lunes, mayo 27, 2024

 

Segundo piso del autoritarismo

Pocas elecciones tan trascendentes como la del próximo domingo. Pocas campañas tan grises como las de esta temporada.

 

La candidata del continuismo se dedicó a gestionar una ventaja que consideró irremontable. Paseó su triunfalismo por todo el País esmerándose en conservar el único voto que cortejó: el del Presidente de la República. Pudo haber presidido enormes concentraciones, pero su única preocupación era halagar al señor del Palacio.

 

Al asumir la candidatura de Morena, o como la llamaban antes de que eso se formalizara, daba señales de que buscaría imprimirle su sello a la campaña. Coqueteó, a veces, con un cambio de acentos, insinuó con timidez que había problemas. Pero apenas lo sugería, se desdecía para jurarle fidelidad eterna al Presidente y promoverse como la cuidadora más fiel de su legado.

 

La candidata de la oposición remó contra mil corrientes. La del régimen, cuyo mayor éxito fue definir su imagen en la opinión pública; la de los partidos que la apoyan, que no terminaron de respaldarla con entusiasmo; la de la tercera opción que decidió lanzarse contra la única opción competitiva; la de los medios y la crítica que la trató con severidad.

 

Habiéndose preparado para dar la batalla en la Ciudad de México, tuvo que improvisar una campaña nacional. Su cruzada fue de altibajos. Estuvo salpicada de improvisación y muchas incoherencias; no terminó de bosquejar una idea clara de futuro. Pero si Sheinbaum terminó su campaña ensoberbecida, Gálvez, al final del camino logró definir nítidamente el sentido de la elección del 24: se trata de una elección por los equilibrios democráticos.

 

El proyecto autoritario de Sheinbaum es explícito. El segundo piso del autoritarismo no estaría basado en la agresividad retórica del Presidente, en su intimidación a los opositores, en el hostigamiento a los medios y a los críticos.

 

El segundo piso del autoritarismo morenista tendría sustento constitucional. Ésa es la propuesta de Sheinbaum: consolidar institucionalmente el autoritarismo. Convertir las tretas en normas.

 

Mientras el Gobierno de López Obrador ha agredido a los órganos autónomos, ha cooptado instituciones, ha asfixiado presupuestalmente espacios constitucionales indóciles debilitando lentamente al pluralismo, Sheinbaum aspira a un sometimiento basado en la propia Constitución. Que la ley suprema se deshaga definitivamente de los estorbos a la Presidencia, que la representación popular sea altavoz y aplanadora de la mayoría y que se excluyan de una vez por todas las voces discordantes. Y que las instituciones arbitrales sean diputaciones en sintonía con el poder presidencial.

 

La democracia de Sheinbaum no es pluralismo, no es tolerancia, no es negociación. Es la votación que ensambla una aplanadora.

 

La democracia tampoco es para ella régimen constitucional. Lo ha dejado clarísimo en sus intervenciones recientes. Pretende dar fin a la democracia constitucional, esa que establece límites jurídicos a los poderes electos y que confía en un órgano judicial el control de parlamentos y gobiernos. A Sheinbaum le fastidia la democracia constitucional porque exige que el poder público camine por la ruta que la Constitución traza, porque frena el capricho.

 

Los jueces se extralimitan cuando cumplen su función democrática. La Suprema Corte no debe examinar los problemas de "forma", dijo en una entrevista reciente. Debe concentrarse en el fondo de los litigios. Pero, ¿qué tribunal constitucional puede cerrar los ojos ante violaciones al procedimiento deliberativo de una asamblea? ¿Cómo podría pasar por alto las transgresiones que aplastan a las minorías, que impiden el diálogo y que anulan a un Congreso como foro de examen público de la legislación?

 

Para Sheinbaum, el último juez de la República debe ser la Presidencia. Que los tribunales revisen el pago de los arrendamientos y la prisión de los acusados. La propuesta es clarísima: anular a la Suprema Corte como un tribunal constitucional. Aniquilar la democracia constitucional. Arriba del Presidente, nada. Arriba del Congreso, nadie.

 

Ésa es la propuesta política de Sheinbaum: autoritarismo basado en la Constitución; autoritarismo basado en la muerte del constitucionalismo. Eso es lo que estará en la boleta el próximo domingo.

