miércoles, julio 12, 2006
Monstruo politico
El dicho popular "cree el ladrón que todos son de su profesión" queda como anillo al dedo a las huestes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que encabezadas por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Manuel Camacho y hasta Manuel Bartlett, gritan "fraude electoral". La desfachatez no tiene límites, como lo constatan estos arquitectos de las más sonadas trampas electorales de nuestro país.
AMLO de tanto repetir que tenía una amplia ventaja, llegó a creerse esa historia. Y lo mismo sucedió con sus colaboradores y simpatizantes, que veían imposible una derrota en las urnas. Él es incapaz de aceptar que perdió. Vive en un mundo imaginario donde él ganó, donde es imposible que el redentor de los mexicanos, el "rayo de esperanza" al que le hacen "lo que el viento a Juárez", pueda siquiera abrigar la idea de que fue derrotado.
Tal es su capacidad de desviar la atención de lo sustantivo, que hasta sus más allegados se dejan llevar por esas ilusiones. El resultado para ellos es, por tanto, un fraude en el que se confabularon el gobierno y las autoridades electorales, cuando la realidad es más simple y sin rasgos novelescos. Hubo más mexicanos que votaron a favor de Felipe Calderón y punto.
Su estrategia ante este hecho incontrovertible es simple, pero no por ello deja de ser efectiva. AMLO y el PRD no reconocen el resultado de la elección, se quejan de diversas irregularidades y llegan al extremo de decirse víctimas del "fraude". No podía esperarse algo distinto. Recuerdo que antes de las elecciones varios amigos y lectores me cuestionaban mi animadversión por este personaje mesiánico "indestructible". Me decían que yo seguramente exageraba, que si AMLO llegaba a ganar la elección podría resultar una persona sensata, respetuosa de la ley y de las instituciones, sin cometer tonterías en el terreno económico.
Espero que la reacción de AMLO ante la decisión de los electores disipe esas ideas románticas que algunas personas bien intencionadas tenían sobre él. Este personaje es, para mí, deleznable y muy predecible. Las instituciones y la ley sólo son respetables cuando comulgan con sus expectativas y manera de pensar. No extraña, por tanto, que a cuanta pregunta se le hace en relación con las posibles resoluciones de los órganos electorales conteste siempre "Ya veremos; no nos adelantemos".
Esto quiere decir simple y llanamente que si el fallo le es favorable, alabará la sensatez e inteligencia de los jueces. Si le es contrario, entonces estos serán personajes "vendidos" y "cómplices" de la conspiración que existe para evitar que se siente en la silla presidencial.
AMLO si no gana, arrebata. No se detendrá aún cuando le sea adverso el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Él sabe que perdió, pero está dispuesto a todo, inclusive el uso de la violencia callejera para apoderarse del País. El objetivo de las movilizaciones es revertir el resultado y, si fuese necesario, anular la elección, con la esperanza de que en una nueva contienda lograría amalgamar en su favor a los simpatizantes de los otros partidos, en particular al ala prehistórica del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La premisa central de sus acciones es que de lo perdido, lo que aparezca. Sería trágico, sin embargo, que las autoridades electorales se dobleguen ante sus presiones, por más intensas que sean.
La estrategia de AMLO es, por naturaleza, explosiva. Él es el clásico personaje que tira la piedra y esconde la mano. Por un lado azuza a las masas y las calienta diciéndoles que ha sido objeto de un fraude electoral. Por el otro insiste que dichos movimientos serán pacíficos. En la práctica, una manifestación se sigue de otra todavía más grande, aplicando las tácticas tradicionales de acarreo que caracterizaron al PRI, partido del que surgieron prácticamente todos los del PRD. Cada una se convierte en otra oportunidad para insistir sobre el "fraude" y el "robo" del que fueron objeto.
No se necesita ser un vidente para esperar que el resultado final de este proceso de movilizaciones y denuncias desemboque en ánimos caldeados y actos de violencia, donde seguramente habrá lesionados. En ese contexto AMLO y sus huestes, con el mayor de los descaros, se lavarán sus manos, dedicándose entonces a acusar de represión al gobierno, haciéndose nuevamente las víctimas de un desorden que ellos mismos iniciaron.
