viernes, noviembre 03, 2006
Cavernas sindicales
Lo de Oaxaca es una expresión más de la oscuridad sindical que termina produciendo asociaciones vandálicas tipo la APPO y los comités de huelga. Las votaciones internas que hicieron los de la Sección 22 de maestros y las votaciones de la APPO son herederas de las votaciones organizadas por los líderes del PRI y que ahora auspicia López Obrador.
¿Movimientos democráticos? Nada de eso, puro fascismo tiránico concentrado. Si cada maestro y cada appista hubiera votado en secreto, no habría ningún conflicto violento en Oaxaca.
Somos herederos del manipuleo asambleísta sindical que el PRI utilizó para permanecer junto con sus líderes afines por 70 años en el poder. Es probable que existan sindicatos sanos, transparentes y justos; pero no estoy seguro si vistos bajo laparoscopía dentro de sus funciones y procedimientos, éstos sigan siendo ejemplares. Pero muchas de las organizaciones sindicales son mazmorras para nuestros trabajadores. Pareciera que los sindicatos sirven para que sus líderes usen y abusen de sus miembros.
Propongamos leyes que rijan los procedimientos democráticos formales, salvemos y normalicemos estas organizaciones para volverlas a poner al servicio de los trabajadores y al servicio de las empresas en las cuales trabajan. Nos urge un IFE laboral.
Se nos olvida que un sindicato, además de ayudar a cada uno de sus agremiados a elevar su capacidad y mejorar su nivel social, también debe ayudar a que la empresa logre ser competitiva, pueda crecer y generar más y mejores empleos.
Los sindicatos no pueden ser botines de los líderes corruptos, ni su independencia los puede alejar de una normatividad, de unas auditorías externas e independientes, total transparencia y respeto a los derechos humanos. Líderes corruptos y ambiciones políticas han arruinado a muchas empresas, impidiendo toda innovación y reestructuración para la lucha internacional.
La reacción natural de los empresarios fue organizar una red de sindicatos independientes con líderes que defendían tanto a los obreros como a las empresas, creando cierto sano equilibrio productivo. Aunque también en los sindicatos independientes persiste el vicio de sostener votaciones a mano alzada, y eso no es justo para los trabajadores.
Los sindicatos oficiales y de burócratas, así como los gremiales, están cayendo en las ambiciones del PRD, quien ha dispuesto de sus miembros para marchas y manifestaciones en apoyo a López Obrador. Por eso AMLO y la APPO son uña y mugre.
El trabajador debe tener oportunidad de votar en secreto, formar su planilla para presentarse a elecciones, debe tener acceso a las cuentas públicas y auditadas de sus mesas directivas. Como ciudadano, un trabajador sindicalizado tiene el derecho de apoyar o protestar lo que quiera, pero ni sus patrones ni menos sus líderes sindicales deben utilizarlos.
La dirección es que cada miembro sindical deje de ser masa utilizable para las ambiciones de un Enrique Rueda, un Flavio Sosa o un López Obrador y puedan ser personas enteras, ciudadanos completos, hombres libres que están muy por encima de los caprichos de sus líderes.
Si en Oaxaca los de la Sección 22 votaran en secreto y los de la APPO también, no tendrían esos líderes nefastos ni participarían en esos actos violentos porque el voto secreto es racional. Los votos en asamblea pública a mano alzada son emocionales y muy manipulables.
Enrique Canales, El Norte, 2 de noviembre 2006
enriquecss@gmail.com
¿Movimientos democráticos? Nada de eso, puro fascismo tiránico concentrado. Si cada maestro y cada appista hubiera votado en secreto, no habría ningún conflicto violento en Oaxaca.
Somos herederos del manipuleo asambleísta sindical que el PRI utilizó para permanecer junto con sus líderes afines por 70 años en el poder. Es probable que existan sindicatos sanos, transparentes y justos; pero no estoy seguro si vistos bajo laparoscopía dentro de sus funciones y procedimientos, éstos sigan siendo ejemplares. Pero muchas de las organizaciones sindicales son mazmorras para nuestros trabajadores. Pareciera que los sindicatos sirven para que sus líderes usen y abusen de sus miembros.
Propongamos leyes que rijan los procedimientos democráticos formales, salvemos y normalicemos estas organizaciones para volverlas a poner al servicio de los trabajadores y al servicio de las empresas en las cuales trabajan. Nos urge un IFE laboral.
Se nos olvida que un sindicato, además de ayudar a cada uno de sus agremiados a elevar su capacidad y mejorar su nivel social, también debe ayudar a que la empresa logre ser competitiva, pueda crecer y generar más y mejores empleos.
Los sindicatos no pueden ser botines de los líderes corruptos, ni su independencia los puede alejar de una normatividad, de unas auditorías externas e independientes, total transparencia y respeto a los derechos humanos. Líderes corruptos y ambiciones políticas han arruinado a muchas empresas, impidiendo toda innovación y reestructuración para la lucha internacional.
La reacción natural de los empresarios fue organizar una red de sindicatos independientes con líderes que defendían tanto a los obreros como a las empresas, creando cierto sano equilibrio productivo. Aunque también en los sindicatos independientes persiste el vicio de sostener votaciones a mano alzada, y eso no es justo para los trabajadores.
Los sindicatos oficiales y de burócratas, así como los gremiales, están cayendo en las ambiciones del PRD, quien ha dispuesto de sus miembros para marchas y manifestaciones en apoyo a López Obrador. Por eso AMLO y la APPO son uña y mugre.
El trabajador debe tener oportunidad de votar en secreto, formar su planilla para presentarse a elecciones, debe tener acceso a las cuentas públicas y auditadas de sus mesas directivas. Como ciudadano, un trabajador sindicalizado tiene el derecho de apoyar o protestar lo que quiera, pero ni sus patrones ni menos sus líderes sindicales deben utilizarlos.
La dirección es que cada miembro sindical deje de ser masa utilizable para las ambiciones de un Enrique Rueda, un Flavio Sosa o un López Obrador y puedan ser personas enteras, ciudadanos completos, hombres libres que están muy por encima de los caprichos de sus líderes.
Si en Oaxaca los de la Sección 22 votaran en secreto y los de la APPO también, no tendrían esos líderes nefastos ni participarían en esos actos violentos porque el voto secreto es racional. Los votos en asamblea pública a mano alzada son emocionales y muy manipulables.
Enrique Canales, El Norte, 2 de noviembre 2006
enriquecss@gmail.com
Comments:
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...en primera lopez obrador no tiene nada que ver con un movimiento social que tiene mas de dos decadas en oaxaca, y que nase de la necesidad de luchar por los derechos basicos a la que tenemos todos los ceres humanos, como es el dereco a la vida, a la educacion a la salud, a la alimentacion, al vestido, a ser repetado en su dignidad...
...segundo los violentos y los amañados son los porros, los policias locales vestidos de civiles y los militantes priistan, que armados agreden , acosan, matan, a los oaxaqueños incluyendo a los de la appo y los maestros de la seccion 22, es una verdadera porqueria tu blog
...segundo los violentos y los amañados son los porros, los policias locales vestidos de civiles y los militantes priistan, que armados agreden , acosan, matan, a los oaxaqueños incluyendo a los de la appo y los maestros de la seccion 22, es una verdadera porqueria tu blog
La verdad no peca pero bien que incomoda.
Ahora resulta que la APPO y los "maestros" de la seccion 22 no han hecho uso de la violencia. Por favor!!!
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Ahora resulta que la APPO y los "maestros" de la seccion 22 no han hecho uso de la violencia. Por favor!!!
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