martes, agosto 01, 2006
Guerra al DF
"A quienes no piensan como nosotros..., les ofrezco una disculpa sincera por las molestias que pudiera causar nuestro movimiento".
Andrés Manuel López Obrador
Andrés Manuel López Obrador le ha declarado la guerra a la Ciudad de México, esa misma que ha sido su mayor apoyo político hasta ahora. Y lo más irritante es que lo ha hecho con la colaboración del propio gobierno del Distrito Federal cuya función debería ser la defensa de los intereses de los capitalinos. Tanto el uno como el otro deberían meditar los riesgos de su actitud.
Las medidas que López Obrador dio a conocer este domingo para presionar a los magistrados del Tribunal Electoral no dejan lugar a dudas. El candidato de la alianza Por el Bien de Todos ha decidido recurrir a la misma estrategia de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca. El objetivo es asfixiar económicamente a la ciudad. Ante esta decisión, pedir disculpas por las molestias ocasionadas es una burla que se añade a la agresión.
Me pregunto, empero, si López Obrador se da cuenta de que está atacando a la misma ciudad que ha sido su trampolín político en los últimos seis años. Sin el dinero de los impuestos de los capitalinos, el tabasqueño no habría podido montar su campaña a la Presidencia de la República. Sin el voto de los habitantes del Distrito Federal, no estaría hoy peleando el recuento que él piensa lo podría convertir en Presidente.
Alejandro Encinas ha demostrado una vez más que su función como jefe de Gobierno de la Ciudad de México es simplemente la de obedecer las órdenes de López Obrador. Hay informes de prensa de que miembros individuales de la policía capitalina hicieron un esfuerzo el domingo por la noche para evitar que se instalaran los campamentos con los que se bloqueaba el Paseo de la Reforma, una vía primaria que según el propio bando 13 firmado por López Obrador cuando era jefe de Gobierno no puede ser bloqueada. Pero de inmediato llegaron las instrucciones de la Jefatura de Gobierno para que no sólo se permitiera el bloqueo sino que se facilitara.
El bloqueo del Paseo de la Reforma busca presionar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que acepten la posición de López Obrador de que debe hacerse un recuento de los votos de la elección del 2 de julio. Pero, al igual que en el caso de Oaxaca, se está atacando a quien no tiene nada que ver con el asunto. Los capitalinos no pueden ordenar a los magistrados que acepten el chantaje de los perredistas. Simplemente han sido tomados como rehenes por los perredistas y sus aliados.
Y lo peor de todo es que este secuestro se realiza con sus propios recursos. No hay que meditar mucho para saber quién financia a los participantes en un plantón indefinido sobre el Paseo de la Reforma. La gente que realmente trabaja no puede darse el lujo de quedarse una semana, un mes o un sexenio acampando en la vía pública. Quienes se encuentran en los plantones están recibiendo sus ingresos de manera directa o indirecta de los contribuyentes. López Obrador está usando así el dinero de los ciudadanos para atacar a los propios ciudadanos.
López Obrador puede mantener su guerra contra la Ciudad de México de manera indefinida debido a que cuenta con el apoyo irrestricto del gobierno capitalino. Ni el gobierno federal ni ninguna otra autoridad pueden hacer nada al respecto. La policía de la Ciudad de México es la única que tiene la facultad legal de liberar las vías de comunicación de la capital en caso de un bloqueo. Si esta policía recibe instrucciones de sus jefes de abstenerse de aplicar la ley, no hay nada que ninguna otra autoridad pueda hacer.
Por lo pronto, hay razones para pensar que el bloqueo sobre el Paseo de la Reforma puede mantenerse un poco más de un mes. Ése es el tiempo que les tomará a los magistrados del Tribunal Electoral considerar las impugnaciones que la alianza Por el Bien de Todos ha hecho a la elección presidencial. Pero hay que preguntarse qué ocurrirá si los magistrados no le dan la razón a López Obrador. ¿Se mantendrá el plantón durante todo el próximo sexenio?
Es poco probable, de hecho, que los magistrados del Tribunal Electoral acepten una presión tan abierta como la que está realizando López Obrador. La reacción puede ser incluso negativa. También los jueces son seres humanos. Su reacción a un chantaje puede ser la de redoblar su decisión de actuar de conformidad con la ley.
Por eso las cosas se vuelven cada vez más peligrosas. Gerardo Fernández Noroña, vocero del PRD, ha señalado que en los próximos días se endurecerán todavía más las acciones de la "resistencia civil". Si ya los perredistas han bloqueado de manera indefinida el Paseo de la Reforma, hay que preguntarnos hasta dónde pueden llegar en su endurecimiento. ¿Recurrirán a la violencia abierta en busca de un mártir?
La verdad es que los peores temores acerca de López Obrador se están haciendo realidad.
Sergio Sarmiento, El Norte
sarmiento.jaquemate@gmail.com
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¿Era (es) o no un peligro para México?
