martes, mayo 09, 2006

 

AMLO: solo un aprendiz de brujo

Siempre se habla del México bronco, se advierte del peligro de despertarlo, se insiste en su presencia latente en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad. No son advertencias vanas porque el México bronco existe, es real. Pero pocas veces se habla del otro México el que repudia la violencia, sobre todo cuando no es justificada, el que apuesta por la estabilidad y la tranquilidad, el que quiere trabajo y vivir mejor: el México pacífico. Para algunos, esos dos México son, como muchos otros, la demostración de las enormes distancias sociales internas que nos marcan. La diferencia es que pareciera que, sobre todo en épocas de cierta estabilidad económica, el México pacífico es mucho más numeroso y congruente que el bronco y, mientras el primero representa en buena medida nuestro futuro, el segundo es la representación palpable de nuestro pasado.

El México bronco fue despertado en San Salvador Atenco la semana pasada. Fue despertado porque lo que vimos fue una evidente provocación fraguada por los macheteros de Atenco y organizada por su líder político Marcos. El cálculo de los zapatistas fue erróneo como lo han sido todos desde que comenzaron la llamada Otra Campaña. Marcos en el DF ha pasado desapercibido cualquier candidato puede convocar más gente en sus actos y tiene mayor repercusión pública. En Atenco, los hechos de violencia fueron rechazados por los propios habitantes del municipio, hartos de Ignacio del Valle y sus seguidores. El acto de Marcos el fin de semana tuvo que ser suspendido por falta de quórum y los bloqueos organizados por otros asociados del subcomandante, el Frente Francisco Villa y los ex miembros del CGH (en muchas ocasiones más cercanos al EPR que al EZLN o lo que queda de él) demuestran tanta impunidad como falta de convocatoria. Para Marcos, Atenco es un fracaso que, por lo menos, le ha permitido estar en los medios aunque fuera para exhibir la magnitud de su actual debilidad. Pero, en el caso de López Obrador ha tenido y seguirá teniendo un costo demasiado alto.

Los bloqueos y las amenazas de violencia le quitan votos todos los días al candidato perredista. El problema es que Andrés Manuel, que no impulsó la provocación de la semana pasada por la sencilla razón de que no ganaba nada con ella, no puede criticarlos ni deslindarse de ellos porque los compromisos adquiridos con esos grupos son demasiados. En los hechos López Obrador echó a andar los demonios en los últimos años y ahora ya no los puede controlar. Y tampoco quiere hacerlo, porque considera que, en el futuro, gane o pierda las elecciones, le serán útiles.

A López Obrador, con Atenco, le está pasando lo mismo que le sucedió con Tláhuac, con el asesinato de los agentes de la PFP: no puede condenar los hechos porque está comprometido con los grupos que los organizaron. El Frente Francisco Villa, los macheteros de Atenco, los alguna vez jóvenes del CGH, los grupos de base de las distintas denominaciones del EPR, establecieron numerosos acuerdos con la administración capitalina por conducto de René Bejarano y su corriente, desde la campaña del 2000. López Obrador los usó, entre otros objetivos, para abortar la construcción del aeropuerto en Texcoco y exhibir la debilidad gubernamental; sirven para presionar a adversarios y para movilizarse contra el desafuero. Por eso, en Tláhuac las fuerzas policiales de la ciudad decidieron no intervenir y dejaron que se linchara y quemaran vivos a los policías federales. Por eso, los del Francisco Villa pueden interrumpir cualquier vialidad del DF el tiempo que quieran y el gobierno de Alejandro Encinas los deja hacer. De qué magnitud serán esos compromisos que el mismo Andrés Manuel, quien no ha tenido problema alguno en deslindarse de personajes tan significativos como Cuauhtémoc Cárdenas, de la corriente cardenista, de Rosario Robles y de muchos otros, no ha podido ni querido poner un límite y criticar abiertamente a Bejarano y los bejaranistas, ni a todos los aliados impresentables de éstos, desde el Frente Francisco Villa hasta los macheteros de Atenco.

Ahora se encuentra atrapado en un dilema más: apoyar estas movilizaciones no le garantiza más que el apoyo de sus electores duros, y éstos no son más de unos cuatro o cinco millones, mientras que le resta en forma acelerada el voto de los cambiantes, quienes nutrieron en el pasado su candidatura y ahora la están abandonando para pasarse, sobre todo, al bando de Felipe Calderón. Si rompiera públicamente con esos grupos, tendría que adoptar un discurso completamente distinto, que pasara por la aceptación, por ejemplo, de un pacto de civilidad, la firma del pacto de Chapultepec o por la aceptación del acuerdo contra la inseguridad que no quiso suscribir ayer. En otras palabras, implicaría, desde ahora, aceptar la legitimidad del proceso electoral y todos los acuerdos que giran en torno a éste. No lo hará porque su estrategia, ya lo ha demostrado, va por la vía de desconocerlo.

