viernes, octubre 29, 2010
Lo que la Parca se llevó
No vaya a suceder aquí lo que acaba de pasar en Argentina: un precandidato presidencial se muere y, en consecuencia, sube la bolsa, suben los bonos, ¡y surge el optimismo económico dentro y fuera del País!
Eran los planes de Néstor Kirchner relevar a su esposa, Cristina Fernández, en la Presidencia en el 2011, suponemos que en un gesto de correspondencia al hecho de que en el 2007 ella lo relevó a él.
Considerado populista y autocrático, Kirchner era el poder detrás del poder, y en este año había asumido la secretaría general del Unasur. Colocaba sus piezas para presentarse a la elección de octubre del 2011, cuando la Parca lo llamó.
A los Kirchner se les imputan muchas cosas negativas, pero quizá la más grave desde el punto de vista macro es la de manipular las cifras de inflación.
Los economistas privados e independientes consideran que el número real de la inflación argentina supera el 22 por ciento anual, sin embargo, los Kirchner -acusados siempre de nepotismo- llenaron las filas del Instituto Nacional de Estadística y Censo con simpatizantes dóciles y, en consecuencia, el Gobierno argentino reconocía "oficialmente" sólo el 11 por ciento de inflación.
Se espera que, a menos que por su muerte surja un brote de simpatía hacia ella, la viuda de Kirchner pierda el apoyo del Partido Justicialista y no se presente para reelección en el 2011, abriendo las puertas a la oposición.
Según los expertos, esto genera la posibilidad de un gobierno "más amigable a los mercados" (y menos confrontacional).
Decía un cable: "La muerte del mandatario reduce la incertidumbre para los inversionistas".
La consecuencia de su muerte súbita bien podría sumarizarse en un epitafio así: "Néstor murió y Wall Street bailó".
El fenómeno de la política argentina es algo difícil de entender, todo el rollo de las dos EVITAS, la Guerra de las Malvinas, los Kirchner pasándose la Presidencia como si fuera chicle y todo ese primitivismo asociado motivan a dudar de la cordura del electorado.
Pero, bueno, ése es asunto de ellos y que Dios los bendiga.
Lo interesante es observar cómo una persona, un simple y MORTAL ser humano, cuando agarra poses mesiánicas, cuando genera apoyo POPULISTA con base en "corromper al pueblo con su propio dinero", como decía Alexis de Tocqueville, puede empinar a una nación otrora rica de una manera profunda y prolongada.
La Argentina era antes próspera y se le consideraba la envidia continental.
No es exageración para nada afirmar que en la década de los 30 y 40 la Argentina estaba a la par con Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y los otros países primermundistas en bienestar y prosperidad.
Se le consideraba "el granero del mundo".
Llegó el populismo peronista y acabó con toda esa prosperidad, abriendo el paso a una larga cadena de calamidades.
Ya antes hemos citado el famoso dicho de Von Bismarck: "Cualquier persona es capaz de aprender de sus propios errores. El verdaderamente inteligente es quien aprende de los errores de los demás".
Viene a colación este tema a raíz de la muerte de Néstor Kirchner debido a la asignatura electoral que tenemos pendiente los mexicanos: cambio presidencial en el 2012.
¿Acaso tenemos aquí aspirantes presidenciales populistas y autocráticos en el escenario nacional?
¡Sin duda!
Todo lo que se parezca a Evo Morales, a Hugo Chávez y a Néstor Kirchner es de este corte TÓXICO para la economía.
Nuestro peligro es mayor por la coyuntura tan especial por la que atravesamos.
La crisis de seguridad, los todavía altos índices de desempleo, la pobreza, la corrupción y todos los otros males que nos aquejan le abren la puerta a la demagogia y al populismo.
Si los dejamos que entren, estos males harán que nuestra de por sí precaria situación se agrave aún más, ya que el populismo nunca ha sido solución, sino problema.
Vemos a mucha gente DESESPERADA dispuesta a agarrarse hasta de un clavo ardiendo.
Bueno, ¡hasta a empresarios haciéndole caravanas al señor López hemos visto en los últimos días, nada más para que la midan!
Quizás por ello resulte ahora increíble que, 70 años después, el POPULISMO siga dominando el escenario político, que el pueblo siga siendo engatusado por cuentos chinos, que se adopten políticas económicas imprudentes e insensatas (como ésa de aplicarle un impuesto del 40 por ciento a las exportaciones de soya), de "defaultear" deuda soberana, de truquear las cifras de inflación, y así ad infinitum.
