miércoles, octubre 13, 2010
Clasemedieros
"En todas las polis hay tres clases de comunidad: los muy ricos, los muy pobres y los terceros". Aristóteles
Estamos acostumbrados a que se nos considere un país pobre. Nuestros políticos, de hecho, han sacado amplio kilometraje de esta idea. Lo que nos dicen Luis de la Calle y Luis Rubio, dos de los más inteligentes analistas de la realidad política de nuestro país, sin embargo, es que la idea es falsa. Para bien o para mal, México es un país clasemediero.
En un libro publicado por el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC), los Luises reconocen las dificultades de definir qué significa pertenecer a la clase media, ya que ésta refleja actitudes y niveles educativos antes que una simple suma de ingresos.
La urbanización, el aumento del número de escuelas privadas así como de sus maestros y estudiantes, la mayor disponibilidad de los medios masivos de comunicación, el aumento del nivel educativo y la posesión de un ingreso disponible para gastos no indispensables definen a la clase media.
De hecho, los autores concluyen que "la población de clase media es mayoría en el País... Aunque los políticos tienden a pensar en el País como una sociedad esencialmente pobre, la realidad es que la mayoría de la población ya evidencia otro tipo de patrones de comportamiento, lo que sin duda tiene efectos de enorme trascendencia no sólo en el consumo, sino también en las preferencias políticas, patrones de voto y comportamiento social e individual".
El gran error político de Andrés Manuel López Obrador en el 2006 fue no entender el peso de esa clase media entre la población mexicana. La clase media se ha convertido en el fiel de la balanza en las competencias políticas y no tiene una identificación partidista clara. El crecimiento de los votantes independientes es un indicador de la identidad de un país clasemediero.
El crecimiento de las clases medias en nuestro país es producto de varios factores. Las remesas han sido uno de ellos. La tan despreciada estabilidad económica y monetaria ha sido otro, especialmente porque ha impedido que el ahorro sea destruido cíclicamente. La reducción de la tasa de fertilidad ha llevado también a la construcción de este sector de la sociedad. En muchos casos las familias de clase media lo son no porque los sueldos individuales sean mejores, sino porque hay un mayor número de personas trabajando en el hogar y un menor número de dependientes económicos.
Un factor muy poderoso ha sido el libre comercio, el cual ha permitido la disponibilidad de un mayor número de productos a menor precio. El llamado "fenómeno Walmart" ha transformado la canasta de consumo del país.
El libro "Clasemediero" advierte, por otra parte, que al parecer hay una "subestimación sistémica" del Producto Interno Bruto que nos hace parecer más pobres de lo que realmente somos. La falta de ponderación adecuada en las estadísticas oficiales al sector servicios y a la economía informal parecería ser un factor importante en esta situación.
"Hace sólo medio siglo, 80 por ciento de los mexicanos era pobre y, por lo tanto, también lo era el país. Hoy la mayoría no es pobre y, por extensión, el país tampoco lo es, aunque exista todavía pobreza extendida". El que México sea un país de clase media puede tener consecuencias enormes en la política, la economía y las perspectivas nacionales. Por eso es indispensable la lectura de un libro como "Clasemediero", en que Luis Rubio y Luis de la Calle cuestionan el dogma tantas veces repetido de que México sigue siendo un país pobre.
Transferencias
"Clasemediero" señala que las cifras oficiales revelan un aumento de los ingresos familiares entre el 2004 y el 2006, para sufrir una caída en el 2008. El incremento en un año electoral es en buena medida producto de las transferencias en especie. La costumbre de los políticos de regalar cosas para comprar el voto en las elecciones se ha hecho tan grande que se registra ya en los estudios de gasto-ingreso de las familias que realiza el INEGI.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
Estamos acostumbrados a que se nos considere un país pobre. Nuestros políticos, de hecho, han sacado amplio kilometraje de esta idea. Lo que nos dicen Luis de la Calle y Luis Rubio, dos de los más inteligentes analistas de la realidad política de nuestro país, sin embargo, es que la idea es falsa. Para bien o para mal, México es un país clasemediero.
En un libro publicado por el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC), los Luises reconocen las dificultades de definir qué significa pertenecer a la clase media, ya que ésta refleja actitudes y niveles educativos antes que una simple suma de ingresos.
La urbanización, el aumento del número de escuelas privadas así como de sus maestros y estudiantes, la mayor disponibilidad de los medios masivos de comunicación, el aumento del nivel educativo y la posesión de un ingreso disponible para gastos no indispensables definen a la clase media.
De hecho, los autores concluyen que "la población de clase media es mayoría en el País... Aunque los políticos tienden a pensar en el País como una sociedad esencialmente pobre, la realidad es que la mayoría de la población ya evidencia otro tipo de patrones de comportamiento, lo que sin duda tiene efectos de enorme trascendencia no sólo en el consumo, sino también en las preferencias políticas, patrones de voto y comportamiento social e individual".
El gran error político de Andrés Manuel López Obrador en el 2006 fue no entender el peso de esa clase media entre la población mexicana. La clase media se ha convertido en el fiel de la balanza en las competencias políticas y no tiene una identificación partidista clara. El crecimiento de los votantes independientes es un indicador de la identidad de un país clasemediero.
El crecimiento de las clases medias en nuestro país es producto de varios factores. Las remesas han sido uno de ellos. La tan despreciada estabilidad económica y monetaria ha sido otro, especialmente porque ha impedido que el ahorro sea destruido cíclicamente. La reducción de la tasa de fertilidad ha llevado también a la construcción de este sector de la sociedad. En muchos casos las familias de clase media lo son no porque los sueldos individuales sean mejores, sino porque hay un mayor número de personas trabajando en el hogar y un menor número de dependientes económicos.
Un factor muy poderoso ha sido el libre comercio, el cual ha permitido la disponibilidad de un mayor número de productos a menor precio. El llamado "fenómeno Walmart" ha transformado la canasta de consumo del país.
El libro "Clasemediero" advierte, por otra parte, que al parecer hay una "subestimación sistémica" del Producto Interno Bruto que nos hace parecer más pobres de lo que realmente somos. La falta de ponderación adecuada en las estadísticas oficiales al sector servicios y a la economía informal parecería ser un factor importante en esta situación.
"Hace sólo medio siglo, 80 por ciento de los mexicanos era pobre y, por lo tanto, también lo era el país. Hoy la mayoría no es pobre y, por extensión, el país tampoco lo es, aunque exista todavía pobreza extendida". El que México sea un país de clase media puede tener consecuencias enormes en la política, la economía y las perspectivas nacionales. Por eso es indispensable la lectura de un libro como "Clasemediero", en que Luis Rubio y Luis de la Calle cuestionan el dogma tantas veces repetido de que México sigue siendo un país pobre.
Transferencias
"Clasemediero" señala que las cifras oficiales revelan un aumento de los ingresos familiares entre el 2004 y el 2006, para sufrir una caída en el 2008. El incremento en un año electoral es en buena medida producto de las transferencias en especie. La costumbre de los políticos de regalar cosas para comprar el voto en las elecciones se ha hecho tan grande que se registra ya en los estudios de gasto-ingreso de las familias que realiza el INEGI.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com