sábado, noviembre 17, 2007
¡Alerta para México!
"El burro hablando de orejas". Las expresiones populares, una vez más, confirman su sabiduría.
Aludo a las intervenciones de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, en la Cumbre Iberoamericana.
¿Por qué empleo semejante frase para calificar las expresiones verbales de un Jefe de Estado?
La razón es simple. Porque, mucho me temo, el dicho resulta elocuentemente aplicable a lo ocurrido hace unos días.
¿A qué me refiero cuando implico que, ante las declaraciones del mandatario sudamericano, puede usarse la fórmula consagrada en la frase popular?
A algo muy sencillo. El Ejecutivo venezolano, lamento decirlo, carece no sólo de la más elemental prudencia, sino de la mínima congruencia. Chávez acusó a José María Aznar, ex presidente del gobierno español, de ser un fascista y de haber apoyado un golpe de Estado en su contra.
Lejos estoy de identificarme con muchas de las decisiones de gobierno y de las políticas públicas implantadas por el otrora mandatario hispano. Bien conocidos son su conservadurismo ante las transformaciones de la sociedad y su entreguismo frente a los intereses estadounidenses.
Pero él nunca pretendió llegar al poder por la vía de las armas. Fue electo Presidente mediante el libre ejercicio del sufragio ciudadano, ejerció sus funciones observando el marco normativo y dejó el mando cuando su partido perdió el apoyo del voto popular. Todo ello hizo de Aznar, más allá de las diferencias ideológicas, titular de un gobierno dentro de un modelo democrático pluralista y asentado en un Estado de derecho.
Y eso mismo, esencial para ser considerado un mandatario con plena legitimidad democrática y jurídica, no puede decirse de Chávez. El militar encabezó, hace años, un golpe de Estado en contra del gobierno electo de su país. No tuvo éxito el cuartelazo, pero ése es otro asunto.
Cierto es que él alcanzó luego el poder por medio de elecciones, dentro del marco de un régimen competitivo de partidos. Pero, a partir de su llegada al Ejecutivo, el Presidente ha cometido arbitrariedades que atentan contra la democracia. Sus ataques a la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho de propiedad y las libertades económicas han sido innumerables.
Ha ejercido el cargo modificando a su antojo la Constitución y la legislación, para concentrar las potestades públicas en su persona. Ha organizado a la sociedad en estructuras corporativas e instaurado un régimen fincado no pocas veces en el terror.
Ahora, con esos antecedentes, pretende recibir la aprobación ciudadana para una serie de reformas constitucionales que le permitirían permanecer en el cargo indefinidamente.
Ése es el hombre y el gobernante que, de modo reiterado, interrumpió al actual Presidente español en la Cumbre Iberoamericana para calificar de golpista y de fascista a su antecesor.
Ésa es la persona y la autoridad a la que, de manera mesurada pero firme, José Luis Rodríguez Zapatero solicitó respeto. Ése es el individuo y el funcionario al que en forma políticamente equivocada, pero humanamente comprensible, el rey Juan Carlos I de España exigió guardar silencio.
"El burro hablando de orejas". Aludo a Hugo Chávez. El monarca falló en las formas; pero el mandatario faltó en el fondo y en la forma. Doloroso episodio para Venezuela y, ante el peligro de caer en el futuro en manos de un tirano semejante, alerta para México.
Gerardo Puertas
gerardopuertas@prodigy.net.mx
Aludo a las intervenciones de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, en la Cumbre Iberoamericana.
¿Por qué empleo semejante frase para calificar las expresiones verbales de un Jefe de Estado?
La razón es simple. Porque, mucho me temo, el dicho resulta elocuentemente aplicable a lo ocurrido hace unos días.
¿A qué me refiero cuando implico que, ante las declaraciones del mandatario sudamericano, puede usarse la fórmula consagrada en la frase popular?
A algo muy sencillo. El Ejecutivo venezolano, lamento decirlo, carece no sólo de la más elemental prudencia, sino de la mínima congruencia. Chávez acusó a José María Aznar, ex presidente del gobierno español, de ser un fascista y de haber apoyado un golpe de Estado en su contra.
Lejos estoy de identificarme con muchas de las decisiones de gobierno y de las políticas públicas implantadas por el otrora mandatario hispano. Bien conocidos son su conservadurismo ante las transformaciones de la sociedad y su entreguismo frente a los intereses estadounidenses.
