viernes, marzo 03, 2023
El mejor y el peor
El mejor y el peor
"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos". Charles Dickens
Por una parte, podemos decir con el Presidente López Obrador que nos está yendo bien, requetebién.
El peso mexicano fue en febrero la divisa con mejor desempeño frente al dólar entre las principales del mundo. Tuvo un avance de 2.72 por ciento mientras que la libra esterlina cayó 2.15 por ciento, el dólar canadiense 2.41, el euro 2.58 y el won coreano 7.42 (Gabriela Siller). Las remesas, por otra parte, siguen aumentando.
La inversión para la nueva planta de Tesla, 5 mil millones de dólares, es muy importante, aunque representa apenas una décima parte de las remesas que, en 2022, alcanzaron 58 mil 497 millones de dólares. También BMW ha anunciado una inversión de más de 800 millones de dólares para producir autos eléctricos. El nearshoring está haciendo su magia.
¿Por qué, entonces, la Secretaría de Hacienda está previendo un crecimiento de sólo 3 por ciento en 2023? Y el Banco de México, ¿por qué ha bajado su proyección de 1.8 a 1.6 por ciento? Una expansión de 1.6 no es lo que podría uno esperar de un país de éxito. Irlanda, por ejemplo, registró en 2022 un crecimiento de 12.2 por ciento; eso sí es requetebién.
Varias razones explican el mediocre desempeño económico en un país que, con el T-MEC, el nearshoring y las remesas, debería estar creciendo a una tasa de por lo menos 4 o 5 por ciento anual.
A pesar de las inversiones de ocho columnas, la verdad es que la inversión general sigue decepcionando. Si bien el Producto Interno Bruto está regresando ya, tardíamente, a los niveles previos a la pandemia y al inicio de este Gobierno, la inversión fija bruta sigue rezagada.
Dos grandes proyectos, como el de Tesla y el de BMW, no compensan las inversiones que miles de empresas pequeñas y medianas no están pudiendo realizar, por la burocracia gubernamental o por otras razones.
La inversión fija bruta fue de 21.4 por ciento del PIB en el tercer trimestre de 2022, según cálculos de México ¿Cómo Vamos? Es una cifra insuficiente. El objetivo desde hace años ha sido de 24 por ciento, pero no lo hemos alcanzado. La inversión pública se mantiene en niveles históricamente reducidos.
A la gente común y corriente, por supuesto, las cifras de la macroeconomía poco le importan. La inflación es su principal preocupación o, más bien, "lo caro que está todo". El precio de la tortilla alcanza 30 pesos por kilo en algunos lugares del país y el kilo del huevo está cerca de los 60 en Ecatepec.
Los acuerdos corporativistas para que las grandes comercializadores ofrezcan descuentos en unos cuantos productos no han servido para frenar la inflación, que se ubicó en 7.76 por ciento en la primera quincena de febrero, con los alimentos y bebidas en un preocupante 13.88 por ciento.
A pesar de los aumentos al salario mínimo y de los programas de apoyo del gobierno, cada vez más familias caen de la clase media a la pobreza. Quizá sea parte del plan, porque nos dicen que los pobres son más leales al gobierno que la clase media.
La estabilidad del peso es un logro; es cierto que ayuda a algunos y perjudica a otros, como a los exportadores y a los beneficiarios de las remesas, que reciben menos pesos por sus dólares, pero una devaluación brusca suele ir acompañada de una crisis financiera.
Sin embargo, el crecimiento que tenemos es decepcionante ante las grandes oportunidades que el nearshoring y las remesas están trayendo a nuestro país. Si queremos realmente un país con menos pobreza, necesitaremos políticas que promuevan la inversión, y no que la ahoguen en trámites, restricciones y corrupción. Entonces sí nos irá requetebién.
Sergio Sarmiento