sábado, agosto 20, 2016
salidas falsas
La democracia es inherentemente inestable. Mientras más democráticos somos y más libertad tenemos para expresarnos individualmente, más difícil es reconocernos en los demás.
¿Usted cree que los líderes recientemente liberados de la CNTE se pusieron en los zapatos de familias enteras y comercios que quebraron por sus bloqueos incesantes en Oaxaca, Chiapas y Michoacán?
La paradoja de la democracia parece ser que tener más libertad nos lleva a ser más egoístas. Y no solamente la CNTE, sino el resto de la sociedad se manifiesta hoy con mayor libertad en este País.
Así, cuando comienza la disrupción y sentimos que hemos perdido el control de nuestro presente, buscamos figuras, ejemplos a seguir, líderes carismáticos que son capaces de traducir el sentir popular en algo que nos gusta escuchar, aunque sea una tontería irracional e inalcanzable. Como Le Pen en Francia, Trump en Estados Unidos y AMLO en México, que son ejemplos de estas salidas fáciles de la democracia.
De acuerdo con Platón, cuando una democracia está en niveles avanzados, la situación favorece la aparición de tiranos, que suelen ser personas de la élite que comienzan acusando a sus colegas como corruptos y se ofrecen como respuesta a la debacle democrática local.
Tienen retóricas poco detalladas y, en muchos casos, contradictorias como en México: proponen apoyar causas, como la de muchos maestros que no quieren ser evaluados y que no encuentran manera de ayudar al sistema educativo del País, del cual ellos son parte importante.
También estos tiranos en potencia comúnmente exaltan los sentimientos de enojo y odio de los demás, porque es la manera más fácil de evitar resolver los problemas de manera integral.
Ahí tenemos a Maduro manifestando que hay una guerra económica en su contra, cuando ya ni siquiera economía tiene, o Trump que busca deportar a 10 millones de mexicanos indocumentados que hoy aportan impuestos y valor a su economía, y la perdería irremediablemente.
Conectan con las masas populares y se venden como casos de éxito, como personas que viven el sueño que todos quieren alcanzar sin esfuerzo y sin arriesgar nada. Su mayor fuerza: apelan a la pasión en vez de a la razón.
No sólo las personas son quienes alientan esta polarización, también son circunstancias las que desencadenan reacciones, como el Brexit y la señal que emite del "fracaso" de la globalización.
Esto es así a pesar de que todos deberíamos saber que lo único que ha impulsado el mayor avance de desarrollo en muchos países ha sido el comercio y el intercambio libre de ideas entre las personas y las naciones.
Los movimientos populares/colectivos pocas veces comienzan cuando la situación es la menos favorable y tienden a aparecer cuando lo peor ha pasado, pero el futuro no se ve prometedor.
Esto es lo preocupante para nuestro País, pues a pesar de crecer poco, pero con baja inflación y bajo desempleo frente a otras economías, hay un descontento que cada vez se extiende más.
Entonces, cuando el bienestar se ve como una posibilidad de la que no seremos partícipes o no sentimos que la retribución será la "justa", la frustración mueve a la sociedad hacia la exigencia.
Cuando esa exigencia es irracional, la sociedad se vuelve violenta entre sí. Es entonces cuando creamos una especie de subcultura alienada y despreciada que exige salidas fáciles a su situación. Salidas que al no poder alcanzarse, como aceptar que nada es gratuito y que hay que esforzarse por hacer mejor lo que hacemos, devienen en erupciones violentas.
Por ello es fundamental alejarnos de esta desesperación y frustración que hoy permite la aparición de salidas fáciles que violentan la legalidad y al respeto.
Nunca como antes le debemos prudencia y serenidad a nuestro País. México no es un lugar de puros delincuentes o sólo Gobiernos corruptos con una sociedad poco participativa y escondida. Tampoco es un lugar donde las protestas mandan sobre el orden y la legalidad.
Hagamos bien y mejor lo que nos toca. Sólo así despresurizaremos esta tendencia de salidas falsas que parece que algunos en México quieren tomar.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@yahoo.com