HARTO de los políticos y del populismo, ¿Y tú?

Totalmente de acuerdo con usted no permitamos el Populismo, el populismo de Fox. Que claro que no va a regresar más a México. Y que conste que el mismo se ha autodeclarado Populista, aunque no era necesario los hechos lo demuestran.
 

Totalmente de acuerdo con usted no permitamos el Populismo, el populismo de Fox. Que claro que no va a regresar más a México. Y que conste que el mismo se ha autodeclarado Populista, aunque no era necesario los hechos lo demuestran.
 

LOS GRANDES LOGROS DE FOX (¡SÍ! ¡MÁS!)

con Fox México pasó de ser la econmía número 11 del mundo a ser la economía número 14. Pero ahora, además, nos encontramos que con Fox aumentó la deuda pública del país. Los detalles en esta nota de La Jornada:


Aumentó 801 mil millones en cinco años; en el DF sólo se incrementó 8 mil millones
Con Fox, la deuda pública llegó ya a $3.2 billones; 40% del PIB

• El débito de cada mexicano sólo por el rescate bancario es de 6,476.9 pesos: Mario di Costanzo
• Bajo los pasivos contigentes se han contratado más créditos para rescatar a grandes inversionistas


Al inicio del presente año, el informe sobre la Situación de las Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reveló que la deuda neta del sector público ascendió a 3 billones 267 mil 848 millones de pesos. Dicha cifra representa aproximadamente 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) y significa que de cada peso generado en la economía nacional 40 centavos se encuentran comprometidos.

En medio de tal cantidad de recursos, la deuda neta total se ha incrementado durante la administración de Vicente Fox Quesada por un monto de 801 mil millones de pesos. En tanto, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal el endeudamiento creció sólo 8 mil millones de pesos, y a partir de 2003 no se registró tal fenómeno.

Al inicio de la administración foxista, en el año 2000, cada ciudadano mexicano debía al nacer 23 mil 58 pesos, y para 2005 la deuda per cápita creció a 30 mil 900 pesos, registrándose un incremento de 7 mil 842 millones de pesos en cinco años.

Por el contrario, en el caso del Distrito Federal, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió el gobierno la deuda de la ciudad era de 37 mil 19 millones de pesos, lo cual significaba que cada habitante de la capital del país adeudaba 4 mil 304 pesos, y al inicio del presente año ese concepto era de 5 mil 243 pesos.

Crecimiento exponencial

"Tales cifras comparativas significan que en el gobierno federal la deuda creció de forma exponencial con Vicente Fox, porque ésta se incrementó en 7 mil 842 pesos por persona, mientras que con Andrés Manuel López Obrador apenas alcanzó 939 pesos, es decir, menos de 15 por ciento de lo que aumentó el débito de los mexicanos por la administración federal. Y es importante mencionar que la deuda per cápita que todos los mexicanos tienen sólo por concepto del rescate bancario alcanza los 6 mil 476.9 pesos, que es superior a la deuda actual de cada uno de los habitantes del Distrito Federal, que a la fecha suma 5 mil 243 pesos", sostuvo el analista financiero Mario di Costanzo.

Al mes de diciembre de 2005, y de acuerdo con la SHCP, la deuda directa presupuestaria, es decir, el endeudamiento directo oficialmente reconocido es de un billón 743 mil 924 millones de pesos, y la no presupuestaria o contingente (rescate carretero, IPAB, Pidiregas y banca de desarrollo) ascendió a un billón 523 mil 924 millones de pesos.

En el caso de la deuda contingente interna destacan los pasivos del IPAB, que ascendieron a 692 mil 405 millones de pesos, y los derivados del rescate carretero (FARAC), que ascendieron a 159 mil 359 millones de pesos.

Por su parte, la deuda externa directa o presupuestaria ascendió a 647 mil 695 millones de pesos y la externa no presupuestaria o "contingente" (Proyectos de Impacto Diferido en el Gasto, Pidiregas, principalmente) fue de 407 mil 47 millones de pesos.

Destacan los pasivos externos derivados de los Pidiregas, que ascendieron a 354 mil 370 millones de pesos y representan casi 50 por ciento de la deuda externa presupuestaria u oficial.

De esta manera, para 2005, de los 30 mil 603 pesos que cada mexicano adeuda, 6 mil 477 pesos son por concepto del rescate bancario, 4 mil 187 son originados por los Pidiregas, mil 782 por el quebranto de la banca de desarrollo, mil 520 obedecen al rescate carretero, que además es un fideicomiso, y 360 pesos se explican por los programas de apoyo a deudores.