 

Jesús Silva-Herzog Márquez

 

 


domingo, mayo 26, 2024

 

Cómo votar

¿Por quién votar? Hay que evaluar la gestión del Gobierno saliente. ¿Entrega AMLO un mejor país del recibido?

 

Salvo por el incremento en el salario real y en la disminución de la pobreza moderada (la pobreza extrema aumentó y recibe servicios públicos más deficientes), el País se deterioró. Ni hablar respecto a lo prometido.

 

El crecimiento en este sexenio será en promedio de 1.1 por ciento por año. No es por la pandemia; el de EU será de 2.2 por ciento; México como país en desarrollo debería crecer bastante más que nuestro vecino.

 

AMLO heredó un déficit fiscal de 2 por ciento del PIB. Le deja a su sucesora uno de 6.

 

Aunque se habla de una disminución de homicidios dolosos (del 9 por ciento entre diciembre de 2018 hasta abril de 2024) los datos son cada vez más cuestionables, ya que han aumentado las muertes violentas no registradas como homicidios y van más de 48 mil desaparecidos en el sexenio. Este año han asesinado a más candidatos que nunca.

 

La extorsión está desatada. El crimen controla en ciertas regiones desde el comercio de pollo hasta la distribución de agua en distritos de riego. Podría dedicar toda la columna a relatar historias de horror.

 

Los casos de corrupción brotan con frecuencia. El primero fue Segalmex, institución creada en este Gobierno, cuyo fraude es mayor que la Estafa Maestra.

 

Entre 2018 y 2022, un millón 698 mil estudiantes dejaron la escuela. En lugar de elaborar un programa emergente para recuperar el deterioro tras la pandemia, se modificaron contenidos escolares para que Morena transmitiera su visión del mundo.

 

La infraestructura está colapsada y deteriorada por falta de mantenimiento e inversión. Como porcentaje del PIB, la inversión pública fue de sólo 3 por ciento, inferior a la del sexenio anterior, y se fue a obras inútiles y caras. La conclusión es inevitable, en palabras de AMLO (abril de 2019) respecto a Dos Bocas: "si no se termina en tres años, ni siquiera en el sexenio y no cuesta 8 mil millones de dólares, sino 15 mil, se acaba todo nuestro prestigio, se fracasa...".

 

El voto se define también por las propuestas de campaña. Claudia, siguiendo a AMLO, ha prometido ampliar el catálogo de delitos merecedores de prisión preventiva oficiosa, es decir, cárcel antes de un juicio, incluido el delito de fraude fiscal; desaparecer los contrapesos construidos desde 1994 y mantener a los militares en sus actuales responsabilidades.

 

Claudia no tiene espíritu democrático. En el programa Tercer Grado, René Delgado le preguntó: "¿Reconocerías cualquier resultado en cualquiera de las elecciones?". Sheinbaum respondió: "Hay que ver cómo se desarrolla. Siempre hemos dicho que nosotros confiamos en el pueblo de México, y esa es la confianza que tenemos en que van a salir masivamente a votar".

 

Xóchitl ha dicho que limitará la prisión preventiva oficiosa a delitos graves, concentrará la actividad militar a asuntos de seguridad pública y abrirá a la competencia el sector energético. Viene de abajo y entiende mejor que la clase política tradicional lo que realmente necesitan los más pobres para prosperar. A lo largo de su vida ha mostrado un espíritu luchador, plural y democrático.

 

En su libro "Democracy for Realists", Christopher Achen y Larry Bartels concluyen que los ciudadanos -incluidos los bien informados- suelen votar en función de identidades sociales y lealtades partidistas. AMLO se ha dedicado todo el sexenio a remarcarlas, incluso durante la veda electoral que ha ignorado poniendo en riesgo la legalidad de la elección.

 

Esperemos que el votante se informe y opte en función de lo que ha pasado en el País. Este es el fundamento de la teoría democrática, tanto en su justificación ética como en la forma en la que el ciudadano ejerce el voto. Por mi parte, no tengo duda que la mejor opción es Xóchitl.

