha en favor de los derechos humanos es una auténtica afrenta a quienes se entregaron a esa batalla. No admitir la apertura informativa ofende. No aceptar ciertos beneficios de la apertura comercial es meter la cabeza en un hoyo.

Hay muchas injusticias que discutir, muchas causas que defender, pero convertir al pasado en un negocio es una infamia.


Federico Reyes Heroles

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Comments:
excelente articulo
claro, imparcial, articulado, con los pies en la tierra, pone las cosas en la balanza,


pero vivimos en un mexico donde se traduce en esto:

otro articulo tendencioso mas de al ultra extrema derecha, fascista, yunque, del poder usurpador, de los opresores, pero no olvidamos a los 10,000,000 de mexicanos asesinados y desaparecidos por eso nos vamos a juntar 4,5000,000 en el zocalo el 16 de sep del 2008 verdadero bicentenario de la independencia

amlo dictador vitalicio 2012 .....

estamos en el hoyo
 
Dany,
No habría manera de que les publicaras a los amlo-súbditos un artículo de la ultra extrema izquierda para que se sientan bien??? Preferentemente uno donde se hable de los 10,000,000 (sabrán lo que indica esta cifra realmente???) de mexicanos asesinados y desaparecidos y que alabe a los 4,500,000 que se juntarán en el zócalo (quizá poniendo segundo y hasta tercer piso, como en el Peri, puedan caber, quién sabe...).
 
Si les quitaran este negocio de explotación del pasado, simplemente la izquierda mexicana, como la conocemos actualmente, (y empezando con amlo) desaparecería, pues ya no tendría argumentos que esgrimir para su retórica...
 
El Peje sólo puede reunir a mucha gente en el zócalo cuando regala $100.- a miles de personas.

Algo que le dió mucha envidia al peje fué ver la cantidad de gente que fué al zócalo a disfrutar del concierto de Shakira !!
Esa si fué una multitud !!
 
ja Cecilia no entendio el sarcasmo del primer comentario,

Umm no creo que sean suficientes 100 pesos, dijeron que en sus mitines del zocalo acudian presionados los empleados del GDF, hubo concentraciones de mas de un millon de gentes, ¿entonces el GDF tiene mas del millon de empleados en su nomina?
 
1.- Que no sabes leer, ese es el sentido (no sarcasmo) de mi comentario. Todo lo que se publique de periodistas que no son afines a tu ídolo amlo, para tí, es de ultraderecha y es tendencioso. No entiendes nada que difiera de sus sabias y sagradas palabras y es una pena! Quién es el que ve todo en BLANCO Y NEGRO, entonces???

2.- Sabes que escribiste la cifra de DIEZ MILLONES de mexicanos asesinados y desaparecidos??? Estás haciendo el recuento total de qué período??? Aquí si, de veras, no entiendo de dónde sacas esos números... Si me puedes dar la fuente, me gustaría consultarla, porque tal vez soy yo quien está en un error y me gustaría saber la verdad.

También le vas a cargar el costo del 68 y 71 al gobierno en turno?? (que conste que no dije ni de Fox ni de Calderón, sino "en turno", porque parece ser nuestra mecánica favorita).

3.- Efectivamente, 100 pesos no eran suficientes, lo que les daban para ir a pararse a plantones al Zócalo y durante el relajito del cierre de Reforma era de 280 pesos para arriba.

4.- Lo de las famosas "guardias" de los empleados del GDF también fue cierto.

5.- Jamás se pudo lograr reunir más de un millón de personas (burócratas o no) en el Zócalo (aunque los 300 ó 350 pesos bien pudieron haber jalado bastante gente), simplemente porque la superficie NO es suficiente para ello... Vamos, ni en el concierto de Shakira pudo haber sido tal cifra de asistentes!!! (Por eso mi comentario del segundo y tercer piso de la plancha del Zócalo).
 
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