lunes, noviembre 17, 2014
Caminos sin Ley
Graham Greene fue un escritor inglés, prolífico y polifacético. Seguramente uno de los más notables del Siglo XX. Manejó con maestría una prosa directa, realista, fluida y legible. Hace muchos años me aficioné a sus obras, porque admiré la película titulada "El Tercer Hombre", cuyo guión se basa en una pequeña novela de su autoría, del mismo nombre. Leí entonces, en rápida sucesión, "El Americano Quieto" y "Nuestro Hombre en la Habana". Hace un par de semanas compré, un tanto por casualidad, una reimpresión mexicana reciente (Porrúa, 2014) de "Caminos sin Ley" y "El Poder y la Gloria". Los leí casi de una tirada. El primero (publicado en 1939), es un recuento de las observaciones de Greene, producto de un viaje por el México de la época de la persecución religiosa y de la expropiación petrolera. El segundo (1940) tiene el mismo tema aparente, desarrollado en forma de novela. Desde luego, el asunto de veras es la importancia de una filosofía, es decir, de una interpretación del mundo, para darle sentido a la vida, al bien y al mal.
"El Poder y la Gloria" es quizá la obra maestra de Greene. Sin embargo, yo encontré en "Caminos sin Ley" una actualidad mexicana más que inquietante, empezando por el título. De sus cerca de doscientas páginas, entresaqué un pequeño conjunto de párrafos ominosos (en cursivas). El apunte escueto que los sigue probablemente sobra.
"Uno se encuentra con pequeños destacamentos militares que vigilan la carretera para que el turista pueda recorrerla a salvo, o casi a salvo." La frase describe hoy un trayecto que conozco bien: Monterrey-Reynosa. Desde luego, hay muchos otros "caminos sin ley" en la geografía nacional.
"Un cartel que anuncia algo que no le importa a nadie". A la letra, se aplica, sin afán de burla, a cualquiera de los panorámicos que proclaman los hechos y dichos de tantos y tantos políticos.
"Esta era la noticia habitual de todo diario mexicano; no pasaba un día sin que alguien fuera asesinado en alguna parte". Sin comentarios.
"En Juárez. Una ciudad muy mala. Todo el tiempo hay asesinatos, nada más". La situación ha mejorado, dicen, después de tocar una sima aterradora.
"Uno de esos estallidos repentinos e inexplicables de brutalidad, habituales en México". Habituales, sin duda: Acteal, San Fernando, Ayotzinapa, etc. ¿Inexplicables? No del todo.
"Y ahora el asunto del petróleo, y el peso que bajaba". Y ahora, el asunto de la declinación del volumen de producción y la caída del precio. La depreciación reciente del peso tiene otras causas, por el momento.
"Como todos los maestros de escuela de ahora, era un político". Sin discusión, la histórica politización del sistema educativo oficial es una de las razones de su fracaso. El ejemplo por excelencia es, por supuesto, la "maestra" Elba Esther Gordillo... y el SNTE y la CNTE y...
"Es muy típico de México...: la violencia a favor de un ideal, y luego el ideal se olvida y la violencia continúa". No se necesitan más palabras para caracterizar los desmanes recurrentes de los normalistas de Guerrero (Oaxaca, Michoacán, etc.), adoctrinados para el extremismo.
"En México uno se acostumbra a la decepción". La más reciente se refiere al desdoro del Momento de México. Pero la decepción nos asalta con una abrumadora periodicidad cíclica. ¿Dónde quedaron la administración de la abundancia; la renovación moral; la globalización modernizadora; el advenimiento de la democracia, etc.?
"El Estado... siempre el Estado. ¡Cuántos idealismos han contribuido a la construcción de ese tirano!" Desde luego, no sólo en México. La visión de Greene era más pesimista -y más realista- que la de Octavio Paz y su "Ogro Filantrópico".
"México es un estado mental". El de Greene era bastante sombrío: "No me parecía un país donde se pudiera vivir... era un país donde sólo se podía morir". Quién sabe cuál será el mood nacional hoy día. Aventuro un juicio de lego: en cuanto a situación emocional, parece que el presente se aproxima a la angustia; en cuanto a condición cognitiva, domina la confusión.
Everardo Elizondo
Leer más: http://www.negocioselnorte.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=50035#ixzz3JLH1c46l
"El Poder y la Gloria" es quizá la obra maestra de Greene. Sin embargo, yo encontré en "Caminos sin Ley" una actualidad mexicana más que inquietante, empezando por el título. De sus cerca de doscientas páginas, entresaqué un pequeño conjunto de párrafos ominosos (en cursivas). El apunte escueto que los sigue probablemente sobra.
"Uno se encuentra con pequeños destacamentos militares que vigilan la carretera para que el turista pueda recorrerla a salvo, o casi a salvo." La frase describe hoy un trayecto que conozco bien: Monterrey-Reynosa. Desde luego, hay muchos otros "caminos sin ley" en la geografía nacional.
"Un cartel que anuncia algo que no le importa a nadie". A la letra, se aplica, sin afán de burla, a cualquiera de los panorámicos que proclaman los hechos y dichos de tantos y tantos políticos.
"Esta era la noticia habitual de todo diario mexicano; no pasaba un día sin que alguien fuera asesinado en alguna parte". Sin comentarios.
"En Juárez. Una ciudad muy mala. Todo el tiempo hay asesinatos, nada más". La situación ha mejorado, dicen, después de tocar una sima aterradora.
"Uno de esos estallidos repentinos e inexplicables de brutalidad, habituales en México". Habituales, sin duda: Acteal, San Fernando, Ayotzinapa, etc. ¿Inexplicables? No del todo.
"Y ahora el asunto del petróleo, y el peso que bajaba". Y ahora, el asunto de la declinación del volumen de producción y la caída del precio. La depreciación reciente del peso tiene otras causas, por el momento.
"Como todos los maestros de escuela de ahora, era un político". Sin discusión, la histórica politización del sistema educativo oficial es una de las razones de su fracaso. El ejemplo por excelencia es, por supuesto, la "maestra" Elba Esther Gordillo... y el SNTE y la CNTE y...
"Es muy típico de México...: la violencia a favor de un ideal, y luego el ideal se olvida y la violencia continúa". No se necesitan más palabras para caracterizar los desmanes recurrentes de los normalistas de Guerrero (Oaxaca, Michoacán, etc.), adoctrinados para el extremismo.
"En México uno se acostumbra a la decepción". La más reciente se refiere al desdoro del Momento de México. Pero la decepción nos asalta con una abrumadora periodicidad cíclica. ¿Dónde quedaron la administración de la abundancia; la renovación moral; la globalización modernizadora; el advenimiento de la democracia, etc.?
"El Estado... siempre el Estado. ¡Cuántos idealismos han contribuido a la construcción de ese tirano!" Desde luego, no sólo en México. La visión de Greene era más pesimista -y más realista- que la de Octavio Paz y su "Ogro Filantrópico".
"México es un estado mental". El de Greene era bastante sombrío: "No me parecía un país donde se pudiera vivir... era un país donde sólo se podía morir". Quién sabe cuál será el mood nacional hoy día. Aventuro un juicio de lego: en cuanto a situación emocional, parece que el presente se aproxima a la angustia; en cuanto a condición cognitiva, domina la confusión.
Everardo Elizondo
Leer más: http://www.negocioselnorte.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=50035#ixzz3JLH1c46l