miércoles, julio 26, 2006

 

¿Quien es el fascista?

"La democracia moderna no está amenazada por ningún enemigo externo sino por sus males íntimos".
Octavio Paz

Leonel Cota, presidente nacional del PRD, señaló ayer que la respuesta de Felipe Calderón a la carta que previamente le hizo llegar Andrés Manuel López Obrador "no corresponde a la de un político demócrata. Corresponde a la de un político autoritario que quiere quedarse en el poder bajo cualquier circunstancia y pasando por encima de la voluntad nacional".

Es curioso: yo tuve exactamente la impresión contraria. López Obrador le pidió en su misiva a Calderón que éste demande la apertura de todos los paquetes electorales y el recuento de todos los votos. La respuesta de Calderón fue la siguiente: "La decisión de recontar votos no corresponde a los candidatos ni a los partidos sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, en ejercicio de sus atribuciones, aplicará la ley. Al final del proceso dictará sentencia definitiva a la que todos debemos someternos".

Ésta es la respuesta que debe dar un demócrata. Efectivamente, no les toca a los candidatos -que son parte y no jueces- modificar post facto la ley electoral. Las reglas del juego se establecen antes y no después de los procesos electorales.

Los magistrados del Tribunal Electoral están considerando todas las impugnaciones presentadas y, sin duda, tomarán en cuenta la petición de la alianza Por el Bien de Todos para que se abran todos los paquetes electorales, se lleve a cabo un recuento de los votos y se garantice de esta manera el principio de certeza que establece el artículo 41 de la Constitución.

Un acuerdo entre los candidatos, sin embargo, no puede legitimar una decisión de violar la ley. Sólo el Tribunal puede, en apego a derecho, ordenar ese famoso recuento. Y Calderón está cumpliendo con la situación como un verdadero demócrata cuando señala que deben ser los magistrados los que fallen sobre este tema.

No es ésta la primera vez que el presidente nacional del PRD parece equivocarse al respecto de lo que debe ser el comportamiento de un demócrata. Después de la manifestación del Zócalo del 16 de julio, Cota señaló en una entrevista que Calderón debía aceptar la demanda de los perredistas para hacer el recuento de los votos ya que sólo un "fascista" no atiende los reclamos de los manifestantes. Quizá Cota no sabe realmente cómo operaban los fascistas. Eran ellos, después de todo, los que empleaban las marchas de presión para lograr sus propósitos frente a los demócratas.

Benito Mussolini conquistó el poder en Italia el 29 de octubre de 1929 gracias a "la marcha sobre Roma" de sus camisas negras. Adolf Hitler promovió su ascenso al cargo de canciller de Alemania en 1933 también gracias a una serie de manifestaciones. Juan Domingo Perón, quien era uno de los golpistas de 1943 en Argentina, se consolidó en el poder por la gran manifestación de Buenos Aires del 17 de octubre de 1945. Hugo Chávez también se sirvió de marchas para conseguir el poder en Venezuela.

Un demócrata, al contrario de un fascista, busca alcanzar el gobierno a través de elecciones democráticas y de respeto a la ley. En ese sentido, Calderón ha sido más demócrata que López Obrador, quien ha cuestionado los procedimientos democráticos legales y ha montado manifestaciones para presionar a las autoridades del País, a los funcionarios del IFE y a los magistrados del Tribunal Electoral.

En distintas ocasiones he señalado en esta columna que estoy de acuerdo con un recuento de los votos, pero no porque piense que haya habido un fraude. Ese recuento, sin embargo, sólo puede ser ordenado legalmente por el Tribunal Electoral. Ésa es la posición de cualquier demócrata.

El problema es que en México es tan corta la experiencia democrática que muchos políticos piensan que pueden hacer creer a los ciudadanos que las prácticas fascistas son democráticas. Pero debe quedar claro que en el mundo quienes aceptan los resultados de las elecciones y se ciñen a la ley son los demócratas, mientras que quienes usan las grandes concentraciones populares para obtener el poder son los fascistas.

Revolución cubana
Hoy se cumplen 53 años del asalto al cuartel de Moncada que según la propia filosofía castrista dio origen a la revolución cubana. Lo que empezó como un movimiento liberador, sin embargo, se convirtió en el inicio de un régimen abiertamente autoritario. Fidel Castro lleva ya 47 años en el poder.

Sergio Sarmiento, El Norte
sarmiento.jaquemate@gmail.com

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?