El escenario descrito no es una mera especulación. Es el resultado inexorable del camino por el que la paranoia de AMLO lleva a sus simpatizantes. Él no va a aceptar que perdió ni a detener este curso de colisión. La única esperanza es que ante la inminencia de enfrentamientos violentos vayan desertando la mayoría de sus colaboradores, que podrían tener más sensatez y amor por México de lo que ha demostrado este ególatra mesiánico.
Lamentablemente, la prolongación de las movilizaciones y la confrontación a la que posiblemente darán lugar, no son un buen augurio para el inicio de la administración de Felipe Calderón (FC). Los ánimos enardecidos impedirán que haya una reflexión y discusión profesional de las reformas necesarias para sacar a México de la mediocridad económica. El PRD continuará en su papel de opositor de todo y constructor de nada. Desde su trinchera capitalina torpedeará al gobierno de FC y continuará utilizando las calles para trastornar el orden institucional del país.
Los juegos de computadora donde se lucha incesantemente contra diferentes monstruos, tienen la característica de que a pesar de vencerlos una y otra vez, vuelven a aparecer. AMLO es un monstruo político con esas características. Se le venció en buena lid, pero estoy seguro que tratará de resurgir pronto. Confío que, si eso sucede, los mexicanos hayamos aprendido para entonces a identificar claramente el peligro que una persona como él representa para México.
Salvador Kalifa, El Norte
salvadorkalifa@prodigy.net.mx
AMLO de tanto repetir que tenía una amplia ventaja, llegó a creerse esa historia. Y lo mismo sucedió con sus colaboradores y simpatizantes, que veían imposible una derrota en las urnas. Él es incapaz de aceptar que perdió. Vive en un mundo imaginario donde él ganó, donde es imposible que el redentor de los mexicanos, el "rayo de esperanza" al que le hacen "lo que el viento a Juárez", pueda siquiera abrigar la idea de que fue derrotado.
Tal es su capacidad de desviar la atención de lo sustantivo, que hasta sus más allegados se dejan llevar por esas ilusiones. El resultado para ellos es, por tanto, un fraude en el que se confabularon el gobierno y las autoridades electorales, cuando la realidad es más simple y sin rasgos novelescos. Hubo más mexicanos que votaron a favor de Felipe Calderón y punto.
Su estrategia ante este hecho incontrovertible es simple, pero no por ello deja de ser efectiva. AMLO y el PRD no reconocen el resultado de la elección, se quejan de diversas irregularidades y llegan al extremo de decirse víctimas del "fraude". No podía esperarse algo distinto. Recuerdo que antes de las elecciones varios amigos y lectores me cuestionaban mi animadversión por este personaje mesiánico "indestructible". Me decían que yo seguramente exageraba, que si AMLO llegaba a ganar la elección podría resultar una persona sensata, respetuosa de la ley y de las instituciones, sin cometer tonterías en el terreno económico.
Espero que la reacción de AMLO ante la decisión de los electores disipe esas ideas románticas que algunas personas bien intencionadas tenían sobre él. Este personaje es, para mí, deleznable y muy predecible. Las instituciones y la ley sólo son respetables cuando comulgan con sus expectativas y manera de pensar. No extraña, por tanto, que a cuanta pregunta se le hace en relación con las posibles resoluciones de los órganos electorales conteste siempre "Ya veremos; no nos adelantemos".
Esto quiere decir simple y llanamente que si el fallo le es favorable, alabará la sensatez e inteligencia de los jueces. Si le es contrario, entonces estos serán personajes "vendidos" y "cómplices" de la conspiración que existe para evitar que se siente en la silla presidencial.
AMLO si no gana, arrebata. No se detendrá aún cuando le sea adverso el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Él sabe que perdió, pero está dispuesto a todo, inclusive el uso de la violencia callejera para apoderarse del País. El objetivo de las movilizaciones es revertir el resultado y, si fuese necesario, anular la elección, con la esperanza de que en una nueva contienda lograría amalgamar en su favor a los simpatizantes de los otros partidos, en particular al ala prehistórica del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La premisa central de sus acciones es que de lo perdido, lo que aparezca. Sería trágico, sin embargo, que las autoridades electorales se dobleguen ante sus presiones, por más intensas que sean.