 

Carlos Elizondo Mayer-Serra

 

 


sábado, mayo 25, 2024

 

Múltiples 'íes', salvo 3

El próximo fin de semana serán las elecciones para definir el rumbo de México por los siguientes seis años, teniendo tres opciones a escoger, con dos candidatas y un candidato.

 

Claudia Sheinbaum representa la continuidad de lo que AMLO definió como la "cuarta transformación", Xóchitl Gálvez llega como independiente bajo el paraguas del PRI, del PAN y del PRD, y Máynez con MC.

 

Antes de definir nuestro voto, vale la pena analizar lo que tuvimos estos últimos seis años, que en mi opinión dista mucho de ser una transformación.

 

AMLO ubicó cronológicamente las "transformaciones" en la historia de México, siendo la primera durante la Guerra de Independencia sucedida entre 1810 y 1821; la segunda entre 1857 y 1861 con la Guerra de Reforma, donde Benito Juárez consolida la República denominándola una "Democracia Capitalista", y en tercer lugar la Revolución mexicana ocurrida entre 1910 y 1917.

 

El común denominador de estos eventos históricos es la "independencia"; como nación en 1821, como sociedad en 1861 y como Gobierno en 1917. Ahora yo pregunto: de 2018 al 2024, ¿logramos algún tipo de independencia?

 

El 1o. de diciembre del 2018 AMLO nos recetó su primer sermón, y mi conclusión del contenido del mismo lo resumí entonces en dos palabras: control y adoctrinamiento; y a seis años, para mí, nada ha cambiado, pues pretende un control total de Gobierno e instituciones, operando a diario en las mañanas como consejero espiritual y generando "dependencia" a través de los programas sociales.

 

Si habláramos de una "cuarta transformación", esta se da en 1994 con el arranque del TLCAN, marcando la entrada de México a la globalización con su respectiva independencia económica.

 

Por lo tanto este Gobierno no ha sido una 4T, pero sí lo podemos sintetizar en "múltiples íes": ignorancia, incompetencia, improvisación, ideología, intuición, ineptitud, incongruencia, insulares, ilegalidad, inútiles, etc., más otra precedida de una "h", que es la hipocresía.

 

¿Ejemplos?, ¡hay muchos!

 

Empecemos con aquella frase que definía al tipo de funcionarios en Gobierno: "90 por ciento honestos y 10 por ciento de experiencia". Sólo aquí podemos integrar ignorancia e incompetencia, y mencionar a Luisa María Alcalde, Raquel Buenrostro, Hugo López-Gatell o Lenia Batres, entre varios.

 

De improvisaciones estamos repletos, empezando por el fracasado Insabi, Banco y Gas del Bienestar, el AIFA, Mexicana, la Megafarmacia, Dos Bocas, los trenecitos y las pipas "antihuachicol", que en su conjunto son inútiles, y para acabarla costosos y subsidiados.

 

Pemex y CFE son inoperantes e improductivas.

 

Posturas y decisiones son ideológicas más que pragmáticas, y es lo que proponen en educación.

 

Han sido irrespetuosos de la legalidad, empezando por AMLO al reclamar que "no me vengan con que la ley es la ley", y que gran parte de sus proyectos y propuestas acaban en litigio por inconstitucionalidad.

 

Se muestran insulares al hablar de autosuficiencia, pero hay apagones y faltan alimentos.

 

Son incongruentes pues satanizan el neoliberalismo, pero al mismo tiempo aplauden las remesas y el nearshoring que son productos neoliberales, y en relaciones exteriores por un lado rebuznan "la no intervención", pero en paralelo critican Gobiernos que no piensan como ellos.

 

La intuición y la insolencia vienen en las trilladas frases "vamos bien" o "yo tengo otros datos".

 

Impunidad y muertes.

 

Son "hipócritas", pues critican la corrupción pero ahí están los sobres amarillos, Segalmex y recientemente Rocío Nahle y su pandilla.

 

La inflación se ha mantenido, pero se acabaron los ahorros y la deuda aumentó.

 

Las tres "íes" que no aparecen por ningún lado son la independencia, la inteligencia y desaparecieron los intermediarios argumentando corrupción pero hoy no hay medicinas.

 

Esto es lo que representa y pretende repetir Claudia, porque si bien la economía se ha sostenido, esto ha sido a pesar del Gobierno actual.

