domingo, septiembre 30, 2012

 

Reforma Laboral (las ventajas)

El día de ayer el pleno de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo. Conforme al proceso legislativo, el proyecto fue turnado a la Cámara de Senadores, la cual contará con un periodo de 30 días para pronunciarse al respecto.

Con base en la configuración de la Cámara de Senadores, es altamente probable que el proyecto sea aprobado, para luego ser sancionado y promulgado por el Presidente Calderón. Es decir, todo parece indicar que en breve contaremos con una nueva legislación laboral en México.

La reforma es de suma importancia para nuestro País, pues tiene que ver con la modernización de las normas aplicables a las relaciones entre los factores productivos.

Ya durante la Presidencia de Vicente Fox había sido incluida entre las llamadas reformas estructurales, que no pudieron ser consensuadas por cuestiones de carácter político. Próximo a concluir su sexenio, el Presidente Felipe Calderón eligió la Ley Federal del Trabajo como una de las dos iniciativas preferentes que se reconoce a su investidura.

Reformar la ley laboral no es tarea fácil. La problemática se centra en la divergencia que existe entre los intereses que defiende cada una de las fuerzas políticas.

No hay síntesis perfecta en un contexto político democrático en donde las mayorías prevalecen. Tal es el caso de la actual reforma, cuyo resultado es esperable con base en la mayoría que detentan en el Congreso los partidos que la impulsan.

Es indudable que la Ley Federal del Trabajo requiere ser reformada, pues su más reciente reforma sustantiva data de 1970. Durante esas cuatro décadas, México pasó de ser una economía cerrada a una de mercado, y de consumir y fabricar sus propios productos pasó a ser un importante exponente del comercio global. Además, todo ello en un entorno de gran desarrollo tecnológico y de cambio cultural hacia la competitividad y productividad. La ley se fue rezagando respecto a esa evolución y por ello la reforma es indispensable.

Resulta difícil calificar la pertinencia del contenido que se propone en este proyecto de reforma, pues depende de la perspectiva bajo la cual se analice. Sin embargo, bajo una óptica de desarrollo económico, aparecen aspectos que resultan beneficiosos para facilitar la generación de empleos y fomentar la productividad en los centros de trabajo.

Destacan las alternativas de contratación a prueba, de capacitación inicial y por temporada, que buscan otorgar mayor flexibilidad en el inicio de las relaciones de trabajo.

De igual modo, numerosas disposiciones buscan impulsar la cultura de la competitividad, al grado de que se establece la ampliación en el ámbito de acción de las comisiones de capacitación para incluir la productividad como parte de sus funciones, y en congruencia con lo anterior se privilegia en circunstancias de igualdad a quien tenga mejor desempeño, sustituyendo así el llamado escalafón ciego que hasta ahora privilegia únicamente la antigüedad.

Otros componentes importantes para los fines indicados son el límite de un año que se establece para la condena de salarios caídos en caso de despido injustificado, la simplificación para la entrega de los avisos de rescisión, y algunas modificaciones relevantes en torno al procedimiento laboral.

Algunas de las modificaciones propuestas conllevan un lógico desnivel en contra de los derechos de los trabajadores, por su propia naturaleza, pues al abrir la flexibilidad se restan en consecuencia ventajas adquiridas por aquéllos.

Sin embargo, contrario a lo que se sostiene en diversos ámbitos, los derechos fundamentales de los trabajadores no se ven afectados, pues éstos se encuentran comprendidos en el Artículo 123 constitucional y la reforma en cuestión se limita al ámbito de la Ley Federal del Trabajo. Por lo tanto, se mantienen intactos derechos fundamentales como a la afiliación sindical, a la negociación colectiva y a la huelga.

Además, se incluyen elementos que incrementan el nivel de protección de los trabajadores, como por ejemplo una regulación más estricta del llamado outsourcing, así como mayores medidas de seguridad para los trabajadores, y de flexibilidad para las madres trabajadoras. También se busca introducir sanciones más fuertes contra las empresas que no cumplan con la ley.

Por último, hubo aspectos que, habiendo sido propuestos en forma intensa, fueron finalmente excluidos del proceso de reforma; destacan en particular los relativos a la transparencia, democracia y rendición de cuentas de los sindicatos. Esto era de esperarse dada la configuración política del Poder Legislativo.

Independientemente de las críticas hechas por algunos sectores al proyecto de reforma, éste deberá traer consigo un incremento en el empleo formal, lo que se traducirá en un mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos.

Carlos Leal-Isla Garza
carlos@lealisla.com.mx
El autor es presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, Capítulo Nuevo León.

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