En cuanto a la naturaleza de la deuda, de los 30 mil 603 pesos que debe cada mexicano, 16 mil 572 se explican por la deuda presupuestaria directa y 14 mil 328.3 por la deuda no presupuestaria o contingente, o no reconocida oficialmente. En cuanto al origen de la deuda, cada mexicano debe de manera interna 19 mil 293 pesos y a los acreedores externos 11 mil 607 pesos.

Y es que la deuda contingente o no presupuestaria no está reconocida oficialmente. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 73, fracción VIII, señala claramente como facultad exclusiva del Congreso federal sentar las bases sobre las cuales el Ejecutivo puede celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación. El mismo ordenamiento indica que el Congreso de la Unión es el único poder facultado para aprobar la deuda pública, para reconocerla y, por tanto, para ordenar el pago de la deuda nacional.

De esta manera, y con el propósito de regular la aplicación de ese mandato constitucional, el 31 de diciembre de 1976 se publicó la Ley General de Deuda Pública, en la cual, entre otros señalamientos, se define claramente el papel que juegan tanto el Congreso como el Ejecutivo federal en materia de deuda pública.

"Sin embargo, a pesar de lo anterior, el 21 de diciembre de 1995 se llevaron a cabo modificaciones a la Ley General de Deuda Pública estableciendo un nuevo concepto denominado deuda contingente o pasivos indirectos. Esta sutil pero significativa modificación ha provocado que el Ejecutivo federal eluda el papel del Congreso de la Unión en la aprobación del endeudamiento de la nación", agregó Di Costanzo.

Bajo la modalidad del término "pasivos contingentes" se han llevado a cabo operaciones que han endeudado la economía sin estricto apego al cumplimiento del mandato constitucional. La mayoría de este endeudamiento ha sido contraída con objeto de rescatar a grandes inversionistas y grandes deudores, como fueron los rescates bancario, carretero y el de la banca de desarrollo.

En otra de sus modalidades, el concepto de "pasivos contingentes" ha servido para permitir la inversión extranjera en sectores reservados exclusivamente al Estado mexicano en forma paralela al endeudamiento de la nación, mediante los Pidiregas.


Y eso ENCIMA de la
 

LOS GRANDES LOGROS DE FOX (¡SÍ! ¡MÁS!)

con Fox México pasó de ser la econmía número 11 del mundo a ser la economía número 14. Pero ahora, además, nos encontramos que con Fox aumentó la deuda pública del país. Los detalles en esta nota de La Jornada:


Aumentó 801 mil millones en cinco años; en el DF sólo se incrementó 8 mil millones
Con Fox, la deuda pública llegó ya a $3.2 billones; 40% del PIB

• El débito de cada mexicano sólo por el rescate bancario es de 6,476.9 pesos: Mario di Costanzo
• Bajo los pasivos contigentes se han contratado más créditos para rescatar a grandes inversionistas


Al inicio del presente año, el informe sobre la Situación de las Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reveló que la deuda neta del sector público ascendió a 3 billones 267 mil 848 millones de pesos. Dicha cifra representa aproximadamente 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) y significa que de cada peso generado en la economía nacional 40 centavos se encuentran comprometidos.

En medio de tal cantidad de recursos, la deuda neta total se ha incrementado durante la administración de Vicente Fox Quesada por un monto de 801 mil millones de pesos. En tanto, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal el endeudamiento creció sólo 8 mil millones de pesos, y a partir de 2003 no se registró tal fenómeno.

Al inicio de la administración foxista, en el año 2000, cada ciudadano mexicano debía al nacer 23 mil 58 pesos, y para 2005 la deuda per cápita creció a 30 mil 900 pesos, registrándose un incremento de 7 mil 842 millones de pesos en cinco años.

Por el contrario, en el caso del Distrito Federal, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió el gobierno la deuda de la ciudad era de 37 mil 19 millones de pesos, lo cual significaba que cada habitante de la capital del país adeudaba 4 mil 304 pesos, y al inicio del presente año ese concepto era de 5 mil 243 pesos.

Crecimiento exponencial

"Tales cifras comparativas significan que en el gobierno federal la deuda creció de forma exponencial con Vicente Fox, porque ésta se incrementó en 7 mil 842 pesos por persona, mientras que con Andrés Manuel López Obrador apenas alcanzó 939 pesos, es decir, menos de 15 por ciento de lo que aumentó el débito de los mexicanos por la administración federal. Y es importante mencionar que la deuda per cápita que todos los mexicanos tienen sólo por concepto del rescate bancario alcanza los 6 mil 476.9 pesos, que es superior a la deuda actual de cada uno de los habitantes del Distrito Federal, que a la fecha suma 5 mil 243 pesos", sostuvo el analista financiero Mario di Costanzo.