La estrategia de AMLO es, por naturaleza, explosiva. Él es el clásico personaje que tira la piedra y esconde la mano. Por un lado azuza a las masas y las calienta diciéndoles que ha sido objeto de un fraude electoral. Por el otro insiste que dichos movimientos serán pacíficos. En la práctica, una manifestación se sigue de otra todavía más grande, aplicando las tácticas tradicionales de acarreo que caracterizaron al PRI, partido del que surgieron prácticamente todos los del PRD. Cada una se convierte en otra oportunidad para insistir sobre el "fraude" y el "robo" del que fueron objeto.
No se necesita ser un vidente para esperar que el resultado final de este proceso de movilizaciones y denuncias desemboque en ánimos caldeados y actos de violencia, donde seguramente habrá lesionados. En ese contexto AMLO y sus huestes, con el mayor de los descaros, se lavarán sus manos, dedicándose entonces a acusar de represión al gobierno, haciéndose nuevamente las víctimas de un desorden que ellos mismos iniciaron.
El escenario descrito no es una mera especulación. Es el resultado inexorable del camino por el que la paranoia de AMLO lleva a sus simpatizantes. Él no va a aceptar que perdió ni a detener este curso de colisión. La única esperanza es que ante la inminencia de enfrentamientos violentos vayan desertando la mayoría de sus colaboradores, que podrían tener más sensatez y amor por México de lo que ha demostrado este ególatra mesiánico.
Lamentablemente, la prolongación de las movilizaciones y la confrontación a la que posiblemente darán lugar, no son un buen augurio para el inicio de la administración de Felipe Calderón (FC). Los ánimos enardecidos impedirán que haya una reflexión y discusión profesional de las reformas necesarias para sacar a México de la mediocridad económica. El PRD continuará en su papel de opositor de todo y constructor de nada. Desde su trinchera capitalina torpedeará al gobierno de FC y continuará utilizando las calles para trastornar el orden institucional del país.
Los juegos de computadora donde se lucha incesantemente contra diferentes monstruos, tienen la característica de que a pesar de vencerlos una y otra vez, vuelven a aparecer. AMLO es un monstruo político con esas características. Se le venció en buena lid, pero estoy seguro que tratará de resurgir pronto. Confío que, si eso sucede, los mexicanos hayamos aprendido para entonces a identificar claramente el peligro que una persona como él representa para México.
Salvador Kalifa, El Norte
salvadorkalifa@prodigy.net.mx
Comments:
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Un saludo respetuoso a todos los bloggers y lectores. Me gustaría compartir con ustedes sobre algunas dudas que su servidor tiene a propósito de las recientes elecciones.
La primera es sobre la campaña del miedo, método que utilizó el Sr. Calderón para ganar votos a la mala asustando a la comunidad. Decía mi vecino: "Le llamé la atención a mi hija porque dijo que no había votado por López Obrador porque tuvo miedo de perder su casa de infonavit como habían dicho en la tele". Este es un ejemplo aislado pero representa a muchos por el mismo estilo. Nos decía la Iglesia a la que pertenezco:
"No deseamos que las decisiones ciudadanas se tomen sólo bajo el influjo transitorio de la imagen en los medios de comunicación; tampoco sería una decisión inteligente la que se realizara a la luz de campañas ofensivas" [CEM, La campaña electoral, una oportunidad para consolidar la democracia, 17 de octubre de 2005].
No todos, pero sí muchos mexicanos y mexicanas tenemos dudas de la moralidad de Felipe en cuanto al conteo de las boletas electorales del 2 de Julio, pues la inmoralidd de su campaña pudo haberse extendido hasta el día de las elecciones. Claro, no me refiero al error humano, ni me refiero a la buena voluntad y disposición de ciudadanos que participaron admirablemente tal domingo. Me refiero a que simplemente tengo dudas en la equidad de lo que dicen las actas y lo que contiene cada caja de cada distrito.
