sábado, octubre 26, 2019

 

Sin crecimiento

"Sin un crecimiento y progreso continuos, palabras como mejoría, logro y éxito no tienen sentido". Benjamin Franklin

 

El Presidente López Obrador ha dejado ya de afirmar que tiene otros datos y que la economía crecerá 2 por ciento este año. Su argumento ahora es que el crecimiento no es relevante, que lo que realmente importa es el desarrollo.

 

También ha señalado que el País no se encuentra en recesión, lo cual hasta ahora es cierto, pero empiezan a registrarse cifras que sugieren que puede estar entrando a una fase de contracción.

 

El índice global de actividad económica, un adelanto del Producto Interno Bruto trimestral, tuvo un descenso de 0.4 por ciento entre agosto del 2018 y el mismo mes del 2019. Según este índice, la economía ha estado estancada, o con ligeros descensos, desde septiembre del 2018. El sector secundario, o sea, la industria, ha tenido el peor desempeño, con una baja anual de 1 por ciento.

 

La construcción, una de las actividades industriales más importantes, se está desplomando. El valor de la producción de las empresas constructoras cayó 10.2 por ciento anual en agosto.

 

Las empresas han tratado de aguantar lo más posible y sólo han recortado 4.2 por ciento de su personal (Inegi); pero, si no hay un repunte, los despidos se volverán generalizados. Con el efecto multiplicador de la construcción, podría haber un impacto negativo importante en la economía nacional.

 

El Presidente dice que vamos muy bien porque sus políticas sociales están repartiendo riqueza y por lo tanto la gente está más feliz. Ha usado para demostrarlo la encuesta de bienestar autorreportado del Inegi que, efectivamente, muestra una mejoría en el actual Gobierno.

 

López Obrador es un magnífico comunicador, que ha logrado generar un ánimo de optimismo después de años de pesimismo. Quizá su constante insistencia de que "Vamos bien" está permeando entre la población.

 

Pero el optimismo es siempre frágil y depende mucho del desempeño de la economía. El Gobierno, es cierto, ha repartido dinero en grandes cantidades a adultos mayores y a quienes se han inscrito en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Quienquiera que reciba dinero del Gobierno se sentirá satisfecho y optimista, pero el problema es que las dádivas no generan ni crecimiento ni desarrollo. Si el desempleo aumenta, y los ingresos de las familias bajan, el resultado final será una gran decepción.

 

El Presidente ha tomado la decisión de prestar menos atención al crecimiento económico y concentrarse en repartir riqueza. Puede haber razones para esta decisión.

 

López Obrador ha expresado su convicción de que enseñar a pescar en lugar de regalar pescado es una idea neoliberal. Los pobres son como animalitos, dijo en marzo: "Ni modo que se le diga a una mascota: 'A ver, vete a buscar tu alimento'. Se les tiene que dar alimento, pero en la concepción neoliberal, todo eso es populismo, paternalismo".

 

El problema es que los pobres no son animalitos, ni una economía puede prosperar sólo repartiendo recursos. Alguien tiene que generar la riqueza. Para eso se necesita inversión, actividad económica productiva y crecimiento.

 

Por lo pronto empiezan a apreciarse ya los resultados de una política económica que busca repartir antes que producir. La economía está estancada y una actividad tan importante como la construcción está cayendo de manera alarmante. Por eso es urgente que el Presidente entienda que para repartir primero hay que producir.

 

BLOQUEO

Desde el lunes 21 de octubre están bloqueadas nuevamente las vías de ferrocarril que salen de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Ahora lo han hecho unos 80 normalistas de la Escuela Normal de Tiripetío que piden plazas magisteriales. Las pérdidas son de unos 50 millones de pesos diarios. El bloqueo es un delito federal, pero el Gobierno ha decidido no intervenir.

 

Sergio Sarmiento


Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?