Al mes de diciembre de 2005, y de acuerdo con la SHCP, la deuda directa presupuestaria, es decir, el endeudamiento directo oficialmente reconocido es de un billón 743 mil 924 millones de pesos, y la no presupuestaria o contingente (rescate carretero, IPAB, Pidiregas y banca de desarrollo) ascendió a un billón 523 mil 924 millones de pesos.

En el caso de la deuda contingente interna destacan los pasivos del IPAB, que ascendieron a 692 mil 405 millones de pesos, y los derivados del rescate carretero (FARAC), que ascendieron a 159 mil 359 millones de pesos.

Por su parte, la deuda externa directa o presupuestaria ascendió a 647 mil 695 millones de pesos y la externa no presupuestaria o "contingente" (Proyectos de Impacto Diferido en el Gasto, Pidiregas, principalmente) fue de 407 mil 47 millones de pesos.

Destacan los pasivos externos derivados de los Pidiregas, que ascendieron a 354 mil 370 millones de pesos y representan casi 50 por ciento de la deuda externa presupuestaria u oficial.

De esta manera, para 2005, de los 30 mil 603 pesos que cada mexicano adeuda, 6 mil 477 pesos son por concepto del rescate bancario, 4 mil 187 son originados por los Pidiregas, mil 782 por el quebranto de la banca de desarrollo, mil 520 obedecen al rescate carretero, que además es un fideicomiso, y 360 pesos se explican por los programas de apoyo a deudores.

En cuanto a la naturaleza de la deuda, de los 30 mil 603 pesos que debe cada mexicano, 16 mil 572 se explican por la deuda presupuestaria directa y 14 mil 328.3 por la deuda no presupuestaria o contingente, o no reconocida oficialmente. En cuanto al origen de la deuda, cada mexicano debe de manera interna 19 mil 293 pesos y a los acreedores externos 11 mil 607 pesos.

Y es que la deuda contingente o no presupuestaria no está reconocida oficialmente. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 73, fracción VIII, señala claramente como facultad exclusiva del Congreso federal sentar las bases sobre las cuales el Ejecutivo puede celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación. El mismo ordenamiento indica que el Congreso de la Unión es el único poder facultado para aprobar la deuda pública, para reconocerla y, por tanto, para ordenar el pago de la deuda nacional.

De esta manera, y con el propósito de regular la aplicación de ese mandato constitucional, el 31 de diciembre de 1976 se publicó la Ley General de Deuda Pública, en la cual, entre otros señalamientos, se define claramente el papel que juegan tanto el Congreso como el Ejecutivo federal en materia de deuda pública.

"Sin embargo, a pesar de lo anterior, el 21 de diciembre de 1995 se llevaron a cabo modificaciones a la Ley General de Deuda Pública estableciendo un nuevo concepto denominado deuda contingente o pasivos indirectos. Esta sutil pero significativa modificación ha provocado que el Ejecutivo federal eluda el papel del Congreso de la Unión en la aprobación del endeudamiento de la nación", agregó Di Costanzo.

Bajo la modalidad del término "pasivos contingentes" se han llevado a cabo operaciones que han endeudado la economía sin estricto apego al cumplimiento del mandato constitucional. La mayoría de este endeudamiento ha sido contraída con objeto de rescatar a grandes inversionistas y grandes deudores, como fueron los rescates bancario, carretero y el de la banca de desarrollo.

En otra de sus modalidades, el concepto de "pasivos contingentes" ha servido para permitir la inversión extranjera en sectores reservados exclusivamente al Estado mexicano en forma paralela al endeudamiento de la nación, mediante los Pidiregas.


Y eso ENCIMA de la deuda de 1.32 MILLONES DE MILLONES de pesos que el PRIAN aprobó con el FOBAPROA, que endeuda a cada familia mexicana con 66 mil pesos.

Que conste, eso sí, que son números DE LA SECRETARÍA DE HACIENDA. No son ni del PRD ni de nadie más. Son datos DEL GOBIERNO FEDERAL.
 

Con la novedad de que Standard and Poor's, la empresa que se encarga de evaluar las finanzas del DF, acaba de decir que no hay riesgo financiero en el DF por los segundos pisos y las pensiones para ancianos en el DF. Chequen:



Standard & Poor’s, Fitch y Moody’s dicen que no hay riesgo por segundos pisos y pensiones
Tiene el DF "fortaleza" financiera: calificadoras

Cuenta con gran capacidad para generar recursos propios, afirman.

Ni la construcción de los segundos pisos en el Periférico o el Viaducto ni el programa de pensiones para los adultos mayores implantada durante la administración de Andrés Manuel López Obrador representan un riesgo para las finanzas del Distrito Federal.

Así lo establecen los estudios de las principales compañías encargadas de evaluar los adeudos de empresas y entidades en todo el mundo, las agencias calificadoras de riesgo Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s.

