viernes, mayo 19, 2006
El estilo perredista de gobernar... para distribuir
Robles apenas nos escuchó, su reacción fue brutal, sin posibilidades de diálogo. No quería quejas que pudieran deteriorar la imagen de su partido y sus compinches (que no correligionarios). El Pino, su protegido, actuaba con plena insensatez, sus actos eran de una demagogia sublime. Desoyendo las quejas sobre el ambulantaje en una zona que expresamente lo prohíbe, el tipo dijo filosófic Más vale un taquero que un ratero, es pal pollito. Y permitió, en castigo a nuestra soberbia clasemediera, más vendedores de antigüedades, perritos, flores, corbatas italianas Me gustaría que vieran las tres o cuatro camionetas Lobo de uno de los taqueros que la delegación ha protegido porque, además, los provee de comida para sus reuniones. En efecto, saben manejar la corrupción y compartir el poder con las familias y mafias restantes. Recuerdo a Alejandra Barrales señalando que a la pobreza no regresaría. Todos se han enriquecido. Pronto tuvimos como delegado al célebre Carlos Ímaz, cuya participación en los hechos de corrupción de Carlos Ahumada lo dejó fuera del cargo, pero alcanzó a poner su cuota de podredumbre. En su lugar quedó Eliseo Moyao, quien ha hecho y deshecho en Tlalpan y está considerado como un funcionario incapaz y conflictivo. Excélsior, hace una semana, dio una larga y precisa información de la manera en que despojó a los habitantes de 11 colonias de un deportivo para hacer un negocio turbio en forma de estacionamiento. Le gusta ser valet parking, pues en el bosque de Tlalpan, patrimonio público, tomó la mitad del estacionamiento y la entregó a una empresa televisiva.
El bosque de Tlalpan (área natural protegida) merece comentario aparte. Los perredistas lo usan como salón de fiestas y diversiones, dejando de lado que se trata de una zona ecológica, una reserva del DF; allí hacen reventones de toda índole, incluidas comidas para sus funcionarios: como es natural, el ambulantaje, los lavacoches y los franeleros crecen a su alrededor. Con habitantes que llegaron creyendo en el letrero de Tlalpan, lugar de tranquilidad, hay tocadas que duran varias semanas, como el actual festival Ollin Kan, donde escandalosas bandas suenan desde el mediodía hasta las dos de la mañana, impidiendo el descanso al que tiene derecho la población aledaña. Aquello, al día siguiente, es un muladar y nadie acude a barrer las calles afectadas. Uno pasa las noches en vela, atormentándose con gritos y berridos y el chocar de las cervezas. El bosque se hizo lugar de usos múltiples, se chapultepequiza, hay ratas, la vegetación pierde terreno sin considerar el futuro del DF, para qué, los perredistas deben hacer ahorros que antes, como líderes sociales, no pudieron obtener.
En el estilo de gobernar perredista prevalecen el autoritarismo y la bajeza, el desprecio a sus habitantes y el deseo de hacer una fortuna, la mejor prueba es que ahora la mayoría de los delegados rechazan ser auditados. Tlalpan es una perfecta muestra de la manera en que el PRD nos gobierna y del futuro que nos espera en caso de triunfar AMLO. Lo asombroso es que los capitalinos estén a punto de pactar la última puñalada al DF: votar por Ebrard, incapaz y corrupto ex salinista ahora disfrazado de perredista, que tiene un largo historial de canalladas, ¿o hemos olvidado los linchamientos de Tláhuac, mientras él cenaba? ¿Qué hacer, ya que ellos tienen el control del DF y además estrechos vínculos con sectores violentos (revisemos con cuidado Atenco)? ¿Protestar, en dónde, cómo? Hay dos posibilidades: utilizar sus propios métodos y tomar las calles; otra, no votar por ellos.
Dany Osiel Portales Castro
Monterrey, NL, México
unete@anula-tu-voto.org.mx
http://no-al-populismo.blogspot.com/
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