viernes, marzo 26, 2021
Desaparecimos
Nos borraron del mapa, ya no existimos para la Inversión Extranjera Directa y este "mérito" corresponde al Sr. López y a su Gobierno.
Los de la 4T le han restado atractivo a invertir en México, según expertos, porque no tenemos un plan de desarrollo económico con visión estratégica clara y articulada.
Ello, adicional a que cambios en el marco legal, como la ley del outsourcing y la nueva Ley de la Industria Eléctrica, han generado desconfianza y ahuyentado la inversión, pero además no gustó para nada al capital internacional que nuestro Gobierno haya tomado el camino de GASTAR en obras de "alto costo" y "bajo impacto".
Las pifias cometidas por este Gobierno, pues, se han ido sumando para DESALENTAR la inversión en México.
Y este repudio al País comenzó en el 2019, pero se enfatizó en el 2020 y continúa en el 2021.
El actual Gobierno y el mundo de las finanzas y la economía simplemente no hablan el mismo lenguaje, y por lo mismo no se entienden, lo que ha generado que México haya sido relegado en el panorama de captación de inversión a nivel mundial.
Esta situación representa un mal augurio para nuestro crecimiento futuro, corremos el riesgo de convertirnos en un país chiquito e insignificante, por atrasado e inconfiable.
La situación no sería tan grave si no fuera porque los principales integrantes del Gobierno, desde el Preciso para abajo (excepción quizás de don Arturo Herrera, Secretario de Hacienda), no le dan importancia al fenómeno.
Ello se nota en el simple hecho de que en NADA de lo que se han equivocado han siquiera intentado corregir.
Sabido es que para corregir un error, el primer paso es reconocer que se cometió.
El Gobierno -que se jacta de "transformador"- jamás lo ha hecho y, por el contrario, cuando genera con sus yerros andanadas de críticas, internas y externas, su reacción ha sido siempre DOBLAR LA APUESTA y entercarse más por insistir en el error señalado.
El primer indicio que tuvieron México y el mundo sobre esta actitud y reacción que prevalece en la 4T, desde el instante en que ésta tomó el poder, fue cuando de rompe y rasga anunció la cancelación del Nuevo Aeropuerto de Texcoco, ya a medio construir.
A partir de ese momento, las acciones gubernamentales "hidráulicas" (porque son pura regazón) se han apilado una encima de otra, generando desconfianza, pues nadie le apuesta a un Gobierno inestable y caprichoso que obedece no a las leyes ni a las instituciones, sino a los caprichos de un solo hombre, uno obcecado y entercado con una visión de País (y del mundo) que simplemente no corresponde con la realidad, mucho menos con la modernidad.
No hemos llegado aún a la mitad del sexenio, pero ya se comienzan a palpar los estragos que ha causado el cúmulo de errores cometidos, y la obsesión por una filosofía de gobernar reñida por completo con las tendencias prevalecientes en el mundo.
Esto es, mercados libres, economía de mercado, transparencia, institucionalidad, reglas claras y estables, así como la demostración de capacidad para negociar acuerdos INCLUYENTES y no excluyentes.
Una de las virtudes más importantes que debe exhibir un gobernante es la capacidad de ESCUCHAR, y este Gobierno no sólo no la tiene, sino que se ha acostumbrado a ser la ÚNICA VOZ que atiende, esto es, la suya propia.
Ha demostrado este Gobierno que no cree en la división de Poderes -ni la practica-, ni en el respeto a las instituciones de gobierno que no dependen del Poder Ejecutivo.
Todo lo contrario, la tendencia ha sido DOBLAR Y SOMETER a toda entidad que no acepte las órdenes unilaterales de un Poder Ejecutivo que pretende ser el factótum, uno que hace y deshace a su antojo sin medir ni importarle las consecuencias.
Lo cual ha quedado demostrado por la forma tan impactante en la que la Inversión Extranjera Directa nos ha borrado de las gráficas.
En Gobiernos previos, los "neoliberales" que tanto odia el señor López estábamos ADENTRO, bien posicionados.
Pero bastó con su llegada al poder, y desaparecimos a una velocidad vertiginosa, demostrando con ello que para un gobernante DESTRUIR ES FÁCIL, lo difícil es construir.
FRICASÉ