De acuerdo con estos expertos, el Distrito Federal cuenta con una importante capacidad para generar recursos propios, depende menos de las participaciones federales y cuenta con uno de los más altos niveles de exportaciones y de inversión extranjera directa de la República.

Sin embargo, la entidad ha venido incrementando en forma constante su nivel de endeudamiento desde el año 2000, lo que representa una limitante –más no un peligro– para el desempeño financiero de la ciudad. De hecho, los analistas están más atentos a las pérdidas que genera el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que a los programas de infraestructura y de atención a los mayores.

Respaldo federal
De acuerdo con las tres agencias calificadoras de riesgo, el primer punto que tiene a su favor el gobierno capitalino es que todos sus adeudos, sin excepción, están respaldados por el gobierno federal. Incluso reciben las mismas calificaciones de riesgo.

Marcela Andrade, analista de Fitch México, recuerda que toda la deuda del Distrito Federal está autorizada por el Congreso de la Unión. “Todo lo que el DF se ha endeudado, ha sido con aprobación del Congreso federal”.

El más reciente estudio de Fitch establece que la capital del país cuenta con una “fortaleza significativa en los ingresos propios”, dándole a la entidad mayor flexibilidad presupuestal y una menor dependencia de recursos federales. “Las cifras reflejan que la entidad sería capaz de cubrir su gasto corriente con recursos propios, a diferencia de la mayoría de los estados mexicanos”.

Tiene también uno de los más altos niveles de inversión propia y no enfrenta contingencias significativas en materia de pensiones, pues la mayoría de sus trabajadores están afiliados al ISSSTE.

Además, la del Distrito Federal es la principal economía de la República, cuenta con una amplia participación en el sector formal de la economía, altos niveles de inversión y exportaciones, “niveles de educación, salud y cobertura de servicios básicos muy superiores a la media nacional”, además de un “bajo crecimiento poblacional”.

Por esto, la capital tiene la más alta calificación crediticia de la compañía en su escala nacional.

Standard & Poor’s también otorga al Distrito Federal la más alta nota en su escalafón nacional, ya que el PIB per cápita “excede sustancialmente el promedio nacional y se compara favorablemente con países de Europa Occidental como España, Portugal y Grecia”.

Gracias a todo lo anterior, asegura Moody’s, “hasta la fecha no se ha presentado ningún retraso en los pagos del servicio de la deuda, ni ha registrado transferencia alguna de participaciones para tal fin”.

Es decir, a pesar de las inversiones y programas sociales, el gobierno capitalino cuenta con recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos. Sin embargo, esto no significa que no haya situaciones que corregir hacia el futuro.

Fitch señala, sin embargo, que hay una serie de factores “que limitan la situación financiera” del gobierno del Distrito Federal.

El primero es un alto nivel de endeudamiento, “el cual ha observado una tendencia creciente debido a su vinculación con los altos niveles de inversión realizados”. La inversión en obra pública incluso ha generado balances primarios y financieros desequilibrados.

En segundo término, el sector paraestatal —compuesto por organismos y fideicomisos que operan la red de transporte, vivienda, salud y cajas de previsión entre otros rubros— depende cada vez más de las transferencias de recursos del sector central, las secretarías locales y las 16 delegaciones.

Al cierre de 2005, la deuda del gobierno capitalino rondaba los 43 mil 527 millones de pesos, de los cuales casi 35 mil 300 millones correspondieron al sector central y casi 6 mil 160 millones al paraestatal, “siendo en este último caso la deuda del Sistema de Transporte Colectivo la más representativa”.

Las calificadoras reconocen también que, a pesar del casi nulo crecimiento poblacional, el gobierno de la ciudad tendrá fuertes presiones para destinar mayores recursos a la seguridad pública, el transporte, las vialidades, el saneamiento ambiental y obras hidráulicas.


Deuda bajo control
Según cifras de Hacienda, de 2000 al cierre de 2005 la deuda del Gobierno del Distrito Federal pasó de 28 mil 718 millones de pesos, a 43 mil 527 millones de pesos, un crecimiento nominal de 51.5 por ciento, y 19.3 por ciento real, si se descuenta la inflación acumulada.

Eso significa que el ritmo de crecimiento anual de la deuda del Gobierno del Distrito Federal fue de 3.5 por ciento real en los años que duró la gestión de Andrés Manuel López Obrador. Esos pasivos representan 2.4 por ciento del PIB del DF.

La deuda del sector paraestatal capitalino, donde está el Metro, entre otros rubros, que en 2004 llegó a 5 mil 690 millones de pesos, se encuentra actualmente en su nivel más bajo desde 1998, por lo que tampoco podría salirse de control de las autoridades.