jueves, mayo 19, 2011
Gasolinazo
"Los ricos que tienen mansiones junto al mar no deberían recibir subsidios gubernamentales". Geraldo Rivera
Los medios lo llaman "gasolinazo" porque buscan presionar al Gobierno para que suspenda los ajustes en el precio de la gasolina. A mi juicio, sin embargo, estos aumentos graduales son modestos y deberían elevarse.
Este pasado 14 de mayo la gasolina Magna subió 8 centavos para alcanzar un precio de 9.16 pesos por litro. Es un incremento de 0.72 por ciento. Difícilmente se le puede llamar un "gasolinazo", aun cuando el aumento sea el quinto del año. Suponiendo que el precio de la Magna subiera 8 centavos al mes durante 12 meses, la elevación anual sería de 96 centavos, 8.7 por ciento sobre el nivel de 9.08 pesos por litro de abril.
Más que este aumento, que queda muy atrás de las alzas que ha habido en el mundo, me preocupa el daño que el Gobierno hace al ambiente y a la economía de los mexicanos más pobres con un subsidio a la gasolina de 100 mil millones de pesos en este 2011, tres veces lo que se había previsto originalmente para este año.
El principal daño que se hace al subsidiar la gasolina es que se promueve un mayor uso de este combustible. Los países avanzados han tenido que pagar mayores precios por la gasolina en los últimos años debido al incremento en los precios del petróleo crudo y ello ha servido para reducir de manera significativa el empleo de gasolina. Una consecuencia es la disminución de las emisiones de contaminantes a la atmósfera en un momento en que esto se considera indispensable para reducir el calentamiento global.
México ha ido en sentido contrario y cada vez contamina más. En 2006, según cifras de Pemex, se vendían en el País 601 mil 800 barriles de gasolina Magna cada día. Para marzo de 2011 se alcanzó un nivel de 755 mil 200 barriles diarios. Esto es un incremento de 25 por ciento en apenas cinco años en la gasolina más barata y más contaminante. Este aumento anula de manera automática todos los esfuerzos que el Gobierno realiza para disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera.
El problema del subsidio a la gasolina, sin embargo, no se limita a la contaminación. De hecho este subsidio representa una regresiva transferencia de recursos de los más pobres a los más ricos.
Más del 40 por ciento de la población de nuestro País vive en situación de pobreza. Un porcentaje muy elevado en este grupo carece completamente de patrimonio propio. De hecho, su único patrimonio real es la parte que le toca en los recursos petroleros del País, los cuales supuestamente pertenecen por igual a todos los mexicanos.
En lugar de recibir dividendos como accionistas, que Pemex podría repartir entre los mexicanos, cosa que ayudaría más a los que menos tienen, la Secretaría de Hacienda está utilizando 100 mil millones de pesos de los ingresos del monopolio petrolero, tres veces lo que gasta en la Secretaría de Seguridad Pública, para subsidiar a los automovilistas, quienes representan el 20 por ciento más rico de la sociedad.
Una de las razones por las que México tiene tantos pobres es que hemos construido un sistema hacendario que despoja a los pobres para subsidiar a los ricos. En el caso del subsidio a la gasolina esta transferencia no sólo es sumamente regresiva, sino que además llena los cielos de contaminantes. Lejos de cuestionar los tímidos aumentos en el precio de la gasolina, deberíamos exigir un verdadero gasolinazo, que lleve los precios de este combustible a los niveles que actualmente prevalecen en nuestros socios comerciales.
Tenencia
Eruviel Ávila, candidato del PRI al Gobierno del Estado de México, prometió eliminar la tenencia vehicular en caso de ganar la elección del próximo 3 de julio. Con esto se une a una tendencia populista y regresiva. Eliminar la tenencia significa que quienes no pueden comprar un auto deben subsidiar los servicios que se otorgan a los automovilistas, mucho más prósperos que ellos.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
Los medios lo llaman "gasolinazo" porque buscan presionar al Gobierno para que suspenda los ajustes en el precio de la gasolina. A mi juicio, sin embargo, estos aumentos graduales son modestos y deberían elevarse.
Este pasado 14 de mayo la gasolina Magna subió 8 centavos para alcanzar un precio de 9.16 pesos por litro. Es un incremento de 0.72 por ciento. Difícilmente se le puede llamar un "gasolinazo", aun cuando el aumento sea el quinto del año. Suponiendo que el precio de la Magna subiera 8 centavos al mes durante 12 meses, la elevación anual sería de 96 centavos, 8.7 por ciento sobre el nivel de 9.08 pesos por litro de abril.
