sábado, agosto 12, 2006

 

Lealtad constitucional

Ganar o perder. Esa disyuntiva se presenta ante cualquier persona que aspira a ocupar un cargo de elección popular en una democracia.

Andrés Manuel López Obrador no está exento de dicha alternativa. Tampoco, por supuesto, Felipe Calderón.

"La aceptabilidad de la victoria es facilísima", expresa un renombrado experto en política.

"Todo el mundo está dispuesto a aceptar la victoria en un sistema democrático o no democrático", agrega.

Por eso, señala sin ambages, "lo que define a la democracia es la aceptabilidad de la derrota".

Dicha figura implica que candidatos y partidos "se comprometen a competir no para ganar, sino para tener una razonable igualdad de oportunidad de ganar o de perder".

Advierte: "La democracia es el sistema más incierto que existe... Los más perfectos son los totalitarios. En ellos todo es previsible".

Puntualiza: "Esa incertidumbre tiene que ser compensada con un compromiso cívico de las opciones", consistente en aceptar "las reglas del juego" y "la hipótesis de la derrota".

Aclara: "Hay que crear las condiciones de la aceptabilidad de la derrota. Éstas no vienen dadas".

Previene: "La democracia es un sistema perfectible" y "uno de sus riesgos... es ser cuestionado por los fundamentalistas demócratas, a quienes nunca les parece perfecto".

Acota: "Algunos creen que las reglas del juego constitucional no son respetables si no coinciden con su apreciación".

Postula: "Lo primero" es la "lealtad constitucional" porque, sin ella, "la convivencia democrática sería imposible".

Ofrece una hipótesis: "Un político, al día siguiente de una confrontación electoral o el mismo día porque ha perdido... aparece en los medios afirmando: esto es un fraude, no podemos aceptarlo".

Formula una distinción: habla del supuesto en el que un abanderado descalifique los comicios "simplemente porque ha perdido, porque no ha sabido ganar", no porque "hallan fallado las condiciones de igualdad razonable de oportunidades".

Delinea una consecuencia: tal aspirante "se descalificará definitivamente como líder político".

Esboza un efecto: "los que quitan legitimidad al sistema suelen pagarlo muy caro en términos de apoyo cívico, y ése es un camino sin retorno".

¿Conceptos formulados por grupos de poder que conspiran contra el pueblo para conservar sus privilegios? No.

¿Texto elaborado por peleles de los potentados o por traidores a la democracia? Tampoco.

¿Instrumento de propaganda fascista o manual para perpetrar un fraude de Estado? Nada de eso.

El documento citado es una conferencia. Dicha ponencia fue presentada, en 1999, dentro de un evento organizado por el IFE y la editorial CIVITAS ("La Aceptabilidad de la Derrota: Esencia de la Democracia").

Su autor es Felipe González. Antiguo Secretario General del Partido Socialista Obrero Español. Ex Presidente de Gobierno en su país. Líder de la izquierda hispanoamericana. Ciudadano comprometido con la democracia y con el estado de derecho.

¿Ganar o perder? "En la democracia se gana por los votos", recuerda el político ibérico. Y apunta sobre el Tribunal Constitucional: "no me gustan todas las sentencias... (pero) aunque no sea la interpretación que me guste, la acepto". Ese principio, que Andrés Manuel López Obrador no ha podido asimilar, se llama "lealtad constitucional".

Gerardo Puertas Gomez, El Norte
gerardo_pg@terra.com.mx
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Para quienes hemos seguido con detalle la trayectoria de AMLO en los ultimos 20 años sabemos que desprecia las leyes, a la autoridad, la legalidad. Para él solo lo que el entiende por justicia es lo correcto, lo demas es prescindible. El fin justifica los medios.

AMLO nunca ha tenido ni tendra lealtad a la Constitucion. AMLO no es un demócrata. Basta ver sus "asambleas informativas" donde dizque "consulta" con los ahi presentes sus propuestas: todo a mano alzada. ¿Que democracia es esa? ¿Como puede ser AMLO democrata si el pueblo es solo la gente que esta con el, que acude a sus llamados? Todos los demas no somos el pueblo. Somos burgueses, pirruris, privilegiados.

A AMLO no le importa que el 65% de los ciudadanos que acudimos a votar no lo escogimos a el. Para el somos menos que ciudadanos, somos entes idiotizadas por los medios pagados por la derecha, por los "de arriba", por "los poderosos".

¿Hasta donde quiere llevar AMLO esto? ¿Realmente busca una revolucion? ¿Quiere que los mexicanos tengamos nuevamente una lucha fatricida?

Cuauhtemoc Cardenas, ¿donde estas? ¿Donde esta la verdadera izquierda moderna y progresista de Mexico? ¿Donde esta el Felipe Gonzalez mexicano? Ya estamos hartos de esta mala copia de Chavez mezclada con Castro.

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