El peje por su boca muere.
saludos
Andrés Manuel López Obrador
Andrés Manuel López Obrador le ha declarado la guerra a la Ciudad de México, esa misma que ha sido su mayor apoyo político hasta ahora. Y lo más irritante es que lo ha hecho con la colaboración del propio gobierno del Distrito Federal cuya función debería ser la defensa de los intereses de los capitalinos. Tanto el uno como el otro deberían meditar los riesgos de su actitud.
Las medidas que López Obrador dio a conocer este domingo para presionar a los magistrados del Tribunal Electoral no dejan lugar a dudas. El candidato de la alianza Por el Bien de Todos ha decidido recurrir a la misma estrategia de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca. El objetivo es asfixiar económicamente a la ciudad. Ante esta decisión, pedir disculpas por las molestias ocasionadas es una burla que se añade a la agresión.
Me pregunto, empero, si López Obrador se da cuenta de que está atacando a la misma ciudad que ha sido su trampolín político en los últimos seis años. Sin el dinero de los impuestos de los capitalinos, el tabasqueño no habría podido montar su campaña a la Presidencia de la República. Sin el voto de los habitantes del Distrito Federal, no estaría hoy peleando el recuento que él piensa lo podría convertir en Presidente.
Alejandro Encinas ha demostrado una vez más que su función como jefe de Gobierno de la Ciudad de México es simplemente la de obedecer las órdenes de López Obrador. Hay informes de prensa de que miembros individuales de la policía capitalina hicieron un esfuerzo el domingo por la noche para evitar que se instalaran los campamentos con los que se bloqueaba el Paseo de la Reforma, una vía primaria que según el propio bando 13 firmado por López Obrador cuando era jefe de Gobierno no puede ser bloqueada. Pero de inmediato llegaron las instrucciones de la Jefatura de Gobierno para que no sólo se permitiera el bloqueo sino que se facilitara.
El bloqueo del Paseo de la Reforma busca presionar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que acepten la posición de López Obrador de que debe hacerse un recuento de los votos de la elección del 2 de julio. Pero, al igual que en el caso de Oaxaca, se está atacando a quien no tiene nada que ver con el asunto. Los capitalinos no pueden ordenar a los magistrados que acepten el chantaje de los perredistas. Simplemente han sido tomados como rehenes por los perredistas y sus aliados.
Y lo peor de todo es que este secuestro se realiza con sus propios recursos. No hay que meditar mucho para saber quién financia a los participantes en un plantón indefinido sobre el Paseo de la Reforma. La gente que realmente trabaja no puede darse el lujo de quedarse una semana, un mes o un sexenio acampando en la vía pública. Quienes se encuentran en los plantones están recibiendo sus ingresos de manera directa o indirecta de los contribuyentes. López Obrador está usando así el dinero de los ciudadanos para atacar a los propios ciudadanos.
López Obrador puede mantener su guerra contra la Ciudad de México de manera indefinida debido a que cuenta con el apoyo irrestricto del gobierno capitalino. Ni el gobierno federal ni ninguna otra autoridad pueden hacer nada al respecto. La policía de la Ciudad de México es la única que tiene la facultad legal de liberar las vías de comunicación de la capital en caso de un bloqueo. Si esta policía recibe instrucciones de sus jefes de abstenerse de aplicar la ley, no hay nada que ninguna otra autoridad pueda hacer.
Por lo pronto, hay razones para pensar que el bloqueo sobre el Paseo de la Reforma puede mantenerse un poco más de un mes. Ése es el tiempo que les tomará a los magistrados del Tribunal Electoral considerar las impugnaciones que la alianza Por el Bien de Todos ha hecho a la elección presidencial. Pero hay que preguntarse qué ocurrirá si los magistrados no le dan la razón a López Obrador. ¿Se mantendrá el plantón durante todo el próximo sexenio?
Es poco probable, de hecho, que los magistrados del Tribunal Electoral acepten una presión tan abierta como la que está realizando López Obrador. La reacción puede ser incluso negativa. También los jueces son seres humanos. Su reacción a un chantaje puede ser la de redoblar su decisión de actuar de conformidad con la ley.
Por eso las cosas se vuelven cada vez más peligrosas. Gerardo Fernández Noroña, vocero del PRD, ha señalado que en los próximos días se endurecerán todavía más las acciones de la "resistencia civil". Si ya los perredistas han bloqueado de manera indefinida el Paseo de la Reforma, hay que preguntarnos hasta dónde pueden llegar en su endurecimiento. ¿Recurrirán a la violencia abierta en busca de un mártir?
La verdad es que los peores temores acerca de López Obrador se están haciendo realidad.
Sergio Sarmiento, El Norte
sarmiento.jaquemate@gmail.com
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¿Era (es) o no un peligro para México?
El peje por su boca muere.
saludos