domingo, julio 27, 2025
Reflejos Estatistas
Para cada problema, este Gobierno tiene una solución estatista. Si hay gentrificación, el reflejo es algún mecanismo para controlar el precio de las rentas, descartando la opción de ampliar la oferta de vivienda en zonas donde mejoren los servicios públicos, incluido el transporte. Si hay un serio problema de huachicol, el Gobierno de Tamaulipas ya tiene la solución: gasolinerías propiedad del Estado. La lista de reflejos estatistas crece a buen paso.
Lo pueden todo. O eso creen. Mientras se entretienen vendiendo Chocolate Bienestar con sellos de advertencia por su exceso de calorías, azúcares y grasas, los hospitales no tienen las medicinas ni el equipamiento para atender a los pacientes.
Dada la pasión por darle más y más tareas al Gobierno, uno pensaría que tenemos amplias capacidades burocráticas. No es así. Según el más reciente Índice de Efectividad Gubernamental del Banco Mundial, nos encontramos en el lugar 104 de 193 países evaluados. Por debajo de Senegal, en el lugar 84. No seamos pesimistas: estamos por arriba de Venezuela, ubicado en el 182. En el 2017 México ocupaba el lugar 71.
Este índice "capta la percepción de la calidad de los servicios públicos, la calidad de la función pública y su grado de independencia de las presiones políticas, la calidad de la formulación y aplicación de las políticas y la credibilidad del compromiso del gobierno con dichas políticas". Es bueno tener métricas, pero no se necesitan para advertir la incompetencia gubernamental. En la primera plana de este diario, del 18 de julio, se reportó la venta de huachicol en la carretera México-Querétaro. Cualquiera que la recorra, incluida la Guardia Nacional, lo sabe. El ecosistema ilegal tiene sus reglas: un grupo criminal, "La empresa", puso en esa carretera una manta exigiendo que la autoridad le cobre menos "mordida" por sus actividades.
El reflejo estatista es sobre todo ideológico. Desconfían de los privados: si ellos ganan, el Gobierno está perdiendo. Si una empresa privada genera utilidades extrayendo crudo, piensan que es a costa de Pemex, cuando quien se beneficia es la nación, que, si subastó correctamente el campo, ganará por ello más de lo que podría generar Pemex.
También les gustan las actividades estatales porque son buenas para la foto. ¿Recuerdan el Gas Bienestar? Parece que el Gobierno hace algo. Pronto se olvida el haber incumplido lo prometido. O simplemente se engaña en la mañanera.
Son también una importante fuente de negocios. Entre más actividades estén bajo control del Gobierno, más hay para repartir, desde contratos hasta puestos. ¿Se acuerdan de la empresa estatal Litio para México? Cancelaron la inversión en curso de la minera china Ganfeng Lithium, pero no se ha extraído un gramo de litio. No es raro. No han invertido casi nada. Eso sí, la empresa tiene un director general con un salario bruto mensual de 177 mil 970 pesos.
Dado su reflejo estatista, podrían tratar de tener un Gobierno eficiente, contratar a expertos, poner controles para contener la corrupción. El pacto fundacional de Morena no lo permite. Se trata de premiar a los amigos y a los leales, sin importar honorabilidad y capacidad. Hay un desprecio al mérito. Los expertos tienen siempre un tufo neoliberal. Es más confiable quien no terminó su carrera o le tomó 14 años titularse, pero hizo trabajo político desde joven, como el gran líder.
Se necesita más Estado, empezando por recuperar el control del territorio nacional, por lo cual celebro la Estrategia Nacional contra la Extorsión. Sin embargo, el Gobierno gasta buena parte de su dinero en un masivo programa asistencialista de altos réditos políticos y otra buena parte en obras como el Tren Maya. Este ha costado más de 500 mil millones de pesos y en el primer trimestre del año ha recibido ingresos por venta de boletos por sólo 137 millones de pesos. Así no queda dinero para lo que los Gobiernos suelen proveer a sus ciudadanos.
Carlos Elizondo Mayer-Serra