martes, diciembre 21, 2010
Explica gurú porqué México no es rico
Estancan al País la falta de crédito, la informalidad y los monopolios
Palmira González, El Norte
Palmira González, El Norte
Monterrey, México (21 diciembre 2010).- México no ha registrado índices más altos de crecimiento económico por una mala provisión de crédito, la persistencia de informalidad, control de mercados de insumos por las élites, ineficiencia de la educación pública y la vulnerabilidad a competencia extranjera, argumenta el catedrático de la Universidad de California en San Diego, Gordon Hanson.
En su publicación académica "¿Porqué México no es rico?", Hanson explica que a pesar de que en los pasados 30 años el País ha reformado su economía para tener un banco central independiente y mercados financieros más desarrollados, firmado tratados de libre comercio y privatizado unas mil empresas, ha tenido el ritmo de crecimiento más bajo en Latinoamérica, excepto por Venezuela.
Entre 1985 y 2008 México registró un crecimiento promedio anual de su PIB per cápita de 1.1 por ciento, mientras que el de Chile creció 4.2 por ciento en el mismo periodo.
Entre 2001 y 2008, México creció a un ritmo anual de 1.3 por ciento, mientras que Perú a un 4.4 por ciento. En este mismo periodo, Bulgaria creció a un ritmo de 6.2 por ciento, la República Checa al 4 por ciento, Polonia a 4.2 por ciento y Rumania a 6.8 por ciento.
"Las explicaciones para el estatus rezagado de México... proponen que una combinación de mercados crediticios que funcionan pobremente, distorsiones en la proveeduría de insumos que no se intercambian o incentivos perversos para la informalidad crean resistencia al crecimiento de la productividad".
Hanson señala, por ejemplo, que la falta de créditos para empresas ha impedido mayor crecimiento en la productividad.
"La provisión de crédito es central en el proceso de desarrollo económico. Sin mecanismos que muevan el ahorro de prestadores a deudores, un país está pobremente calificado para tomar ventaja de oportunidades productivas de inversión. México destaca por canalizar un bajo nivel de crédito a firmas u hogares".
Entre 1991 y el 2000, el crédito al sector privado en Malasia fue equivalente a 163 por ciento de su PIB, mientras que en México fue sólo del 25 por ciento.
En ese mismo periodo, el crédito a empresas en Brasil representó 56 por ciento de su PIB y en Colombia 32 por ciento.
El autor critica la manera en que se privatizaron empresas como Telmex, pues el gobierno fracasó en prevenir la formación de monopolios; y también, que no hay políticas que incentiven a salir de la informalidad.
Expone que en 2004, un 36 por ciento del empleo de manufactura en México fue en establecimientos con menos de 50 trabajadores, y 22 por ciento en empresas con menos de 10 empleados.
Un 91 por ciento de las plantas con menos de 10 empleados tienen una productividad menor al promedio de su industria, y la mayoría de estas microempresas son informales.
Hanson contrasta que desde el 2000, el precio por kilowatt hora en México es 1.1 a 1.7 veces el precio en Estados Unidos por la dependencia del petróleo, una baja productividad laboral y salarios altos para trabajadores de electricidad.
"Si la generación de electricidad operara con la misma productividad laboral que en Chile, México tendría 62 por ciento menos trabajadores en este sector".
Así, dice Hanson, el crecimiento de México ha sido magro, a pesar de haber tenido éxito en disminuir inflación, mantener disciplina fiscal, reducir su deuda externa y aumentar sus exportaciones como porcentaje del PIB.
"Dado el vigor de sus reformas, es difícil no percibir que México ha tenido bajos resultados".
En su publicación académica "¿Porqué México no es rico?", Hanson explica que a pesar de que en los pasados 30 años el País ha reformado su economía para tener un banco central independiente y mercados financieros más desarrollados, firmado tratados de libre comercio y privatizado unas mil empresas, ha tenido el ritmo de crecimiento más bajo en Latinoamérica, excepto por Venezuela.
Entre 1985 y 2008 México registró un crecimiento promedio anual de su PIB per cápita de 1.1 por ciento, mientras que el de Chile creció 4.2 por ciento en el mismo periodo.
Entre 2001 y 2008, México creció a un ritmo anual de 1.3 por ciento, mientras que Perú a un 4.4 por ciento. En este mismo periodo, Bulgaria creció a un ritmo de 6.2 por ciento, la República Checa al 4 por ciento, Polonia a 4.2 por ciento y Rumania a 6.8 por ciento.
"Las explicaciones para el estatus rezagado de México... proponen que una combinación de mercados crediticios que funcionan pobremente, distorsiones en la proveeduría de insumos que no se intercambian o incentivos perversos para la informalidad crean resistencia al crecimiento de la productividad".
Hanson señala, por ejemplo, que la falta de créditos para empresas ha impedido mayor crecimiento en la productividad.
"La provisión de crédito es central en el proceso de desarrollo económico. Sin mecanismos que muevan el ahorro de prestadores a deudores, un país está pobremente calificado para tomar ventaja de oportunidades productivas de inversión. México destaca por canalizar un bajo nivel de crédito a firmas u hogares".
Entre 1991 y el 2000, el crédito al sector privado en Malasia fue equivalente a 163 por ciento de su PIB, mientras que en México fue sólo del 25 por ciento.
En ese mismo periodo, el crédito a empresas en Brasil representó 56 por ciento de su PIB y en Colombia 32 por ciento.
El autor critica la manera en que se privatizaron empresas como Telmex, pues el gobierno fracasó en prevenir la formación de monopolios; y también, que no hay políticas que incentiven a salir de la informalidad.
Expone que en 2004, un 36 por ciento del empleo de manufactura en México fue en establecimientos con menos de 50 trabajadores, y 22 por ciento en empresas con menos de 10 empleados.
Un 91 por ciento de las plantas con menos de 10 empleados tienen una productividad menor al promedio de su industria, y la mayoría de estas microempresas son informales.
Hanson contrasta que desde el 2000, el precio por kilowatt hora en México es 1.1 a 1.7 veces el precio en Estados Unidos por la dependencia del petróleo, una baja productividad laboral y salarios altos para trabajadores de electricidad.
"Si la generación de electricidad operara con la misma productividad laboral que en Chile, México tendría 62 por ciento menos trabajadores en este sector".
Así, dice Hanson, el crecimiento de México ha sido magro, a pesar de haber tenido éxito en disminuir inflación, mantener disciplina fiscal, reducir su deuda externa y aumentar sus exportaciones como porcentaje del PIB.
"Dado el vigor de sus reformas, es difícil no percibir que México ha tenido bajos resultados".
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Nos hacen falta las reformas estructurales. La reforma fiscal que privilegie la inversión productiva. La reforma laboral que haga más ágil el mercado laboral. También una reforma energética que permita la inversión privada en el sector, la competencia. ¿Pero quiénes son los que se han opuesto a ese tipo de reformas?
También falla que los gobiernos (federal, estatales y municipales) se han endeudado mucho. Los bancos prefieren prestarle a los gobiernos, pues es un crédito de bajo riesgo y con altos rendimientos. Un gobierno siempre podrá aumentar impuestos, por eso los bancos saben que el riesgo es bajo. Revisen las enormes deudas estatales que tienen Nuevo León, Coahuila, Veracruz, Tamaulipas, etc. Dizque han hecho obras pero con deuda. Y las burocracias creciendo.
Medítenlo, no se vayan con la finta.