sábado, mayo 05, 2012
Políticos contra el empleo
Todos los 1 de mayo revisamos una tarea siempre pendiente. Con marchas, desfiles y protestas en muchas partes de nuestro país y el mundo, recordamos el Día del Trabajo. El día de ese factor de la producción tan humano y tan incomprendido. Curiosamente no se celebra el día de la empresa, del emprendedor, del que arriesga e invierte para generar oportunidades de empleo para la sociedad.
Un país que aún crece demográficamente y que produce cada año más de medio millón de jóvenes en edad de trabajar y que tiene un elevado rezago laboral con muchos empleos precarios necesita generar empleos y que sean muchos.
Por ello, se ha manejado la cifra de que México requiere de un millón de empleos cada año para satisfacer la demanda. Sin embargo, nuestro país no ha podido crearlos de manera constante, muy probablemente porque pocos examinan la capacidad para ofertar empleo, analicemos por qué.
En todo el sexenio de Ernesto Zedillo se generaron, según el IMSS, poco más de 2 millones de empleos. Con Fox, la cifra fue cercana al millón y medio. En la actual Administración, sin contar lo que falta del año, ya van casi 2 millones de nuevos puestos de trabajo.
De esta forma, desde 1994 sólo hemos podido generar casi 300 mil empleos cada año en promedio, por lo que traemos un rezago de más de 12 millones de trabajos.
Desde mediados de los 90 a la fecha, Estados Unidos, una economía 13 veces más grande que la nuestra, ha generado alrededor de 2 millones de nuevos empleos cada año.
Por eso llama mucho la atención que busquemos en México producir la mitad de los empleos anualmente de lo que genera una economía 13 veces más grande y rica que la nuestra.
Siguiendo este punto, nuestra economía tendría que ser, al menos, seis veces más grande para producir un millón de empleos como lo hace nuestro vecino. Muchos dirán que no es necesario crecer a ese tamaño, sino cambiar el modelo económico, pero en realidad lo que se requiere en México es entender con claridad cómo y quiénes son los que verdaderamente generan las oportunidades de empleo.
Volviendo a Estados Unidos, y de acuerdo con un reciente estudio de la Fundación Kauffman, de 1997 al 2005 la cantidad de empleos creados por emprendedores que tenían menos de un año de haber iniciado operaciones, o lo que se conoce como "start-ups", promedió 3 millones de puestos cada año. Sin embargo, las empresas ya existentes, en promedio, perdieron cerca de un millón de empleos cada año en ese mismo lapso.
Es posible que aquí esté la clave del empleo para nuestro país. La verdadera fórmula para crear los empleos que México exige está en los nuevos emprendimientos, en las nuevas empresas, en los nuevos empresarios que además de autoemplearse generan las nuevas actividades productivas, más flexibles, que generen valor económico y social para el País.
Mexicanos que desafortunadamente pocas escuelas forman, pocas familias impulsan, pocas autoridades respaldan, a quienes pocas oportunidades les son concedidas.
Así, los emprendedores de México, antes de facturar su primer ingreso ya tienen al SAT revisando su historial de pagos de impuestos. Tienen al IMSS requiriendo con varias notificaciones la demostración de su pago provisional de seguridad social de sus trabajadores al igual que la aportación al Infonavit. Igualmente las Tesorerías de los estados vuelan sobre ellos para que no se les olvide el impuesto a la nómina estatal.
Todo esto cuando aún no pueden demostrarle al mercado su fortaleza para emprender y competir, el Estado ya los está castigando.
Estos emprendedores nuevos son mexicanos que sacrifican sus ingresos presentes para darle vida a un sueño que sirva para generar valor económico a la sociedad. Mexicanos que deben ser exitosos a pesar de las múltiples barreras burocráticas, de corrupción, de la inseguridad y de los altos costos de los servicios, convirtiéndose en verdaderos héroes.
Mejorar las condiciones para producir empleo requiere reformar códigos, leyes y costumbres en México que ayuden a facilitarle las cosas al emprendedor, no a detenérselas.
Curiosamente, ninguno de los candidatos se ha pronunciado con determinación por estos emprendedores heroicos, excepto algún spot de la candidata del PAN que hizo referencia a ellos.
López Obrador ha dicho que de ganar generará 7 millones de empleos, pero no señala cómo, con qué reformas, con qué empresarios los hará. ¿Piensa acaso contratarlos en el Gobierno? A ver si mañana en el debate por la Presidencia hablan de los emprendedores que necesita el País. Lo dudo mucho.
México debe ser el lugar preferido para emprender. Ésa es la tarea que Gobierno, sociedad y sector productivo deben asimilar. Si producimos 200 mil nuevos empresarios cada año ya no importará el millón de empleos que se necesitan.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@yahoo.com
Un país que aún crece demográficamente y que produce cada año más de medio millón de jóvenes en edad de trabajar y que tiene un elevado rezago laboral con muchos empleos precarios necesita generar empleos y que sean muchos.