Nunca entenderemos cómo es que los pueblos no aprenden de sus errores y los repiten cíclicamente cuando alguien les dice lo que ellos quieren escuchar en determinado momento.
El abogado del pueblo
fricase@elnorte.com
Eran los planes de Néstor Kirchner relevar a su esposa, Cristina Fernández, en la Presidencia en el 2011, suponemos que en un gesto de correspondencia al hecho de que en el 2007 ella lo relevó a él.
Considerado populista y autocrático, Kirchner era el poder detrás del poder, y en este año había asumido la secretaría general del Unasur. Colocaba sus piezas para presentarse a la elección de octubre del 2011, cuando la Parca lo llamó.
A los Kirchner se les imputan muchas cosas negativas, pero quizá la más grave desde el punto de vista macro es la de manipular las cifras de inflación.
Los economistas privados e independientes consideran que el número real de la inflación argentina supera el 22 por ciento anual, sin embargo, los Kirchner -acusados siempre de nepotismo- llenaron las filas del Instituto Nacional de Estadística y Censo con simpatizantes dóciles y, en consecuencia, el Gobierno argentino reconocía "oficialmente" sólo el 11 por ciento de inflación.
Se espera que, a menos que por su muerte surja un brote de simpatía hacia ella, la viuda de Kirchner pierda el apoyo del Partido Justicialista y no se presente para reelección en el 2011, abriendo las puertas a la oposición.
Según los expertos, esto genera la posibilidad de un gobierno "más amigable a los mercados" (y menos confrontacional).
Decía un cable: "La muerte del mandatario reduce la incertidumbre para los inversionistas".
La consecuencia de su muerte súbita bien podría sumarizarse en un epitafio así: "Néstor murió y Wall Street bailó".
El fenómeno de la política argentina es algo difícil de entender, todo el rollo de las dos EVITAS, la Guerra de las Malvinas, los Kirchner pasándose la Presidencia como si fuera chicle y todo ese primitivismo asociado motivan a dudar de la cordura del electorado.
Pero, bueno, ése es asunto de ellos y que Dios los bendiga.
Lo interesante es observar cómo una persona, un simple y MORTAL ser humano, cuando agarra poses mesiánicas, cuando genera apoyo POPULISTA con base en "corromper al pueblo con su propio dinero", como decía Alexis de Tocqueville, puede empinar a una nación otrora rica de una manera profunda y prolongada.
La Argentina era antes próspera y se le consideraba la envidia continental.
No es exageración para nada afirmar que en la década de los 30 y 40 la Argentina estaba a la par con Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y los otros países primermundistas en bienestar y prosperidad.
Se le consideraba "el granero del mundo".
Llegó el populismo peronista y acabó con toda esa prosperidad, abriendo el paso a una larga cadena de calamidades.
Ya antes hemos citado el famoso dicho de Von Bismarck: "Cualquier persona es capaz de aprender de sus propios errores. El verdaderamente inteligente es quien aprende de los errores de los demás".
Viene a colación este tema a raíz de la muerte de Néstor Kirchner debido a la asignatura electoral que tenemos pendiente los mexicanos: cambio presidencial en el 2012.
¿Acaso tenemos aquí aspirantes presidenciales populistas y autocráticos en el escenario nacional?
¡Sin duda!
Todo lo que se parezca a Evo Morales, a Hugo Chávez y a Néstor Kirchner es de este corte TÓXICO para la economía.
Nuestro peligro es mayor por la coyuntura tan especial por la que atravesamos.
La crisis de seguridad, los todavía altos índices de desempleo, la pobreza, la corrupción y todos los otros males que nos aquejan le abren la puerta a la demagogia y al populismo.
Si los dejamos que entren, estos males harán que nuestra de por sí precaria situación se agrave aún más, ya que el populismo nunca ha sido solución, sino problema.
Vemos a mucha gente DESESPERADA dispuesta a agarrarse hasta de un clavo ardiendo.
Bueno, ¡hasta a empresarios haciéndole caravanas al señor López hemos visto en los últimos días, nada más para que la midan!
Quizás por ello resulte ahora increíble que, 70 años después, el POPULISMO siga dominando el escenario político, que el pueblo siga siendo engatusado por cuentos chinos, que se adopten políticas económicas imprudentes e insensatas (como ésa de aplicarle un impuesto del 40 por ciento a las exportaciones de soya), de "defaultear" deuda soberana, de truquear las cifras de inflación, y así ad infinitum.
Nunca entenderemos cómo es que los pueblos no aprenden de sus errores y los repiten cíclicamente cuando alguien les dice lo que ellos quieren escuchar en determinado momento.
El abogado del pueblo
fricase@elnorte.com