Para entenderme mejor, es una duda parecida a la que también tengo de que la explosión de la Mina Pasta de Conchos haya sido un accidente como dicen los responsables. Ahora bien, ya sabemos que la duda propiamente dicha, la duda metódica, no descubre, como dijo Descartes, "verdades nuevas", pero con ella se gana "evidencia". O se hace evidente la derrota de López Obrador o se hace evidente la trampa del Sr. Calderón. Sólo recontando saldremos de dudas.
"Un necio más" podrán decir más de seis, pero me parece que estamos viviendo una historia decisiva en la democracia de México, y que es necesaria la participación de todos los que tengamos la oportunidad de hacerlo. Se trata de hacer de la sociedad mexicana una sociedad más democrática y, por lo mismo más justa y fraterna. Para ello se requiere de la premisa de la Certeza y la Verdad.
En cuanto a López Obrador lo único que está haciendo es defender lo que él y muchos consideramos lo justo, nada más. Sería contradictorio, moralmente, no hacerlo. Es más, debiéramos aprender todos de su terquedad para defender la justicia y la transparencia. Al menos es una esperanza para que millones de familias que sufren de una pobreza irritante coman y vistan un poco mejor el resto de sus vidas. Es una esperanza de que después de 100 años de revolución mexicana alcancemos TODAS Y TODOS una vida más acorde a nuestra dignidad, y no sólo unas cuantas familias.
El criterio clave para determinar si una sociedad es democrática y ha alcanzado su madurez, no es el nivel de la riqueza, sino más bien la vivencia de la JUSTICIA. Justicia es respetar y vivir los derechos humanos, y aquí en México 53 millones de personas todavía ni siquiera los conocen.
Gracias.
"Felices los que tienen hambre y sed de Justicia porque serán saciados"
Mt 5,6)
rem
La primera es sobre la campaña del miedo, método que utilizó el Sr. Calderón para ganar votos a la mala asustando a la comunidad. Decía mi vecino: "Le llamé la atención a mi hija porque dijo que no había votado por López Obrador porque tuvo miedo de perder su casa de infonavit como habían dicho en la tele". Este es un ejemplo aislado pero representa a muchos por el mismo estilo. Nos decía la Iglesia a la que pertenezco:
"No deseamos que las decisiones ciudadanas se tomen sólo bajo el influjo transitorio de la imagen en los medios de comunicación; tampoco sería una decisión inteligente la que se realizara a la luz de campañas ofensivas" [CEM, La campaña electoral, una oportunidad para consolidar la democracia, 17 de octubre de 2005].
No todos, pero sí muchos mexicanos y mexicanas tenemos dudas de la moralidad de Felipe en cuanto al conteo de las boletas electorales del 2 de Julio, pues la inmoralidd de su campaña pudo haberse extendido hasta el día de las elecciones. Claro, no me refiero al error humano, ni me refiero a la buena voluntad y disposición de ciudadanos que participaron admirablemente tal domingo. Me refiero a que simplemente tengo dudas en la equidad de lo que dicen las actas y lo que contiene cada caja de cada distrito.
Para entenderme mejor, es una duda parecida a la que también tengo de que la explosión de la Mina Pasta de Conchos haya sido un accidente como dicen los responsables. Ahora bien, ya sabemos que la duda propiamente dicha, la duda metódica, no descubre, como dijo Descartes, "verdades nuevas", pero con ella se gana "evidencia". O se hace evidente la derrota de López Obrador o se hace evidente la trampa del Sr. Calderón. Sólo recontando saldremos de dudas.
"Un necio más" podrán decir más de seis, pero me parece que estamos viviendo una historia decisiva en la democracia de México, y que es necesaria la participación de todos los que tengamos la oportunidad de hacerlo. Se trata de hacer de la sociedad mexicana una sociedad más democrática y, por lo mismo más justa y fraterna. Para ello se requiere de la premisa de la Certeza y la Verdad.