Más que este aumento, que queda muy atrás de las alzas que ha habido en el mundo, me preocupa el daño que el Gobierno hace al ambiente y a la economía de los mexicanos más pobres con un subsidio a la gasolina de 100 mil millones de pesos en este 2011, tres veces lo que se había previsto originalmente para este año.
El principal daño que se hace al subsidiar la gasolina es que se promueve un mayor uso de este combustible. Los países avanzados han tenido que pagar mayores precios por la gasolina en los últimos años debido al incremento en los precios del petróleo crudo y ello ha servido para reducir de manera significativa el empleo de gasolina. Una consecuencia es la disminución de las emisiones de contaminantes a la atmósfera en un momento en que esto se considera indispensable para reducir el calentamiento global.
México ha ido en sentido contrario y cada vez contamina más. En 2006, según cifras de Pemex, se vendían en el País 601 mil 800 barriles de gasolina Magna cada día. Para marzo de 2011 se alcanzó un nivel de 755 mil 200 barriles diarios. Esto es un incremento de 25 por ciento en apenas cinco años en la gasolina más barata y más contaminante. Este aumento anula de manera automática todos los esfuerzos que el Gobierno realiza para disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera.
El problema del subsidio a la gasolina, sin embargo, no se limita a la contaminación. De hecho este subsidio representa una regresiva transferencia de recursos de los más pobres a los más ricos.
Más del 40 por ciento de la población de nuestro País vive en situación de pobreza. Un porcentaje muy elevado en este grupo carece completamente de patrimonio propio. De hecho, su único patrimonio real es la parte que le toca en los recursos petroleros del País, los cuales supuestamente pertenecen por igual a todos los mexicanos.
En lugar de recibir dividendos como accionistas, que Pemex podría repartir entre los mexicanos, cosa que ayudaría más a los que menos tienen, la Secretaría de Hacienda está utilizando 100 mil millones de pesos de los ingresos del monopolio petrolero, tres veces lo que gasta en la Secretaría de Seguridad Pública, para subsidiar a los automovilistas, quienes representan el 20 por ciento más rico de la sociedad.
Una de las razones por las que México tiene tantos pobres es que hemos construido un sistema hacendario que despoja a los pobres para subsidiar a los ricos. En el caso del subsidio a la gasolina esta transferencia no sólo es sumamente regresiva, sino que además llena los cielos de contaminantes. Lejos de cuestionar los tímidos aumentos en el precio de la gasolina, deberíamos exigir un verdadero gasolinazo, que lleve los precios de este combustible a los niveles que actualmente prevalecen en nuestros socios comerciales.
Tenencia
Eruviel Ávila, candidato del PRI al Gobierno del Estado de México, prometió eliminar la tenencia vehicular en caso de ganar la elección del próximo 3 de julio. Con esto se une a una tendencia populista y regresiva. Eliminar la tenencia significa que quienes no pueden comprar un auto deben subsidiar los servicios que se otorgan a los automovilistas, mucho más prósperos que ellos.
Sergio Sarmiento
www.sergiosarmiento.com
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El subsidio a la gasolina como la tasa cero en alimentos y medicinas es la peor injusticia que hace el sistema fiscal mexicano contra los pobres. Lamentablemente un grupo de populistas demagogos, principalmente del PRI, PRD y PT, siguen presionando para que esos subsidios generalizados sigan. Un subsidio generalizado beneficia a quien más tiene, no a los pobres. Los subsidios deben darse de manera directa no generalizada.
Y si de gasolinazos estamos hablando, los que hizo el PRI en los 70's, 80's y 90's esos si eran gasolinazos. Con incrementos del 30, 50 y hasta el 100% de un día para otro, sin avisar. Ahora son pequeños, y en todo el año no llegan ni al 10%. Y aún así tenemos gasolina subsidiada. Ya basta de esa mentalidad tercermundista, de esperar que todo nos los resuelva el gobierno, de que nos den todo gratis. Medítenlo.
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Pronto, en casi todo el mundo tendremos que pagar precios más realistas por los combustibles.
La droga más adictiva que ha probado la humanidad se está agotando; el petróleo barato y fácil de obtener casi se ha terminado.
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