 

Xóchitl llega con propuestas claras y prácticas, y Máynez con discurso y sonrisa.

 

Si queremos a México, la decisión es simple.

 

Ricardo J. Guajardo

 

 


 

Oportunidades perdidas

En democracia, el poder debería ser del pueblo, pero los políticos lo han usurpado. Solicitan nuestro voto para olvidarse después. No podemos permitir que se desperdicien otros seis años. El poder solo existe dentro de la sociedad. Un político sin el respaldo de la sociedad no tiene ningún poder.

 

La afirmación de que la mayoría está mejor que hace 10 años es falsa. El PIB per cápita no ha crecido en 6 años. Los programas sociales representan solo el 8 por ciento del gasto gubernamental de más de 9 billones de pesos. Con tan poco no puede estar la mayoría de los mexicanos satisfecho.

 

Para colmo, este año, el Gobierno gastará casi 2 billones de pesos más de lo que recauda. Este déficit equivale a los presupuestos de egresos de este año de todas las entidades federativas, excepto CDMX y Estado de México.

 

Siguiendo "La Guerra y la Paz" de León Tolstói, la sociedad se organiza en círculos concéntricos donde aquellos que han llegado al círculo interior colocan cerrojos, impidiendo que el resto de la sociedad penetre en ellos. El protagonista Andrei Bolkonsky, inconforme con esta impermeabilidad de los grupos de poder, busca quitar los cerrojos de la movilidad social rusa. Después de varios fracasos, desiste de su sueño.

 

No podemos desistirnos como Andrei. Es crucial hablar del poder que se desperdicia, de las voluntades que se pierden por pausas y tiempos políticos junto a problemas de desconfianza, coordinación y lucha de intereses.

 

En los últimos cinco años, México ha perdido enormes oportunidades que han impactado su economía y bienestar social. Factores como la inseguridad, inestabilidad política, corrupción y falta de visión a largo plazo han contribuido a este panorama desalentador.

 

Uno de los sectores más afectados ha sido el de infraestructura y energía. Proyectos como el Aeropuerto (NAIM) e inversiones en infraestructura eléctrica y petrolera fueron cancelados, causando una pérdida de inversiones multimillonarias.

 

La reforma energética, que prometía atraer inversiones y modernizar el sector, ha generado incertidumbre y ha limitado el desarrollo de energías renovables y la autosuficiencia energética del País. La baja inversión y poco mantenimiento de la CFE explican la falta de capacidad eléctrica y los apagones generalizados que no ocurrían desde los años 70.

 

En educación y tecnología, México ha perdido terreno por la falta de políticas claras y sostenidas. Los recortes presupuestales en ciencia y tecnología han frenado la capacidad del País para competir en un mundo digitalizado y orientado hacia la investigación y el desarrollo, limitando la creación de empleos de alta calificación y el crecimiento económico sostenible.

 

La falta de avances en seguridad y el fortalecimiento del Estado de derecho también representan oportunidades perdidas. La violencia y la corrupción continúan siendo obstáculos para el desarrollo, afectando las inversiones y la confianza de los ciudadanos en las instituciones.

 

Nuevo León, uno de los estados más industrializados de México, ha sido escenario de una pugna de poder político sin precedentes y donde los ciudadanos no importan. Esta lucha ha paralizado la toma de decisiones cruciales para el Estado, afectando proyectos en infraestructura, transporte y desarrollo urbano.

 

La falta de coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno en NL ha dificultado la implementación de políticas efectivas en áreas como salud, educación, pero sobre todo en seguridad, afectando directamente el bienestar de la población.

 

Como ciudadanos, es esencial mantener el compromiso y la esperanza en un futuro mejor, rechazando las mentiras y noticias falsas para dar paso a evidencias reales para construir un pensamiento crítico y ético.

 

Solo el trabajo ordenado y organizado es clave para transformar las oportunidades perdidas en crecimiento sostenible que beneficie a todos.

 

Frente a la inseguridad, las mentiras y la falta de oportunidades, tenemos una salida: votar este 2 de junio con determinación por la vida, verdad y la libertad.

 

Vidal Garza Cantú

 

 

 


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