En cuanto a López Obrador lo único que está haciendo es defender lo que él y muchos consideramos lo justo, nada más. Sería contradictorio, moralmente, no hacerlo. Es más, debiéramos aprender todos de su terquedad para defender la justicia y la transparencia. Al menos es una esperanza para que millones de familias que sufren de una pobreza irritante coman y vistan un poco mejor el resto de sus vidas. Es una esperanza de que después de 100 años de revolución mexicana alcancemos TODAS Y TODOS una vida más acorde a nuestra dignidad, y no sólo unas cuantas familias.
El criterio clave para determinar si una sociedad es democrática y ha alcanzado su madurez, no es el nivel de la riqueza, sino más bien la vivencia de la JUSTICIA. Justicia es respetar y vivir los derechos humanos, y aquí en México 53 millones de personas todavía ni siquiera los conocen.
Gracias.
"Felices los que tienen hambre y sed de Justicia porque serán saciados"
Mt 5,6)
rem
Campaña sucia??
Y la de AMLO fue limpia e inmaculada? Por favor, se mas objetivo. AMLO empezo su campaña desde el 2001 y se dedico a dividir al pais. Un simple ejemplo, que me dices de la marcha contra la delincuencia? cuales fueron las palabras de AMLO al respecto?
Felipe no conto los votos. Los conto el IFE. Yo no meto las manos al fuego por Felipe, pero los votos fueron contados por el IFE, por casi un millon de ciudadanos como tu y como yo insaculados por el IFE. Ademas, hubo otro millon de representantes de casillas de los partidos. El PRD tenia representantes en la mayoria de las casillas.
O tu tambien crees que mas de 50 mil perredistas se vendieron?
Nadie critica el derecho de AMLO de impugnar los resultados. Que lo haga, pero conforme a derecho. No se pueden abrir todas las casillas y volver a contar nada mas por el capricho de unos cuantos. El TRIFE dictaminara cuales se podran abrir. De hecho, el PRD solo impugno 50 mil casillas. Es decir, 80 mil casillas NO seran contadas voto x voto. Que dices al respecto?
Lo que se le critica a AMLO y sus seguidores son las marchas, las manifestaciones, que quiera ganar en la calle lo que perdio en las urnas. Todo eso nos indica que no acatara el resultado del TRIFE. Tu mismo aqui lo escribes, tu deseo es que se cuenten los 42 millones de votos de nuevo. Y como eso no sucedera (pues maximo se abriran 50 mil paquetes), cuando el TRIFE confirme el resultado, ustedes tendran excusa para seguir diciendo que hubo fraude porque no se conto voto x voto de nuevo.
Que conveniente, no?
saludos
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Y la de AMLO fue limpia e inmaculada? Por favor, se mas objetivo. AMLO empezo su campaña desde el 2001 y se dedico a dividir al pais. Un simple ejemplo, que me dices de la marcha contra la delincuencia? cuales fueron las palabras de AMLO al respecto?
Felipe no conto los votos. Los conto el IFE. Yo no meto las manos al fuego por Felipe, pero los votos fueron contados por el IFE, por casi un millon de ciudadanos como tu y como yo insaculados por el IFE. Ademas, hubo otro millon de representantes de casillas de los partidos. El PRD tenia representantes en la mayoria de las casillas.
O tu tambien crees que mas de 50 mil perredistas se vendieron?
Nadie critica el derecho de AMLO de impugnar los resultados. Que lo haga, pero conforme a derecho. No se pueden abrir todas las casillas y volver a contar nada mas por el capricho de unos cuantos. El TRIFE dictaminara cuales se podran abrir. De hecho, el PRD solo impugno 50 mil casillas. Es decir, 80 mil casillas NO seran contadas voto x voto. Que dices al respecto?
Lo que se le critica a AMLO y sus seguidores son las marchas, las manifestaciones, que quiera ganar en la calle lo que perdio en las urnas. Todo eso nos indica que no acatara el resultado del TRIFE. Tu mismo aqui lo escribes, tu deseo es que se cuenten los 42 millones de votos de nuevo. Y como eso no sucedera (pues maximo se abriran 50 mil paquetes), cuando el TRIFE confirme el resultado, ustedes tendran excusa para seguir diciendo que hubo fraude porque no se conto voto x voto de nuevo.
Que conveniente, no?
saludos
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