sábado, junio 17, 2006
Dile si a la libertad ...
Pero esto viene de atrás. AMLO escaló y está escalando la campaña. Ésa fue su respuesta al repunte de Calderón hace dos meses. Intensificó su presencia en los medios y emprendió una "guerra sucia" basada en mentiras o en verdades a medias. De la denuncia del Fobaproa a los 2 mil 500 millones de Hildebrando la tónica es la misma: calumnia y calumnia que algo queda. Y algo ha quedado. Porque el pobre desempeño de López Obrador en el debate fue olvidado y sepultado.
Por otra parte, las últimas encuestas le han devuelto la serenidad al candidato de la Alianza por el Bien de Todos. Se le ve sonriendo y anunciando la buena nueva: la alegría está por llegar. Los perredistas confían en que ya tienen el triunfo en la bolsa. Por eso, el secretario general del PRD le está proponiendo una tregua a Acción Nacional. Cesemos las campañas negativas y concentrémonos en las propuestas, dice Acosta Naranjo.
El cálculo es, sin duda, apresurado. Ya lo hicieron una vez y se equivocaron. En una contienda como ésta nadie puede hacer predicciones. Hay muchos factores que incidirán en el ánimo de los indecisos y ninguno es predecible; el desempeño de la Selección Nacional en Alemania, por ejemplo. Pero independientemente de las cuentas alegres del Peje y sus entornos, vale detenerse en el tono y el contenido de su campaña negativa en las últimas semanas. Y vale detenerse porque muestran y anuncian un futuro muy ominoso.
Lo primero que hay que resaltar es el cinismo en el mentir e, incluso, en falsear documentos. Calderón no ha propuesto IVA en medicinas y alimentos, no firmó ningún documento relacionado con el Fobaproa y no otorgó como secretario de Energía contratos a Hildebrando por 2 mil 500 millones de pesos. Pero además de eso, se está montando una campaña de linchamiento en los medios contra una serie de personajes. El spot del PRD en el que aparecen Roberto Hernández, José Madariaga, Zavala, Diego Fernández de Cevallos y Calderón es ejemplar y aleccionador.
La imagen dice más que mil palabras. Los rostros de los personajes y el montaje que se hace de ellos constituye una versión moderna de los pósters que se fijaban en el lejano oeste: "wanted" (se busca). Sólo que en este caso la justicia, el sheriff, no es otro que el candidato de la Alianza por el Bien de Todos. Él es quien decide quién es culpable y de qué se le acusa. El proceso, sobra decirlo, es sumario y contundente. Los que aparecen en la pantalla son delincuentes y han cometido el fraude más grande del siglo.
Peor aun, se hallan asociados a un candidato, Felipe Calderón. Pero me expreso mal, no son asociados, no; ellos son los que mandan y manipulan. Ellos son los que quieren preservar el orden establecido para seguir robando y defraudando a la nación. Ellos son los de arriba, los que no pagan impuestos. Ése es el otro proyecto de nación. No hay más. Por eso no hay que concederles tregua. Hay que denunciarlos y mostrar sus rostros insultantes. El pueblo llano no debe olvidarlos. Debe memorizarlos y repudiarlos allí donde los encuentre.
Sólo quien no quiere escuchar no oye; sólo quien no quiere ver no mira, porque lo que este mensaje concita y anuncia es una cacería de brujas. El linchamiento es virtual, pero no por ello menos efectivo. Sobre todo cuando se inscribe en el discurso y en las prácticas de AMLO y de fracciones del perredismo. Pasar de las palabras a los actos no es difícil, todo lo contrario. Basta recordar la turba que zarandeó a Fernández de Cevallos afuera del senado o las provocaciones y persecuciones que enfrentó el propio Calderón en diversos mítines de su campaña.
Porque ése y no otro es el fondo de la cuestión. López Obrador sí cree en los usos y costumbres del pueblo. Es más, no sólo cree en ellos, sino que además considera que es su responsabilidad encauzarlos y fomentarlos. La justicia expedita y por propia mano no es condenable; antes al contrario, es la forma de superar las deficiencias y complicidades de un sistema formal que no le cumple al pueblo. O dicho de otro modo, entre la justicia y la legalidad hay que optar siempre por la primera.
Su condenación de Roberto Hernández es, por lo mismo, ejemplar. Desde un punto de vista legal no hay nada que alegar y López Obrador lo sabe. La venta de Banamex fue una transacción bursátil no gravada porque la ley así lo establece. No hay, en consecuencia, ilícito alguno que perseguir. Sin embargo, al candidato de la Alianza por el Bien de Todos le parece que es inmoral y que por eso debe ser condenada y Roberto Hernández denunciado hoy y perseguido y encarcelado mañana.
Ése es el verdadero rostro de AMLO. La purificación de la vida pública se transformará más temprano que tarde, de hecho ya está ocurriendo, en una cacería de brujas. La lista, además, es larga. En ella están los empresarios mencionados y otros que han apoyado abiertamente a Calderón (como Lorenzo Servitje, Manuel Arango, Claudio X. González, etcétera) o a Roberto Madrazo, además de Mariano Azuela, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México.
Otro tanto hará con aquellos periodistas o intelectuales que han sido críticos de su proyecto y de su persona. Ninguno será perdonado. Y no lo será porque López Obrador no tolera la crítica ni la disidencia. No está en su temple ni en su formación hacerlo. Para él, el mundo se divide en buenos y malos. Quien no está con él, está contra él. Toda oposición encarna una dimensión maligna y, como tal, debe ser aniquilada.
Esto es lo que está en juego en esta elección. Los atentados contra la libertad de unos hoy terminarán con la libertad de todos mañana. Una vez que la maquinaria de purificación se eche a andar no se detendrá. Será implacable contra todo lo que se oponga a la voluntad de AMLO Presidente. Poco importará que sea un diario, una televisora, un empresario o un intelectual. Será como en la época más dura del priato, pero mucho peor. Las teas encendidas y las piras para quemar herejes nunca han dejado nada bueno.
Dany Osiel Portales Castro
Monterrey, NL, México
http://no-al-populismo.blogspot.com/
"Es mas fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)
"La vida es muy peligrosa. No para las personas que se hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". (Albert Einstein)
"La inteligencia de un ser humano se mide exactamente por la cantidad de felicidad que este pueda crear para el y para los demás" (Germán Dehesa)
"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la politica es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)