viernes, mayo 26, 2006
Y con ustedes: el candidato del PRIRD! ... para distribuir ...
Hoy López Obrador parece convertirse en el candidato del PRIRD o, quizás, viendo la conformación de su equipo de campaña y estas novísimas alianzas, del viejo PRI a secas, porque el PRD ha quedado en el olvido. Aquella frustración de Macuspana ha sido recompensada con creces.
Cuando se dio el debate del 25 de abril pasado, dijimos que habíamos visto a un Roberto Madrazo desconocido, titubeante. Aparentemente, ese desequilibrio, fomentado por sus más cercanos colaboradores, la mayoría del ala más dura y oscura del priismo, ha decidido asesinar la campaña para salvar su destino personal. Ahora sabemos que, desde hace tres meses, en el seno del equipo de Madrazo estaban analizando y negociando una alianza con López Obrador, con la excusa, dicen en el equipo del priista, de denunciar una elección de Estado, con la ambición real de, ante la debacle, tratar de sumarse al enemigo histórico con tal de salvar algo. Por eso, ahora es comprensible la cerrazón la negativa a incorporar a representantes de otros sectores, fuera del madracismo duro, a las listas de candidatos; por eso, el rechazo a siquiera hablar con militantes de las corrientes renovadoras, liberales, del priismo. El paquete, diría Francisco Franco, debería quedar atado y bien atado para el paso posterior: apostar por López Obrador y formar con él un grupo parlamentario común para después del 2 de julio. Lo que en su novela La victoria, Jaime Sánchez Sussarrey preveía para el 2009, se adelantó tres años.
Pero la apuesta de Madrazo, de tan desesperada, puede resultar contraproducente, tanto para él como en el caso de AMLO, que la ha aceptado sin abrir la boca, aunque el PRD no sepa ahora hacia dónde mirar. El problema es que el priista carga con buena parte del desprestigio, pero con cada vez menos de su poder real. El peso decreciente de Madrazo se ha puesto de manifiesto en las dos más recientes reuniones con los gobernadores priistas: en la anterior acudieron siete de 17, en la de Ixtapan de la Sal de la semana pasada, sólo cinco y la mayoría para reclamarle por su desastrosa campaña. Los gobernadores no están con él e incluso quienes sí están se verán en serios problemas con la nueva estrategia, porque son todos de estados donde su fuerza se ha cimentado, a lo largo de los años, en la confrontación con el perredismo lopezobradorista: los gobernadores del norte, el centro y el occidente del país no quieren saber nada con Madrazo y lo que desean es ganar sus respectivas elecciones y apostar por la gobernabilidad y su futuro, están más cerca de Calderón que de López Obrador. Quienes apoyan al priista en el sur y el sureste del país, no sé cómo harán ahora para explicarles a sus militantes que en realidad AMLO es un buen tipo, un aliado al que se le debe respetar y con quien hay que caminar juntos: no me imagino a Ulises Ruiz abrazando a Gabino Cué, a Andrade aliado con César Ojeda, a Félix González haciendo planes con el Chacho Zalvidea o a Carlos Hurtado acordando con Layda Sansores. Porque la apuesta es tan desesperada que ni siquiera ha incluido a esos integrantes del madracism sale directamente del equipo de campaña y de personajes como José Murat, que vienen trabajando en ella de tiempo atrás. Lo que están buscando no es salvar su partido sino su cuello y en esa lógica todo se vale, sobre todo si, como lo consideran, pasado el 2006 pueden seguir con un registro y unas prerrogativas que les garantizarán varios cientos de millones de pesos al año.
Pero, paradójicamente, esa misma estrategia los dejará peor parados aún: con cada vez menos aliados internos y a disposición de un candidato, López Obrador, que los utilizará porque desde cuando perdió las preferencias electorales los necesita, pero que en realidad los desprecia. Al mismo tiempo, desde el panismo (pero también desde Alternativa) se podrá imponer la idea de que, efectivamente, el PRI y el PRD son lo mismo, que se trató, simplemente, de una pelea de familia por una sucesión en vías de solucionarse. Madrazo, mientras tanto, se diluye y se queda, siguiendo un símil que él mismo presentó en el debate, como el equivalente a un Roberto Campa, pero defendiendo el espacio político del perredista. Y ello los puede hacer perder la elección a los dos: ¿qué mejor publicidad quiere Calderón que la alianza Madrazo-López Obrador?
Pero la estrategia resulta insostenible: no tiene sustento ni legitimidad. El priista lo único que logrará va a ser, en el mejor de los casos, salvar el futuro político de alguno de los suyos, desesperados porque se les va el último tren, pero se quedará cada vez más solo. AMLO podrá ganar votos, pero perderá legitimidad. Claro, juntos pueden desestabilizar al país y provocar, después del 2 de julio, una crisis. Esa es la otra apuesta.
Dany Osiel Portales Castro
Monterrey, NL, México
unete@anula-tu-voto.org.mx
http://no-al-populismo.blogspot.com/
"Es mas fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)
"La vida es muy peligrosa. No para las personas que se hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". (Albert Einstein)
"La inteligencia de un ser humano se mide exactamente por la cantidad de felicidad que este pueda crear para el y para los demás" (Germán Dehesa)
"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la politica es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)