Por ello, se ha manejado la cifra de que México requiere de un millón de empleos cada año para satisfacer la demanda. Sin embargo, nuestro país no ha podido crearlos de manera constante, muy probablemente porque pocos examinan la capacidad para ofertar empleo, analicemos por qué.
En todo el sexenio de Ernesto Zedillo se generaron, según el IMSS, poco más de 2 millones de empleos. Con Fox, la cifra fue cercana al millón y medio. En la actual Administración, sin contar lo que falta del año, ya van casi 2 millones de nuevos puestos de trabajo.
De esta forma, desde 1994 sólo hemos podido generar casi 300 mil empleos cada año en promedio, por lo que traemos un rezago de más de 12 millones de trabajos.
Desde mediados de los 90 a la fecha, Estados Unidos, una economía 13 veces más grande que la nuestra, ha generado alrededor de 2 millones de nuevos empleos cada año.
Por eso llama mucho la atención que busquemos en México producir la mitad de los empleos anualmente de lo que genera una economía 13 veces más grande y rica que la nuestra.
Siguiendo este punto, nuestra economía tendría que ser, al menos, seis veces más grande para producir un millón de empleos como lo hace nuestro vecino. Muchos dirán que no es necesario crecer a ese tamaño, sino cambiar el modelo económico, pero en realidad lo que se requiere en México es entender con claridad cómo y quiénes son los que verdaderamente generan las oportunidades de empleo.
Volviendo a Estados Unidos, y de acuerdo con un reciente estudio de la Fundación Kauffman, de 1997 al 2005 la cantidad de empleos creados por emprendedores que tenían menos de un año de haber iniciado operaciones, o lo que se conoce como "start-ups", promedió 3 millones de puestos cada año. Sin embargo, las empresas ya existentes, en promedio, perdieron cerca de un millón de empleos cada año en ese mismo lapso.
Es posible que aquí esté la clave del empleo para nuestro país. La verdadera fórmula para crear los empleos que México exige está en los nuevos emprendimientos, en las nuevas empresas, en los nuevos empresarios que además de autoemplearse generan las nuevas actividades productivas, más flexibles, que generen valor económico y social para el País.
Mexicanos que desafortunadamente pocas escuelas forman, pocas familias impulsan, pocas autoridades respaldan, a quienes pocas oportunidades les son concedidas.
Así, los emprendedores de México, antes de facturar su primer ingreso ya tienen al SAT revisando su historial de pagos de impuestos. Tienen al IMSS requiriendo con varias notificaciones la demostración de su pago provisional de seguridad social de sus trabajadores al igual que la aportación al Infonavit. Igualmente las Tesorerías de los estados vuelan sobre ellos para que no se les olvide el impuesto a la nómina estatal.
Todo esto cuando aún no pueden demostrarle al mercado su fortaleza para emprender y competir, el Estado ya los está castigando.
Estos emprendedores nuevos son mexicanos que sacrifican sus ingresos presentes para darle vida a un sueño que sirva para generar valor económico a la sociedad. Mexicanos que deben ser exitosos a pesar de las múltiples barreras burocráticas, de corrupción, de la inseguridad y de los altos costos de los servicios, convirtiéndose en verdaderos héroes.
Mejorar las condiciones para producir empleo requiere reformar códigos, leyes y costumbres en México que ayuden a facilitarle las cosas al emprendedor, no a detenérselas.
Curiosamente, ninguno de los candidatos se ha pronunciado con determinación por estos emprendedores heroicos, excepto algún spot de la candidata del PAN que hizo referencia a ellos.
López Obrador ha dicho que de ganar generará 7 millones de empleos, pero no señala cómo, con qué reformas, con qué empresarios los hará. ¿Piensa acaso contratarlos en el Gobierno? A ver si mañana en el debate por la Presidencia hablan de los emprendedores que necesita el País. Lo dudo mucho.
México debe ser el lugar preferido para emprender. Ésa es la tarea que Gobierno, sociedad y sector productivo deben asimilar. Si producimos 200 mil nuevos empresarios cada año ya no importará el millón de empleos que se necesitan.
Vidal Garza Cantú
vidalgarza@yahoo.com
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Los empleos NO se generan por decreto (a menos que sean puestos burocráticos), para que se generen más puestos laborales forzosamente tiene que haber crecimiento económico. O, como explica Vidal Garza, más emprendedores que generen su propio empleo y el de otros. Que un político en campaña prometa que creará millones de empleos no es más que una vil mentira para engañar bobos. Urgen las reformas estructurales que permitan a nuestra economía crecer más rápidamente.