Pero él nunca pretendió llegar al poder por la vía de las armas. Fue electo Presidente mediante el libre ejercicio del sufragio ciudadano, ejerció sus funciones observando el marco normativo y dejó el mando cuando su partido perdió el apoyo del voto popular. Todo ello hizo de Aznar, más allá de las diferencias ideológicas, titular de un gobierno dentro de un modelo democrático pluralista y asentado en un Estado de derecho.
Y eso mismo, esencial para ser considerado un mandatario con plena legitimidad democrática y jurídica, no puede decirse de Chávez. El militar encabezó, hace años, un golpe de Estado en contra del gobierno electo de su país. No tuvo éxito el cuartelazo, pero ése es otro asunto.
Cierto es que él alcanzó luego el poder por medio de elecciones, dentro del marco de un régimen competitivo de partidos. Pero, a partir de su llegada al Ejecutivo, el Presidente ha cometido arbitrariedades que atentan contra la democracia. Sus ataques a la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho de propiedad y las libertades económicas han sido innumerables.
Ha ejercido el cargo modificando a su antojo la Constitución y la legislación, para concentrar las potestades públicas en su persona. Ha organizado a la sociedad en estructuras corporativas e instaurado un régimen fincado no pocas veces en el terror.
Ahora, con esos antecedentes, pretende recibir la aprobación ciudadana para una serie de reformas constitucionales que le permitirían permanecer en el cargo indefinidamente.
Ése es el hombre y el gobernante que, de modo reiterado, interrumpió al actual Presidente español en la Cumbre Iberoamericana para calificar de golpista y de fascista a su antecesor.
Ésa es la persona y la autoridad a la que, de manera mesurada pero firme, José Luis Rodríguez Zapatero solicitó respeto. Ése es el individuo y el funcionario al que en forma políticamente equivocada, pero humanamente comprensible, el rey Juan Carlos I de España exigió guardar silencio.
"El burro hablando de orejas". Aludo a Hugo Chávez. El monarca falló en las formas; pero el mandatario faltó en el fondo y en la forma. Doloroso episodio para Venezuela y, ante el peligro de caer en el futuro en manos de un tirano semejante, alerta para México.
Gerardo Puertas
gerardopuertas@prodigy.net.mx
Etiquetas: Aznar, Chavez, demagogia, democracia, fanatismo, fascismo, libertad, populismo, Venezuela, Zapatero
Comments:
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Dany,
En esta semana los venezolanos sufrieron un fuerte golpe a sus ahorros.
El bolívar "fuerte" perdió más de la mitad de su valor.
En esta semana los venezolanos sufrieron un fuerte golpe a sus ahorros.
El bolívar "fuerte" perdió más de la mitad de su valor.
Hola George!
Pues quien sabe que tanto hayan perdido. Desde hace meses que en la economía informal el dólar ya estaba al doble de lo que supuestamente valia en el mercado formal. Simplemente se tuvieron que alinear con la realidad.
Sin embargo es muy "curioso" que una economía que recibe tantos dólares del exterior este devaluada respecto al dolar. Todas las monedas del mundo se han estado apreciando respecto al dólar.
Pero cuando se ve el despilfarro que esta sucediendo en Venezuela, los subsidios sin razón válida, la improductividad galopante, es obvio que la inflación se los esta comiendo y su moneda tiene que reflejar eso.
Saludos
Pues quien sabe que tanto hayan perdido. Desde hace meses que en la economía informal el dólar ya estaba al doble de lo que supuestamente valia en el mercado formal. Simplemente se tuvieron que alinear con la realidad.
Sin embargo es muy "curioso" que una economía que recibe tantos dólares del exterior este devaluada respecto al dolar. Todas las monedas del mundo se han estado apreciando respecto al dólar.
Pero cuando se ve el despilfarro que esta sucediendo en Venezuela, los subsidios sin razón válida, la improductividad galopante, es obvio que la inflación se los esta comiendo y su moneda tiene que reflejar eso.
Saludos
Y es triste que en un país con una enorme riqueza petrolera, sus habitantes tengan un nivel de vida cada vez más bajo.
Ayy pobrecitos venezolanos, ayyy.
Y a nuestros oaxaqueños, chiapanecos, tabasqueños, ehh??. Hasta donde yo sé a ellos no los gobierna Chávez ni su mentada revolución. Por que miran tan lejos si aqui también hay.
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Y a nuestros oaxaqueños, chiapanecos, tabasqueños, ehh??. Hasta donde yo sé a ellos no los gobierna Chávez ni su mentada revolución. Por que miran tan lejos si aqui también hay.
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