Y, si es así, la base de la movilización para después del 2 de julio, si Andrés Manuel no gana, pasará por los mismos de siempre: los de Atenco, Pancho Villa, los bejaranistas. El otro PRD, el surgido desde el cardenismo, no jugará a la aventura lopezobradorista si no hay causa justificada. Para eso se necesita a quienes hacen el trabajo sucio, y no se puede romper con ellos ahora, aun cuando sean una fuente constante de pérdida de votos. Al estar arriba en las encuestas, no importaba. Hoy que, como en el tango, la candidatura va cuesta abajo, los costos de esos “apoyos” adquieren una dimensión mayor. La paradoja es que no puede deshacerse de ellos porque están en el corazón de su estrategia política.

López Obrador no organizó la provocación de Atenco. Pero patrocinó y protegió a sus verdaderos organizadores y, ahora, aunque hayan cambiado de membresía, no puede desligarse de ellos. Eso le sucede, en política, a los aprendices de brujo.

Jorge Fernandez Menendez, Excelsior
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Dany Osiel Portales Castro
Monterrey, NL, México
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Comments:
El finado Ignacio Burgoa, a quien nadie puede achacar haber sido partidario de la izquierda, asesoró el proceso de amparo que en realidad fue el que se impuso como realidad legal y política en el caso del aereopuerto de Atenco. Cuando el Gobierno Federal supo que la Suprema Corte íba a fallar a favor de los los ejidatarios, canceló la obra.

De no ser por este hecho legal...el aereopuerto se hubiese edificado, idependientemente de las movilizaciones del FPDT y afines. La legitimidad de la causa pudo atraer a muchos actores políticos locales, la simpatía de gente de diversas organizaciones y partidos.

La alianza con Bejarano & Co. del compañero Andrés nada tiene que ver con Atenco ni con supuestas conspiraciones de violencia...tiene que ver en todo caso con la precandidatura que lo hizo Jefe de Gobierno y el control político de la poderosa CID en la ciudad (hoy dividida entre IDN y el grupo de Batres). La facción del FPFV controlada por la CID es irrelevante...

El artículo señala acuerdos entre el CGH y AMLO en 2000: esto es risible, yo todavía me acuerdo de cómo excluían a perredistas de sus asambleas como si fuera cacería de brujas, como llamában a no votar por AMLO porque según ellos el PRD era "represor". Además, electoralmente en esa ocasión no tenía sentido buscar el apoyo de esa organización, que en lugar de sumar resta. Bejarano es perverso pero no idiota. Menciona el artículo también a "grupos de base de las distintas organizaciones del EPR (¿cuáles?)" haciendo pactos supuestos con el "profesor"...nada más absurdo...En las movilizaciones contra el desafuero lo que menos importó y pesó fueron esas organizaciones corporativas...éstas sirven para controlar a la burocracia del partido pero tienen poca relevancia electoral y nulo impacto ciudadano, en fin...

En este artículo veo una hilación forzada de causalidades...No prueba la acusación grave de haber patrocinado a "los verdaderos organizadores" (whatever that may mean) de la provocación de Atenco y tampoco aporta luz sobre su identidad. Más terror mediático ami juicio: "Inserte en la licuadora actores sociales violentos, diversos y antagónicos...agreque el nombre de AMLO y apriete ON", "Sírvalo a una clase media poco instruída y con mucho miedo, espere que voten por Calderón".

A mi juicio este es una reedición de viejas campañas de miedo, la izquierda electoral es violenta etc. etc.

Insisto, hay cosas muy cuestionables y sobre todo REALES que deberían preocuparles del compañero Andrés. Hay que elevar el debate político, eso nos conviene a todos.

Saludos
 
Nuevamente, "con todo respeto", es solo tu opinion. Igual de valida que la de Jorge Fernandez.

Y como opinion, queda publicada.

Las pruebas de relacion entre el PRD y esos grupos, entre AMLO y esos grupos ahi estan. Casualidades, quiza. Y de ser asi, en todo caso, AMLO esta pagando la factura de haberse aliado, haber apoyado aunque haya sido con el silencio, a esos grupos.

Lo mismo pasa con Calderon, el PAN y su relacion con el yunque.

Y tienes razon, hay muchas otras cosas que criticar a AMLO. La mayoria de las cuales han quedado registradas en este blog, que ya tiene varios meses.

saludos
 
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